Retrato de la revoluci¨®n pac¨ªfica de la UE a trav¨¦s de un discurso de Von der Leyen
Un an¨¢lisis, punto por punto, de la alocuci¨®n sobre el estado de la Uni¨®n pronunciada esta semana por la presidenta de la Comisi¨®n Europea
El mi¨¦rcoles, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, pronunci¨® el discurso anual sobre el estado de la Uni¨®n. En su conjunto, la alocuci¨®n cartograf¨ªa la metamorfosis de la UE en la actual legislatura, tan profunda ¡ªen lo ya acontecido y en los planes que hay por delante¡ª que tiene rasgos de aut¨¦ntica revoluci¨®n pac¨ªfica.
Crisis extraordinarias como la pandemia y la guerra de Ucrania se han abatido sobre el bloque, que busca respuestas igual de extraordinarias. Desde la inaudita emisi¨®n de deuda com¨²n para financiar planes de ayuda tras la cat¨¢strofe de la covid ¡ªgran parte de ellos a fondo perdido¡ª hasta la puesta en marcha de una pol¨ªtica sanitaria com¨²n con la compra conjunta de vacunas, la creaci¨®n de fondos para financiar el armamento de Ucrania o la completa reorganizaci¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica, los Veintisiete emprenden un enorme ejercicio transformador a mucha mayor velocidad de lo que ocurri¨® tras la crisis de 2008.
Mucho se ha hecho, mucho queda por hacer; algunos son ¨¦xitos indiscutibles, otros son pasos cuestionables. En cualquier caso, el movimiento es tit¨¢nico y el bloque avanza a buen ritmo en su integraci¨®n. A continuaci¨®n, una mirada a ese panorama a trav¨¦s del discurso de Von der Leyen ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo y algunos comentarios para contextualizarlo.
Discurso sobre el estado de la Uni¨®n de 2022
¡°UNA UNI?N QUE SE MANTIENE FUERTE Y UNIDA¡± (14 de septiembre de 2022)
Se?ora presidenta:
Se?or¨ªas:
Conciudadanas y conciudadanos europeos:
Por vez primera desde su creaci¨®n, este Parlamento celebra el debate sobre el estado de nuestra Uni¨®n mientras la guerra asola territorio europeo.
Todos recordamos aquella aciaga ma?ana de finales de febrero.
En todos los rincones de nuestra Uni¨®n, amanecimos sobrecogidos ante los sucesos que est¨¢bamos presenciando. Estremecidos ante el resurgir del implacable y cruel rostro del mal. Atormentados por el sonido de las sirenas y la cruda brutalidad de la guerra.
Pero, desde ese mismo momento, todo un continente se alz¨® en un movimiento solidario.
[...]
Hace 15 a?os, cuando estall¨® la crisis financiera, tardamos a?os en encontrar soluciones duraderas.
La quiebra de Lehman Brothers en 2008 es el s¨ªmbolo del estallido de una crisis global que golpe¨® con especial dureza a muchos pa¨ªses de la UE debido tambi¨¦n a la lentitud y la orientaci¨®n muy cuestionable de las decisiones en la Zona Euro. El BCE dirigido por Trichet decidi¨® unas muy pol¨¦micas subidas de tipo de inter¨¦s. El discurso del "whatever it takes" de Mario Draghi lleg¨® solo en 2012; el inicio del programa de "quantitative easing" del BCE, en 2015.
Una d¨¦cada m¨¢s tarde, cuando nos golpe¨® una pandemia mundial, reaccionamos en solo unas semanas.
Antes de la reacci¨®n a la que se refiere Von der Leyen, hubo algunos compases de desconcierto tras el estallido en Italia de los primeros brotes pand¨¦micos evidentes, con gestos de car¨¢cter ego¨ªsta. China y Rusia se apresuraron a tratar de aprovechar esa desorientaci¨®n, suministrando ayudas. Pero es cierto que pronto la UE cambiar¨ªa de rumbo y empezar¨ªa un impresionante programa de respuestas conjuntas.
Pero este a?o, en cuanto el ej¨¦rcito ruso cruz¨® la frontera de Ucrania, nuestra respuesta fue un¨¢nime, resuelta e inmediata.
En efecto, el Consejo Europeo se reuni¨® el mismo d¨ªa de la invasi¨®n, impulsando el primer paquete de sanciones como represalia por la agresi¨®n rusa, que ser¨ªa seguido pronto por otras series de medidas.
Es algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos.
Hemos conseguido que vuelva a aflorar la fuerza interior de Europa.
Una fuerza que nos har¨¢ mucha falta. Los meses que se avecinan no ser¨¢n f¨¢ciles. Ni para las familias que tienen dificultades para llegar a fin de mes, ni para las empresas que han de tomar decisiones cr¨ªticas sobre su futuro.
Seamos claros: hay mucho en juego. No solo para Ucrania, sino para toda Europa y para el resto del mundo.
Nos van a poner a prueba. Nos van a poner a prueba quienes desean explotar cualquier tipo de divisi¨®n en nuestro seno.
