Nat¨¢lia Leal, cazadora de noticias falsas: profesi¨®n en auge en Brasil
La periodista dirige una de las agencias de verificaci¨®n de datos que buscan que prevalezca la verdad sobre la mara?a de mentiras que contamina la campa?a electoral
Los biberones con tetinas en forma de pene que el Partido de los Trabajadores (PT) iba a entregar en las guarder¨ªas en caso de victoria protagonizaron alguna de las fake news m¨¢s sonadas de la campa?a electoral de 2018, que fueron decisivas para asustar a muchos electores y aupar a Jair Bolsonaro al poder. Cuatro a?os despu¨¦s, las noticias falsas vuelven a correr como la p¨®lvora por los celulares de los brasile?os, aunque m¨¢s que abundar en los peligros de una supuesta ¡°dictadura gay¡± o el regreso del comunismo la tendencia de moda ahora es el ataque al sistema de voto electr¨®nico, como explica en una entrevista en su casa en R¨ªo de Janeiro Nat¨¢lia Leal, directora ejecutiva de la Agencia Lupa.
Leal dirige a un equipo de 30 periodistas repartidos por todo Brasil dedicados a contrastar informaci¨®n, ir a la fuente, buscar datos, corregir o desmentir declaraciones pol¨ªticas, y alertar sobre los bulos que crecen como bolas de nieve en internet. En estos d¨ªas, esta y otras agencias de verificaci¨®n de datos echan humo. Con los candidatos realizando decenas de declaraciones por d¨ªa, el trabajo se acumula. Los debates televisados, por ejemplo, se acompa?an en tiempo real por estos verificadores de datos.
Mucho del esfuerzo del equipo de Leal se va en desmentir que una empresa de Venezuela vaya a hacer el recuento de los votos, que Brasil sea el ¨²nico pa¨ªs donde el voto no es impreso o que las urnas electr¨®nicas (que Brasil usa sin problemas desde hace m¨¢s de 25 a?os y ahora Bolsonaro cuestiona) no se puedan auditar. El 85% de brasile?os cree que las noticias falsas pueden influir en el resultado electoral, seg¨²n un reciente sondeo de Ipec. ¡°Es el camino que hace la extrema derecha para deshacer cosas que son pilares de la democracia. Ese trabajo de destrucci¨®n de consensos institucionales se consolid¨® en los ¨²ltimos cuatro a?os¡±, lamenta la periodista.
En este tiempo ha habido t¨ªmidos avances en la lucha contra la desinformaci¨®n. El Tribunal Supremo inici¨® una investigaci¨®n para averiguar c¨®mo se financia la maquinaria de difusi¨®n de mentiras instalada alrededor de Bolsonaro, el famoso ¡°gabinete del odio¡±, y la Justicia Electoral firm¨® hace unos meses acuerdos con las principales plataformas (YouTube, Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter, etc) para que no se repitan los mismos errores de a?os atr¨¢s durante esta campa?a. A¨²n as¨ª, Leal cree que las plataformas hacen ¡°poqu¨ªsimo¡± respecto al tama?o de la responsabilidad que tienen, y lamenta que abunden las declaraciones bien intencionadas con escasas concreciones. A¨²n cuesta que eliminen contenido fraudulento, y sobre todo que lo hagan r¨¢pido.
YouTube, Facebook o Twitter han eliminado algunos videos en que Bolsonaro profer¨ªa mentiras, como cuando atac¨® las urnas en una reuni¨®n con embajadores o cuando vincul¨® las vacunas contra el covid-19 al riesgo de contraer VIH. No siempre es as¨ª, la mayor¨ªa de veces las mentiras del presidente salen gratis. Seg¨²n un recuento de otra agencia de verificaci¨®n, Aos Fatos, desde que lleg¨® al Gobierno, Bolsonaro profiri¨® 6.298 mentiras o declaraciones falsas, muchas de ellas repetidas constantemente.
¡°Este es el gran desaf¨ªo, porque no se trata solo de lo que escribe tu t¨ªo en WhatsApp. Es la mentira institucionalizada¡±, dice Leal, que recuerda especialmente las dificultades que ella y su equipo tuvieron a la hora de contrastar informaci¨®n durante la pandemia. No se pod¨ªa recurrir de forma tan autom¨¢tica a las fuentes oficiales, porque las fuentes oficiales eran, por ejemplo, un Ministerio de Salud que en algunos momentos, y siguiendo las ¨®rdenes de Bolsonaro, dec¨ªa que la cloroquina era efectiva contra la covid-19, algo sin ning¨²n tipo de base cient¨ªfica.
En la era de la posverdad, las mentiras no son exclusivas del bolsonarismo. Luiz In¨¢cio Lula da Silva, por ejemplo, para argumentar que su Gobierno hizo mucho por la transparencia y la lucha anticorrupci¨®n, suele presumir de la creaci¨®n del Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF), que en realidad es patrimonio de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso. Un destacado lulista en ascenso, el diputado Andr¨¦ Janones, con millones de seguidores en redes, tambi¨¦n es bastante dado a distorsionar la realidad a su favor, y lleg¨® a defender el uso de los m¨¦todos del adversario para ganar las elecciones. ¡°Ojo por ojo, diente por diente¡±, dec¨ªa al pedir que se divulgara al m¨¢ximo una informaci¨®n falsa atribuyendo a Bolsonaro recortes a los derechos salariales de las enfermeras.
Aunque nadie est¨¢ libre de las fake news, no hay equidistancia posible. La desinformaci¨®n, el poder¨ªo de las redes sociales y el desprestigio de la prensa est¨¢ en el ADN del bolsonarismo, y en opini¨®n de Leal tiene mucho que ver con cuestiones hist¨®ricas y culturales de profundo arraigo en la sociedad brasile?a: ¡°En Brasil, la din¨¢mica de la desinformaci¨®n tiene que ver con privilegio y poder, con el mantenimiento del status quo. La extrema derecha que vemos hoy en Brasil en el poder creci¨® sobre un sentimiento de p¨¦rdida de privilegios que se cre¨® en una ¨¦lite media¡±, dice, se?alando que las narrativas falsas se crean en el marco de esa estrategia para no perder privilegios.
Acostumbrada a recibir ataques y amenazas, como muchos periodistas brasile?os en los ¨²ltimos a?os, Leal lamenta tener que dedicar tiempo a planear c¨®mo sacar sus reporteros del pa¨ªs r¨¢pidamente en caso de un peligro m¨¢s serio. Asume que el trabajo de los verificadores de datos es una gota en el oc¨¦ano, porque la mayor¨ªa de poblaci¨®n que consume y difunde noticias falsas no se detiene a leer su trabajo ni el de la prensa tradicional, pero pese a esa frustraci¨®n constante asegura que ahora al menos existe la conciencia de que hay un problema, y resalta la importancia de educar la mirada de los m¨¢s j¨®venes para que est¨¦n alerta. ¡°El camino es la educaci¨®n, y no es para esta generaci¨®n¡±, advierte. El ojo tendr¨¢ que estar cada vez m¨¢s atento. En esta campa?a, por ejemplo, han triunfado los videos hechos con tecnolog¨ªa deep fake, que usan inteligencia artificial para poner en boca de los presentadores m¨¢s famosos de los informativos de televisi¨®n que Bolsonaro lidera las encuestas de intenci¨®n de voto, algo que no ha ocurrido hasta la fecha.
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