Los finlandeses aguardan el ingreso en la OTAN entre el alivio y el temor a la represalia
La poblaci¨®n del pa¨ªs n¨®rdico se muestra abrumadoramente a favor de la adhesi¨®n a pesar de las constantes amenazas del Kremlin
En el sur de Helsinki, frente a las aguas del mar B¨¢ltico, sobresale una figura femenina de m¨¢s de cinco metros de altura encima de un pedestal de granito. ¡°Esta estatua fue erigida por el pueblo finland¨¦s como s¨ªmbolo de la coexistencia pac¨ªfica y de la amistad entre Finlandia y la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±, reza una inscripci¨®n escrita en fin¨¦s, sueco ¡ªlengua cooficial¡ª y ruso. Construido en 1968 con motivo del vig¨¦simo aniversario del tratado de defensa mutua que Mosc¨² forz¨® a Helsinki a firmar, el monumento simboliza las d¨¦cadas en las que el pa¨ªs n¨®rdico vivi¨® a la sombra de su gigantesco vecino. ...
En el sur de Helsinki, frente a las aguas del mar B¨¢ltico, sobresale una figura femenina de m¨¢s de cinco metros de altura encima de un pedestal de granito. ¡°Esta estatua fue erigida por el pueblo finland¨¦s como s¨ªmbolo de la coexistencia pac¨ªfica y de la amistad entre Finlandia y la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±, reza una inscripci¨®n escrita en fin¨¦s, sueco ¡ªlengua cooficial¡ª y ruso. Construido en 1968 con motivo del vig¨¦simo aniversario del tratado de defensa mutua que Mosc¨² forz¨® a Helsinki a firmar, el monumento simboliza las d¨¦cadas en las que el pa¨ªs n¨®rdico vivi¨® a la sombra de su gigantesco vecino. ¡°Creo que ya va siendo hora de demolerlo; conmemora los vergonzosos a?os en los que viv¨ªamos arrodillados¡±, reclama Jaakko Heinonen, estudiante de Biolog¨ªa de 21 a?os, mientras agarra su monopat¨ªn con la mano derecha.
Tras el paso hist¨®rico que dio este jueves Finlandia (5,5 millones de habitantes), en el que la primera ministra, Sanna Marin, y el presidente, Sauli Niinist?, mostraron su apoyo a la adhesi¨®n a la OTAN, la poblaci¨®n finlandesa ha amanecido con sentimientos encontrados; el alivio de percibir m¨¢s cerca la protecci¨®n que garantiza la Alianza Atl¨¢ntica se mezcla con el desasosiego que sienten muchos ante el riesgo de represalias rusas. El Kremlin ha tratado de intimidar a Helsinki reiteradamente durante estos meses con advertencias de posibles ¡°consecuencias militares y pol¨ªticas¡± si optaba por integrarse en la organizaci¨®n transatl¨¢ntica. ¡°Finlandia est¨¢ buscando su destrucci¨®n como pa¨ªs¡±, lleg¨® a decir el senador Vlad¨ªmir Djabarov. ¡°Rusia se ver¨¢ obligada a adoptar medidas de respuesta de car¨¢cter t¨¦cnico-militar, y de otro tipo, con el objetivo de detener las amenazas a su seguridad nacional¡±, anunci¨® el Ministerio de Exteriores ruso horas despu¨¦s de que se difundiera el comunicado firmado por los mandatarios de Finlandia en el que instaban a ingresar ¡°cuanto antes¡± en la Alianza Atl¨¢ntica.
Una encuesta publicada el jueves por el centro de estudios EVA se?ala que uno de cada cinco finlandeses cree que Rusia atacar¨¢ su territorio antes de que acabe este a?o; el 30% considera que habr¨¢ un enfrentamiento armado con Mosc¨² antes de 2027, y m¨¢s de la mitad opina que Finlandia sufrir¨¢ constantes ciberataques de piratas inform¨¢ticos rusos e injerencias en los procesos electorales.
La brutal agresi¨®n de Rusia sobre Ucrania ha transformado por completo la opini¨®n p¨²blica finlandesa. Si a finales del a?o pasado apenas un 20% de la poblaci¨®n se mostraba partidaria del ingreso en la Alianza, un sondeo de un organismo p¨²blico divulgado el pasado lunes refleja que solo un 11% de los ciudadanos prefiere que el pa¨ªs n¨®rdico se mantenga fuera de la OTAN. El respaldo a la integraci¨®n en el bloque militar no solo se ha extendido entre los habitantes del pa¨ªs, sino tambi¨¦n entre todas las fuerzas del arco parlamentario, incluidos los ecologistas y los excomunistas, cuyas formaciones hermanas en Estocolmo todav¨ªa se posicionan en contra de la adhesi¨®n de Suecia.
