Macron se juega su quinquenio en las elecciones legislativas ante un pujante M¨¦lenchon
Los sondeos para la cita del pr¨®ximo domingo sit¨²an a la izquierda como primera fuerza de oposici¨®n frente a un macronismo debilitado
Una victoria electoral rotunda no siempre garantiza la estabilidad en el poder. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, derrot¨® con 17 puntos de ventaja la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, en las elecciones presidenciales de abril. Pero, para gobernar sin sobresaltos en los pr¨®ximos cinco a?os, deber¨¢ revalidar su actual mayor¨ªa absoluta en las legislativas del 12 y el 19 de junio.
La rival de Macron ya no es Le Pe...
Una victoria electoral rotunda no siempre garantiza la estabilidad en el poder. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, derrot¨® con 17 puntos de ventaja la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, en las elecciones presidenciales de abril. Pero, para gobernar sin sobresaltos en los pr¨®ximos cinco a?os, deber¨¢ revalidar su actual mayor¨ªa absoluta en las legislativas del 12 y el 19 de junio.
La rival de Macron ya no es Le Pen. Est¨¢ desdibujada en esta campa?a y, de todos modos, suele fallar en las legislativas: hoy no tiene ni grupo parlamentario en la Asamblea Nacional. El rival es Jean-Luc M¨¦lenchon, el veterano l¨ªder de la izquierda anticapitalista y euroesc¨¦ptica, quien se perfila como la mayor amenaza para el presidente centrista en el nuevo quinquenio.
¡°Hoy la oposici¨®n a Macron somos nosotros¡±, declara Dani¨¨le Obono, diputada por Par¨ªs del partido de M¨¦lenchon y candidata a la reelecci¨®n. ¡°El r¨¦gimen macronista est¨¢ inquieto¡±.
M¨¦lenchon qued¨® tercero en las presidenciales, con 7,7 millones de votos, el mejor resultado de su historia. Se qued¨® a 400.000 votos de la segunda vuelta. Se afianz¨® como el hombre fuerte de la izquierda, y ha logrado unir bajo su tutela a socialistas, ecologistas y comunistas.
¡°Elegidme primer ministro¡±, repite M¨¦lenchon desde hace semanas. El eslogan resulta eficaz. Le permite aparecer como ¨²nica alternativa. Y proyecta la idea de que es posible la conquista del poder.
El dirigente izquierdista cree que, si la llamada Nueva Uni¨®n Popular Ecologista y Social (NUPES) obtiene una mayor¨ªa en la Asamblea Nacional, el presidente se ver¨¢ forzado a nombrarle al frente de un nuevo Gobierno. Es la revancha de las presidenciales.
Peligra la mayor¨ªa absoluta
No lo tendr¨¢ f¨¢cil. Los sondeos coinciden: Ensemble (Juntos), que es el nombre de la candidatura macronista, ser¨¢ la que contar¨¢ m¨¢s diputados. Pero no es seguro que supere los 289, el umbral de la mayor¨ªa absoluta. Ahora tienen 347 diputados.
Macron, que gobern¨® sin oposici¨®n durante el primer quinquenio, podr¨ªa tener que conformarse con ser la primera fuerza con una mayor¨ªa relativa, no absoluta. Este escenario entorpecer¨ªa al proceso legislativo y le obligar¨ªa a buscar pactos con otras fuerzas.
¡°Las legislativas son una cuesti¨®n de movilizaci¨®n¡±, comentaba hace unos d¨ªas Fr¨¦d¨¦ric Dabi, director general de Opini¨®n en el instituto demosc¨®pico Ifop. ¡°Si Emmanuel Macron moviliza, gana. Si la izquierda moviliza a su campo, puede obtener muchos diputados y, aunque quiz¨¢ no pueda ganar, s¨ª podr¨ªa imponer a Macron una mayor¨ªa relativa¡±.
Las presidenciales han consagrado la desaparici¨®n del viejo sistema de partidos en el que se alternaba en el poder la izquierda socialdem¨®crata (la de los presidentes Fran?ois Mitterrand y Fran?ois Hollande) y la derecha moderada (la de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy). Se ha consolidado un nuevo esquema tripartito: el hipercentro de Macron, la izquierda de M¨¦lenchon y la derecha nacionalista y populista de Le Pen. La nueva Francia tripartita se plasmar¨¢, con matices, en la Asamblea Nacional.
Una proyecci¨®n de Ifop da a los macronistas entre 275 y 310 diputados sobre 577; a los m¨¦lenchonistas, entre 170 y 205; a la derecha hist¨®rica de Los Republicanos, que sobrevive y sacar¨ªa entre 35 y 55; y a Le Pen, entre 20 y 50.
Las legislativas son, en realidad, 577 elecciones en 577 distritos. En cada uno de ellos pasan a la segunda vuelta los dos m¨¢s votados en la primera y los que superen el 12,5% de inscritos (votantes m¨¢s abstencionistas). Cada distrito elige a un diputado.
La ventaja de los macronistas de Ensemble es situarse en el centro del tablero ante opciones que una mayor¨ªa percibe como radicales. En la segunda vuelta, sus candidatos deber¨ªan congregar a los votantes que quieren frenar a los candidatos de M¨¦lenchon o de Le Pen. Suele haber, en este sistema, una prima al moderado.
