?C¨®mo gobernar¨¢ Meloni? An¨¢lisis del pacto de coalici¨®n de las derechas frente a una trayectoria ideol¨®gica mucho m¨¢s radical
Los planteamientos escritos de los aliados han intentado enviar mensajes tranquilizadores. Queda por ver si por pragmatismo propio o presi¨®n ajena la nueva l¨ªder realmente optar¨¢ por la contenci¨®n o seguir¨¢ sus ideales
Las elecciones legislativas italianas han otorgado una rotunda mayor¨ªa parlamentaria a la coalici¨®n de las derechas, con la formaci¨®n ultra Hermanos de Italia (HdI), de Giorgia Meloni, en indiscutida posici¨®n de liderazgo. Se tratar¨¢ del primer Ejecutivo dirigido por la extrema derecha en Europa occidental en la historia reciente. Su ¨¦xito provoca el entusiasmo de representantes de la familia ideol¨®gica nacionalista y ultraconservadora europea, as¨ª como l...
Las elecciones legislativas italianas han otorgado una rotunda mayor¨ªa parlamentaria a la coalici¨®n de las derechas, con la formaci¨®n ultra Hermanos de Italia (HdI), de Giorgia Meloni, en indiscutida posici¨®n de liderazgo. Se tratar¨¢ del primer Ejecutivo dirigido por la extrema derecha en Europa occidental en la historia reciente. Su ¨¦xito provoca el entusiasmo de representantes de la familia ideol¨®gica nacionalista y ultraconservadora europea, as¨ª como la honda inquietud de progresistas, liberales y tantos conservadores moderados. ?Qu¨¦ har¨¢n con el poder en Roma?
El Acuerdo marco para un programa de Gobierno de centroderecha ¡ªdocumento suscrito antes de la campa?a electoral por las cuatro formaciones que componen la coalici¨®n (HdI, Liga, Forza Italia y Nosotros moderados)¡ª es la principal referencia formal para interpretar el camino. El texto, articulado en 15 cap¨ªtulos, constituye m¨¢s una declaraci¨®n de intenciones y principios que un cat¨¢logo de medidas. Es una colecci¨®n de aspiraciones sin articulaci¨®n, apenas aparecen cifras. Conquistado el poder, ahora los aliados tendr¨¢n que darle sustancia.
En esa senda, la aplicaci¨®n del acuerdo marco tendr¨¢ que hacer las cuentas no solo con una realidad cambiante que obliga a improvisaciones, sino tambi¨¦n con un resultado que otorga a Meloni mucha m¨¢s fuerza relativa con respecto a sus socios de la que se preve¨ªa, concedi¨¦ndole por tanto margen para hacer pesar m¨¢s sus ideas en el m¨ªnimo com¨²n denominador.
Por supuesto, la vida real puede superar o sepultar esas promesas escritas, cuya falta de precisi¨®n resta de entrada fuerza vinculante. Muchos, en la oposici¨®n, consideran que tanto el documento de coalici¨®n como el programa espec¨ªfico de HdI han sido redactados con una deliberada intenci¨®n de transmitir una imagen de moderaci¨®n que no se corresponde con los valores de los protagonistas. El historial pol¨ªtico de Meloni est¨¢ repleto de posiciones extremas. Ella dice que se ha ido moderando; ellos, que es mero maquillaje.
Con esas cautelas, el acuerdo marco y su yuxtaposici¨®n con el programa de HdI representan compromisos p¨²blicos y una referencia central para entender por d¨®nde ir¨¢ el nuevo Gobierno de la tercera econom¨ªa de la UE. A continuaci¨®n, un an¨¢lisis de algunos de sus pasajes m¨¢s significativos.
Pol¨ªtica internacional
El acuerdo marco se abre con un cap¨ªtulo dedicado a la pol¨ªtica internacional, que acoge algunas importantes declaraciones de rasgo continuista.
En ¨¦l, se promete ¡°respeto a los compromisos asumidos en la OTAN, tambi¨¦n en materia de gasto para la defensa, apoyo a Ucrania frente a la invasi¨®n de la Federaci¨®n Rusa y respaldo a toda iniciativa diplom¨¢tica dirigida a la soluci¨®n del conflicto¡±.
