¡°Ni izquierda, ni derecha: adelante¡±: as¨ª es el tercer partido que quiere acabar con la polarizaci¨®n en EE UU
El millonario Andrew Yang est¨¢ tras el Forward Party, que suma a republicanos y dem¨®cratas para plantear una alternativa al enconamiento en el bipartidismo
¡°Los terceros partidos son como las abejas. Una vez han picado, mueren¡±. La analog¨ªa es del historiador estadounidense Richard Hofstadter (1916-1970), e hizo tanta fortuna que no hay manera de montar en este pa¨ªs una agrupaci¨®n pol¨ªtica fuera de las l¨ªneas marcadas por republicanos y dem¨®cratas sin que le echen a uno en cara la cita con la que Hofstadter resumi¨® el ciclo de la vida de las formaciones alternativas. Nacen, crecen, pegan un buen zarpazo a izquierda o a derecha y desaparecen...
¡°Los terceros partidos son como las abejas. Una vez han picado, mueren¡±. La analog¨ªa es del historiador estadounidense Richard Hofstadter (1916-1970), e hizo tanta fortuna que no hay manera de montar en este pa¨ªs una agrupaci¨®n pol¨ªtica fuera de las l¨ªneas marcadas por republicanos y dem¨®cratas sin que le echen a uno en cara la cita con la que Hofstadter resumi¨® el ciclo de la vida de las formaciones alternativas. Nacen, crecen, pegan un buen zarpazo a izquierda o a derecha y desaparecen.
Andrew Yang, empresario millonario de 47 a?os y cara visible del reci¨¦n formado Forward Party, cree que esta vez ser¨¢ distinto. Conf¨ªa en que el insoportable clima de enfrentamiento entre dos bandos irreconciliables convencer¨¢ a los votantes, hartos de un sistema disfuncional, de la necesidad de buscar una tercera v¨ªa para la tercera Am¨¦rica.
Yang guarda cierta intimidad con la derrota. Se qued¨® por el camino en las primarias dem¨®cratas de 2020 y perdi¨® en la carrera por la alcald¨ªa de Nueva York al a?o siguiente. Tal vez no fuera en vano; su defensa de una renta b¨¢sica universal y su perfil pragm¨¢tico y optimista le hizo ganar en esas campa?as una fiel base de seguidores. En octubre de 2021 se dio de baja del Partido Dem¨®crata, y registr¨® un Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica, primer paso para recaudar fondos. En julio sum¨® a su causa a otras dos organizaciones, Serve America y Renew America Movement, que a¨²nan a republicanos, dem¨®cratas e independientes para, respectivamente, servir y renovar Estados Unidos.
En el manifiesto inaugural del Forward Party (Partido Adelante), cuyo liderazgo comparte Yang con la exgobernadora republicana de Nueva Jersey Christine Todd Whitman, sus promotores se declaran convencidos de que ¡°los estadounidenses pueden solucionar CUALQUIER [sic] problema¡±. Est¨¢n hartos de ¡°las plataformas r¨ªgidas, con una organizaci¨®n monol¨ªtica de arriba hacia abajo¡±, as¨ª como ¡°de los partidos pol¨ªticos obsoletos, cada vez m¨¢s radicalizados e incapaces de ofrecer soluciones¡±.
Exigen cambios en las reglas democr¨¢ticas, como un sistema de primarias no partidistas, un mecanismo de voto preferencial, del estilo que este verano estren¨® Alaska, o una distribuci¨®n de los distritos electorales dise?ada independientemente y no por funcionarios republicanos y dem¨®cratas en su propio beneficio (lo que en la jerga se conoce como gerrymandering). Las encuestas, dicen, los apoyan: seg¨²n Gallup, dos terceras partes de los estadounidenses, un r¨¦cord, cre¨ªan el a?o pasado que una tercera alternativa ser¨ªa deseable.
La historia estadounidense est¨¢ llena de fracasos de proyectos como este. ?Por qu¨¦ tendr¨ªa que salir bien esta vez? ¡°Porque los dos partidos tradicionales se han centrado m¨¢s en ganarnos y en dividirnos que en resolver problemas y unirnos¡±, contesta en un correo electr¨®nico Joel Searby, director pol¨ªtico nacional del Forwad Party. ¡°Este es un momento ¨²nico en nuestra historia y los votantes est¨¢n listos. Finalmente tenemos una masa cr¨ªtica de verdadero talento, el dinero y la voluntad de trabajar duro por una tercera v¨ªa¡±.
Y en la parte de los fondos hay que dar la raz¨®n a Searby: ya tienen cinco millones de d¨®lares para arrancar. ¡°El dinero no ser¨¢ el problema¡±, ha advertido Yang. Tambi¨¦n tienen un eslogan: ¡°Ni izquierda. Ni derecha. Adelante¡±. El 24 de septiembre celebraron un primer encuentro de alcance nacional, en Houston. De momento, suman m¨¢s de 75.000 voluntarios por todo el pa¨ªs, voluntarios como el joven Curtis Harrison, que guio recientemente desde el sal¨®n de su casa la reuni¨®n mensual de la divisi¨®n del Colorado.
Fue un encuentro virtual de unas 25 personas conectadas desde localidades repartidas por un Estado que en las ¨²ltimas presidenciales vot¨® decididamente dem¨®crata. Harrison les explic¨® que en la primera fase, el Forward Party apoyar¨¢ candidatos que se presenten en las legislativas del pr¨®ximo noviembre (tambi¨¦n les anim¨® a que sugirieran nombres). ¡°Tendremos una participaci¨®n m¨ªnima en ese proceso, pero aquellos a los que secundemos, lo haremos con entusiasmo¡±, dice Searby, que aclara que en esos planes ¡°en ning¨²n caso figura alinearse con quienes [como Donald Trump] niegan la legitimidad de los resultados de 2020¡å. La idea es constituirse en 30 Estados para finales de 2023, y en el resto un a?o despu¨¦s. Pero no est¨¢n enfocados en llegar a las presidenciales de 2024, asegura Searby: ¡°Preferimos trabajar a nivel local¡±.
