Bertha Dele¨®n, de abogada del presidente de El Salvador a refugiada en M¨¦xico: ¡°Bukele es muy inmaduro y vengativo¡±
Fue parte del equipo legal del mandatario salvadore?o, luego candidata opositora, y a finales de 2021 tuvo que huir del pa¨ªs por la persecuci¨®n del Gobierno y sus aliados
El d¨ªa que perdi¨® las elecciones como candidata a diputada en El Salvador, el 28 de febrero de 2021, la abogada y activista Bertha Dele¨®n habl¨® con una amiga cercana para analizar su situaci¨®n. ¡°Mir¨¢, vos te ten¨¦s que ir, y te ten¨¦s que ir ya¡±, le dijo su amiga. No es que ella no lo supiera.
¡°Me andaban siguiendo en moto, me intervinieron mis tel¨¦fonos, me hackearon mi correo electr¨®nico, me met¨ªan drones en el patio de mi casa. En cuesti¨®n de tres meses, perd¨ª el 80% de mis clientes¡±, cuenta ahora Dele¨®n, una tarde de mediados de julio, en Ciudad de M¨¦xico. Aunque ya era una abogada re...
El d¨ªa que perdi¨® las elecciones como candidata a diputada en El Salvador, el 28 de febrero de 2021, la abogada y activista Bertha Dele¨®n habl¨® con una amiga cercana para analizar su situaci¨®n. ¡°Mir¨¢, vos te ten¨¦s que ir, y te ten¨¦s que ir ya¡±, le dijo su amiga. No es que ella no lo supiera.
¡°Me andaban siguiendo en moto, me intervinieron mis tel¨¦fonos, me hackearon mi correo electr¨®nico, me met¨ªan drones en el patio de mi casa. En cuesti¨®n de tres meses, perd¨ª el 80% de mis clientes¡±, cuenta ahora Dele¨®n, una tarde de mediados de julio, en Ciudad de M¨¦xico. Aunque ya era una abogada reconocida, nadie quer¨ªa problemas con el presidente. Y ella, que hab¨ªa representado a Nayib Bukele en distintos procesos entre 2016 y 2019, lo confront¨® de lleno durante la campa?a. ¡°Dijiste que el dinero alcanza cuando nadie roba, y a vos no te alcanza el pisto¡±, empezaba diciendo en un video que public¨® en redes una semana antes de la votaci¨®n. En el spot acusaba a Bukele de haber llenado el Gobierno de amigos y familiares, le echaba en cara los casos de corrupci¨®n y ped¨ªa a los votantes que no permitieran que ¡°un incapaz, un mentiroso y un manipulador acumule m¨¢s poder¡±.
Una afrenta regular en cualquier pelea electoral de otras democracias, pero un desaf¨ªo inimaginable para Bukele, un pol¨ªtico obsesionado con las redes sociales y con la imagen que ha construido de s¨ª mismo, que no tolera ser cuestionado p¨²blicamente. ¡°Un adolescente con poder, incapaz de mantener una conversaci¨®n sobre los temas m¨¢s importantes sin mirar permanentemente su tel¨¦fono¡±, lo describi¨® entonces Dele¨®n, dos d¨ªas antes de las elecciones. Era el punto final de una relaci¨®n que se hab¨ªa quebrado un a?o atr¨¢s, y que llev¨® a la abogada a tener que escapar de El Salvador y pedir refugio en otro pa¨ªs.
¡®Me tiraste mierda en Twitter¡¯¡¯
El v¨ªnculo entre Dele¨®n y Bukele se rompi¨® en el mismo lugar donde hab¨ªa nacido a finales de 2015: en Twitter. Bukele era entonces alcalde de San Salvador y una estrella ascendente en la pol¨ªtica salvadore?a. Dele¨®n ten¨ªa un alto perfil y no solo en la red social: ese a?o hab¨ªa logrado, junto a otros colegas, que se incluyera el delito de lavado de dinero en un proceso abierto contra el expresidente Francisco Flores, al presentarse como querellante. ¡°Me empez¨® a escribir por DM [Mensaje Directo] en Twitter y me hac¨ªa preguntas de ese caso y de otros casos, y yo le contestaba como les contestaba a otros. Nunca lo hab¨ªa visto en persona, me parec¨ªa alguien progresista¡±, cuenta Dele¨®n.