Desde que Finlandia declar¨® su independencia de Rusia, a finales de 1917 ¡ªmientras el pa¨ªs vecino se desangraba en la feroz guerra civil entre bolcheviques y anticomunistas¡ª, la relaci¨®n entre Helsinki y Mosc¨² ha sido turbulenta. Dos enfrentamientos b¨¦licos durante la II Guerra Mundial ¡ªen los que Finlandia renunci¨® al 10% de su territorio¡ª dieron paso a m¨¢s de cuatro d¨¦cadas en las que el pa¨ªs n¨®rdico estuvo sometido a los intereses de Mosc¨² y tuvo vetada la posibilidad de integrarse en la OTAN. Tras el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, llegaron vientos de cambio en Finlandia. Helsinki se desvincul¨® en 1992 del tratado que hab¨ªa condicionado su pol¨ªtica exterior durante casi medio siglo, y tres a?os m¨¢s tarde ingres¨® en la Uni¨®n Europea.
Hilda Hannikainen, una enfermera de 55 a?os, considera imprescindible la adhesi¨®n a la OTAN. ¡°Si te amenaza una potencia nuclear, necesitas la protecci¨®n de otros que tengan armamento at¨®mico [Estados Unidos, el Reino Unido y Francia]¡±, comenta en la plaza del Senado, a pocos metros de la estatua del zar Alejandro II de Rusia y frente a la catedral de Helsinki y el palacio de Gobierno. A Hannikainen, sin embargo, le preocupa lo que pueda suceder en los entre seis y 12 meses que, seg¨²n fuentes de la organizaci¨®n militar, puede prolongarse el proceso de ratificaci¨®n, y durante los cuales no ser¨ªa todav¨ªa aplicable la cl¨¢usula de defensa mutua (art¨ªculo 5 del texto fundacional de la Alianza). Varios miembros de la OTAN, incluido EE UU, han asegurado que el pa¨ªs n¨®rdico tendr¨¢ garantizada su protecci¨®n en ese periodo. Y el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, firm¨® el mi¨¦rcoles en Helsinki y Estocolmo sendos acuerdos de garant¨ªas de seguridad mutuas por los que Londres se compromete a la defensa de Finlandia y Suecia en caso de agresi¨®n. ¡°Conf¨ªo m¨¢s en [el presidente estadounidense, Joe] Biden que en Johnson, quien creo que solo vino por aqu¨ª para sacar r¨¦dito pol¨ªtico¡±, apunta la sanitaria en la plaza en la que en los ¨²ltimos meses se han celebrado varias concentraciones multitudinarias en apoyo a Ucrania.
Los precedentes de Georgia y Ucrania
La memoria colectiva de Finlandia est¨¢ profundamente marcada por la invasi¨®n sovi¨¦tica que fue repelida a sangre y fuego al inicio de la II Guerra Mundial. Pero tambi¨¦n pesan entre la poblaci¨®n los casos de Georgia y Ucrania, dos pa¨ªses que en la cumbre de Bucarest de 2008 recibieron la promesa de que en el futuro podr¨ªan formar parte de la Alianza y que hoy tienen tropas rusas ocupando parte de su territorio.
Alpo Rusi, diplom¨¢tico finland¨¦s que ha sido embajador en Suiza y asesor de pol¨ªtica exterior del expresidente Martti Ahtisaari (1995-1999), comenta por tel¨¦fono que la poblaci¨®n ¡°se ha hartado de la actitud del Kremlin¡±. Rusi, que defiende la integraci¨®n en la OTAN desde hace m¨¢s de 20 a?os, asegura que Helsinki ¡°ha puesto todo de su parte¡± para mantener una buena relaci¨®n con Mosc¨² en los ¨²ltimos decenios, pero que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, ¡°finiquit¨® cualquier posibilidad de entendimiento la madrugada del 24 de febrero [d¨ªa del inicio de la ofensiva por tierra, mar y aire sobre Ucrania]¡±.
No toda la poblaci¨®n de Helsinki (630.000 habitantes) celebra el futuro ingreso en la Alianza. Abshir Ibrahim, un ciudadano finland¨¦s nacido en Somalia ¡ªpa¨ªs en perpetuo estado de guerra¡ª que lleg¨® con sus padres al norte de Europa cuando ten¨ªa cinco a?os, opina que desde el jueves Finlandia es m¨¢s vulnerable: ¡°No creo que sea el momento de integrarse en la OTAN. Putin no ten¨ªa motivos para fijarse en nosotros; ahora s¨ª que los tiene. Y ha dejado bien claro que no tiene l¨ªmites¡±.
A Ibrahim, a punto de cumplir la treintena, le inquieta que las garant¨ªas ofrecidas por Washington y Londres para el tiempo que dure el proceso de ratificaci¨®n puedan caer en saco roto. ¡°?De qu¨¦ sirvieron las promesas que se hicieron a Ucrania cuando renunci¨® a sus armas nucleares [el memor¨¢ndum de Budapest de 1994, suscrito por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido]?¡±, se plantea este publicista en un parque del centro de la capital finlandesa. ¡°Creo que si, por ejemplo, los rusos ocuparan una de nuestras islas deshabitadas, los aliados dir¨ªan: ¡®Nosotros ponemos las armas; vosotros, los muertos¡±, sentencia.
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