Es cierto que la UE ha logrado un notable nivel de unidad en estas circunstancias, pero ello no impide que las grietas sean evidentes. La Hungr¨ªa de Orb¨¢n representa un freno a la acci¨®n com¨²n, como se vio en la negociaci¨®n sobre el veto al crudo ruso. La probable pr¨®xima llegada al poder de una coalici¨®n de derecha radical en Italia con claro historial filoruso provoca inquietud acerca de si la tercera econom¨ªa de la UE se convertir¨¢ en un obst¨¢culo a la acci¨®n com¨²n frente a Mosc¨².
No se trata solo de una guerra declarada por Rusia a Ucrania.
Es una guerra contra nuestra energ¨ªa, contra nuestra econom¨ªa, contra nuestros valores y contra nuestro futuro.
Es la guerra de la autocracia contra la democracia.
La presidenta de la Comisi¨®n toca una tecla ret¨®rica que evoca la idea de una confrontaci¨®n geopol¨ªtica que va m¨¢s all¨¢ de la invasi¨®n rusa en Ucrania. La sinton¨ªa entre Mosc¨² y Pek¨ªn, plasmada en una ambiciosa declaraci¨®n conjunta en febrero, es una din¨¢mica muy presente en los c¨¢lculos de Bruselas, que afronta con creciente desconfianza el auge de China.
Y hoy comparezco aqu¨ª con la convicci¨®n de que, gracias a nuestro valor y a nuestra solidaridad, Putin fracasar¨¢ y Europa vencer¨¢.
[...]
Desde el primer d¨ªa, Europa ha estado al lado de Ucrania. Con armas. Con fondos. Con su hospitalidad hacia los refugiados. Y con las sanciones m¨¢s severas de la historia.
El sector financiero de Rusia est¨¢ en estado cr¨ªtico. Hemos excluido a tres cuartas partes del sector bancario ruso de los mercados internacionales.
Sin duda las sanciones han propinado un duro golpe al sector financiero ruso. Sin embargo, cabe notar que el rublo tiene hoy una mejor cotizaci¨®n frente al d¨®lar que antes de la invasi¨®n, y que no ha habido un colapso del sistema financiero ruso.
Casi un millar de empresas internacionales han abandonado el pa¨ªs.
La producci¨®n de autom¨®viles se ha reducido en tres cuartas partes en comparaci¨®n con el a?o pasado. La falta de piezas de recambio est¨¢ obligando a Aeroflot a aparcar sus aviones. Ante la falta de semiconductores, el ej¨¦rcito ruso est¨¢ extrayendo chips de los lavavajillas y los refrigeradores para reparar el material militar. La industria rusa est¨¢ en ruinas.
Y es el Kremlin quien est¨¢ destruyendo la econom¨ªa de ese pa¨ªs.
De nuevo, no cabe duda de que el conjunto de la econom¨ªa rusa est¨¢ sufriendo considerablemente y de que la responsabilidad recae en la guerra ilegal lanzada por el Kremlin, pero no se produjo un colapso del tama?o que generalmente se pronostic¨® al principio de la guerra. Sin tener en cuenta ciertos datos oficiales rusos de dudosa calidad, el propio FMI ha ido reduciendo su previsi¨®n de ca¨ªda del PIB ruso este a?o, y es un hecho el que el Banco Central ruso ha podido reducir los tipos de inter¨¦s ante la estabilizaci¨®n del rublo y la mejora de la inflaci¨®n.
Tal es el precio del rastro de muerte y destrucci¨®n de Putin.
Quiero dejarlo muy claro: no vamos a levantar las sanciones.
El Kremlin juega a la carta de la paciencia. El efecto de las sanciones se nota ya en cosas concretas, pero en una Administraci¨®n que en realidad no rinde cuentas con elecciones realmente libres de su gesti¨®n, como s¨ª lo hacen las europeas, el Gobierno ruso sabe que a¨²n puede tirar m¨¢s de la cuerda y recortar de otras partidas aunque afecte directamente al bolsillo y bienestar de la ciudadan¨ªa rusa. El Ministerio de Finanzas ruso ya ha aplicado un nuevo recorte a los presupuestos (ya agujereados) del resto de carteras rusas.
Es el momento de mantenernos firmes y no de hacer pol¨ªtica de apaciguamiento.
Lo mismo puede decirse de nuestra ayuda financiera a Ucrania.
Hasta la fecha, el Equipo Europa ha aportado m¨¢s de 19.000 millones de euros en asistencia financiera.
Una cifra parecida a los aproximadamente 16.000 millones de d¨®lares desembolsados en concepto de ayuda militar a Kiev por parte de la Administraci¨®n de Biden.
Y eso, sin contar nuestra ayuda militar.
La UE ha dado un paso de relativo peso econ¨®mico pero de enorme importancia pol¨ªtica al acordar paquetes de ayuda militar por un valor ya de 2.500 millones de euros. En este sector, sin embargo, tienen un peso decisivo los Estados. Tras EEUU, de lejos el principal, destacan Reino Unido y Polonia. Muchos pa¨ªses miembros de la UE son muy tibios en este apartado.
El nuestro es un apoyo a largo plazo.
[...]
Se?or¨ªas:
Una de las ense?anzas de esta guerra es que ten¨ªamos que haber escuchado a quienes conoc¨ªan a Putin.