Ella hab¨ªa forjado reputaci¨®n como litigante en un pa¨ªs donde ¡°el derecho penal es una selva¡±, y pronto gan¨® la confianza de Bukele, que en 2016 la invit¨® a formar parte de su equipo legal. Era la ¨²nica mujer en un grupo de 12 abogados y se convirti¨® en la figura que lo acompa?¨® durante procesos judiciales complicados. En 2019, cuando Bukele ya hab¨ªa ganado las elecciones presidenciales pero a¨²n no hab¨ªa asumido, Dele¨®n lo represent¨® en las audiencias por un caso de difamaci¨®n. Ten¨ªan un di¨¢logo abierto, cuenta la abogada, y a veces hablaban sobre su pr¨®ximo Gobierno. En una de esas ocasiones, ella le dijo que le interesaba ser ministra de Seguridad, que pod¨ªa presentarle un plan, que estaba preparada para eso.
¡ª?Por qu¨¦ alguien querr¨ªa ser ministra de Seguridad?
¡ªPrimero porque pensaba genuinamente que Nayib iba a hacer una pol¨ªtica distinta. O sea, yo cre¨ªa que era progresista, que iba a ser capaz de innovar y que, por ejemplo, iba a abrirse a dialogar con las pandillas de una manera¡ abierta. O sea, ahora que lo digo, me duele decir eso, porque me siento tan pendeja¡ Pero eso era: genuinamente yo cre¨ªa que iba a ser un nuevo comienzo y que tal vez iba a tener posibilidad de probar algo que antes no se hab¨ªa hecho. Yo conozco el sistema penitenciario de El Salvador, trabaj¨¦ en los juzgados¡ Desde el 2005, que empec¨¦ a hacer carrera, me he movido en el ambiente penal. Yo s¨¦ que la seguridad no es solo el tema criminol¨®gico, que engloba otras cosas, pero en El Salvador eso es gran parte del problema y es a lo que nadie le quiere entrar. Y yo conozco el sistema penitenciario, conozco el derecho penitenciario, conozco el bajo mundo de todo lo que eso implica y cre¨ªa que pod¨ªa lidiar con eso.
En junio de 2019 Bukele asumi¨® como presidente. Dele¨®n no formaba parte del gabinete. Para muchos en el Gobierno ¡ªy fuera de ¨¦l¡ª ese fue el motivo de la ruptura, lo que llev¨® a la abogada a convertirse en una voz cr¨ªtica. Pero Dele¨®n cuenta que despu¨¦s de eso todav¨ªa se hablaban con confianza. Que por eso le escribi¨® por WhatsApp dos d¨ªas antes del domingo 9 de febrero de 2020, cuando empez¨® a decir que iban a tomar la Asamblea si no aprobaban un pr¨¦stamo para seguridad que quer¨ªa el Gobierno, y le pregunt¨® por qu¨¦ estaba haciendo eso. Y que le volvi¨® a escribir el mismo domingo, cuando vio que Bukele llegaba a la Asamblea con los militares y hac¨ªa una gran puesta en escena, una exhibici¨®n de autoritarismo frente a las c¨¢maras. ¡°La cagaste¡±, le escribi¨® Dele¨®n. Y se encendi¨® y public¨® en Twitter lo que pensaba. ¡°Esto solo es una muestra de lo que nos espera cuando tenga la mayor¨ªa en la @AsambleaSV¡±, escribi¨® esa tarde Dele¨®n. ¡°La paciencia la tenemos que tener nosotros para aguantar cuatro a?os de berrinches y desmanes del presidente m¨¢s cool¡±.
El presidente no era tan cool cuando le tocaban Twitter, su h¨¢bitat digital favorito, la plataforma donde desped¨ªa a gente y daba ¨®rdenes a sus funcionarios. Dele¨®n recuerda que Bukele hizo una captura de pantalla de su tuit y se lo mand¨® por WhatsApp. ¡°Me dijo: ¡®Ya me tiraste mierda en el Twitter, esto nunca te lo voy a perdonar¡¯. Fue la ¨²ltima vez que tuve un intercambio directo¡±. Para alguien tan preocupado por su imagen, aquello era inaceptable. El presidente bloque¨® en Twitter y en sus tel¨¦fonos a su exabogada, que hab¨ªa puesto la cara por ¨¦l en los juzgados y lo hab¨ªa sacado de aprietos, y dej¨® que a partir de entonces fueran otros mandaderos los encargados de tratar de ponerla en su lugar.
El acoso contra ella fue creciendo y se profundiz¨® cuando Dele¨®n empez¨® a hacer campa?a para presentarse como candidata a diputada en las elecciones legislativas de febrero de 2021, un a?o despu¨¦s. M¨¢s de 19.000 personas marcaron su rostro en la papeleta el d¨ªa de la votaci¨®n, pero no le alcanz¨® para entrar. El partido de Bukele, Nuevas Ideas, consigui¨® una cantidad in¨¦dita de esca?os, que le daban la mayor¨ªa absoluta de la Asamblea Legislativa. Ese d¨ªa Dele¨®n habl¨® con su amiga y escuch¨® su consejo, pero se resist¨ªa a la idea de salir corriendo del pa¨ªs. Primero estaban sus dos hijos. Y cre¨ªa que pod¨ªa esperar hasta fin de a?o. Su amiga no pensaba lo mismo.
