Amnist¨ªa Internacional registra al menos 18 muertes en c¨¢rceles salvadore?as bajo el r¨¦gimen de excepci¨®n
La ONG tambi¨¦n ha documentado torturas y detenciones indiscriminadas. Acusa a Bukele de hundir a El Salvador en una crisis de derechos humanos
El presidente Nayib Bukele ha hundido El Salvador en una grave crisis en la que se cometen ¡°violaciones masivas de derechos humanos¡±, de acuerdo con un informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) publicado este jueves. Durante el r¨¦gimen de excepci¨®n, decretado por el mandatario el 26 de marzo despu¨¦s de dos jornadas especialmente sangrientas en el pa¨ªs centroamericano y para combatir con mano dura a las pandillas, al menos 18 personas han muerto bajo tutela del Estado, seg¨²n la ONG. Adem¨¢s, la polic¨ªa ha realizado ¡°miles de detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso¡± y se han cometido ¡°torturas y malos tratos¡± contra la poblaci¨®n. ¡°Dada las precarias condiciones carcelarias, existe el temor fundado de que el n¨²mero de v¨ªctimas fatales pudiese incrementar en los siguientes d¨ªas¡±, advierte el documento.
El baile de n¨²meros que maneja la organizaci¨®n es elocuente. M¨¢s de 35.000 personas han sido detenidas en El Salvador desde el inicio del r¨¦gimen de excepci¨®n, sin garant¨ªas judiciales ni un proceso legal adecuado. Es decir, el 1,7% de la poblaci¨®n mayor de edad del pa¨ªs, lo que ha resultado en un hacinamiento in¨¦dito en c¨¢rceles controladas por las pandillas. Al menos 1.190 ni?os menores de 18 a?os han sido tambi¨¦n arrestados. Entre las medidas tomadas por el presidente Bukele y los ¨®rganos controlados por su Gobierno para combatir a las pandillas, el Congreso aprob¨® cambios al c¨®digo penal que permiten penas de prisi¨®n de hasta 10 a?os para ni?os de 12 a?os que pertenezcan a maras. Los menores de 16 a?os pueden ser condenados hasta a 20 a?os de c¨¢rcel.
Las detenciones se producen sin pruebas ni ¨®rdenes judiciales. Cualquiera que pueda ser percibido por las autoridades como una amenaza ¡ªla mayor¨ªa de las veces la poblaci¨®n de los barrios m¨¢s pobres¡ª puede ser arrestado, asegura AI: ¡°Ya sea por tener tatuajes, por haber sido acusado por un tercero de tener supuestos v¨ªnculos con una pandilla, por tener antecedentes penales previos o simplemente por vivir en una zona controlada por una pandilla¡±. La ONG ha documentado ¡°minuciosamente¡± 28 casos de violaciones a los derechos humanos, correspondientes a 34 personas.
Entre los detenidos y sus familias es com¨²n que no haya ninguna comunicaci¨®n. En muchos casos, los arrestados no pueden ni siquiera hablar con sus abogados. En uno de los casos documentados, los parientes siguen sin saber el paradero, ¡°lo que podr¨ªa constituir en desaparici¨®n forzada¡±, defiende AI. Las reformas impuestas en el pa¨ªs por Bukele, que acaba de cumplir tres a?os en el poder, ¡°han limitado los derechos a la defensa, a la presunci¨®n de inocencia, a un recurso judicial efectivo y al acceso a un juez independiente¡±.
El r¨¦gimen de excepci¨®n suspende el plazo constitucional que dictamina que las personas solo pueden estar un m¨¢ximo de 72 horas en ¡°detenci¨®n administrativa¡±, es decir, desde que son arrestadas hasta que son llevadas ante un juez. Ahora, lo m¨¢s habitual es que los detenidos permanezcan en prisi¨®n en plazos de en torno a 15 d¨ªas, incomunicados y sin estar formalmente acusados de ning¨²n delito.
¡°Bukele quiere garantizar una reforma constitucional que asegure su reelecci¨®n en El Salvador. El estado de emergencia le permite gobernar con un r¨¦gimen de arbitrariedad total¡±, apunta Jos¨¦ Miguel Vicanco, un abogado especialista en derechos humanos que estuvo casi 30 a?os al frente de la ONG internacional Human Rights Watch. Erika Guevara Rosas, directora para las Am¨¦ricas de Amnist¨ªa Internacional, asegura en el informe que estas medidas, adem¨¢s de suponer violaciones a los derechos humanos, criminalizan a ¡°las personas en situaci¨®n de pobreza¡±. ¡°Las v¨ªctimas de violencia por parte de pandillas merecen justicia de forma urgente, pero con procesos justos que garanticen un debido proceso y una condena efectiva¡±, matiza.
La cruzada de Bukele
A finales de marzo, El Salvador se encontr¨® con el fin de semana m¨¢s letal que ha sufrido en lo que va de siglo. Al menos 87 personas fueron asesinadas entre el viernes 25 y el domingo 27. Una investigaci¨®n del medio digital El Faro demostr¨® que esas sangrientas jornadas se debieron a la rotura de una tregua pactada entre el Gobierno de Bukele y los l¨ªderes de las dos principales pandillas: la MS-13 y Barrio 18.
Bukele neg¨® la mayor, sac¨® los militares a la calle en una cruzada contra todo lo que pareciera cercano a los pandilleros y se otorg¨® poderes especiales, en una decisi¨®n fuertemente criticada por la comunidad internacional. D¨ªas despu¨¦s, el Parlamento aprob¨® una reforma del C¨®digo Penal que permite perseguir a los medios de comunicaci¨®n que trasmitan mensajes de las pandillas. En la pr¨¢ctica, penaliza a los periodistas cr¨ªticos con su Gobierno que planteen un relato sobre el problema de las maras distinto al del mandatario. La prensa en El Salvador est¨¢, desde entonces, en el punto de mira.
Aunque la persecuci¨®n ya ven¨ªa desde antes. ¡°Para m¨ª, el acoso y la intimidaci¨®n se inici¨® en agosto de 2021, luego de haber revelado que Bukele negoci¨® con las pandillas. Comenz¨® un acoso en redes sociales: colocaban mis fotos con fotos de otros pandilleros, mensajes de amenaza, de agresi¨®n sexual, de violaci¨®n...¡±, explica a este diario Gabriela C¨¢ceres, una de las periodistas de El Faro que sac¨® a la luz el pacto con las maras.
¡°El ataque no ha parado¡±, narra C¨¢ceres. ¡°Hay una campa?a en contra de quienes hemos dado a conocer los casos m¨¢s grandes de corrupci¨®n. Veo un futuro muy triste. Seguir haciendo periodismo en El Salvador se est¨¢ convirtiendo en algo muy valiente. Implica cambiar toda tu vida para estar en un lugar seguro, pero siempre es mejor hacer periodismo desde afuera y no en una c¨¢rcel¡±. AI ha registrado al menos tres casos de periodistas salvadore?os que han tenido que exiliarse o esconderse ante las amenazas, adem¨¢s de funcionarios, integrantes de oeneg¨¦s, activistas... Cualquiera con una postura cr¨ªtica contra el Gobierno de Bukele.
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