Con estas palabras, Von der Leyen reconoce que se ha actuado tarde. No solo en la ligera condena por la anexi¨®n ilegal en 2014 de la pen¨ªnsula ucrania de Crimea y el impulso ruso a la guerra en Donb¨¢s, con su gesti¨®n y apoyo militar, econ¨®mico, y pol¨ªtico a los separatistas prorrusos a trav¨¦s de los que ha manejado esta zona en la que ya antes de la invasi¨®n total entreg¨® miles de pasaportes rusos. Tambi¨¦n es un reconocimiento a que la vulnerabilidad debido a la dependencia energ¨¦tica de Rusia se pudo prever antes y atajar.
A Anna Politkovskaya y a todos los periodistas rusos que expusieron sus cr¨ªmenes y pagaron por ello el precio m¨¢s alto.
El esfuerzo represivo para acallar voces cr¨ªticas sigue en Rusia. El Tribunal Supremo ruso ha revocado la licencia de la web del peri¨®dico cr¨ªtico `Novaya Gazeta', cuya versi¨®n en papel fue ya suspendida a principios de este mes. M¨¢s de 16.000 personas han sido detenidas por protestar contra la guerra, seg¨²n la organizaci¨®n OVD-Info.
A nuestros amigos en Ucrania, Moldavia y Georgia y a la oposici¨®n en Bielorrusia.
A las voces que se alzaban dentro de nuestra propia Uni¨®n, en Polonia, en los pa¨ªses b¨¢lticos, en toda Europa Central y Oriental.
Durante a?os estuvieron dici¨¦ndonos que Putin no parar¨ªa.
Y se prepararon para ello.
Nuestros amigos b¨¢lticos han hecho grandes esfuerzos para poner fin a su dependencia respecto de Rusia. Han invertido en energ¨ªas renovables, en terminales de GNL y en interconectores.
Al contrario de Alemania, pa¨ªs de procedencia de la presidenta de la Comisi¨®n, que, cuando empez¨® la guerra, ni siquiera dispon¨ªa de una planta regasificadora.
Se trata de inversiones muy costosas, pero la dependencia respecto de los combustibles s¨®lidos rusos sale mucho m¨¢s cara.
Tenemos que salir de esta dependencia en toda Europa.
Con tal fin, hemos decidido adoptar un sistema de almacenamiento conjunto. Hemos llegado al 84%, por lo que hemos rebasado nuestro objetivo.
Pero, por desgracia, eso no bastar¨¢.
Hemos diversificado nuestras fuentes de abastecimiento, sustituyendo a Rusia por proveedores m¨¢s fiables: Estados Unidos, Noruega, Argelia y otros.
El a?o pasado, el 40% de nuestras importaciones de gas procedieron de Rusia. En estos momentos, la cifra se ha reducido al 9% de gas de gasoducto.
Con todo, Rusia sigue manipulando activamente nuestro mercado de la energ¨ªa. Prefieren quemar el gas a suministrarlo. El mercado ha dejado de funcionar.
Adem¨¢s, la crisis clim¨¢tica est¨¢ pesando gravemente sobre nuestras facturas. Las olas de calor han disparado la demanda de electricidad. Las sequ¨ªas han parado centrales hidroel¨¦ctricas y nucleares.
Como consecuencia, los precios del gas se han multiplicado por 10 con respecto a los anteriores a la pandemia.
Llegar a fin de mes se est¨¢ convirtiendo en una fuente de ansiedad para millones de empresas y hogares.
[...]
Millones de europeos necesitan ayuda.
Los Estados miembros de la UE han invertido ya miles de millones de euros en asistencia a los hogares vulnerables.
Pero sabemos que no ser¨¢ suficiente.
Mensaje a aquellos que ya notan en sus bolsillos el peso de la inflaci¨®n, los aumentos del precio de la energ¨ªa, que est¨¢ por las nubes. Bruselas teme, como los Veintisiete, un invierno de la ira y el descontento en el que puede empezar a flaquear la unidad y en un clima en el que la propaganda autocr¨¢tica suele aprovechar.
Por ello, proponemos limitar los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo coste.
Estas empresas est¨¢n obteniendo unos ingresos con los que no contaban, con los que ni siquiera so?aban.
En nuestra econom¨ªa social de mercado, los beneficios son positivos.
Pero en los tiempos en los que vivimos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores.
Que una conservadora como Von der Leyen defienda nuevos grav¨¢menes habr¨ªa chirriado hace un a?o, pero la presidenta de la Comisi¨®n hace ahora pedagog¨ªa, no solo hacia el liberalismo y las reticencias de algunos pa¨ªses a apoyar el plan de Bruselas, sino tambi¨¦n a la ciudadan¨ªa, a quien quiere hacer ver que no ser¨¢n los ¨²nicos en ajustarse el cintur¨®n.
En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes m¨¢s los necesitan.
Nuestra propuesta recaudar¨¢ m¨¢s de 140.000 millones de euros que permitir¨¢n a los Estados miembros amortiguar el golpe de manera directa.
Y debido a que estamos inmersos en una crisis de combustibles f¨®siles, la industria de los combustibles f¨®siles tambi¨¦n tiene una obligaci¨®n especial.
Las grandes empresas de petr¨®leo, gas y carb¨®n tambi¨¦n est¨¢n obteniendo enormes beneficios. Y por eso tienen que pagar una parte equitativa: tienen que aportar una contribuci¨®n contra la crisis.
