La OTAN acelera en la senda del rearme frente a las nuevas amenazas
El objetivo de destinar el 2% del PIB a defensa se convierte cada vez m¨¢s en un suelo m¨ªnimo para los aliados
La invasi¨®n de Ucrania trae consigo una ¨¦poca de rearme y eso supone mucho dinero. De ah¨ª que a la OTAN ya no le baste con que los aliados traten de gastar cada a?o un 2% de su PIB en defensa. ¡°Esto se est¨¢ viendo cada vez m¨¢s como un suelo, no como un techo¡±, ha llegado a decir el secretario general de la organizaci¨®n, Jens Stoltenberg, varias veces durante esta semana de la cumbre de la Alianza celebrada en Madrid. El anuncio del primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, el jueves de que va a llegar al 2,5% ha sido todo un espaldarazo a este discurso.
El Reino Unido es uno de los nueve pa¨ªses de la OTAN que ya cumple con ese objetivo que los aliados pactaron en Gales en 2014 y al que no llegan los 21 restantes. Los otros ocho son Grecia, Estados Unidos, Polonia, Lituania, Estonia, Letonia, Croacia y Eslovaquia. Rumania lo roza. Desde que se pact¨® aquella meta (entonces solo la cumpl¨ªan Estados Unidos y Grecia), la inversi¨®n ha aumentado bastante. Stoltenberg cuantifica ese incremento en unos 330.000 millones de euros, hasta llegar a casi 1,14 billones de euros dedicados a defensa en 2022 por parte de todos los aliados, una cifra menor que la del PIB espa?ol.
Muchos de los incumplidores se han comprometido a llegar r¨¢pidamente a este list¨®n. ¡°Diecinueve aliados tienen planes claros de llegar [al 2% de gasto] en 2024¡å, ha destacado Stoltenberg durante la cumbre. Uno de ellos es Alemania, que poco despu¨¦s de que comenzara la guerra de Vlad¨ªmir Putin anunci¨® un giro hist¨®rico en su pol¨ªtica al invertir 100.000 millones en defensa. Tambi¨¦n Espa?a, aunque en este caso el camino para llegar al list¨®n m¨ªnimo va a ser largo, porque ahora es uno de los pa¨ªses que menos invierte en sus Ej¨¦rcitos, el 1,01% del PIB. Solo Luxemburgo est¨¢ por debajo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aplaudido esta decisi¨®n, y tambi¨¦n otras similares, como la de Rep¨²blica Checa. El secretario general de la OTAN ha indicado en la conferencia de prensa de cierre de la cumbre que los aliados tambi¨¦n han acordado un ¡°significativo incremento¡± del presupuesto com¨²n de la Alianza, aunque las cifras exactas est¨¢n pendientes de ser definidas. Un dato aproximado puede encontrarse en los c¨¢lculos que ha hecho la Comisi¨®n Europea: solo llegar al objetivo del 2% por parte de los aliados que tambi¨¦n forman parte de la UE impulsar¨¢ el gasto en unos 60.000 millones al a?o.
Esta ingente cantidad de dinero y la urgencia para desembolsarlo suponen todo un reto para una industria que hasta hace nada estaba casi proscrita, sobre todo en Europa. De hecho, la propia UE planeaba calificarla como ¡°socialmente insostenible¡± en su taxonom¨ªa social para guiar las inversiones del futuro. Esta visi¨®n ha cambiado con la guerra ¡ªal menos en los pasillos de Bruselas¡ª, pero incrementar la capacidad de producci¨®n llevar¨¢ mucho m¨¢s tiempo.
Poner a punto esa industria para responder a la demanda que se avecina es una de las obsesiones de la Comisi¨®n Europea. El Ejecutivo comunitario se ha mostrado dispuesto a facilitar la financiaci¨®n para la compra (hasta ahora solo se pod¨ªa ayudar con la investigaci¨®n). Tambi¨¦n busca implicar al Banco Europeo de Inversiones. El principal temor de las autoridades comunitarias es que los recursos que se destinen a las compras de armas se vayan al otro lado del Atl¨¢ntico, a Estados Unidos (con una industria muy potente), y con ello tambi¨¦n los empleos y la actividad econ¨®mica que eso genera.
Un ejemplo claro de que no es un miedo infundado se ha visto en Alemania, que en uno de los primeros pasos de su anunciado rearme ha optado por comprar aviones estadounidenses. La decisi¨®n ha provocado la ira de Francia.
Pese a todo, tambi¨¦n en Estados Unidos puede haber problemas de suministro, de acuerdo con lo que apunta un reciente art¨ªculo del instituto brit¨¢nico de estudios de defensa Royal United Services Institute, al menos en lo referente a la fabricaci¨®n de munici¨®n y en un contexto en el que la guerra en el este de Europa est¨¢ reduciendo su disponibilidad en los arsenales. ¡°El vencedor en una guerra prolongada entre dos potencias casi pares sigue bas¨¢ndose en qu¨¦ bando tiene la base industrial m¨¢s fuerte. Un pa¨ªs debe tener la capacidad de fabricar cantidades masivas de munici¨®n o tener otras industrias manufactureras que puedan convertirse r¨¢pidamente en productoras de munici¨®n. Desgraciadamente, Occidente ya no parece tener ninguna de las dos cosas¡±, subraya su autor, Alex Vershinin.
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