La OTAN se pertrecha para una ¨¦poca de confrontaci¨®n de potencias
Los aliados refuerzan el flanco Este frente a Rusia, se?alan a China como desaf¨ªo sist¨¦mico y buscan adaptarse a los retos del siglo XXI como los ataques h¨ªbridos
Los pa¨ªses miembros de la OTAN han dado este mi¨¦rcoles en la cumbre que se celebra en Madrid considerables pasos para intentar adaptar la Alianza Atl¨¢ntica a una ¨¦poca de turbulenta confrontaci¨®n y polarizaci¨®n global. Los socios han dado el visto bueno a un nuevo Concepto Estrat¨¦gico que define a Rusia como la amenaza m¨¢s significativa y directa y, por primera vez, menciona a China, subrayando el desaf¨ªo sist¨¦mico que el ascenso del gigante asi¨¢tico ¡ªy su cooperaci¨®n con Rusia¡ª representa. A la vez, decidieron ¡°reforzar significativamente¡± su capacidad de defensa y disuasi¨®n, con especial atenci¨®n al flanco oriental. En este marco, Estados Unidos ha anunciado un considerable aumento de su despliegue militar en Europa dentro del marco de la Alianza con nuevos medios terrestres, a¨¦reos o mar¨ªtimos en m¨²ltiples puntos del continente.
Los cambios son de profundo calado, con car¨¢cter territorial, operativo, conceptual y, en definitiva, de posicionamiento estrat¨¦gico en el mundo. El escenario de fondo es el de una creciente tensi¨®n con el polo de los reg¨ªmenes autoritarios ¡ªcon China y Rusia a la cabeza¡ª, contra los cuales se dirige una amplia serie de acusaciones. La confrontaci¨®n con Rusia es abierta. En cuanto a Pek¨ªn, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se?al¨® que no se considera ¡°un adversario¡±, pero que no se puede ser ingenuo con respecto a los desaf¨ªos que plantea. La Alianza acusa a China de intentar subvertir el orden mundial multilateral de normas e instituciones y erosionar malignamente a las democracias.
En t¨¦rminos territoriales, la reuni¨®n abre paso a la ampliaci¨®n de la Alianza con la pr¨®xima integraci¨®n de Suecia y Finlandia tras haberse superado el veto de Turqu¨ªa, un desarrollo de peso de cara a la Rusia de Putin. A la vez, la cumbre cristaliza el estrechamiento de los lazos con socios en el Pac¨ªfico como Jap¨®n, Australia, Corea del Sur o Nueva Zelanda, por primera vez presentes en una reuni¨®n de la organizaci¨®n, en una clara se?al hacia Pek¨ªn. Stoltenberg expres¨® la voluntad de profundizar la cooperaci¨®n con ellos.
El nuevo Concepto Estrat¨¦gico despeja adem¨¢s dudas sobre la proyecci¨®n geogr¨¢fica de su cl¨¢usula de defensa mutua, afirmando la determinaci¨®n del grupo a defender la integridad y soberan¨ªa de todos sus miembros en cada cent¨ªmetro de sus territorios, lo que transciende el l¨ªmite geogr¨¢fico tradicional marcado por el Tratado fundacional y ofrece un encaje mucho m¨¢s evidente para Ceuta y Melilla entre otros territorios.
Refuerzo operativo
En t¨¦rminos operativos, la Alianza se compromete a reforzar con nuevos efectivos y medios el flanco Este. En este marco, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunci¨® el aumento del despliegue de EE UU en Europa. Washington quiere elevar de cuatro a seis el n¨²mero de destructores en la base naval de Rota, tal y como anunci¨® el martes, pero adem¨¢s establecer¨¢ por primera vez una presencia permanente en el flanco Este, en Polonia; aumentar¨¢ el despliegue a¨¦reo en el Reino Unido, las defensas antia¨¦reas en Alemania e Italia y sus fuerzas rotatorias en Rumania y pa¨ªses b¨¢lticos. Todo esto se suma a los 100.000 efectivos que EE UU ya tiene destinados en el continente europeo.