A los dos meses, el 1 de mayo, la nueva Asamblea entr¨® en funciones y lo primero que hizo fue destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y despu¨¦s al Fiscal General de la Rep¨²blica, que fue reemplazado por un hombre fiel a Bukele. Cuando algunos pa¨ªses condenaron el giro autoritario que hab¨ªa tomando su Gobierno, el presidente convoc¨® a los diplom¨¢ticos para decirles que no hab¨ªa nada que condenar, que su imagen positiva hab¨ªa crecido dos puntos despu¨¦s de barrer con la separaci¨®n de poderes. Antes de que terminara mayo, Dele¨®n fue citada a la Fiscal¨ªa. ¡°Me leyeron cinco cargos diferentes¡±, cuenta. Ya le hab¨ªan abierto expedientes de investigaci¨®n penal. ¡°El fiscal de facto¡±, denunci¨® entonces, ¡°ha comenzado a cumplir el rol de perseguir a quienes el Gobierno o el presidente considera inc¨®modos¡±. Pronto, hasta su madre le empez¨® a decir que ten¨ªa que irse.
El tiempo que pas¨® hasta que se fue de El Salvador, en agosto del a?o pasado, fue un periodo de desgaste y paranoia, dice la abogada. ¡°Yo ya no dorm¨ªa, ?me entend¨¦s?¡±. Dele¨®n explica que le tocaba ir a la Fiscal¨ªa tres veces por semana, que la segu¨ªan de manera expl¨ªcita para amedrentarla, que el acoso en las redes no paraba. En septiembre, cuando ya estaba en una casa de seguridad en el sur de M¨¦xico, la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorg¨® medidas cautelares por considerar que se encontraba en ¡°una situaci¨®n de gravedad y urgencia de riesgo de da?o irreparable a sus derechos en El Salvador¡±. La vigilancia con drones, el seguimiento y el acoso en redes de funcionarios y personas afines al Gobierno, estim¨® la CIDH, se traduc¨ªan en ¡°una situaci¨®n de riesgo a su vida e integridad¡±.
Los motivos por los cuales ten¨ªa que irse del pa¨ªs parec¨ªan claros. Pero era un poco m¨¢s dif¨ªcil entender la sa?a de la persecuci¨®n. No es que fuera in¨¦dito: el bukelismo ya arremet¨ªa contra el periodismo que sacaba los trapos sucios de su Gobierno, contra organizaciones civiles, contra pol¨ªticos de otros partidos, contra diplom¨¢ticos, pero era evidente que Dele¨®n no ten¨ªa una estructura detr¨¢s.
¡ª?Qu¨¦ riesgo pol¨ªtico pod¨ªa representar usted, si hab¨ªa perdido la elecci¨®n? ?De qu¨¦ le serv¨ªa al Gobierno meterla presa?
¡ªMira, si nos ponemos a pensarlo razonablemente, con sentido com¨²n, pues no tiene ning¨²n sentido perder tiempo y recursos as¨ª. Yo nunca he ostentado ning¨²n tipo de poder, ni econ¨®mico, ni social tampoco, porque he sido activista independiente. Nunca he estado en una organizaci¨®n de derechos humanos como tal. O sea, me la fajaba sola. Y ¨¦l lo sabe. Pero el problema con una persona como Bukele es que es muy inmaduro, muy visceral y vengativo.
Dele¨®n nunca crey¨® que la persecuci¨®n iba a llegar a ese punto: ¡°Siempre pens¨¦ que ¨¦l iba a respetar la relaci¨®n profesional que yo tuve con ¨¦l y los resultados que le di¡±, explica. En agosto de 2021 se fue de El Salvador con su hija rumbo a California, y le aconsejaron que ya no regresara. La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos la ayud¨® a encontrar un lugar donde resguardarse en el sur de M¨¦xico, mientras solicitaba refugio en el pa¨ªs. Al comienzo fue muy duro, dice: el desarraigo, estar lejos de su hijo adolescente, explicarle a su hija de seis a?os que estaban huyendo. ¡°Y ella me dec¨ªa: ?Pero por qu¨¦ vamos a huir? ?Te robaste algo?¡±. Se aferraron a lo m¨¢s peque?o: el sabor de las tortillas, el chocolate caliente, dos amigas nuevas, algunos paseos en moto. En febrero de este a?o, dos a?os despu¨¦s de que Bukele tomara por asalto la Asamblea, le notificaron que le hab¨ªan concedido el estatus de refugiada y la residencia permanente en este pa¨ªs. Ahora tiene que empezar de nuevo.