Una discusi¨®n p¨²blica aumenta la tensi¨®n entre el presidente boliviano, Luis Arce, y Evo Morales

Las diferencias que tienen desde hace tiempo el presidente boliviano Luis Arce y el jefe de su partido, el expresidente Evo Morales, escalaron de grado con una discusi¨®n en p¨²blico entre ambos l¨ªderes. ¡°Lo que menos tenemos que generar ahora es susceptibilidad entre nosotros¡± reprendi¨® Arce a Morales en un acto de entrega de obras en el Chapare, la regi¨®n cocalera boliviana en la que el expresidente vive. Poco antes, en el mismo acto, el expresidente se hab¨ªa quejado de que el canal de televisi¨®n del Estado cortaba sus discursos, lo que calific¨® como ¡°una forma de marginaci¨®n¡±.

Cuando era presidente, entre 2006 y 2019, Morales sol¨ªa acaparar las frecuencias estatales con una serie inacabable de discursos en los actos que realizaba cotidianamente en todo el pa¨ªs. Mientras los presidentes izquierdistas de esa ¨¦poca, como Hugo Ch¨¢vez, en Venezuela, y Rafael Correa, en Ecuador, usaban programas propios y cadenas televisivas obligatorias para mantener un ¡°contacto directo¡± con el pueblo, el mandatario boliviano prefer¨ªa ordenar que los medios estatales estuvieran pendientes de su agenda diaria, que varios analistas consideraban propia de una ¡°campa?a electoral permanente¡±.

Desde la llegada de Arce al poder en 2020, el protagonista principal de la comunicaci¨®n estatal es ¨¦l, aunque su estilo sea m¨¢s contenido y formal. Al mismo tiempo, los medios p¨²blicos rara vez entrevistan o cubren las actividades de Morales, hoy presidente del Movimiento al Socialismo (MAS) y dirigente de las poderosas federaciones de cocaleros.

Esta es una de las m¨²ltiples se?ales del distanciamiento que existe entre el ala gobiernista del MAS y lo que se suele llamar el ¡°evismo¡±. Muchos de los m¨¢s cercanos colaboradores de Morales en el pasado han quedado fuera del Ejecutivo o se est¨¢n en el servicio exterior. Arce ha resistido las constantes presiones de su mentor pol¨ªtico para cambiar al ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, con el cual est¨¢ enzarzado en una pelea abierta desde hace meses.

Hace poco, Morales sospech¨® de que Del Castillo estuviera detr¨¢s de la sustracci¨®n de su m¨®vil en un acto partidario multitudinario en el que ambos coincidieron. El ministro le respondi¨® con un llamamiento a la calma, ya que ¡°cada quien sabe lo que tiene en su celular¡±. La intensa b¨²squeda policial del aparato produjo una tormenta de especulaciones de todo tipo sobre su contenido. Un blog de extrema derecha incluso ofreci¨® una recompensa de 10.000 d¨®lares por ¨¦l. Hasta ahora no ha aparecido.

Por otra parte, hace algunos meses, el MAS estuvo a punto de expulsar de sus filas al vicepresidente David Choquehuanca, lo que finalmente se evit¨® en una reuni¨®n de conciliaci¨®n. Choquehuanca hab¨ªa sido acusado de divisionismo. El vicepresidente es un antiguo rival de Morales que posee un grupo interno y aspiraciones independientes, pero por ahora se encuentra estrechamente aliado con Arce. En un reciente mitin de apoyo al Gobierno, se los vio bailar y cantar juntos, mientras Morales aparec¨ªa dos pasos atr¨¢s y sin participar.

Lo que en el fondo est¨¢ en juego es quien encabezar¨¢ al MAS en las elecciones de 2025. Luis Arce tiene derecho a intentar reelegirse, pero su partido est¨¢ completamente controlado por Morales, con inter¨¦s en volver a poner un candidato. La figura de m¨¢s renombre en reconocer este dilema fue el exvicepresidente y mano derecha de Morales, ?lvaro Garc¨ªa Linera, quien declar¨® que la ¡°separaci¨®n entre el liderazgo pol¨ªtico y estatal, que recae en Arce y Choquehuanca, y el liderazgo social, que representa Morales, [es] algo nuevo que podr¨ªa manifestarse en candidaturas separadas¡±. E, incluso, en partidos separados: ¡°No sabemos cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n de ellos [Arce y Choquehuanca] en t¨¦rmino de las elecciones, si ser¨¢n candidatos dentro del MAS o no lo ser¨¢n¡±, afirm¨® a la prensa argentina.

El discurso oficial niega esta tensi¨®n y considera que los roces ¡°naturales¡± en un partido tan grande como el MAS, en el cual milita un mill¨®n de personas, son magnificados por los enemigos del oficialismo. ¡°Hay muchos intereses que quieren dividirnos, generar dudas, peleas entre nosotros¡±, le dijo Arce a Morales en el acto ya mencionado. ¡°Yo creo que lo que menos tenemos que generar ahora es susceptibilidad¡±.

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