El batall¨®n civil que pone a punto los drones para el ej¨¦rcito ucranio

Vadim fue sacerdote protestante en alg¨²n momento de su original vida. Ahora se entusiasma cuando habla de esos peque?os aparatos con los que dan caza a los soldados rusos. Desde un caf¨¦ a orillas del r¨ªo Dni¨¦per, en Kiev, la capital ucrania, muestra con los ojos como platos y una sonrisa de cierto orgullo im¨¢genes grabadas por un dron en el momento en el que deja caer varios proyectiles sobre un objetivo en el frente de guerra en Ucrania. ¡°Esas bombas pueden costar de 30 a 100 d¨®lares, mientras que los misiles de las lanzaderas estadounidense Himars, unos 50.000¡å. O m¨¢s. Una exageraci¨®n consciente para mostrar la utilidad de lo que hace. Vadim, de 47 a?os, que prefiere no revelar su apellido ¨D¡±estamos monitoreados por los servicios especiales rusos¡±, explica¨D, es el ingeniero jefe de Aerorozvidka (Reconocimiento a¨¦reo), un proyecto puesto en marcha hace ocho a?os por civiles para cooperar con el ej¨¦rcito con lo que ten¨ªan, sobre todo conocimientos t¨¦cnicos, en la lucha frente a Rusia. ¡°As¨ª combatimos la idea de que solo los grandes ganan las guerras¡±, afirma Vadim. En la hoja de servicios de los drones de Aerorozvidka estar¨¢ para siempre su labor en la contraofensiva para frenar un convoy ruso kilom¨¦trico que en marzo se acercaba hacia Kiev desde el norte.

Esa idea de David contra Goliat que rodea la invasi¨®n del vecino ordenada por Rusia el pasado 24 de febrero se traduce en Ucrania en una especial intervenci¨®n de la sociedad civil en apoyo de sus soldados. Seg¨²n las sucesivas encuestas publicadas en los ¨²ltimos meses, en torno al 80% de los ciudadanos ucranios afirman que han donado al ej¨¦rcito ¨Dsolo el 33% de los rusos estar¨ªa dispuesto a hacerlo, seg¨²n un estudio recogido recientemente por el diario Kommersant¨D. Se pide la colaboraci¨®n de la gente en las calles, en marquesinas y anuncios; se anima a alistarse en las filas para combatir a Mosc¨². Han llegado voluntarios de fuera del pa¨ªs para empu?ar las armas, pero los hab¨ªa ya dentro del territorio que desde la rebeli¨®n de los separatistas prorrusos en Donb¨¢s (este) en 2014 han querido cooperar sin tener que tocar la trinchera. Est¨¢ Aerorozvidka, pero hay otros como, por ejemplo, el grupo de ingenieros Arey, que desde Kiev dise?a para las Fuerzas Armadas veh¨ªculos militares, en especial tanques, desde abril de 2015.

¡°Al principio¡±, recuerda Vadim, ¡°muchos soldados no entend¨ªan lo que hac¨ªamos, nos llamaban nerds [calificativo peyorativo para estudiosos de pocas habilidades sociales] con armas porque luch¨¢bamos con cosas t¨¦cnicas¡±. Pero en aquel grupo de voluntarios hab¨ªa de todo. Se unieron al calor de las protestas que estallaron en la plaza de la Independencia, el Euromaid¨¢n, a finales de 2013 contra el Gobierno prorruso de V¨ªktor Yanuk¨®vich. Pocos meses despu¨¦s, Rusia espole¨® el levantamiento de fuerzas separatistas en Donb¨¢s, el inicio de la guerra en el este de Ucrania, a¨²n hoy principal frente de batalla. Cuenta Vadim que comenzaron a colaborar con el ej¨¦rcito a trav¨¦s de sus drones de reconocimiento, sin capacidad todav¨ªa de lanzar bombas, en la ofensiva sobre Mariupol de 2014. La ciudad logr¨® en aquella ocasi¨®n permanecer del lado ucranio.

