El asesino de Shinzo Abe alega que actu¨® movido por el apoyo del ex primer ministro a una iglesia que arruin¨® a su madre
La polic¨ªa japonesa pone en marcha un ¡°equipo de verificaci¨®n y revisi¨®n¡± para investigar los fallos de seguridad en el asesinato del ex jefe de gobierno
El primer ministro japon¨¦s, Fumio Kishida, ha culpado este viernes a la polic¨ªa por el asesinato hace justo una semana del ex primer ministro Shinzo Abe, cuando participaba en un acto electoral en la ciudad de Nara. Seg¨²n el mandatario, la inadecuada protecci¨®n de la escolta que acompa?aba al pol¨ªtico fue responsable del magnicidio. Kishida hizo estas afirmaciones despu¨¦s de que la Agencia Nacional de Polic¨ªa anunciara que hab¨ªa designado un ¡°equipo de verificaci¨®n y revisi¨®n¡± para investigar los fallos de seguridad relacionados con el atentado que acab¨® con la vida del influyente pol¨ªtico de 67 a?os. Mientras, trascienden nuevos detalles sobre la motivaci¨®n del asesino, Tetsuya Yamagami, que habr¨ªa matado a Abe por su apoyo a una secta que arruin¨® a su madre. Seg¨²n declar¨® este viernes un t¨ªo de Yamagami, su madre don¨® m¨¢s de 700.000 euros a esta iglesia.
En el momento de su asesinato, Abe estaba ofreciendo un mitin delante de la estaci¨®n Yamato-Saidaiji para las elecciones parciales a la C¨¢mara alta del Parlamento japon¨¦s, que se iban a celebrar dos d¨ªas m¨¢s tarde y en las que arras¨® el partido de Abe. El ex primer ministro, que estaba acompa?ado por cuatro escoltas, se encontraba en un espacio alargado, en plena acera, con barreras de metal a la altura de las rodillas. Sin embargo, la calle situada a su espalda no hab¨ªa sido cerrada al tr¨¢fico. La persona encargada de cubrirla declar¨®, tras el magnicidio, que se hab¨ªa distra¨ªdo con las bicicletas que pasaban. De hecho, justo despu¨¦s de que el sospechoso, Tetsuya Yamagami, se acercara y disparara a Abe dos veces, un individuo en bicicleta pas¨® justo por su lado, cuando todav¨ªa el tirador no hab¨ªa sido interceptado y derribado por los escoltas.
El hecho de que el ruido y la humareda de la primera detonaci¨®n correspondieran m¨¢s a una explosi¨®n de fuegos artificiales que a un disparo tambi¨¦n podr¨ªa haber confundido a los escoltas, seg¨²n ha se?alado el experto en armas Soichiro Takakura al diario japon¨¦s Asahi. Seg¨²n considera este especialista, el homicida pudo haber usado p¨®lvora negra de pirotecnia convencional para aproximarse a su v¨ªctima y disparar a quemarropa sin tener que levantar el arma hasta su cara.
El arma de Yamagami, de fabricaci¨®n casera, est¨¢ construida con una escopeta convencional. Pero, seg¨²n Takakura, pese a ser un artefacto rudimentario de dos ca?ones unidos con cinta aislante, el dise?o de la culata ten¨ªa ¡°un trabajo de c¨¢lculo considerable¡±, pues presentaba la curvatura ideal para facilitar el segundo y ¨²ltimo disparo.
El m¨®vil del asesinato
Seg¨²n ha trascendido en la prensa local, Tetsuya Yamagami declar¨® a la polic¨ªa que actu¨® movido por el rencor que sent¨ªa hacia la Iglesia de la Unificaci¨®n, a la que apoy¨® Shinzo Abe y a la que el magnicida culpa de la ruina de su familia por las donaciones que realiz¨® su madre. La madre de Yamagami habr¨ªa entregado al menos unos cien millones de yenes (700.000 euros) a la secta fundada en 1954 por Sun Myung Moon, autoproclamado mes¨ªas y nacido en lo que hoy es Corea del Norte en 1920 y fallecido en 2012, a los 92 a?os.
Varios antiguos feligreses, entre ellos un periodista que perteneci¨® al grupo de inspiraci¨®n cristiana, describieron en un extenso programa televisivo del canal NTV los m¨¦todos coercitivos con los que el culto atrapa, espiritual y financieramente, a sus pudientes miembros en Jap¨®n. La obligaci¨®n de vender objetos de poco valor y de realizar constantemente trabajos no retribuidos son otras de las obligaciones que, en ocasiones, implican a familias enteras. La sede en Tokio del grupo religioso confirm¨® en una conferencia de prensa que la madre de Yamagami participaba regularmente en las congregaciones, pero declin¨® comentar el tema de las donaciones por considerarlas parte de la investigaci¨®n sobre el magnicidio.
La secta se dio a conocer desde sus inicios por su beligerante anticomunismo y su entrada a Jap¨®n fue posible gracias a Nobusuke Kishi, abuelo de Abe, que administr¨® la colonia japonesa de Manchukuo en China y fue ministro de Comercio durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando Jap¨®n cay¨® derrotado, Kishi estuvo preso acusado como criminal de guerra, pero fue exonerado y se convirti¨® en uno de los pol¨ªticos elegidos por las fuerzas de ocupaci¨®n aliadas para reconstruir el pa¨ªs.
Una de sus tareas fue contrarrestar el creciente comunismo, por lo que vio en el naciente culto coreano un aliado ideal para llevar a cabo su tarea y lo invit¨® a instalarse en Jap¨®n. Como fundador del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), Kishi estableci¨® v¨ªnculos entre su formaci¨®n y la Iglesia de la Unificaci¨®n. Por ello, los miembros de la secta empezaron a prestar servicios de voluntarios para influyentes pol¨ªticos japoneses.
En oto?o, se celebrar¨¢ un funeral de Estado para Shinzo Abe, quien el pasado lunes hab¨ªa ya recibido como homenaje p¨®stumo el Collar de la Suprema Orden del Crisantemo, la m¨¢s alta condecoraci¨®n de Jap¨®n, y el martes fue enterrado en un funeral privado.
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