Corbyn consolida el giro a la izquierda del laborismo
Derrotada la enmienda que defend¨ªa la defensa clara de la permanencia en la UE
Alcanzada una nueva tregua en la guerra interna que vive el Partido Laborista en torno al Brexit, Jeremy Corbyn arranc¨® el aplauso final de los cientos de delegados que acudieron al congreso de Brighton con un discurso de izquierda sin complejos. ¡°Con una estrategia industrial seria y con un nuevo Gobierno laborista radical, la econom¨ªa volver¨¢ a ser un instrumento a nuestra disposici¨®n y no la due?a de nuestro destino¡±, proclam¨® el veterano l¨ªder, quien se prepara ya para hacer frente a unas inminentes elecciones generales.
La sentencia del Tribunal Supremo que declaraba ilegal la decisi¨®n de Johnson de suspender el Parlamento lleg¨® cuando Corbyn m¨¢s la necesitaba. La sensaci¨®n de que el Gobierno conservador ten¨ªa los d¨ªas contados extendi¨® el entusiasmo entre los delegados laboristas, les hizo olvidarse de que el congreso del partido casi hab¨ªa naufragado por culpa de la ambig¨¹edad defendida por la direcci¨®n en torno al Brexit, y acogieron con alborozo la promesa de un vuelco a la izquierda que les ofreci¨® el l¨ªder del partido. Corbyn hizo de la necesidad virtud, y adelant¨® en 24 horas su discurso de clausura para estar este mi¨¦rcoles presente en la C¨¢mara de los Comunes cuando reabra sus puertas.
¡°Las pr¨®ximas elecciones ser¨¢n la oportunidad de una generaci¨®n para provocar un verdadero cambio. Una oportunidad para echar al Gobierno de unos pocos privilegiados que representa Boris Johnson y devolver a la mayor¨ªa la riqueza y el poder¡±, asegur¨® Corbyn.
Una a una, enumer¨® todas las propuestas lanzadas durante el ¨²ltimo a?o, que el debate sobre el Brexit logr¨® ocultar, y que juntas constituyen un programa de cambio radical que se aleja del laborismo social-liberal que caracteriz¨® a la era de Tony Blair. El laborismo legislar¨¢ para que los trabajadores de las grandes empresas se hagan gradualmente con el 10% de las acciones, se sienten en el consejo de administraci¨®n y reciban un dividendo anual por beneficios de hasta 550 euros, prometi¨®. El laborismo reformar¨¢ la legislaci¨®n laboral actual para acabar con los contratos basura y elevar el salario m¨ªnimo. Inyectar¨¢ recursos p¨²blicos en el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en ingl¨¦s) para acabar con los experimentos de privatizaci¨®n y rebajar el precio de los medicamentos con el fomento de los gen¨¦ricos. Y pondr¨¢ en marcha un Servicio Nacional de Atenci¨®n a los Mayores que facilite atenci¨®n gratuita a la tercera edad.
Subidas de impuestos
Corbyn ha contado durante todo este tiempo con la ayuda de su n¨²mero dos, John McDonnell, el portavoz laborista en la sombra, para explicar a los empresarios y agentes sociales sus propuestas, y rebajar el temor inicial que pudieran plantear. Cuenta con un desplazamiento del centro de gravedad pol¨ªtico en el ¨¢nimo de muchos brit¨¢nicos, hartos de a?os de austeridad y desigualdad, que empiezan a ver con buenos ojos propuestas como la renacionalizaci¨®n de servicios p¨²blicos deficitarios como la red de ferrocarriles. ¡°Y cuando llegue el momento de pagar por todos estos servicios p¨²blicos¡±, anunci¨® el veterano l¨ªder de izquierdas, ¡°el laborismo subir¨¢ los impuestos del 5% de los ciudadanos, de los que m¨¢s tienen, a diferencia de los conservadores. El laborismo obligar¨¢ a las grandes empresas a pagar los impuestos que les corresponde pagar¡±, dijo.
