Trump respalda que se publique la orden de registro de su casa como ha pedido el fiscal
Garland afirma que aprob¨® personalmente la decisi¨®n mientras que el expresidente republicano ha abogado en redes sociales por la publicaci¨®n ¡°inmediata¡±
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha roto su silencio tres d¨ªas despu¨¦s del registro de la mansi¨®n del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). Garland ha comparecido este jueves en Washington para defender la actuaci¨®n m¨¢s pol¨¦mica impulsada por su departamento. Apenas ha dado ning¨²n detalle, alegando que la ley se lo impide, pero s¨ª ha asegurado que tom¨® la decisi¨®n personalmente y que pedir¨¢ al juez que le permita hacer p¨²blica la orden de registro por ser de inter¨¦s p¨²blico. Una propuesta con la que Donald Trump parece estar de acuerdo: este viernes, en sendos mensajes publicados en la red social Truth, el expresidente pidi¨® la publicaci¨®n ¡°inmediata¡± de la orden.
Por otro lado, se ha sabido que el FBI realiz¨® el registro con autorizaci¨®n judicial despu¨¦s de considerar que Trump hab¨ªa incumplido un requerimiento para entregar documentos clasificados, secretos y comprometedores para la seguridad de Estados Unidos. Ese requerimiento era una actuaci¨®n pol¨ªticamente mucho menos explosiva, pero no tuvo ¨¦xito. Y tambi¨¦n que la orden se bas¨® en un soplo de alguien lo suficientemente cercano a Trump como para aportar informaci¨®n al respecto.
¡°La orden de registro fue autorizada por un tribunal federal tras la necesaria constataci¨®n de causas probables [indicios de delito]. La orden de registro es un documento que la ley federal exige que los agentes de la ley dejen al due?o de la propiedad. El Departamento ha presentado una moci¨®n para hacer p¨²blica la orden y el recibo a la luz de la confirmaci¨®n p¨²blica del expresidente del registro, las circunstancias circundantes y el inter¨¦s p¨²blico sustancial en este asunto¡±, ha dicho Garland.
La falta de explicaciones ha alentado todo tipo de cr¨ªticas y hasta amenazas contra el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaci¨®n (FBI) por tomar una decisi¨®n tan dr¨¢stica y sin precedentes como el registro de una residencia de un expresidente de Estados Unidos. Trump tiene la orden, pero por ahora no la ha hecho p¨²blica.
Garland ha evitado dar detalles por razones legales, pero ha hecho una defensa cerrada de su actuaci¨®n, ¡°sin miedo y sin favores¡±. ¡°Todos los estadounidenses tienen derecho a la aplicaci¨®n uniforme de la ley, al debido proceso legal y a la presunci¨®n de inocencia¡±, ha dicho antes de hacer tres comentarios espec¨ªficos sobre el registro.
¡°Primero, aprob¨¦ personalmente la decisi¨®n de solicitar una orden de registro en este asunto. Segundo, en el Departamento no se toma esa decisi¨®n a la ligera. En la medida de lo posible, la pr¨¢ctica habitual es buscar medios menos intrusivos como alternativa a un registro y limitar el alcance de cualquier registro que se lleve a cabo. En tercer lugar, perm¨ªtanme abordar los recientes ataques infundados a la profesionalidad de los agentes y fiscales del FBI y del Departamento de Justicia. No me quedar¨¦ callado cuando se ataca injustamente su integridad¡±, ha se?alado. Garland no ha admitido preguntas tras su declaraci¨®n.
La petici¨®n al juez de hacer p¨²blica la orden de registro, un documento de cinco p¨¢ginas, ha sido registrada ya este mismo jueves ante el juzgado del Sur de Florida. En ella se explica que el Departamento de Justicia puso la orden de registro en conocimiento de los representantes de Trump, pero ¡°no hizo ninguna declaraci¨®n p¨²blica sobre el registro y el registro aparentemente atrajo poca o ninguna atenci¨®n p¨²blica mientras se estaba llevando a cabo¡±. ¡°M¨¢s tarde ese mismo d¨ªa, el expresidente Trump emiti¨® una declaraci¨®n p¨²blica reconociendo la ejecuci¨®n de la orden. En los d¨ªas siguientes, la orden de registro y el material relacionado han sido objeto de gran inter¨¦s y atenci¨®n por parte de los medios de comunicaci¨®n y otras entidades¡±, a?ade.
El Departamento de Justicia pide que, si no hay oposici¨®n por parte de Trump, no solo se levante el secreto sobre la orden, sino tambi¨¦n algunos anexos y el recibo con el listado de documentos incautados, entregado al juzgado este mismo jueves.
En su escrito, argumenta que aunque solicit¨® inicialmente mantener la orden y sus anexos en secreto, ahora la orden judicial ya ha sido ejecutada, Trump ha hecho p¨²blico el registro y sus representantes han hecho declaraciones p¨²blicas de los materiales buscados. ¡°El claro y poderoso inter¨¦s del p¨²blico en entender lo que ocurri¨® en estas circunstancias pesa mucho a favor del levantamiento del secreto¡±, concluye el escrito, que deja a Trump la posibilidad de oponerse. La pelota est¨¢ en su tejado. Una negativa a que se hagan p¨²blicos los documentos debilita la ret¨®rica victimista del expresidente y sus seguidores.
