Lucian Bode, ministro de Interior rumano: ¡°Si la escalada en Ucrania prosigue, habr¨¢ m¨¢s refugiados y en peores condiciones¡±

Lucian Nicolae Bode (48 a?os, Valc?u de Jos, Rumania) es el primer ministro de Interior rumano que visita Espa?a en 15 a?os, un plazo llamativo porque, como ¨¦l mismo subraya en la entrevista que este jueves concedi¨® a EL PA?S en la Embajada de Rumania en Madrid, los rumanos, con m¨¢s de un mill¨®n de residentes, son la primera comunidad extranjera en Espa?a. El tambi¨¦n secretario general del Partido Nacional Liberal, una de las dos grandes formaciones que gobierna en coalici¨®n en el pa¨ªs de los Balcanes, recalca que, en la reuni¨®n que mantuvo el jueves por la ma?ana con su hom¨®logo espa?ol, Fernando Grande-Marlaska, ¡°se sentaron las bases de una cooperaci¨®n con m¨¢s contenido¡±, en materia de criminalidad organizada, trata de seres humanos y gesti¨®n de las fronteras y la seguridad de la Uni¨®n Europea. Rumania, un pa¨ªs que comparte 1.300 kil¨®metros de linde con Ucrania, miembro de la Uni¨®n Europea y de la OTAN, desempe?a ¡°un papel clave en la arquitectura de seguridad de Europa¡±, asegura el ministro.

Pregunta. ?Cu¨¢l son los resultados de su reuni¨®n con Grande-Marlaska?

Respuesta. Rumania y Espa?a mantienen una asociaci¨®n estrat¨¦gica desde 2013 y hemos tenido la oportunidad de abordar problemas comunes como la cooperaci¨®n en materia de criminalidad y el tr¨¢fico de seres humanos. Hemos hablado tambi¨¦n acerca de cuestiones de la agenda europea como el asilo, las migraciones y la gesti¨®n de las fronteras exteriores de la Uni¨®n Europea. Nos hemos reunido adem¨¢s con la direcci¨®n tanto de la Polic¨ªa Nacional como de la Guardia Civil y vamos a continuar con acciones concretas que han dado resultados, como las misiones comunes con polic¨ªas rumanos que han venido a Espa?a y han colaborado con sus colegas espa?oles para desbaratar esas redes de trata. Aparte de las reuniones bilaterales de expertos, como la que se celebrar¨¢ en octubre, probablemente celebraremos, antes de que acabe el a?o, una cumbre conjunta de alto nivel, que ha tenido que posponerse varias veces. Y estoy seguro de que la trata estar¨¢ en la agenda.

P. Su pa¨ªs es considerado el n¨²cleo de la trata en Europa.

R. Es cierto que Rumania es un pa¨ªs de origen [de trata]. Ante esto, como he comentado a mi hom¨®logo espa?ol, no existen soluciones ¨²nicas, sino soluciones comunes que deben aplicarse en coordinaci¨®n entre los pa¨ªses de origen y de destino. En Rumania, hemos modernizado el sistema y la legislaci¨®n contra la trata y estamos teniendo resultados. La prueba es que el ¨²ltimo informe del Departamento de Estado de Estados Unidos ha cambiado a nuestro pa¨ªs a nivel dos despu¨¦s de haber permanecido durante much¨ªsimos a?os en niveles peores. Los intereses de las redes de crimen organizado se han visto impulsadas tambi¨¦n por la agresi¨®n militar rusa a Ucrania, aunque las organizaciones de trata de seres humanos desde ese pa¨ªs a Occidente exist¨ªan antes de esta guerra absurda y Ucrania era ya el quinto Estado de origen de personas vulnerables traficadas a Occidente.