La propuesta ha sido recibida con escepticismo en Washington. La principal cr¨ªtica que les hacen es que renunciar a los bandos y defender unos ideales irreprochables est¨¢ muy bien, pero hay que bajar a las propuestas concretas, y de momento, no lo han hecho. ¡°Sabemos que no quieren polarizaci¨®n, que no les gustan los extremos. Pero su principal obst¨¢culo es el mismo sistema¡±, explica el historiador Michael Kazin, profesor de la Universidad de Georgetown, cuyo ¨²ltimo libro, What it Took to Win (Lo que cost¨® ganar, Farrar Strauss & Giroux), es una biograf¨ªa de los vaivenes de dos siglos del Partido Dem¨®crata. ¡°Constituirse en una formaci¨®n pol¨ªtica de alcance nacional es en este pa¨ªs un proceso dif¨ªcil, que obliga a presentar un n¨²mero variable de firmas en cada Estado. Republicanos y dem¨®cratas lo montaron as¨ª para evitarse la competencia. Veo complicado que el Forward Party cuaje, pero, claro, soy un historiador, no un profeta¡±. A ese argumento, Searby opone m¨¢s optimismo: ¡°S¨ª, todo est¨¢ dise?ado para dificultar nuestros objetivos, pero no es imposible conseguirlo. Y nuestro compromiso de lucha es a largo plazo¡±.
Por la indefinici¨®n que les achacan tampoco est¨¢ claro a qui¨¦n pueden hacer m¨¢s da?o Yang y los suyos, si a dem¨®cratas o republicanos. La historia de los terceros en discordia en Estados Unidos, un pa¨ªs en el que el bipartidismo es casi tan viejo como la rep¨²blica ¡ªel Dem¨®crata, fundado en 1828, es, recuerda Kazin, ¡°el partido masivo m¨¢s longevo de la historia¡°, mientras que el Republicano naci¨® del sentimiento antiesclavista en 1854¡ª se puede contar tambi¨¦n en esa clave.
Por citar los casos m¨¢s recientes y sonados, George Wallace contribuy¨® al triunfo de Nixon en 1968; Ralph Nader perjudic¨® a Al Gore en 2000 y Ross Perot estaba ah¨ª en las dos victorias de Bill Clinton (aunque el debate de si, como se asumi¨® entonces, trunc¨® las esperanzas de reelecci¨®n de George H. W. Bush a¨²n est¨¢ abierto 30 a?os despu¨¦s). Perot es tambi¨¦n la prueba de que los esfuerzos de las formaciones alternativas pueden conducir a la melancol¨ªa. En 1992, obtuvo el 18% del voto popular. Esos casi 20 millones de sufragios ¡°se tradujeron exactamente en cero votos electorales¡±, recuerda Kazin.
El profesor de la Universidad de Berkeley Dan Schnur, que ha trabajado como estratega en cuatro campa?as presidenciales y en tres para gobernador de California, siempre con candidatos republicanos, cree que la polarizaci¨®n actual ¡°allana el camino para la construcci¨®n de una alternativa; pero a¨²n es pronto para saber si esta ser¨¢ esta alternativa¡±. ¡°La viabilidad de un tercer partido depende de lo extremistas que sean los dos candidatos a ambos lados del espectro¡±, advierte Schnur. Y pone el ejemplo de Michael Bloomberg, que desisti¨® en 2020 de su carrera hacia la Casa Blanca cuando qued¨® claro que los dem¨®cratas ir¨ªan con Biden (y no, con los senadores Bernie Sanders o Elizabeth Warren, m¨¢s a la izquierda). Tambi¨¦n se?ala que ¡°la historia pol¨ªtica moderna demuestra que los aspirantes que m¨¢s ¨¦xito han tenido frente al duopolio son los m¨¢s conflictivos y combativos¡±. Los que practican la ¡°pol¨ªtica de la peineta (middle finger politics)¡±, a?ade Schnur, que se present¨® en 2014 como independiente a secretario de Estado en California (¡°con dram¨¢ticos resultados¡±, bromea). ¡°Cuanto m¨¢s centrados est¨¦n los republicanos y dem¨®cratas, menos hueco queda en medio¡±.
En la experiencia de Schnur figura tambi¨¦n haber asesorado en sus primeros balbuceos ¡ª¡±y por un tiempo no particularmente largo¡±¡ª a los promotores de una iniciativa que este verano ha ara?ado alg¨²n titular a la confrontaci¨®n pol¨ªtica. No Labels es un proyecto que ha demostrado una fenomenal capacidad de conseguir firmas (m¨¢s de 100.000, solo en Ohio) y de recaudar fondos (46 millones de d¨®lares en 10 meses, de un objetivo de 70). Ese dinero solo se usar¨¢ si se diera el caso de que ¡°dos candidatos extremos se presenten a las elecciones de 2024¡å. ?Por ejemplo? Trump y Sanders (que ya ha dejado claro que no tiene intenci¨®n). Llegados a esa disyuntiva, activar¨ªan el bot¨®n nuclear y destinar¨ªan esa financiaci¨®n a presentar al electorado, a ¡°los votantes del medio¡±, una alternativa ¡°m¨¢s razonable¡±. Tienen estudios que aseguran que hay 64,5 millones de estadounidenses que apoyar¨ªan tal esfuerzo.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.