Un soplo cercano a Trump
En las ¨²ltimas horas, han ido trascendiendo tambi¨¦n algunos otros detalles relativos al registro. Por ejemplo, que los agentes federales se llevaron una decena de cajas con documentos tras su actuaci¨®n. O que la actuaci¨®n estaba basada en informaci¨®n confidencial fiable de una fuente cercana al entorno de Trump que permit¨ªa identificar qu¨¦ documentos secretos estaban en Mar-a-Lago y d¨®nde encontrarlos.
La ley considera de propiedad p¨²blica los informes, documentos e incluso notas manuscritas que los presidentes manejan en el ejercicio de su cargo y les obliga a entregarlos a los Archivos Nacionales al cesar. Trump incumpli¨® inicialmente esa obligaci¨®n. En mayo de 2021, el personal de los Archivos Nacionales se dirigi¨® al ya expresidente para interesarse por documentaci¨®n que no hab¨ªa entregado.
En enero de 2022, ante la amenaza de actuaciones m¨¢s dr¨¢sticas, Trump entreg¨® 15 cajas con documentos. Entre ellos se encontraron cartas del l¨ªder norcoreano Kim Jong-un y la nota que le dej¨® su antecesor, Barack Obama, en su ¨²ltimo d¨ªa en el Despacho Oval. Adem¨¢s, hab¨ªa documentos clasificados como secretos, seg¨²n comunic¨® la Oficina de los Archivos Nacionales. En febrero trascendi¨® que los Archivos hab¨ªan pedido al Departamento de Justicia que abriese una investigaci¨®n.
Visita a Mar-a-Lago
Luego se supo que agentes federales hab¨ªan acudido la primavera pasada a Mar-a-Lago, se reunieron con abogados de Trump y pidieron que les mostrasen si el expresidente conserva a¨²n documentos presidenciales y d¨®nde los ten¨ªa. En esa visita, cuatro investigadores se reunieron con dos abogados de Trump. El propio expresidente estaba por entonces en su mansi¨®n y les salud¨®. Los agentes comprobaron que Trump a¨²n ten¨ªa papeles de la presidencia.
El propio Trump reconoc¨ªa esa visita: ¡°A principios de junio, el Departamento de Justicia y el FBI pidieron a mis representantes legales que pusieran una cerradura adicional en la puerta que conduc¨ªa al lugar donde se almacenaban las cajas en Mar-a-Lago. Se les mostr¨® la zona asegurada, y las propias cajas. Luego, el lunes, sin notificaci¨®n ni aviso, un ej¨¦rcito de agentes irrumpi¨® en Mar-a-Lago, fue a la misma zona de almacenamiento y arranc¨® la cerradura que hab¨ªan pedido que se instalara. ?Un ataque sorpresa, POL?TICO, y todo mientras nuestro pa¨ªs se va al INFIERNO!¡±, escribi¨® este mi¨¦rcoles en su red social.
La ley penal estadounidense castiga a quien ¡°oculta, elimina, mutila, borra, falsifica o destruye voluntaria e ilegalmente¡± documentos federales bajo su custodia, con penas que van desde multa hasta tres a?os de prisi¨®n y con inhabilitaci¨®n para desempe?ar cargos p¨²blicos, aunque hay serias dudas de que eso ¨²ltimo se aplique a los requisitos para ser elegido presidente. Otra norma impone penas de uno a cinco a?os a quienes se apoderan o destruyen documentos clasificados.
Trump tambi¨¦n intenta alentar la tesis del doble rasero y la persecuci¨®n pol¨ªtica comparando su situaci¨®n con la de su antecesor: ¡°?Qu¨¦ pas¨® con los 30 millones de p¨¢ginas de documentos que Barack Hussein Obama se llev¨® de la Casa Blanca a Chicago? ?Se neg¨® a devolverlos! ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? (...) ?Irrumpir¨¢n en la ¡®mansi¨®n¡¯ de Obama en Martha¡¯s Vineyard?¡±, ha escrito este jueves. Sin embargo, no consta que Obama se llevase ning¨²n documento confidencial y menos a¨²n que hubiese incumplido ning¨²n requerimiento para devolverlo. Obama se llev¨® documentos con el prop¨®sito declarado de digitalizarlos y subirlos a la red, algo que tampoco consta que finalmente hiciera.
El registro ha elevado la tensi¨®n pol¨ªtica en Estados Unidos, que ya era muy elevada. El mi¨¦rcoles de la semana pasada, antes de la actuaci¨®n del FBI, Biden se reuni¨® durante dos horas con historiadores y conversaron sobre los riesgos que afectan a la democracia estadounidense, comparando la situaci¨®n actual incluso con la previa a la Guerra Civil, seg¨²n ha desvelado The Washington Post.
La Casa Blanca ha evitado hasta ahora hacer comentarios sobre el registro. La portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, asegur¨® el pasado martes en su rueda de prensa diaria que nadie de la Casa Blanca hab¨ªa sido advertido previamente de lo que iba a suceder y tampoco quiso hacer una valoraci¨®n pol¨ªtica al respecto.
Les aqu¨ª la transcripci¨®n completa de la declaraci¨®n del fiscal general en ingl¨¦s
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