Significativamente, no se menciona nada con respecto a la perspectiva de las sanciones contra Rusia, elemento de discordia entre los socios, con una Liga reacia a proceder en esa senda. Pero HdI, profundamente atlantista, es mucho m¨¢s abierto a ello, y su mayor fuerza induce a pensar que su posici¨®n prevalecer¨¢.
En cuanto a la UE, el documento afirma una ¡°plena adhesi¨®n al proceso de integraci¨®n europea, con la perspectiva de una Uni¨®n m¨¢s pol¨ªtica y menos burocr¨¢tica¡±.
La declaraci¨®n de ¡°plena adhesi¨®n¡± es contundente y ciertamente sorprendente a la vista del historial de euroescepticismo furibundo de Meloni y tambi¨¦n de Matteo Salvini, l¨ªder de la Liga.
Pero todo el planteamiento del texto es suave, y no va m¨¢s all¨¢ de reivindicaciones como la de una ¡°revisi¨®n de las normas del Pacto de Estabilidad para consentir pol¨ªticas que aseguren un crecimiento estable y duradero¡±. Es este un objetivo compartido por varios pa¨ªses mediterr¨¢neos y, en general, por la familia socialdem¨®crata.
El programa espec¨ªfico de HdI tiene una aproximaci¨®n diferente, que hace entrever m¨¢s su ideolog¨ªa tradicional, con la referencia al objetivo de ¡°relanzar el sistema de integraci¨®n europea, por una Europa de las Patrias, fundamentada en el inter¨¦s de los pueblos y capaz de afrontar los retos de nuestro tiempo¡±. Se plantea aqu¨ª el mantra habitual de las formaciones nacionalistas europeas.
Meloni ha abanderado en el pasado un euroescepticismo feroz. Durante la crisis de 2012 abogaba abiertamente por la salida de Italia de la zona euro. En 2016, con ocasi¨®n del Brexit, sosten¨ªa lo siguiente: ¡°Esta UE ha fracasado. No es posible reformarla desde dentro porque est¨¢ podrida hasta en los cimientos. Esta experiencia debe ser cerrada y hay que abrir enseguida una nueva que ponga en el centro a los pueblos europeos¡±.
Puede observarse que este es el planteamiento que Marine Le Pen present¨® en su programa para competir para la presidencia francesa, donde se afirmaba la voluntad de impulsar una Alianza Europea de Naciones con ¡°vocaci¨®n de sustituir progresivamente a la Uni¨®n Europea¡±. Meloni y HdI, sin embargo, optan por el concepto de ¡°relanzar¡± el proceso de integraci¨®n de la UE ¡ªlo que apunta como m¨ªnimo a mantener abierta la puerta de los intentos de reforma interna¡ª. En cualquier caso, el acuerdo marco de la coalici¨®n promete ¡°plena adhesi¨®n¡± a la integraci¨®n europea.
Llama la atenci¨®n la inclusi¨®n en el cap¨ªtulo de asuntos internacionales de la voluntad de ¡°defensa y promoci¨®n de las ra¨ªces e identidades hist¨®ricas y culturales cl¨¢sicas y judeocristianas de Europa¡±. El concepto, en s¨ª, no es sorprendente, al ser un mantra cl¨¢sico de las formaciones ultraconservadoras, pero su introducci¨®n en el cap¨ªtulo inicial parece significativa.
Fondos europeos
La coalici¨®n ganadora pretende buscar un ¡°acuerdo con la Comisi¨®n Europea, tal y como est¨¢ previsto por el derecho europeo, para la revisi¨®n del Plan Nacional de Recuperaci¨®n y Resiliencia en funci¨®n de las cambiadas condiciones, necesidades y prioridades¡±. El pacto tambi¨¦n reclama un ¡°uso m¨¢s eficiente de los fondos europeos con referencia al aumento de los costes de la energ¨ªa y de las materias primas¡± sin especificar m¨¢s.
En ese sentido, el programa propio de HdI aclara que su ¡°objetivo es destinar mayores recursos [de los fondos] al aprovisionamiento y a la seguridad energ¨¦tica¡±.