Todas estas son medidas de emergencia y temporales en las que estamos trabajando, incluido el debate sobre la limitaci¨®n de precios.
[...]
Todo ello constituye un primer paso. Pero, al tiempo que nos enfrentamos a esta crisis inmediata, tambi¨¦n debemos mirar hacia el futuro.
La configuraci¨®n actual del mercado de la electricidad, basada en el orden de m¨¦rito, ha dejado de ser justa para los consumidores.
Estos deber¨ªan aprovechar los beneficios de las energ¨ªas renovables de bajo coste.
Por lo tanto, tenemos que desligar la influencia dominante del gas sobre el precio de la electricidad. Para ello, llevaremos a cabo una reforma profunda e integral del mercado de la electricidad.
Las medidas de intervenci¨®n del mercado parecen haber llegado para quedarse y Bruselas no solo apuesta ahora por recaudar m¨¢s de las energ¨¦ticas, muchas de las cuales est¨¢n logrando unos extraordinarios beneficios inesperados, sino por un enfoque m¨¢s a largo plazo con un nuevo mecanismo de mercado en el que el gas ya no marque tanto la pauta. Esta cuesti¨®n suscit¨® en principio muchas reticencias, pero finalmente la reforma est¨¢ lanzada.
[...]
MANTENER EL RUMBO Y PREPARARSE PARA EL FUTURO
[...]
Se?or¨ªas,
Los ¨²ltimos a?os han demostrado todo lo que puede lograr Europa cuando est¨¢ unida.
La integraci¨®n de la UE avanza y se afianza en las grandes crisis. En esta ¨¦poca, lo est¨¢ haciendo con una posici¨®n de reacci¨®n ¨Dm¨¢s defensiva y mucho menos previsora¨D. Aun as¨ª, varios de los pasos dados como respuesta de emergencia son realmente trascendentales.
Tras una pandemia sin precedentes, nuestra producci¨®n econ¨®mica super¨® los niveles anteriores a la crisis en un tiempo r¨¦cord.
Pasamos de no tener vacunas a garantizar m¨¢s de 4.000 millones de dosis para los europeos y para el mundo.
Y, en un tiempo r¨¦cord, creamos el instrumento SURE para que los trabajadores pudieran mantener sus puestos de trabajo aunque sus empresas se hubieran quedado sin actividad.
Nos encontr¨¢bamos en la recesi¨®n m¨¢s profunda desde la II Guerra Mundial y logramos la recuperaci¨®n m¨¢s r¨¢pida desde el boom de la posguerra.
Y ello fue posible porque todos nos reunimos en torno a un plan de recuperaci¨®n com¨²n.
NextGenerationEU ha supuesto un impulso para la confianza de nuestra econom¨ªa.
El programa representa una aut¨¦ntica revoluci¨®n copernicana para la UE. Se fundamenta en la emisi¨®n de deuda com¨²n, anta?o una l¨ªnea roja infranqueable para Alemania y otros pa¨ªses, y representa una reacci¨®n antic¨ªclica inversa con respecto a las pol¨ªticas de austeridad implementadas en la crisis anterior.
Y su traves¨ªa no ha hecho m¨¢s que empezar.
Hasta la fecha, se han desembolsado 100.000 millones de euros a los Estados miembros. Esto significa que hay 700.000 millones de euros que a¨²n no han aterrizado en nuestra econom¨ªa.
A fin de mantener el empleo y el crecimiento, NextGenerationEU garantizar¨¢ un flujo de inversi¨®n constante.
Significar¨¢ un alivio para nuestra econom¨ªa pero, sobre todo, significar¨¢ una renovaci¨®n.
NextGenerationEU est¨¢ financiando nuevas turbinas e¨®licas y parques solares, trenes de alta velocidad y renovaciones que ahorrar¨¢n energ¨ªa.
Dise?amos NextGenerationEU hace casi dos a?os y, sin embargo, a fecha de hoy, sigue siendo exactamente lo que Europa necesita.
Por lo tanto, ci?¨¢monos al plan.
Llevemos el dinero al terreno.
Se?or¨ªas,
El futuro de nuestros hijos necesita tanto que invirtamos en sostenibilidad como que lo hagamos de manera sostenible.
Tenemos que financiar la transici¨®n hacia una econom¨ªa digital y con cero emisiones netas.
Y, a pesar de ello, tambi¨¦n tenemos que reconocer una nueva realidad caracterizada por una mayor deuda p¨²blica.
Necesitamos unas normas presupuestarias que permitan la inversi¨®n estrat¨¦gica y que salvaguarden, al mismo tiempo, la sostenibilidad presupuestaria.
Unas normas adecuadas para los retos de esta d¨¦cada.
En octubre presentaremos nuevas ideas para nuestra gobernanza econ¨®mica.
Se trata de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Zona Euro, asunto que yace sobre la mesa desde hace tiempo y que es objeto de una complicad¨ªsima negociaci¨®n. De momento, el Gobierno alem¨¢n sigue emitiendo se?ales bastante r¨ªgidas al respecto.
Pero perm¨ªtanme compartir con ustedes algunos principios b¨¢sicos.
Los Estados miembros deben tener m¨¢s flexibilidad en sus sendas de reducci¨®n de la deuda.
