Liz Truss sustituir¨¢ a Boris Johnson como primera ministra al vencer en las primarias del Partido Conservador
La actual titular de Exteriores recibir¨¢ el martes el encargo de Isabel II de formar Gobierno. Su primera medida ser¨¢ un paquete de ayudas urgentes para paliar la crisis energ¨¦tica que sufre el Reino Unido
Nadie se ha sorprendido de una victoria que estaba cantada desde el principio de la contienda. El Partido Conservador del Reino Unido ha confirmado este lunes que Liz Truss es la ganadora en el proceso interno de primarias que comenz¨® a finales de julio. La actual ministra de Exteriores se ha impuesto sobre su rival, el exministro de Econom¨ªa Rishi Sunak, con m¨¢s de 81.000 votos de los afiliados tories, frente a los m¨¢s de 60.000 que han respaldado al pol¨ªtico de ascendencia india. Un 57,4% de los apoyos, cifra holgada, pero inferior a la de anteriores vencedores, como Boris Johnson o David Cameron, que superaron el umbral del 60%.
El Partido Conservador ha cerrado un verano lleno de divisi¨®n y heridas con el homenaje de la propia Truss al pol¨ªtico m¨¢s popular del Reino Unido en las ¨²ltimas d¨¦cadas: ¡°Boris, culminaste el Brexit, aplastaste a Jeremy Corbyn [el anterior l¨ªder del Partido Laborista], desplegaste la campa?a de la vacunas. Y plantaste cara a Vlad¨ªmir Putin. Eres admirado desde Kiev a Carlisle [Reino Unido]¡±, ha dicho en su discurso de victoria.
Ser¨¢ el martes cuando se formalice el relevo en Downing Street, y Truss ocupe en el Gobierno brit¨¢nico el puesto que hasta ahora reten¨ªa Boris Johnson de modo interino, despu¨¦s de su dimisi¨®n el 7 de julio. Pero su equipo de trabajo lleva d¨ªas preparando la primera decisi¨®n del nuevo Ejecutivo: un paquete de ayudas directas a los ciudadanos para hacer frente a la descomunal crisis energ¨¦tica a la que se enfrenta el Reino Unido. Se desconocen los detalles de la medida, que la nueva primera ministra concretar¨¢ a lo largo de la semana, pero lo filtrado hasta ahora a los medios apunta a la imposici¨®n de un l¨ªmite en los recibos de gas y electricidad de los hogares, que el Gobierno compensar¨ªa posteriormente a las empresas suministradoras. El organismo regulador brit¨¢nico, OFGEM, ya anunci¨® hace m¨¢s de una semana que las facturas aumentar¨ªan por encima del 80% este invierno, en el caso del consumo dom¨¦stico. Para las peque?as y medianas empresas, el gasto puede suponer la ruina definitiva.
El paquete de medidas que prepara el equipo de Truss ser¨ªa similar, en su escala, a las ayudas que puso sobre la mesa el Gobierno de Johnson durante la pandemia para evitar despidos masivos: el llamado Esquema de Retenci¨®n de Empleos, muy similar a los ERTE de Espa?a.
El n¨²cleo de confianza de Truss ¡ªKwasi Kwarteng, el actual secretario de Estado para Negocios, se perfila como el nuevo ministro de Econom¨ªa¡ª ha entendido la necesidad de poner sobre la mesa desde el primer d¨ªa una ayuda de emergencia, para intentar suavizar la debacle prevista por la crisis energ¨¦tica. Pero eso no significa que renuncien a un programa fuertemente ideologizado en el que pretenden rebajar impuestos, a pesar de una inflaci¨®n galopante, con la aparente esperanza de impulsar de ese modo un nuevo ciclo econ¨®mico fuerte. Vuelta, por tanto, a la famosa curva de Laffer, las reaganomics ¡ªlas recetas econ¨®micas ultraliberales de la Administraci¨®n de Ronald Reagan en Estados Unidos de los ochenta¡ª, y un voluntarismo fan¨¢tico, obsesionado con reducir el papel del Estado.