Aerorozvidka echaba a andar de la mano del militar ucranio-israel¨ª Natan Chazin y el inversor bancario Volod¨ªmir Kochetkov-Sukach, alias Chewbacca (en referencia al personaje de Star Wars). Primero empezaron con drones baratos a los que enganchaban una c¨¢mara GoPro para ver desde el cielo lo que el ej¨¦rcito ucranio no pod¨ªa ver. Luego compraron aparatos m¨¢s sofisticados, profesionales, de uso militar. Y finalmente han creado los suyos propios, como el octoc¨®ptero R18, su joya de la corona. Desde sus drones pueden transportar proyectiles y atacar objetivos. Algunas de estas bombas tambi¨¦n las preparan ellos: son modificaciones de granadas de mano de origen sovi¨¦tico que sus peque?os aviones pueden utilizar ahora.

Pero el proyecto no estaba exento de riesgos. En marzo de 2015, Chewbacca muri¨® mientras trataba de recuperar un dron perdido. Se adentr¨® un par de kil¨®metros en la zona de la provincia de Donetsk ocupada por fuerzas rusas y cay¨® en una mina. Era su l¨ªder. ¡°Chewbacca era una persona muy carism¨¢tica¡±, relata Vadim, ¡°nadie es capaz de ocupar ese sitio ahora, as¨ª que tomamos las decisiones por consenso¡±. Aerorozvidka tiene un centenar de empleados fijos, pero, seg¨²n las cuentas de su ingeniero en jefe, miles de colaboradores. Entre ellos estar¨ªan todos los que financian su existencia. ¡°Tengo un grupo de inform¨¢ticos que paga una empresa, por ejemplo, y otra persona ha donado el almac¨¦n donde trabajan¡±.

Klaus Hentrich, bi¨®logo molecular de Cambridge, en el Reino Unido, es uno de esos colaboradores necesarios de esta iniciativa, junto a la economista ucrania Marina Borozna. ¡°Lo que hacemos¡±, explica a EL PA?S Hentrich, con experiencia en el ej¨¦rcito alem¨¢n, ¡°es organizar donaciones de dinero y drones. Enviamos drones comerciales de 20.000 libras [23.600 euros] a Aerorozvidka desde el Reino Unido¡±. Este proyecto organiza a trav¨¦s de su p¨¢gina web y redes sociales una suerte de crowdfunding para financiar sus inventos y trabajo en colaboraci¨®n con el ej¨¦rcito.

Esta cooperaci¨®n entre aquellos nerds de Aerorozvidka y los militares ucranios no ha sido regular. Unos a?os despu¨¦s de que empezaran a mostrarles las posiciones del enemigo, lo que fragu¨® una colaboraci¨®n oficial, el Ministerio de Defensa los apart¨® del estamento castrense. La cosa cambi¨® el pasado febrero. Les llamaron el d¨ªa 23, unas horas antes de que las tropas rusas lanzaran la ofensiva, y el 24 ya estaban reunidos con miembros del ej¨¦rcito para ver c¨®mo pod¨ªan ayudar. Y tanto que lo hicieron. Los drones de Aerorozvidka fueron esenciales para que las fuerzas especiales ucranias lograran atacar de forma sorpresiva a un convoy ruso de decenas de kil¨®metros que en marzo avanzaba hacia Kiev desde Bielorrusia. Sus aparatos tambi¨¦n permitieron localizar a los paracaidistas enviados por Mosc¨² sobre el aeropuerto de Gostomel.

Y siguen trabajando, con los drones, pero tambi¨¦n a trav¨¦s de una red de c¨¢maras en el frente vinculadas a una red de internet que permite mostrar en tiempo real cualquier movimiento. Estos dispositivos env¨ªan datos a las unidades ucranias en el terreno a trav¨¦s del sistema satelital Starlink, propiedad de Elon Musk, seg¨²n la informaci¨®n de Aerorozvidka. En efecto, Musk declar¨® en marzo que sus sat¨¦lites estaban operativos para su uso en Ucrania.

De nuevo, ahora la relaci¨®n entre Aerorozvidka y ej¨¦rcito ucranio es oficial. Tanto es as¨ª que el ingeniero Vadim ya es sargento. ¡°Ganar esta guerra ser¨¢ una victoria¡±, prosigue el antiguo sacerdote, ¡°despu¨¦s habr¨¢ que crear un sistema de seguridad para que no nos ataque nadie¡±. ?D¨®nde qued¨® la religi¨®n? ¡°Rezo todos los d¨ªas. En la Biblia hay muchos ejemplos de que hay que utilizar la sabidur¨ªa que le dan a uno¡±.

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