La modificaci¨®n de la norma que requiere la reducci¨®n de la deuda en exceso a un ritmo de 1/20 al a?o es de las pocas cosas sobre la que hay un amplio acuerdo, incluido por parte del ministro de Finanzas alem¨¢n, el liberal Lindner. Pero se trata de una cuesti¨®n que ni de lejos resuelve el meollo del asunto.
Sin embargo, debe existir una mayor responsabilidad en cuanto al cumplimiento de lo que se haya acordado.
Deben establecerse normas m¨¢s sencillas que todos puedan seguir.
Para abrir el espacio a la inversi¨®n estrat¨¦gica y otorgar a los mercados financieros la confianza que necesitan.
Tracemos el curso juntos hacia el futuro una vez m¨¢s.
Con mayor libertad para invertir. Con un mayor control de los avances.
Con una mayor implicaci¨®n por parte de los Estados miembros. Y con mejores resultados para los ciudadanos.
Volvamos a descubrir el esp¨ªritu de Maastricht: la estabilidad y el crecimiento solo pueden ir de la mano.
En definitiva, Von der Leyen elude completamente comprometerse en esta cuesti¨®n. Sin duda, el discurso del estado de la Uni¨®n no es una circunstancia para adentrarse en complejos detalles, pero lo indefinido del mensaje da una medida de la dificultad de la negociaci¨®n.
[...]
Se?or¨ªas:
Paso a mi tercer punto relativo a nuestra clase media y nuestra industria.
Independientemente de si hablamos de chips a medida para la realidad virtual o de c¨¦lulas de almacenamiento para instalaciones solares, el acceso a las materias primas es decisivo para el ¨¦xito de nuestra transformaci¨®n hacia una econom¨ªa sostenible y digital.
El litio y las tierras raras pronto ser¨¢n m¨¢s importantes que el petr¨®leo y el gas.
Solo nuestra demanda de tierras raras se multiplicar¨¢ por cinco de aqu¨ª a 2030.
Y eso es una buena se?al.
Muestra el ritmo al que avanza nuestro Pacto Verde Europeo.
El ¨²nico problema es que actualmente un solo pa¨ªs controla casi todo el mercado.
La presidenta evita explicitarlo, pero se refiere a China. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, Pek¨ªn ha logrado construir una posici¨®n dominante en muchas materias primas estrat¨¦gicas, a menudo por la v¨ªa de ser el principal centro de procesamiento.
Debemos evitar caer de nuevo en una situaci¨®n de dependencia, como en el caso del petr¨®leo y del gas.
Aqu¨ª entra en juego nuestra pol¨ªtica comercial.
Es esta una de las principales competencias de la UE. Sin embargo, su potencial se est¨¢ viendo afectado por el considerable rechazo en las sociedades occidentales al libre comercio y a la globalizaci¨®n. Varios de los ¨²ltimos intentos de sellar nuevos pactos comerciales han sufrido recorridos de ratificaci¨®n con incidentes.
Las nuevas asociaciones nos ayudan no solo a fortalecer nuestra econom¨ªa, sino tambi¨¦n a promover nuestros intereses y valores a escala mundial.
Con socios afines podemos tambi¨¦n garantizar unos est¨¢ndares laborales y medioambientales m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras.
Ante todo, debemos renovar nuestras relaciones con estos socios y con las principales regiones en crecimiento.
Por eso presentar¨¦ para su ratificaci¨®n los acuerdos con Chile, M¨¦xico y Nueva Zelanda.
Y estamos impulsando las negociaciones con socios importantes como Australia y la India.
Sin embargo, asegurar los suministros no es m¨¢s que el primer paso.
El procesamiento de estos metales es igual de esencial.
En la actualidad, China controla la industria transformadora mundial. Casi el 90% de las tierras raras y el 60% del litio se procesan en China.
Von der Leyen menciona estos dos ejemplos, pero China es dominante en muchos m¨¢s casos. La Comisi¨®n elabora de forma peri¨®dica una evaluaci¨®n de las materias primas de inter¨¦s estrat¨¦gico prioritario. En la de 2020 incluy¨® 30, y China es el actor principal en 19 de ellas, bien por su papel extractivo o de refinamiento.
Definiremos proyectos estrat¨¦gicos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la extracci¨®n hasta el refinado, desde la transformaci¨®n hasta el reciclado. Y crearemos reservas estrat¨¦gicas all¨ª donde el suministro est¨¦ en peligro.
Por eso, hoy anuncio una Ley Europea de Materias Primas Fundamentales.
Sabemos que este enfoque puede funcionar.
Hace cinco a?os, Europa puso en marcha la Alianza de Bater¨ªas. Pronto, dos tercios de las bater¨ªas que necesitamos se producir¨¢n en Europa.
El a?o pasado anunci¨¦ la Ley Europea de Chips. Y la primera gigaf¨¢brica de chips entrar¨¢ en funcionamiento en los pr¨®ximos meses.
Ahora tenemos que reproducir este ¨¦xito.
Esta es tambi¨¦n la raz¨®n por la que aumentaremos nuestra participaci¨®n financiera en proyectos importantes de inter¨¦s com¨²n europeo.