Muchos militantes no han perdonado a Sunak su ¡°traici¨®n¡±, al propiciar con una dimisi¨®n abrupta el hundimiento del Gobierno de Johnson. Nadie discute su capacidad y preparaci¨®n, ni siquiera la seriedad con que ha defendido durante la campa?a de primarias la necesidad urgente de plantar cara a la inflaci¨®n, antes de lanzarse alegremente a bajar impuestos, como promete su rival Truss. Pero muchos conservadores han ca¨ªdo seducidos ante el discurso fuertemente ideol¨®gico de la candidata; ante su reivindicaci¨®n del legado m¨¢s polarizante de Johnson ¡ªBrexit, inmigraci¨®n, fuerte gasto en defensa...¡ª y ante una t¨¢ctica muy similar a la del primer ministro conservador m¨¢s popular de las ¨²ltimas d¨¦cadas: prometer a los ciudadanos un futuro de rosas, sin aclarar c¨®mo pretende alcanzarlo. ¡°Mi¨¦nteme, dime que me quieres¡±, ped¨ªa Johnny a Vienna en la pel¨ªcula Johnny Guitar. El Partido Conservador ha pedido a Truss que le prometa una nueva victoria electoral, en los pr¨®ximos dos a?os, a pesar de que todas las circunstancias se conjuran hoy contra esa posibilidad.
El relevo de poder
El ritual es importante, y el traspaso de poder tendr¨¢ lugar el martes. Boris Johnson ofrecer¨¢ su discurso de despedida ante la puerta del n¨²mero 10 de Downing Street, antes de volar en un avi¨®n de la RAF (las Fuerzas A¨¦reas brit¨¢nicas) hasta el aeropuerto escoc¨¦s de Aberdeen. De all¨ª, al castillo de Balmoral, donde comunicar¨¢ su dimisi¨®n a Isabel II y sugerir¨¢ el nombre de Truss para sustituirlo.
En 70 a?os de reinado, es la primera vez que la monarca, de 96 a?os, desempe?a este ritual ¡ªel mismo que con 14 primeros ministros anteriores¡ª en su residencia de verano, y no en el londinense Palacio de Buckingham. ¡°Problemas de movilidad¡±, seg¨²n ha explicado la Casa Real brit¨¢nica, han forzado el cambio de planes. Truss viajar¨¢ tambi¨¦n hasta all¨ª, poco despu¨¦s, en otro aparato de la RAF. Motivos de seguridad obligan a que se desplacen por separado. La reina pedir¨¢ a la sucesora que constituya un Gobierno en su nombre.
A la vuelta a Downing Street, en torno a las cinco de la tarde del martes, hora peninsular espa?ola, la nueva jefa de Gobierno brit¨¢nico pronunciar¨¢ su primer discurso ante los medios y la naci¨®n, de nuevo frente a la emblem¨¢tica puerta de madera negra de Downing Street. El Gobierno conservador reci¨¦n estrenado comenzar¨¢ a andar en una semana que los servicios meteorol¨®gicos prev¨¦n cargada de tormentas.
El temporal que deber¨¢ capear Truss desde el primer minuto al mando ser¨¢ descomunal. Los precios disparados de la energ¨ªa, con facturas que van pr¨¢cticamente a duplicarse; una recesi¨®n en ciernes, anunciada por el Banco de Inglaterra; un potencial conflicto con Bruselas, a cuenta del Protocolo de Irlanda del Norte que ella misma se encarg¨® de desguazar como ministra de Exteriores; y un oto?o e invierno plagados de conflictividad laboral ¡ªlas primeras se?ales se vieron este mismo verano¡ª, con huelgas anunciadas en la mayor¨ªa de los sectores p¨²blicos.
Truss reuni¨® la semana pasada al n¨²cleo de sus colaboradores en la majestuosa casa de campo de Chevening, en el condado de Kent ¡ªla residencia de verano que utiliza habitualmente el ministro de Exteriores¡ª, para preparar un plan de desembarco en el Gobierno. No habr¨¢ periodo de gracia, ni 100 ni 10 d¨ªas, para la nueva primera ministra conservadora. La cuarta pol¨ªtica tory en el cargo en m¨¢s de una d¨¦cada que ha visto c¨®mo la econom¨ªa del Reino Unido se ralentizaba, el Brexit emponzo?aba el pa¨ªs y depreciaba su potencial comercial y las promesas de Johnson de redistribuir la riqueza entre las regiones se quedaban en papel mojado. Quedan oficialmente dos a?os para que deban convocarse nuevas elecciones generales. Muy pronto se sabr¨¢ si la sucesora de Johnson consigue el milagro de dar la vuelta a las expectativas electorales, hoy desastrosas para los conservadores, o se limita a gestionar la derrota definitiva.
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