Trump deber¨¢ pagar 110.000 d¨®lares para que le sea retirada una orden de desacato

La enmara?ada batalla judicial de Donald Trump a consecuencia de sus causas pendientes en Nueva York ha dado este mi¨¦rcoles un nuevo giro. El expresidente debe pagar una multa de 110.000 d¨®lares a la fiscal¨ªa del Estado de Nueva York y satisfacer otros requisitos de documentaci¨®n para librarse de una acusaci¨®n de desacato por no presentarse en su d¨ªa ante la fiscal, Letitia James, en el marco de una investigaci¨®n civil sobre presuntas irregularidades en su emporio.

El juez Arthur Engoron, que ha anunciado este mi¨¦rcoles la cuant¨ªa de la multa, impuso a finales de abril al expresidente republicano una sanci¨®n de 10.000 d¨®lares al d¨ªa por su incomparecencia. En una audiencia virtual celebrada hoy, Engoron explic¨® que el contador del pago se detuvo el viernes pasado, cuando el magnate y sus abogados presentaron nuevas declaraciones juradas acerca de los documentos relevantes que hab¨ªa solicitado James para la la causa.

Trump reiter¨®, como hizo en abril, que no posee ning¨²n archivo relevante, algo que Engoron calific¨® de sorprendente, dadas las dimensiones de su emporio y el volumen de negocio de este. El juez ha dado de plazo a Trump hasta el pr¨®ximo 20 de mayo para cumplir con requisitos adicionales, entre otros la presentaci¨®n de declaraciones juradas de su asistente personal y otros miembros de su equipo, as¨ª como un informe, encargado a terceros, sobre las cuentas de la Organizaci¨®n Trump, el nombre del emporio familiar.

La acusaci¨®n de desacato podr¨ªa reactivarse si Trump, actualmente el fact¨®tum en la carrera de las primarias republicanas, no presenta toda esa informaci¨®n a tiempo.

La fiscal James, con la que Trump mantiene un tira y afloja no s¨®lo judicial, sino tambi¨¦n pol¨ªtico -ha denunciado reiteradamente ser objeto de una caza de brujas ideol¨®gica por parte de la fiscal dem¨®crata-, sostiene que la investigaci¨®n ha encontrado evidencias de que la Organizaci¨®n Trump, un conglomerado propietario de hoteles, campos de golf y otros bienes inmuebles en todo el mundo, proporcion¨® informaci¨®n enga?osa a bancos y al fisco para obtener ventajas y beneficios en la concesi¨®n de pr¨¦stamos y lograr exenciones de impuestos.

Aunque de momento ni el expresidente ni sus hijos, tambi¨¦n investigados, han sido imputados, estas pr¨¢cticas supuestamente fraudulentas costaron el puesto al director financiero del emporio, y mano derecha de Trump durante d¨¦cadas, que se entreg¨® a la justicia en la primavera pasada y al que muchos consideran un chivo expiatorio o cortafuegos para proteger al n¨²cleo duro de la familia Trump. En enero, la fiscal James llam¨® a declarar a Ivanka y Donald Jr, los hijos mayores del expresidente. Pocas semanas antes, a finales de diciembre, el exmandatario intentaba frenar la causa con una demanda contra James.

Lejos de resolverse, el proceso contin¨²a con avances y retrocesos. Entre los primeros, destaca la retirada del apoyo al magnate de la auditora que durante d¨¦cadas evalu¨® sus negocios, asegurando que las cuentas de los ¨²ltimos diez a?os no son fiables. En el cap¨ªtulo de retrocesos -o peque?os respiros para el republicano- figura la renuncia de dos investigadores que instru¨ªan una segunda causa, de car¨¢cter penal, en paralelo a la civil de James, sobre presuntas irregularidades del emporio. El abandono de los dos abogados se produjo despu¨¦s de que el nuevo fiscal de Manhattan, a cargo de esa investigaci¨®n penal, expresara dudas sobre la pertinencia de seguir adelante con el caso.

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