P. ?Han abordado la reivindicaci¨®n de Rumania de ingresar en el espacio Schengen?

R. He comprobado una vez m¨¢s el compromiso pleno de Espa?a en lo que es una prioridad para mi pa¨ªs. Nuestra aspiraci¨®n es leg¨ªtima, pues cumplimos con creces los criterios t¨¦cnicos. M¨¢s de diez a?os despu¨¦s de las evaluaciones [de la UE] nuestros ciudadanos a¨²n no tiene derecho a viajar sin controles. Rumania cumple con el acervo de Schengen y contribuye con sus esfuerzos a la s¨®lida acci¨®n de la arquitectura de seguridad de la Uni¨®n Europea, pero no tiene los beneficios correspondientes. Es necesario reconocer el papel esencial que desempe?a mi pa¨ªs en esa arquitectura de seguridad y no podemos seguir en esta situaci¨®n antinatural e injusta.

P. ?Hay avances en cuanto a la posibilidad de la doble nacionalidad para los rumanos en Espa?a?

R. Grande-Marlaska se ha comprometido a transmitir esa solicitud al Ministerio de Asuntos Exteriores y al de Justicia, que son las carteras responsables en la materia. Deseamos encontrar una soluci¨®n que responda a los deseos de los ciudadanos rumanos de seguir en contacto con sus ra¨ªces a la vez que est¨¢n integrados en la sociedad espa?ola. En el ¨²ltimo censo que elevaba a m¨¢s de un mill¨®n los rumanos en Espa?a, m¨¢s de 100.000 ya hab¨ªan nacido aqu¨ª y son rumanos de segunda generaci¨®n.

P. ?Qu¨¦ opina su Gobierno de las ¨²ltimas amenazas de Vlad¨ªmir Putin?

R. A cualquiera deber¨ªan preocuparle las afirmaciones de un dictador que dice que la escalada de este conflicto va a seguir, pero es necesario abandonar las especulaciones sobre la posibilidad de que Putin cumpla sus amenazas [sobre las armas nucleares]. Al mismo tiempo, observo con esperanza la reacci¨®n de los ciudadanos rusos [1.300 rusos fueron detenidos el mi¨¦rcoles por protestar contra el reclutamiento forzoso para la guerra de Ucrania] despu¨¦s de estas irresponsables declaraciones. Nos preocupan tambi¨¦n las amenazas h¨ªbridas, es decir, los ataques cibern¨¦ticos de estructuras militares rusas a infraestructuras cr¨ªticas, as¨ª como la desinformaci¨®n. En Rumania, como es natural, estamos preocupados por nuestra cercan¨ªa geogr¨¢fica, pero, lo que me planteo en primer lugar es que, si la escalada prosigue, habr¨¢ m¨¢s refugiados que adem¨¢s llegar¨¢n en peores condiciones. Desde el principio de la crisis, mi pa¨ªs ha gestionado ya a m¨¢s de 2,4 millones de personas que han tenido que salir desde Ucrania; 80.000 se han quedado en Rumania y de ellos, la mitad son menores. Despu¨¦s, Rumania ha seguido gestionando y gestiona todav¨ªa la frontera terrestre m¨¢s larga de la UE, con 2070 kil¨®metros. Esto demuestra el papel important¨ªsimo que desempe?amos en garantizar la seguridad de Europa.

P. Rusia ha acusado a su pa¨ªs de enviar armas a Ucrania de forma clandestina.

R. Han acusado sin presentar ninguna prueba.

P. ?Su Gobierno est¨¢ satisfecho con lo acordado en la cumbre de la OTAN de Madrid?

R. Categ¨®ricamente, s¨ª. El concepto estrat¨¦gico que se adopt¨® en Madrid nos permite coordinarnos mejor y recoge una mayor presencia de fuerzas terrestres y de defensa militar, fuerzas a¨¦reas, escudos antimisiles y equipamiento en todos los pa¨ªses aliados del flanco oriental, no solo en el Mar Negro, sino desde el B¨¢ltico hasta el Egeo. Las autoridades espa?olas han comprendido la necesidad de reforzar esta defensa y colaboran con tropas en Letonia [650 militares y una unidad de defensa antia¨¦rea]. La presencia de m¨¢s pa¨ªses en la frontera oriental contribuye a que aumente la confianza rec¨ªproca y demuestra el compromiso con el art¨ªculo 5 de la OTAN [el que obliga a defender el territorio de todos los pa¨ªses miembros].

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