La guerra de Putin aboca a la UE a una dependencia a¨²n mayor de la OTAN
Con el futuro ingreso de Finlandia y Suecia, el 97% de la poblaci¨®n de la UE ya estar¨¢ cubierto por el escudo militar y nuclear que ofrece la Alianza
La mort¨ªfera destrucci¨®n del ej¨¦rcito ruso en Ucrania est¨¢ enterrando tambi¨¦n, al menos de momento, los sue?os de autonom¨ªa estrat¨¦gica que la Uni¨®n Europea albergaba en los ¨²ltimos a?os. La cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid este mi¨¦rcoles y jueves ha revalidado una vez m¨¢s a la Alianza Atl¨¢ntica como el basti¨®n imprescindible para la defensa del Viejo Continente y ha despejado las dudas de algunos socios de la Uni¨®n sobre la utilidad de la organizaci¨®n transatl¨¢ntica. Con el futuro ingreso de Finlandia y Suecia, aceptado por los 30 aliados en Madrid, el 97% de la poblaci¨®n de la UE ya estar¨¢ cubierto por el escudo militar y nuclear que ofrece la Alianza. Y la presencia de fuerzas estadounidenses en el Viejo Continente registrar¨¢ un aumento desconocido desde el final de la Guerra Fr¨ªa.
El giro a favor de la organizaci¨®n dirigida por Jens Stoltenberg lo ha propiciado el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, que ha hecho trizas el esquema de seguridad vigente en Europa. El nuevo escenario obliga a la UE a buscar a toda prisa un nuevo marco de seguridad que solo la OTAN y su principal aliado, Estados Unidos, puede ofrecer de manera inmediata. La OTAN ha aprobado en Madrid su nueva gu¨ªa de actuaci¨®n, el llamado Concepto Estrat¨¦gico, colocando a Rusia como la amenaza m¨¢s significativa, lo que convierte de nuevo al Viejo Continente en el territorio de confrontaci¨®n y contenci¨®n con el antiguo enemigo del Este. Y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado el despliegue de m¨¢s fuerzas estadounidenses en Espa?a, Polonia, Rumania, Alemania o Italia.
¡°Durante a?os, la Uni¨®n Europea daba por descontada la seguridad y la Alianza parec¨ªa superflua¡±, apunta una fuente que ha seguido muy de cerca las negociaciones del Concepto Estrat¨¦gico de Madrid. ¡°Parec¨ªa que la integraci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica de la UE era un proceso aut¨®nomo, que avanzaba por s¨ª solo, pero la invasi¨®n de Ucrania el 24 de febrero acab¨® con ese espejismo¡±, a?ade esa misma fuente. Y, a su juicio, ¡°ahora ha quedado de manifiesto que la autonom¨ªa de Europa descansa sobre una arquitectura de seguridad en la que la OTAN es el pilar fundamental¡±.
El desarrollo en marcha de la pol¨ªtica de defensa de la UE se basaba, precisamente, en la estabilidad de un marco de seguridad en el que Rusia hab¨ªa dejado de ser una amenaza. La menguante presencia de las tropas de Estados Unidos en el Viejo Continente, que pasaron de m¨¢s de 400.000 soldados durante la Guerra Fr¨ªa a 60.000 en 2021 (ahora son 100.000), dejaba espacio, cuando no lo alentaba, para un salto hist¨®rico en la independencia geoestrat¨¦gica de la UE.
Pero la agresi¨®n rusa, el mayor ataque de un pa¨ªs contra otro en suelo europeo desde el final de la II Guerra Mundial, ha vuelto a reforzar el cord¨®n umbilical transatl¨¢ntico. Y condena a la Uni¨®n a posponer, o tal vez abandonar, los esfuerzos por prescindir del inmenso arsenal de Estados Unidos que garantiza la protecci¨®n del continente europeo a trav¨¦s de la OTAN.
De manera significativa, la cumbre de Madrid ha confirmado el futuro ingreso en la OTAN de Finlandia, el pa¨ªs que dio nombre a la pol¨ªtica de neutralidad entre el bloque occidental y el sovi¨¦tico durante la segunda mitad del siglo XX. Junto a Finlandia tiene previsto incorporarse tambi¨¦n Suecia, por lo que todos los pa¨ªses de la Uni¨®n, salvo Austria, Irlanda, Chipre y Malta, formar¨¢n parte a corto plazo de una Alianza que ser¨¢ m¨¢s que nunca el brazo armado del club comunitario.
Fuentes europeas apuntan, sin embargo, que el solapamiento entre los miembros de la UE y la OTAN puede resultar positivo para el club comunitario porque facilitar¨¢ las decisiones sobre pol¨ªtica de defensa. Esas fuentes recuerdan que ¡°el objetivo de la autonom¨ªa estrat¨¦gica europea nunca ha sido la defensa territorial, que corresponde a la OTAN, sino otro tipo de operaciones como la de fuerzas de interposici¨®n¡±.
El roce entre ambas organizaciones parece inevitable, como prueba el hecho de que llevan m¨¢s de seis meses intentando pactar una declaraci¨®n conjunta que actualice los t¨¦rminos de su convivencia. El a?o pasado, cuando se plante¨® ese proyecto, la OTAN viv¨ªa sus horas m¨¢s bajas tras la estampida occidental de Afganist¨¢n ante el avance de los talibanes sobre Kabul. Pero la invasi¨®n rusa de Ucrania ha permitido a la Alianza recuperar sus laureles y reivindicarse ante una opini¨®n p¨²blica que, seg¨²n los sondeos, ha mejorado sensiblemente su valoraci¨®n sobre la alianza militar. Y la OTAN recuerda una y otra vez que los socios de la UE (21, pr¨®ximamente 23, de los 30 que forman la organizaci¨®n) solo suponen el 20% del gasto en defensa de la Alianza. El 80% restante corre a cargo de aliados no comunitarios, como Estados Unidos, Reino Unido, Canad¨¢, Noruega o Turqu¨ªa.
Los balbuceos de la defensa europea, en cambio, parecen demasiado d¨¦biles para un continente donde han vuelto las trincheras, los bombardeos y las columnas de tanques. En tiempos de paz, la UE hubiera necesitado al menos dos o tres d¨¦cadas, seg¨²n los expertos, para desarrollar las capacidades necesarias para lidiar de manera independiente con los posibles conflictos en su vecindad. Con la guerra en carne viva en el continente y las amenazas de Putin sobre la mesa, la Uni¨®n ya no dispone del lujo del tiempo y necesita reforzar su seguridad en cuesti¨®n de a?os, si no de meses o semanas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, a sus 79 a?os testigo directo de casi toda la Guerra Fr¨ªa, lo ha resumido de manera clara en la cumbre en Madrid: ¡°Putin quer¨ªa la finlandizaci¨®n de Europa y ha conseguido la otanizaci¨®n de Europa¡±.
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