Adem¨¢s, los aliados se comprometen a mejorar su capacidad de respuesta colectiva en los planos de rapidez de despliegue e interoperabilidad, entre otros. En ese marco, destaca la intenci¨®n de elevar de 40.000 a m¨¢s de 300.000 el n¨²mero de efectivos disponibles para la respuesta r¨¢pida en 2023. Tambi¨¦n relevante es la menci¨®n al desarrollo de defensas misil¨ªsticas integradas.
Este desarrollo de refuerzo operativo se enmarca en el cuadro de una determinaci¨®n general a aumentar el gasto militar. La Alianza afronta el reto de canalizar de forma eficaz este incremento prometido por muchos aliados que incumpl¨ªan el objetivo del 2% del PIB. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha subrayado los claros avances en esa direcci¨®n y observado que, cada vez m¨¢s, el 2% es considerado un suelo m¨¢s que un objetivo.
Este terreno presenta un desaf¨ªo espec¨ªfico para los aliados miembros de la UE. Aquellos que desean incrementar la autonom¨ªa estrat¨¦gica del club deben encontrar una dif¨ªcil cuadratura del c¨ªrculo con la renovada centralidad de la OTAN. Duplicidades y problemas de interoperabilidad dificultan la cohesi¨®n europea, y est¨¢ por ver si este momento de impulso producir¨¢ una mejor sinton¨ªa.
En t¨¦rminos conceptuales, la Alianza se declara decidida a afrontar nuevos tipos de amenaza, y en ese sentido invertir¨¢ para desarrollar capacidades para contrarrestar amenazas h¨ªbridas. Se considera que estas pueden alcanzar el nivel de ataque armado que activa la cl¨¢usula de mutua defensa.
Otro nivel de acci¨®n es el de la ayuda a Ucrania, que los aliados prometen intensificar. En este aspecto, un importante elemento es la disposici¨®n a acompa?ar a las Fuerzas Armadas de Ucrania en el entrenamiento para el uso de armamento OTAN en vez del sovi¨¦tico al que est¨¢n acostumbrados. Hasta ahora, los aliados hab¨ªan entregado o bien armamento de procedencia sovi¨¦tica que permanec¨ªa disponible en los arsenales de algunos socios del Este o equipamiento occidental de uso simple. Pero las existencias se est¨¢n agotando y, a la vez, Rusia logra avances sobre el terreno. Esto ha convencido a los aliados a proceder a entregar armamento de mayor alcance, como las avanzadas defensas antia¨¦reas prometidas recientemente por Biden, sin especificar el modelo.
¡°Esta no es una guerra solo contra Ucrania, sino para decidir el futuro orden mundial¡±, dijo el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, quien intervino por videoconferencia en la sesi¨®n matutina de la cumbre. Los aliados han declarado su inquebrantable disposici¨®n a apoyar a Ucrania, despu¨¦s de que el G-7 hiciera lo propio, mostr¨¢ndose listo a prestar apoyo ¡°durante el tiempo que haga falta¡±.
La jornada madrile?a reuni¨®, junto a los 30 aliados, a los pa¨ªses invitados a sumarse ¡ªSuecia y Finlandia¡ª, los socios democr¨¢ticos asi¨¢ticos y otros actores, configurando un conjunto de unos 40 pa¨ªses democr¨¢ticos que cierran filas en una etapa convulsa. En conjunto, la cumbre retrata esa convergencia y un resurgimiento de la Alianza, pero esto no oculta los desaf¨ªos que amenazan esa cohesi¨®n y los planes dibujados. La brutalidad rusa ha reforzado la uni¨®n. Pero, a la vez, las consecuencias globales de la guerra son tan impactantes que el riesgo de discrepancias acerca de c¨®mo gestionar la situaci¨®n en el futuro es real. La relaci¨®n con China, al margen del consenso alcanzado en la terminolog¨ªa del Concepto Estrat¨¦gico, no concita un consenso absoluto entre los aliados.
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Corresponsal de asuntos globales de EL PA?S y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los s¨¢bados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opini¨®n del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) m¨¢ster en Periodismo (UAM/EL PA?S, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).