Y para el futuro, impulsar¨¦ la creaci¨®n de un nuevo Fondo para la Soberan¨ªa Europea.
Hagamos todo lo necesario para que la industria del futuro sea made in Europe.
DEFENSA DE NUESTRA DEMOCRACIA
Se?or¨ªas:
[...]
Desde el final de la II Guerra Mundial, hemos trabajado para hacer realidad la promesa de la democracia y del Estado de derecho.
Las naciones del mundo han creado conjuntamente un sistema internacional que promueve la paz y la seguridad, la justicia y el progreso econ¨®mico.
Hoy, eso es lo que est¨¢ precisamente en el punto de mira de los misiles rusos.
Lo que hemos visto en las calles de Bucha, en los campos de cereales calcinados, y ahora a las puertas de la mayor central nuclear de Ucrania, no es solo una vulneraci¨®n de las normas internacionales.
Es un intento deliberado de desecharlas.
Este hito en la pol¨ªtica mundial requiere un replanteamiento de nuestra agenda de pol¨ªtica exterior.
Es el momento de invertir en el poder de las democracias.
Esta labor comienza con el n¨²cleo de nuestros socios afines: nuestros amigos de cada una de las naciones democr¨¢ticas de este mundo.
Vemos el mundo con los mismos ojos. Y debemos movilizar nuestra fuerza colectiva para configurar el acervo mundial.
Debemos esforzarnos por ampliar este n¨²cleo de democracias. La manera m¨¢s inmediata de hacerlo es estrechar nuestros lazos y reforzar las democracias de nuestro continente.
Ninguna menci¨®n al auge de las extremas derechas, a un paso del Gobierno en pa¨ªses como Suecia o Italia, con el empuje o visto bueno de su grupo, el de los populares europeos.
Esta labor comienza con los pa¨ªses que ya est¨¢n en la senda que conduce hacia nuestra Uni¨®n.
Debemos estar a su lado en cada uno de los pasos del camino.
Porque la senda que lleva a conseguir democracias s¨®lidas y la senda que conduce hacia nuestra Uni¨®n son exactamente la misma.
As¨ª que quiero que los ciudadanos de los Balcanes Occidentales, de Ucrania, de Moldavia y de Georgia sepan lo siguiente:
Form¨¢is parte de nuestra familia, vuestro futuro est¨¢ en nuestra Uni¨®n, y nuestra Uni¨®n no est¨¢ completa sin vosotros.
La Comisi¨®n aboga firmemente por impulsar el proceso de ampliaci¨®n. En ese eje, cuenta con el respaldo del Gobierno alem¨¢n, tambi¨¦n favorable, como ha subrayado de manera muy expl¨ªcita el canciller Scholz en un discurso pronunciado en Praga. Sin embargo, el camino est¨¢ sembrado de dificultades, entre ellas el profundo recelo de Francia.
Tambi¨¦n hemos visto que es necesario tender puentes a los pa¨ªses de Europa, m¨¢s all¨¢ del proceso de adhesi¨®n.
Por eso apoyo el llamamiento en favor de una comunidad pol¨ªtica europea, y presentaremos nuestras ideas al Consejo Europeo.
La comunidad pol¨ªtica europea es una idea lanzada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para forjar un foro de interacci¨®n sistem¨¢tico entre pa¨ªses democr¨¢ticos europeos m¨¢s all¨¢ de la UE. Ha recibido tambi¨¦n el respaldo de Berl¨ªn. Los partidarios de la ampliaci¨®n temen, sin embargo, que esta iniciativa paralela contribuya a restar fuelle a la integraci¨®n completa en la UE.
Pero nuestro futuro tambi¨¦n depende de nuestra capacidad para establecer lazos m¨¢s all¨¢ del n¨²cleo de nuestros socios democr¨¢ticos.
Los pa¨ªses, tanto los m¨¢s cercanos como los m¨¢s lejanos, comparten el inter¨¦s de trabajar con nosotros en los grandes retos de este siglo, como el cambio clim¨¢tico y la digitalizaci¨®n.
Esta es la idea principal que subyace a la estrategia Global Gateway, el plan de inversiones que anunci¨¦ aqu¨ª mismo hace un a?o.
Se trata de un intento de respuesta europea a la Iniciativa de la Franja y la Ruta china, un enorme proyecto inversor lanzado por Pek¨ªn hace una d¨¦cada y que ha dado pasos consistentes con gran m¨²sculo financiero y evitando toda clase de cuestionamientos en materia de derechos humanos. La UE pretende movilizar unos 300.000 millones de euros en este, haciendo hincapi¨¦ en valores de Estado de derecho y transparencia. EE UU tambi¨¦n desarrolla un programa similar, y el G-7 ha tratado de dar un impulso pol¨ªtico conjunto a estas iniciativas en la cumbre de Elmau a principios del verano.
Ya est¨¢ dando resultados sobre el terreno.
Estamos construyendo con nuestros socios africanos dos f¨¢bricas en Ruanda y Senegal para producir vacunas de ARNm.
Se fabricar¨¢n en ?frica, para ?frica, con tecnolog¨ªa de categor¨ªa mundial.
Y ahora estamos reproduciendo este modelo en toda Am¨¦rica Latina en el marco de una estrategia de colaboraci¨®n m¨¢s amplia.
