Lula, el periplo desde la c¨¢rcel hasta liderar la carrera presidencial de Brasil
El expresidente regresa en campa?a a Curitiba, donde pas¨® 20 meses detenido acusado de corrupci¨®n. Fue liberado en 2019 despu¨¦s de que los casos en su contra fueran anulados o archivados
El brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de 76 a?os, regresa este s¨¢bado a Curitiba, la ciudad donde durante 20 meses cumpli¨® condena por corrupci¨®n. El candidato izquierdista dar¨¢ all¨ª un mitin con la vista puesta en las elecciones del 2 de octubre, en las que es favorito. Tambi¨¦n encabezaba la carrera electoral hace cuatro a?os, pero su encarcelamiento y la decisi¨®n judicial de invalidar su candidatura lo sumieron en el ostracismo pol¨ªtico. Y Jair Bolsonaro, de 67 a?os, diputado y militar retirado, gan¨® los comicios. Extremadamente dif¨ªcil imaginar entonces el escenario actual: Lula acaricia un tercer mandato presidencial. Esta resurrecci¨®n pol¨ªtica es consecuencia de que las condenas que le llevaron a la c¨¢rcel fueron anuladas y de que el resto de la decena de casos en su contra fueron anulados, archivados, suspendidos o acabaron con su absoluci¨®n. A 15 d¨ªas para los comicios, tiene una ventaja de 12 puntos sobre el actual mandatario.
Lula repite insistentemente en que en todos los casos fue declarado inocente. Existe todo un debate en Brasil entre sus partidarios y sus cr¨ªticos sobre si esa afirmaci¨®n es 100% exacta o no, pero el caso es que fue pol¨ªticamente rehabilitado para disputar elecciones. De todos modos, el presidente del Tribunal Supremo record¨® hace tres meses que los primeros casos anulados lo fueron por defectos de forma, es decir, antes de que el fondo fuera analizado.
Para irritaci¨®n de Lula y de su equipo, el presidente Bolsonaro insiste en referirse a su adversario en esta campa?a como ¡°ladr¨®n¡±, ¡°expresidiario¡± o ¡°nuevededos¡± (Lula perdi¨® un me?ique en un accidente laboral). Lo hace en sus m¨ªtines, en el ¨²nico debate que los enfrent¨®, y en la publicidad electoral. Como en esta batalla electoral, Internet es crucial: cuando alguien teclea en Google esos calificativos despectivos, sorpresa: el primer resultado es un anuncio titulado: ¡°Lula fue absuelto¡±. Lo paga su campa?a.
La historia de este sinuoso periplo judicial est¨¢ repleta de giros que podr¨ªa haber firmado un guionista. ?Recuerda a S¨¦rgio Moro, el juez de Curitiba que conden¨® a Lula? Resulta que Moro, de 50 a?os, fue cayendo del Olimpo de los h¨¦roes en paralelo al proceso de rehabilitaci¨®n pol¨ªtica de Lula. Tras colgar la toga para ser ministro con Bolsonaro y romper con ¨¦l poco despu¨¦s, intent¨® concurrir a las elecciones a la Presidencia. Fue un fracaso, nunca logr¨® levantar vuelo en las encuestas. Ahora es candidato a senador. Su esposa, Rosangela Wolff, es candidata a diputada, como el fiscal que le acompa?¨® durante la investigaci¨®n del esc¨¢ndalo Lava Jato. Moro busca refugio y sustento en el Congreso despu¨¦s de que su falta de imparcialidad cuando juzg¨® al expresidente arruinara su reputaci¨®n.
Por orden. Primero, el contexto.
Lava Jato (lavacoches portugu¨¦s) es el nombre de la investigaci¨®n sobre el descomunal entramado de corrupci¨®n ¡ªpol¨ªticos que recib¨ªan sobornos a cambio de contratos con empresas p¨²bicas¡ª que sacudi¨® la pol¨ªtica brasile?a hasta los cimientos. Llev¨® a la c¨¢rcel una casta hasta entonces intocable: decenas de poderosos pol¨ªticos y empresarios, incluido Lula. La lucha contra la corrupci¨®n se convirti¨® en prioridad para los votantes y Bolsonaro la adopt¨® como bandera. Pero el presidente dio carpetazo a la investigaci¨®n y, a la vez, el caso se ha ido deshaciendo como un azucarillo.
El periplo judicial de Lula se puede resumir en varios titulares:
¡°Lula sale de prisi¨®n¡±. El 9 de noviembre de 2019, cuando Bolsonaro llevaba casi un a?o en el cargo, el expresidente fue excarcelado en Curitiba gracias a una decisi¨®n del Tribunal Supremo. El m¨¢ximo tribunal brasile?o revert¨ªa un cambio de criterio instaurado tres a?os antes, en pleno fragor de la Lava Jato, de manera que los condenados solo ir¨ªan a la c¨¢rcel una vez agotados todos los recursos, no tras una condena en segunda instancia. Junto a Lula, el fallo dejaba libres a 5.000 presos.
¡°Un juez del Supremo anula las condenas contra Lula¡±. El exmandatario llevaba cuatro meses en libertad, segu¨ªa bajo investigaci¨®n en un pu?ado de casos y ten¨ªa planes de hacer una gira por Brasil y casarse cuando otra decisi¨®n emanada del Tribunal Supremo dej¨® a todo Brasil boquiabierto. El 8 de marzo de 2020, uno de los 11 magistrados, Edson Fachin, anul¨® cuatro casos contra el izquierdista incluidos los dos que llevaban aparejada la inhabilitaci¨®n. Lula recuperaba sus derechos pol¨ªticos al d¨ªa siguiente de una entrevista con este diario. ¡°La pol¨ªtica es mi ADN, solo cuando muera dejar¨¦ de hacerla¡±, era el titular.
El argumento jur¨ªdico esgrimido por Fachin era que el juzgado de Curitiba, el de Moro, no era competente para abordar estos casos.
Un mes despu¨¦s, el juez recibi¨® el golpe m¨¢s duro de su carrera. El Supremo declar¨® que Moro fue parcial al juzgar (y condenar) a Lula. Fue la culminaci¨®n de un proceso de erosi¨®n de su reputaci¨®n que hab¨ªa empezado en junio de 2019, cuando The Intercept Brasil y otros medios, incluido este diario, sacaron a la luz mensajes privados intercambiados entre el juez Moro y el fiscal en Telegram que mostraban una cercan¨ªa impropia de sus roles y arrojaban graves dudas sobre su imparcialidad.
La defensa de Lula us¨® la sentencia contra Moro para solicitar la anulaci¨®n, en cascada, de todas las actuaciones realizadas por el que fuera ministro de Justicia de Bolsonaro. Y Lula fue encadenando victorias en los tribunales mientras buscaba aliados para batirse en las urnas con Bolsonaro, el duelo que no pudo ser cuatro a?os atr¨¢s.
Una parte de los brasile?os siempre consider¨® y considera a Lula inocente, v¨ªctima de una persecuci¨®n pol¨ªtica, como ¨¦l mismo se declara. Otra parte le tacha de corrupto, cabecilla de ladrones, lo peor de lo peor. Pero hay un tercer grupo que, aunque cree que rob¨®, como otros pol¨ªticos antes o despu¨¦s que ¨¦l, considera que ese es un mal menor frente al objetivo prioritario: echar a Bolsonaro en las elecciones de octubre. El electorado emitir¨¢ en las urnas su veredicto sobre Lula... y sobre el antiguo juez Moro.
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