¡°?ramos una familia modelo para el partido. Ahora todos est¨¢n en campos de concentraci¨®n¡±
Miles de familias de la regi¨®n china de Xinjiang quedaron partidas a partir de 2017 a causa de la detenci¨®n y confinamiento masivos ejecutados por el r¨¦gimen chino contra los uigures. Como en el caso de los Abdureshid, la residencia en el extranjero de alg¨²n miembro era motivo suficiente para ser objeto de la persecuci¨®n e internamiento
Nursiman Abdureshid naci¨® hace 33 a?os en Saybag, en el condado chino de Konasheher. Este pedazo de tierra en la franja occidental del gigante asi¨¢tico est¨¢ habitada por la etnia uigur, mayoritaria en aquella regi¨®n, que recibe el nombre de Xinjiang, pero minoritaria en el resto de China, en el que predominan los han. Su padre fue funcionario del Estado, miembro del Partido Comunista de China (PCCh), un hombre respetado entre los vecinos. Junto a su mujer, la madre de esta joven, gestionaron un negocio de venta de harina. Los dos varones de la familia tambi¨¦n se dedicaron desde pronto a los negocios. Una familia, en definitiva, modelo para el r¨¦gimen comunista. Hoy, los padres y hermanos de Abdureshid se encuentran confinados en centros de detenci¨®n o internamiento de Xinjiang.
La joven ha recibido a EL PA?S en Estambul (Turqu¨ªa), su actual lugar de residencia, en el marco de la investigaci¨®n period¨ªstica Los archivos policiales de Xinjiang, llevada a cabo por 14 medios de comunicaci¨®n de 11 pa¨ªses. Decenas de miles de fichas policiales, fotograf¨ªas y documentos oficiales de altos cargos del PCCh ponen rostro por vez primera a la brutal y extensa campa?a de represi¨®n de Pek¨ªn contra la minor¨ªa musulmana uigur.
Abdureshid viaj¨® a Turqu¨ªa en 2015. Tambi¨¦n abandon¨® la regi¨®n su otra hermana, esta en direcci¨®n a Estados Unidos. Dos a?os despu¨¦s, la comunicaci¨®n con su familia en Saybag comenz¨® a enrarecerse hasta cortarse. En el verano de 2017, en plena campa?a de represi¨®n de Pek¨ªn a trav¨¦s de los campos de reeducaci¨®n en Xinjiang, unos parientes le comunicaron que su padre y su hermano peque?o hab¨ªan sido trasladados a ¡°programas de educaci¨®n¡±. El mayor de sus hermanos ya estaba en prisi¨®n por una supuesta deuda no pagada. Tres a?os despu¨¦s, en una conversaci¨®n telef¨®nica con la Embajada china en Turqu¨ªa, Abdureshid supo que todos ellos, incluida su madre, cumpl¨ªan penas de prisi¨®n.
¡°Mi familia se convirti¨® en objetivo [del Gobierno chino] simplemente porque mi hermana y yo estudi¨¢bamos en el extranjero¡±, sentencia Abdureshid.
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