Es todo este un sector de posible conflicto entre el nuevo Gobierno de Roma y Bruselas, y tiene calado. Entra?a no solo el c¨®mo gastar los fondos europeos, sino, posiblemente, tambi¨¦n las reformas necesarias para obtener su desbloqueo. Todo, adem¨¢s, entronca con la compleja cuesti¨®n de forma y ritmo de la transici¨®n ecol¨®gica.
Naturalmente, la Comisi¨®n tiene en toda esta materia la sart¨¦n por el mango y por ello tambi¨¦n el tono de la coalici¨®n es de entrada conciliador. Como el programa com¨²n de la coalici¨®n, tambi¨¦n el espec¨ªfico de HdI promete seguir los cauces legales para obtener los cambios.
La din¨¢mica real podr¨ªa discurrir por cauces de confrontaci¨®n pero, de entrada, los documentos formales est¨¢n alejados de planteamientos como el del izquierdista franc¨¦s Jean-Luc M¨¦lenchon que, en su candidatura a las presidenciales de antes del verano, anunciaba ¡°desobediencia a todas las reglas que impedir¨¢n la aplicaci¨®n del programa¡± sobre cuya base podr¨ªa resultar elegido.
Reformas institucionales
En el tercer cap¨ªtulo se menciona de forma escueta la voluntad de establecer la ¡°elecci¨®n directa del presidente de la Rep¨²blica¡±. No hay nada m¨¢s, y el programa espec¨ªfico de HdI tampoco da m¨¢s pistas de qu¨¦ tipo de arquitectura institucional se pretende construir, limit¨¢ndose a se?alar la elecci¨®n por sufragio universal del presidente como una herramienta contra la inestabilidad pol¨ªtica que afecta cr¨®nicamente a Italia.
Pese a la falta de detalles, es notorio el deseo de HdI de implantar un sistema de modelo presidencialista. En la legislatura pasada, el partido se?al¨® una preferencia por un presidencialismo a la francesa, contemplando un primer ministro, pero esta es una cuesti¨®n de enorme calado en la que la niebla es espesa.
El cambio requiere una reforma de la Constituci¨®n, que es posible con un procedimiento parlamentario que prev¨¦ dos rondas de votaciones distintas en ambas C¨¢maras con una distancia de al menos tres meses. Es necesaria mayor¨ªa absoluta, y posterior confirmaci¨®n en refer¨¦ndum, salvo que la mayor¨ªa parlamentaria de respaldo supere los dos tercios.
Las fuerzas progresistas temen que bajo el cartel de la reforma presidencialista las derechas intenten modificar la Constituci¨®n tambi¨¦n en otras ¨¢reas, cambiando radicalmente los cimientos de la Rep¨²blica surgida del antifascismo.
Impuestos
¡°Reducci¨®n de la presi¨®n fiscal para familias, empresas y aut¨®nomos¡±, reza el documento marco, que apunta algunas l¨ªneas de trabajo sin entrar en grandes detalles. Entre ellos, se menciona la voluntad de reducir el IVA en productos de primera necesidad y energ¨¦ticos o aliviar la presi¨®n fiscal vinculada al trabajo. El programa de HdI contiene referencias a una reforma del IRPF, con trato m¨¢s favorable a las familias, o la progresiva eliminaci¨®n del Impuesto Regional a las Actividades Productivas.
Seg¨²n datos recopilados por Eurostat, Italia tiene una recaudaci¨®n de impuestos relativa al PIB superior a la media de la UE, de un 43% frente al 41% en 2020 (y unos cinco puntos m¨¢s alta que Espa?a). Sin embargo, la fuerte deuda p¨²blica acumulada ¡ªpor un valor de un 150% del PIB¡ª hace especialmente arriesgada cualquier maniobra en ese sector, y Bruselas la seguir¨¢ muy de cerca.
En contra de algunos estereotipos asentados en el norte de Europa, Italia mantiene desde hace tiempo una pol¨ªtica fiscal muy prudente, con d¨¦ficits primarios ¡ªantes de pagos de intereses¡ª muy constantes. El Gobierno del Movimiento Cinco Estrellas y la Liga luch¨® en la anterior legislatura con Bruselas para tener un mayor margen de maniobra. Hubo momentos de tensi¨®n, pero la sangre no lleg¨® al r¨ªo. El tiempo dir¨¢ hasta qu¨¦ punto querr¨¢ llevar el pulso Meloni en esta legislatura.