Esto requiere inversiones a escala mundial.
Para conseguirlo, colaboraremos con nuestros amigos de Estados Unidos y con otros socios del G-7.
En este sentido, el presidente Biden y yo convocaremos una reuni¨®n de dirigentes para revisar y anunciar proyectos concretos.
Se?or¨ªas:
Esto forma parte de nuestra labor de fortalecimiento de nuestras democracias.
Pero no debemos perder de vista hasta qu¨¦ punto los aut¨®cratas extranjeros tienen a nuestros pa¨ªses en el punto de mira.
Algunas entidades extranjeras est¨¢n financiando instituciones que menoscaban nuestros valores.
Su desinformaci¨®n se est¨¢ propagando desde internet hasta nuestras universidades.
Bruselas pone el foco cada vez m¨¢s en los agentes de influencia de pa¨ªses autocr¨¢ticos como Rusia, Ir¨¢n o China, que con distintos mecanismos tratan de colocar su mensaje en la opini¨®n p¨²blica europea y golpear los cimientos de la democracia, sembrando la desconfianza en las instituciones. Agentes de influencia que no solo son medios de comunicaci¨®n que distribuyen propaganda, o cuentas en las redes sociales, sino tambi¨¦n personas que difunden la narrativa en otros canales, como universidades, centros anal¨ªticos o seudolaboratorios de ideas.
Este a?o, la Universidad de ?msterdam cerr¨® un centro de investigaci¨®n supuestamente independiente, financiado en realidad por entidades chinas. Este centro publicaba supuestas investigaciones sobre derechos humanos, desechando como ¡°rumores¡± las pruebas de la existencia de campos de trabajo forzoso para uigures.
Estas mentiras son t¨®xicas para nuestras democracias.
No nos olvidemos: hemos aprobado legislaci¨®n para controlar la inversi¨®n extranjera directa en nuestras empresas por cuestiones de seguridad.
Si lo hacemos por nuestra econom¨ªa, ?no deber¨ªamos hacer lo mismo por nuestros valores?
Tenemos que protegernos mejor de las injerencias malintencionadas.
Esta es la raz¨®n por la que presentaremos un paquete de defensa de la democracia.
Esta iniciativa sacar¨¢ a la luz la influencia extranjera encubierta y la financiaci¨®n turbia.
No permitiremos que ning¨²n caballo de Troya de ninguna autocracia ataque nuestras democracias desde dentro.
Durante m¨¢s de 70 a?os, nuestro continente ha avanzado hacia la democracia. Pero los beneficios de nuestro largo viaje no est¨¢n garantizados.
Muchos de nosotros hemos dado por sentada la democracia durante demasiado tiempo. Sobre todo aquellos que, como yo, nunca han experimentado lo que significa vivir bajo el yugo de un r¨¦gimen autoritario.
Hoy todos somos conscientes de que debemos luchar por nuestras democracias. Todos los d¨ªas.
Debemos protegerlas tanto de las amenazas externas a las que se enfrentan como de los vicios que las corroen desde dentro.
La protecci¨®n del Estado de Derecho es el deber y la misi¨®n m¨¢s noble de mi Comisi¨®n.
Por lo tanto, perm¨ªtanme asegurarles esto: seguiremos insistiendo en la independencia judicial.
Y tambi¨¦n protegeremos nuestro presupuesto a trav¨¦s del mecanismo de condicionalidad.
En una conversaci¨®n mantenida con EL PA?S y otros medios espa?oles esta semana, el comisario de Justicia, Didier Reynders, consideraba que la presi¨®n presupuestaria se est¨¢ demostrando ya un instrumento eficaz, aunque invitaba a esperar antes de emitir un juicio sobre sus resultados. Reynders se?ala que se nota una mayor reactividad a las indicaciones de Bruselas, que reciben respuestas, pero queda por comprobar la fase de aprobaci¨®n e implementaci¨®n.
Pero hoy me gustar¨ªa centrarme en la corrupci¨®n, en todas sus vertientes. La de los agentes extranjeros que intentan influir en nuestro sistema pol¨ªtico. La de las empresas turbias o las fundaciones que abusan del dinero p¨²blico.
Si queremos resultar cre¨ªbles cuando pedimos a los pa¨ªses candidatos que refuercen sus democracias, tambi¨¦n debemos erradicar la corrupci¨®n en casa.
Da un toque a Hungr¨ªa, con problemas sist¨¦micos de corrupci¨®n y a la que la Comisi¨®n ha amenazado con suspender fondos de cohesi¨®n si no los resuelve.
Por ello, durante el pr¨®ximo a?o, la Comisi¨®n presentar¨¢ medidas para actualizar nuestro marco legislativo de lucha contra la corrupci¨®n.
Reforzaremos las normas aplicables a delitos tales como el enriquecimiento il¨ªcito, el tr¨¢fico de influencias y el abuso de poder, m¨¢s all¨¢ de los delitos m¨¢s cl¨¢sicos, como el de soborno.
Y tambi¨¦n propondremos incluir la corrupci¨®n en nuestro r¨¦gimen de sanciones en materia de derechos humanos, nuestra nueva herramienta para proteger nuestros valores en el extranjero.
La corrupci¨®n erosiona la confianza en nuestras instituciones. Por lo tanto, debemos luchar con toda la fuerza de la ley.
