La presidenta de Taiw¨¢n asegura que la guerra con China ¡°no es una opci¨®n¡± pero alerta sobre las ¡°intimidaciones¡± de Pek¨ªn

La guerra con China ¡°no es en absoluto una opci¨®n¡±, ha asegurado este lunes Tsai Ing-wen, presidenta de Taiw¨¢n, durante su discurso por la fiesta del D¨ªa Nacional de la isla autogobernada, que Pek¨ªn reclama como parte inalienable de su territorio. ¡°Solo el respeto al compromiso del pueblo taiwan¨¦s con nuestra soberan¨ªa, democracia y libertad puede servir de base para reanudar una interacci¨®n constructiva a trav¨¦s del estrecho de Taiw¨¢n¡±, ha reclamado. La mandataria ha considerado ¡°lamentable¡± que China haya intensificado las ¡°intimidaciones¡±, amenazando ¡°la paz y la estabilidad¡± de la regi¨®n, seg¨²n la transcripci¨®n oficial de la intervenci¨®n.

La celebraci¨®n nacional de este a?o es una de esas en que se mide cada mil¨ªmetro en las palabras. La alocuci¨®n de Tsai est¨¢ marcada por la creciente agitaci¨®n con el vecino al otro lado del estrecho, tras la visita a Taip¨¦i en agosto de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, seguida de un goteo constante de viajes de representantes p¨²blicos de Washington a la isla. Al ambiente ya enrarecido ¡ªdespu¨¦s de a?os de complejos equilibrios diplom¨¢ticos, ling¨¹¨ªsticos y geoestrat¨¦gicos¡ª se le suma la invasi¨®n rusa de Ucrania, que Pek¨ªn no ha condenado, y que muchos en Occidente toman como una vara de medir en caso de una hipot¨¦tica intervenci¨®n por parte de China.

En su discurso, Tsai ha conectado los puntos entre Kiev y Taip¨¦i: ¡°Rusia contin¨²a su guerra contra Ucrania, mientras que la actividad militar de China [...] socava la paz y la estabilidad en la regi¨®n del Indo-Pac¨ªfico¡±, ha dicho, citando expresamente el estrecho. ¡°No podemos ignorar en absoluto el desaf¨ªo que estas expansiones militares suponen para el orden mundial libre y democr¨¢tico. Estos acontecimientos est¨¢n inextricablemente relacionados con Taiw¨¢n¡±.

Tras el viaje de Pelosi, la Rep¨²blica Popular sac¨® de inmediato al Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n a patrullar las turbulentas aguas del estrecho y despleg¨® unas maniobras militares en torno al enclave de una intensidad desconocida; Estados Unidos observ¨® todo con lupa al considerarlo un posible ensayo para un eventual bloqueo de la isla. Pek¨ªn tambi¨¦n cort¨® lazos de cooperaci¨®n con Washington en algunas ¨¢reas clave, como el cambio clim¨¢tico y las reuniones militares de alto nivel, y public¨® un documento en el que fijaba, negro sobre blanco, ¡°la determinaci¨®n y el compromiso del Partido Comunista y el pueblo chino¡± de lograr la ¡°reunificaci¨®n con Taiw¨¢n¡±.

Washington tambi¨¦n ha elevado el tono, jugando con los m¨¢rgenes de la denominada ¡°ambig¨¹edad estrat¨¦gica¡±, la pol¨ªtica oficial que la potencia norteamericana sigue con respecto a Taiw¨¢n desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, y mediante la cual no confirma si asistir¨ªa defensivamente a la isla en caso de agresi¨®n, pero tampoco descarta una potencial ayuda. A mediados de septiembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, respondi¨® afirmativamente cuando le preguntaron si soldados de su pa¨ªs defender¨ªan Taiw¨¢n en caso de un ataque chino.

Tambi¨¦n en septiembre, el Departamento de Estado de EE UU dio el visto bueno formal a la venta de armamento por valor de 1.100 millones de d¨®lares (1.134 millones de euros) a Taiw¨¢n, desatando la ira de Pek¨ªn, que pidi¨® la revocaci¨®n inmediata de la venta.

La presidenta Tsai ha hecho referencia en su discurso al ¡°incremento¡± del gasto en armamento, y ha asegurado que la isla trabaja en la adquisici¨®n de ¡°armas de precisi¨®n, peque?as y muy m¨®viles¡±, que ayudar¨¢n al enclave ¡°a desarrollar una amplia capacidad de guerra asim¨¦trica¡±. La l¨ªder taiwanesa, que lleva en el poder desde 2016 y es vista con recelo desde Pek¨ªn, donde se la considera una chinoesc¨¦ptica de corte independentista, ha enfatizado que pretende dotar a la fuerza militar de la isla de capacidad de reacci¨®n ¡°frente a cualquier situaci¨®n, ya sea en tiempos de paz, de cat¨¢strofe o de guerra¡±.

En su intervenci¨®n tambi¨¦n ha tendido la mano al di¨¢logo con Pek¨ªn, fiando un potencial acercamiento a la conclusi¨®n de las estrictas estrategias de lucha contra la pandemia. Los cierres de fronteras provocados por la covid han reducido dr¨¢sticamente la comunicaci¨®n entre la isla y China continental desde principios de 2020. Taiw¨¢n ya ha anunciado que pondr¨¢ fin a las cuarentenas obligatorias para los viajeros procedentes del extranjero a partir de este jueves, mientras Pek¨ªn mantiene la obligaci¨®n de pasar al menos siete d¨ªas confinado en un hotel a los reci¨¦n llegados.

¡°Estamos saliendo de la sombra de la pandemia y avanzando hacia la vida normal¡±, ha subrayado la presidenta taiwanesa. ¡°Esperamos que se reanuden gradualmente los intercambios sanos y ordenados entre los pueblos del estrecho tras la flexibilizaci¨®n de las restricciones fronterizas de ambas partes, aliviando as¨ª las tensiones en el estrecho de Taiw¨¢n¡±.