Inmigraci¨®n
Es esta una de las materias con mayor potencial conflictivo entre el futuro Gobierno italiano y Bruselas. El programa marco de la coalici¨®n promete ¡°lucha contra la inmigraci¨®n irregular¡±, ¡°bloqueo de los desembarcos¡± e impulsar la ¡°creaci¨®n de centros de tratamiento de solicitudes de asilo en territorios extraeuropeos gestionados por la UE¡±.
Al contrario del programa com¨²n de coalici¨®n, el de HdI habla adem¨¢s de la inmigraci¨®n irregular como de una ¡°amenaza para la seguridad de los ciudadanos¡± y expresa la voluntad de obstaculizar ¡°la actividad de ONG que favorecen la inmigraci¨®n clandestina¡±.
En esta materia el nivel de convergencia entre HdI y Liga ¡ªsegundo partido de la coalici¨®n¡ª es muy elevado. Sobre la base de su peso en la agrupaci¨®n, y de los antecedentes protagonizados por el l¨ªder de la Liga, Matteo Salvini, en la legislatura pasada, es razonable esperar importantes fricciones con Bruselas, que adem¨¢s trata con mucha dificultad de sacar adelante una gran reforma en la materia.
Derechos
El programa com¨²n no hace ninguna menci¨®n a objetivos de reforma o abolici¨®n del derecho de aborto establecido con la ley 194 de 1978. El de HdI se limita a abogar por una ¡°plena aplicaci¨®n¡± de la ley, empezando por la ¡°prevenci¨®n¡±. Ante la fuerte inquietud en amplios sectores de la sociedad italiana y a la vista de los graves retrocesos ocurridos recientemente en EE UU a mano de ideolog¨ªas ultraconservadoras similares a la de Meloni, la l¨ªder consider¨® oportuno recalcar durante la campa?a que no pretende alterar la ley.
Pero en este sector, como en tantos otros, la preocupaci¨®n reside en lo que la pol¨ªtica puede hacer en las amplias zonas grises que la vida ofrece. Como informaba este diario en un reportaje realizado en la regi¨®n de las Marcas, gobernada por HdI, el derecho al aborto se est¨¢ viendo afectado por m¨²ltiples v¨ªas de erosi¨®n, desde las objeciones de conciencia del personal m¨¦dico hasta fricciones administrativo-sanitarias. Esto no es un fen¨®meno exclusivo de las regiones gobernadas por la derecha, pero el caso de las Marcas provee un ejemplo de agudizaci¨®n de esa senda en la que la pol¨ªtica puede influir sin llegar a extremos rupturistas.
Las inquietudes en materia de derechos civiles debido al ultraconservadurismo de HdI afectan a otras ¨¢reas, sobre todo al colectivo LGTBI. Los programas no plantean ning¨²n ataque frontal, pero las declaraciones de Meloni han desatado muchas alertas.
En un mitin de Vox durante la reciente campa?a electoral andaluza, en un crescendo exaltado con aroma a otro siglo, advirti¨®, con escasos matices: ¡°No hay mediaciones posibles. O se dice s¨ª, o se dice no. S¨ª a la familia natural, no a los lobbies LGTB; s¨ª a la identidad sexual, no a la ideolog¨ªa de g¨¦nero; s¨ª a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte; s¨ª a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista; s¨ª a fronteras seguras, no a la inmigraci¨®n masiva; s¨ª al trabajo a nuestros ciudadanos, no a las grandes finanzas internacionales; s¨ª a la soberan¨ªa de los pueblos, no a los bur¨®cratas de Bruselas; s¨ª a nuestra civilizaci¨®n y no a quien quieren destruirla¡±.
La distancia entre los planteamientos del acuerdo marco de coalici¨®n y las declaraciones del mitin es muy amplia. Poca duda cabe de que sus ideas son las segundas. Queda por ver hasta qu¨¦ punto querr¨¢ implementarlas o si, por pragmatismo propio o presi¨®n ajena, las contendr¨¢ en una actuaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s ortodoxa.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.