[...]
Se?or¨ªas:
Las instituciones democr¨¢ticas deben ganarse constantemente la confianza de los ciudadanos.
Debemos estar a la altura de los nuevos retos que la historia nos sigue planteando.
Como lo hicieron los europeos cuando millones de ucranios llamaron a su puerta.
Esta es la mejor cara de Europa.
Una Uni¨®n de determinaci¨®n y solidaridad.
Sin embargo, esa determinaci¨®n y ese af¨¢n de solidaridad siguen faltando en nuestro debate sobre la migraci¨®n.
Nuestras acciones en favor de los refugiados ucranios no deben ser una excepci¨®n. Pueden ser nuestro modelo para el futuro.
Pese a las palabras de Von der Leyen, miles de migrantes se siguen enfrentando cada d¨ªa a la discriminaci¨®n y a un trato administrativo distinto al de los refugiados ucranios. Y eso no tiene visos de cambiar. La presidenta de la Comisi¨®n no ha tenido ni una palabra para la medida danesa de deportar migrantes a Ruanda.
Necesitamos procedimientos justos y r¨¢pidos, un sistema a prueba de crisis y que pueda desplegarse r¨¢pidamente, y un mecanismo permanente y jur¨ªdicamente vinculante que garantice la solidaridad.
Al mismo tiempo, necesitamos un control efectivo de nuestras fronteras exteriores, sin menoscabo del respeto de los derechos fundamentales.
Quiero una Europa que gestione la migraci¨®n con dignidad y respeto.
Quiero una Europa en la que todos los Estados miembros asuman la responsabilidad de los retos que compartimos.
Y quiero una Europa que muestre su solidaridad con todos los Estados miembros.
Hemos avanzado en el Pacto y ya disponemos de la hoja de ruta. Lo que necesitamos ahora es la voluntad pol¨ªtica necesaria.
[...]
CONCLUSI?N
Se?or¨ªas:
Se dice que la luz es m¨¢s brillante en la oscuridad.
Y as¨ª fue indudablemente para las mujeres y los ni?os que huyeron de las bombas rusas.
Huyeron de un pa¨ªs en guerra con el coraz¨®n lleno de tristeza por lo que dejaban atr¨¢s, y de temor por lo que acaso les esperaba.
Pero fueron recibidos con los brazos abiertos. Por muchos ciudadanos, como Magdalena y Agnieszka. Dos mujeres j¨®venes y altruistas de Polonia.
Tan pronto como oyeron hablar de trenes llenos de refugiados, estas dos mujeres corrieron a la Estaci¨®n Central de Varsovia.
Y empezaron a organizarse.
Instalaron una tienda para ayudar al mayor n¨²mero posible de personas.
Se pusieron en contacto con las cadenas alimentarias de los supermercados y con las autoridades locales para organizar el traslado en autobuses a centros de acogida.
En cuesti¨®n de d¨ªas, reunieron a 3 000 voluntarios para acoger a los refugiados a trav¨¦s de un servicio de asistencia activo las 24 horas del d¨ªa.
Se?or¨ªas:
Magdalena y Agnieszka est¨¢n hoy aqu¨ª con nosotros.
Dediqu¨¦mosles un fuerte aplauso. A ellas y a todos y cada uno de los europeos que abrieron sus corazones y sus hogares.
Su historia se refiere a todo lo que nuestra Uni¨®n defiende y se esfuerza en lograr.
Es una historia de coraz¨®n, car¨¢cter y solidaridad.
Una historia que demuestra lo que los europeos podemos conseguir cuando nos unimos en torno a una misi¨®n com¨²n.
Este es el esp¨ªritu de Europa.
Con un discurso algo m¨¢s vibrante y beligerante que los que suele dar, sobre todo al principio, que toca todos los palos, Von der Leyen inicia tambi¨¦n su campa?a a la reelecci¨®n como jefa del Ejecutivo comunitario cuando ya ha cumplido el ecuador de su mandato.
Una Uni¨®n que se mantiene fuerte y unida.
Una Uni¨®n cuyo ¨¦xito nace de su unidad.
Larga vida a Europa.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Ursula von der Leyen
- Uni¨®n Europea
- Rusia
- Ucrania
- Gas
- Refugiados
- Inmigraci¨®n
- Energ¨ªa
- Energ¨ªa el¨¦ctrica
- Moldavia
- Georgia
- Balcanes
- Polonia
- Litio
- Coronavirus Covid-19
- Vacunas
- Sanciones
- Vlad¨ªmir Putin
- Anna Politkovskaya
- Bancos
- Guerra de Rusia en Ucrania
- Democracia
- Senegal
- Ruanda
- Fuerzas armadas
- Armamento
- Kremlin
- Econom¨ªa
- Aeroflot
- Semiconductores y Sistemas
- Noruega
- Estados Unidos
- Argelia
- Guerra
- Conflictos armados
- Hungr¨ªa
- Viktor Orban
- China
- Mario Draghi
- Italia
- Donb¨¢s
- Suecia
- Extrema derecha
- Alemania
- Olaf Scholz
- Ir¨¢n
- Propaganda
- Internet
- Comisi¨®n Europea
- Deuda p¨²blica
- Didier Reynders