D¨¦cadas despu¨¦s de permanecer aislado en la corriente interna m¨¢s a la izquierda de un partido en viaje continuo hacia el centro, Corbyn sabe que las pr¨®ximas elecciones generales pueden ser su ¨²ltima oportunidad. Cuenta con el apoyo de los sindicatos y de la nueva generaci¨®n de activistas que, bajo el paraguas de organizaciones como Momentum, le han aupado hasta la direcci¨®n. ¡°S¨¦ que represento un tipo de liderazgo diferente al que la gente est¨¢ acostumbrada¡±, finaliz¨® su discurso, en un tono conciliatorio con el que ped¨ªa un ¨²ltimo esfuerzo de unidad en la recta final. ¡°Creo que los l¨ªderes deben tener principios firmes en los que la gente pueda confiar. Pero tambi¨¦n creo que deben ser capaces de escuchar y permitir a otros que tambi¨¦n jueguen su papel. Como todos aquellos l¨ªderes que impulsan el cambio en su comunidad, y que nunca osar¨ªan llamarse a s¨ª mismos l¨ªderes aunque lo sean¡±. Los delegados, enfrentados durante cuatro d¨ªas por el Brexit, despidieron a Corbyn entre aplausos y cantando al un¨ªsono, como manda la tradici¨®n, el himno Bandera Roja.
La izquierda brit¨¢nica propone alcanzar en diez a?os la semana laboral de 32 horas
No solo de Brexit vive la izquierda brit¨¢nica. En medio del ruido generado en los ¨²ltimos tres a?os en torno a la salida del Reino Unido de la UE, el laborismo ha ido esbozando propuestas pol¨ªticas que podr¨ªan haber sonado radicales hace 15 a?os, pero que despu¨¦s de a?os de austeridad han captado la atenci¨®n y el inter¨¦s de muchos votantes. El n¨²mero dos del partido y portavoz de Econom¨ªa, John McDonnell ¡ªpara muchos, el cerebro gris del laborismo de Corbyn¡ª expuso este lunes ante los delegados del congreso la propuesta de reducir la jornada laboral de los brit¨¢nicos a 32 horas. Aprendida la lecci¨®n de la experiencia francesa, la izquierda del Reino Unido propone alcanzar ese objetivo en diez a?os. Y con una doble estrategia: la creaci¨®n de una comisi¨®n laboral con autoridad legal para ampliar la opci¨®n de los trabajadores de reducir su jornada. Y el respaldo a los sindicatos para que puedan negociar con fuerza un descenso del n¨²mero de horas.
Las federaciones empresariales del Reino Unido han respirado aliviadas al comprobar que el laborismo rechazaba imponer a la fuerza un recorte en la jornada laboral, pero siguen recelosos de un objetivo que no consideran compatible con la falta de productividad que, seg¨²n se?alan muchos estudios en los ¨²ltimos a?os, sufre la econom¨ªa del pa¨ªs.
Los delegados del congreso laborista respaldaron, adem¨¢s, de forma mayoritaria que se suprima la actual condici¨®n de organizaciones ben¨¦ficas de la que gozan los colegios privados en el Reino Unido, y que se eliminen las subvenciones que reciben y reviertan al sector p¨²blico sus propiedades. Es un modo de promover la desaparici¨®n de unas instituciones que han arrastrado durante d¨¦cadas la acusaci¨®n de elitistas. Los laboristas van m¨¢s all¨¢, y proponen imponer a las universidades una cuota en el porcentaje de admisiones de alumnos procedentes de escuela privada. Exigen que no pase del 7% la proporci¨®n que refleja el n¨²mero de estudiantes de instituciones privadas entre la poblaci¨®n educativa general.
Finalmente, el equipo de Corbyn ha logrado rebajar los intentos de un sector del partido de rescatar la hist¨®rica Cl¨¢usula Cuarta, eliminada por Tony Blair, que promov¨ªa la nacionalizaci¨®n de los principales medios de producci¨®n del pa¨ªs.
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