¡°Yo deseo que, en la continuidad de la elecci¨®n presidencial, los franceses opten por la solidez de una mayor¨ªa estable y seria para protegerlos ante las crisis y para actuar ante el futuro¡±, declar¨® Macron este s¨¢bado en una entrevista con Le Parisien y varios diarios regionales. ¡°El proyecto de Jean-Luc M¨¦lenchon y de la se?ora Le Pen¡±, a?ade, ¡°es el desorden y la sumisi¨®n¡±. Se refiere a la supuesta sumisi¨®n de sus rivales a la Rusia de Vlad¨ªmir Putin.
La entrevista marca la entrada en campa?a del presidente. La novedad es la creaci¨®n de un Consejo Nacional de la Refundaci¨®n, inspirado en el Consejo Nacional de la Resistencia que, tras la II Guerra Mundial, sent¨® las bases de la Francia moderna. Esta entidad, integrada entre otros por ciudadanos de a pie elegidos por sorteo, debe encargarse de impulsar las reformas. Pero no desde el palacio del El¨ªseo ni Par¨ªs, sino asociando a la ciudadan¨ªa.
Macron carg¨®, en la entrevista, tambi¨¦n contra la pretensi¨®n de M¨¦lenchon de ser primer ministro. Y record¨® que este ni siquiera se presenta a un esca?o en estas legislativas, aunque no es ins¨®lito que en Francia el primer ministro no sea diputado. Tambi¨¦n avis¨® de que, aunque la NUPES ganase las elecciones, ¨¦l no tendr¨ªa por qu¨¦ nombrar a su l¨ªder como jefe de Gobierno: ¡°Ning¨²n partido pol¨ªtico puede imponerle un nombre al presidente¡±.
Un interregno complicado
Lo habitual es que, despu¨¦s de unas presidenciales, los franceses renueven la confianza en el jefe del Estado reci¨¦n elegido otorg¨¢ndole una mayor¨ªa parlamentaria para que aplique su programa. Pero este interregno entre las presidenciales y las legislativas ha sido complicado para Macron.
El nuevo Gobierno, encabezado por la tecn¨®crata de centroizquierda ?lisabeth Borne, no entusiasma. Y se le acumulan los problemas. Dos mujeres han acusado de violaci¨®n al ministro de Solidaridades y Discapacidades, el antiguo dirigente derechista Damien Abad. Sigue en el cargo. El caos organizativo y los incidentes, hace una semana, en la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool han dejado en mala posici¨®n al ministro del Interior, G¨¦rald Darmanin, y han da?ado la imagen de Francia.
A todo esto se suma la inflaci¨®n, que el Gobierno quiere contrarrestar con medidas para fomentar el poder adquisitivo. Y otro obst¨¢culo: la impopularidad de la promesa estrella de Macron para el quinquenio, la reforma de las pensiones y el aumento de la edad de jubilaci¨®n de los 62 a?os actuales a los 64 o 65. M¨¦lenchon promete bajarla a los 60.
Una complicaci¨®n a?adida es que 15 de los 27 ministros, adem¨¢s de la primera ministra Borne, son candidatos a las legislativas. El presidente ha dejado claro que quienes pierdan tendr¨¢n que marcharse.
Las legislativas tienen algo de plebiscito sobre el Gobierno. Es el argumento de los m¨¦lenchonistas, pero afrontan una dificultad de peso, similar a la de Le Pen: movilizar, en unas elecciones tradicionalmente con alta abstenci¨®n, a un electorado menos proclive a ir a las urnas que el de Macron.
¡°Si esta gente vuelve a votar, ganamos¡±, dice la diputada Obono en alusi¨®n a los votantes de M¨¦lenchon en las presidenciales. ¡°Que Jean-Luc M¨¦lenchon haya dicho ¡®elegidme primer ministro, hay una tercera vuelta de las elecciones presidenciales¡¯, ha captado la atenci¨®n de la gente¡±.
¡°Hay cuatro bloques en Francia: el macronista, el de la extrema derecha, el popular y el abstencionista¡±, describe Danielle Simonnet, candidata en Par¨ªs de lo que ella llama el ¡°bloque popular¡± o m¨¦lenchonista. ¡°Lo que necesitamos¡±, a?ade, ¡°es movilizar a los nuestros y, al mismo tiempo, movilizar a los abstencionistas¡±.
Simonnet ya ve a M¨¦lenchon en el palacio de Matignon, sede de la jefatura del Gobierno. Y augura que, en este caso, los poderes establecidos ¡°no se quedar¨¢n de brazos cruzados¡±. ¡°Subiremos el salario m¨ªnimo por decreto, restauraremos el impuesto sobre la fortuna, pondremos en marcha la revoluci¨®n fiscal¡±, enumera. ¡°No se dejar¨¢n hacer¡±.
Es viernes por la tarde, y Simonnet participa junto a Obono en un ¡°aperitivo popular¡± en la plaza Edith Piaf, en el este de Par¨ªs. Ha llegado un invitado estrella. Fue el M¨¦lenchon brit¨¢nico, el hombre que lider¨® sin ¨¦xito el Partido Laborista: Jeremy Corbyn. De paso por Par¨ªs, el pol¨ªtico brit¨¢nico ha aprovechado para apoyar a Dani¨¨le Obono y a Danielle Simonnet. Lanza vivas al socialismo y se hace fotos con los vecinos y simpatizantes.
¡°La unidad de la izquierda en Francia es bienvenida por vuestros amigos y camaradas en Gran Breta?a¡±, les dice Corbyn. ¡°?Ganad esta elecci¨®n! ?Por las dos Danielles! ?Por los j¨®venes y por la decencia en nuestra sociedad!¡±
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