Francia abre el juicio por el atentado que mat¨® a 86 personas en 2016 en Niza
Un tribunal juzgar¨¢ durante tres meses a ocho personas del entorno del terrorista, abatido tras atropellar a asistentes a la fiesta nacional en la ciudad mediterr¨¢nea
Francia dar¨¢ este lunes un paso m¨¢s en el esfuerzo colectivo por juzgar y entender en su complejidad la ola de atentados que en 2015 y 2016 dejaron m¨¢s de doscientos muertos y una sociedad angustiada por la violencia yihadista. Despu¨¦s del proceso, hace dos a?os, por la matanza en el semanario Charlie Hebdo, y durante nueve meses en 2021 y 2022 por los atentados contra la sala de conciertos Bataclan, el Stade de France y varias terrazas de Par¨ªs, este lunes arranca el juicio por el tercero de los grandes atentados de aquel periodo: el del 14 de julio de 2016 en Niza, donde 86 personas, entre ellas 15 menores, murieron atropelladas por un cami¨®n, y m¨¢s de 300 resultaron heridas.
En el Palacio de Justicia de la capital francesa ¡ªy en la misma sala especial que se construy¨® para el juicio del atentado de noviembre de 2015 en Bataclan, que termin¨® en junio¡ª ocho personas se sentar¨¢n durante tres meses en el banquillo de los acusados por el atentado de Niza. Entre ellas no figura Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, el tunecino de 31 a?os que a las 22.35 del d¨ªa de la fiesta nacional francesa de hace seis veranos se puso al volante de un cami¨®n de 19 toneladas y aceler¨® por el paseo de los Ingleses, la popular avenida junto a la playa donde decenas de miles de personas acababan de asistir a los fuegos artificiales tradicionales de esta fecha. El terrorista, un hombre con un largo historial de maltratos a su mujer e hijos y sin aparente inter¨¦s por el islam, muri¨® por los disparos de la polic¨ªa.
Los acusados, siete hombres y una mujer, pertenecen en distinto grado al entorno de Lahouaiej-Bouhlel y participaron, de manera m¨¢s o menos indirecta y m¨¢s o menos consciente, en los planes del terrorista. Ninguno est¨¢ acusado de complicidad. Tres de ellos ¡ªMohamed Ghraieb, Chokri Chafroud y Ramzi Kevin Arefa, nacidos en T¨²nez o de origen tunecino¡ª est¨¢n acusados de participaci¨®n en una asociaci¨®n de malhechores terrorista por haber ayudado a Lahouaiej-Bouhlel a alquilar el cami¨®n o hacerse con las armas que llevaba en el momento de la matanza. Ghraieb y Chafroud se exponen a penas m¨¢ximas de 20 a?os de prisi¨®n. Arefa, a la cadena perpetua. Otros cuatro acusados, de origen alban¨¦s, no afrontan cargos por terrorismo: presuntamente participaron en el suministro de las armas. Otro acusado se encuentra en paradero desconocido.
Una singularidad del proceso de Niza es que se celebrar¨¢ en Par¨ªs, a 900 kil¨®metros del lugar de los hechos y de residencia de buena parte de las v¨ªctimas. ¡°Es una dificultad enorme, enorme¡±, dice la abogada Olivia Chalus-Penochet, que representa a un m¨ªnimo de 45 de v¨ªctimas y que estos meses abandonar¨¢ su despacho en Niza para instalarse en Par¨ªs. ¡°Al principio era el motivo de todas las reticencias, por venir a testificar o para interesarse por el proceso¡±, explica Chalus-Penochet, coordinadora del Colectivo 14-07 Avocats. Como medida excepcional, las audiencias podr¨¢n seguirse en directo y con im¨¢genes desde el Palacio de Congresos Acr¨®polis en Niza. Como el juicio de Charlie Hebdo o el de noviembre de 2015, se grabar¨¢ para los archivos hist¨®ricos.
El juicio, como sucedi¨® con los otros dos, tendr¨¢ posiblemente una parte cat¨¢rtica: la posibilidad, para las v¨ªctimas, de dar testimonio de su experiencia y el trauma posterior, etapa necesaria para pasar p¨¢gina. Tambi¨¦n puede ayudar a precisar el perfil del terrorista, que trabajaba como repartidor. El Estado Isl¨¢mico reivindic¨® el atentado, pero Lahouaiej-Bouhlel no dej¨® ning¨²n mensaje. En su entorno era conocido por burlarse de la religi¨®n. Si se le tem¨ªa, no era por yihadista, sino por sus arrebatos violentos. La inc¨®gnita es si, en los d¨ªas previos a la matanza, se radicaliz¨® y c¨®mo. ¡°Este funcionamiento psicopatol¨®gico preexistente¡±, sostienen los investigadores, ¡°encontr¨® en la ideolog¨ªa islamista radical el caldo de cultivo necesario para favorecer el paso al acto asesino¡±.
Para la abogada Chalus-Penochet, ¡°este tipo de atentado es extremadamente perverso, porque puede tocar a cualquier sociedad, inspirar a un individuo que parezca integrado en una sociedad y que, de la noche a la ma?ana, responda a los llamamientos del Estado Isl¨¢mico porque es un esp¨ªritu d¨¦bil, porque su entorno le anima, porque se lleva¡±. ¡°Esto no disculpa al entorno¡±, a?ade la abogada, ¡°y las personas que van a sentarse ante el tribunal, deber¨¢ responder de todas las acciones que hicieron en los d¨ªas y meses anteriores a los atentados¡±. En declaraciones a la agencia France Presse, William Bourdon, abogado de uno de los acusados, ha declarado: ¡°Los v¨ªnculos de proximidad y de camarader¨ªa que [su cliente, Mohamed Ghraieb] ten¨ªa con el conductor de la muerte son radicalmente insuficientes para establecer cualquier responsabilidad penal¡±.
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