Israel celebra sus quintas elecciones desde 2019 sin visos de resolver el bloqueo pol¨ªtico
Los sondeos apuntan a un empate entre los bloques a favor y en contra de Netanyahu
Un n¨²mero domina las elecciones legislativas que Israel celebra este martes, las quintas desde 2019: el 61. Es la cifra m¨¢gica que otorga la mayor¨ªa en la Kneset, el Parlamento israel¨ª de 120 diputados. Si figura en los esl¨®ganes publicitarios en internet, octavillas o autobuses de muchos partidos ¨Ddesde el conservador Likud de Benjam¨ªn Netanyahu (¡°el esca?o 61 depende solo de ti¡±) hasta la izquierda pacifista de Meretz (¡°los 61 de Netanyahu o los 61 del cambio¡±)¨D es por el empate que prev¨¦n los sondeos. Las cuatro ¨²ltimas encuestas, publicadas el viernes, coinciden en que ning¨²n bloque obtendr¨¢ la mayor¨ªa: ni el que apoya a Netanyahu ni la variopinta coalici¨®n que le arrebat¨® el poder en los comicios del a?o pasado. En esta batalla por ¡°el esca?o que falta¡±, en palabras de un diputado del Likud, Nir Barkat, la participaci¨®n era a las ocho de la tarde del 66,3%, la m¨¢s alta desde 1999.
El gran tema de los comicios, en los que tienen derecho a voto 6,78 millones de israel¨ªes, es de nuevo ¡°Bibi, s¨ª; Bibi, no¡±, como se conoce popularmente a Netanyahu, el dirigente que m¨¢s tiempo ha gobernado el pa¨ªs. Los bloques est¨¢n vertebrados en torno a su figura y no a divisiones ideol¨®gicas. Las enemistades personales, y alguna que otra jugarreta, han llevado al otro lado de la trinchera a muchos de quienes fueron sus ministros y aliados.
Ofer Kenig, investigador senior de la Instituci¨®n Acad¨¦mica de Ashkelon, aseguraba el domingo en un acto del Club de Prensa de Jerusal¨¦n: ¡°Lo que est¨¢ en juego es la diferencia entre quienes defienden una democracia liberal y los partidarios de un populismo nacionalista. Hay una derecha liberal que no parece muy grande, pero cuya posici¨®n ha sido decisiva en los ¨²ltimos tres a?os y medio¡±.
Yesh Atid, del primer ministro, Yair Lapid, lidera el bloque gubernamental, que integran ocho partidos de diversa ideolog¨ªa, incluido ¨Dpor primera vez en las siete d¨¦cadas de historia del pa¨ªs¨D uno que representa a la minor¨ªa palestina con ciudadan¨ªa israel¨ª, la Lista ?rabe Unida. Yesh Atid ha ido creciendo en las encuestas hasta llegar en una a 27 diputados, 10 m¨¢s que en 2021. Sumar¨ªa 56 esca?os con sus aliados. Con uno m¨¢s, Lapid revalidar¨ªa el cargo si Hadash-Taal, una lista ¨¢rabe a la que los sondeos otorgan cuatro diputados, apoyase su investidura, aun sin entrar en el Gobierno.
Lapid apenas asumi¨® el puesto el pasado junio, cuando Naftali Bennett ¨Dcon quien ten¨ªa un acuerdo de rotaci¨®n¨D disolvi¨® la C¨¢mara y comenz¨® la cuenta atr¨¢s para estas elecciones. Pero ha sabido aprovechar el poco tiempo para proyectar una imagen de hombre de Estado centrista que act¨²a con eficacia y sin alharacas. ¡°Si hemos hecho todo esto en cuatro meses, imagina lo qu¨¦ haremos en cuatro a?os¡±, es su mantra.
Lapid reivindica operaciones militares, como la de agosto contra la Yihad Isl¨¢mica en Gaza ¨Den la que murieron 51 palestinos, 15 de ellos menores, y ning¨²n israel¨ª¨D o la reciente contra La Guarida de los Leones, el nuevo grupo armado de la ciudad cisjordana de Nablus. Pero tambi¨¦n logros diplom¨¢ticos, como el acuerdo con L¨ªbano de delimitaci¨®n de la frontera mar¨ªtima para la explotaci¨®n del gas, o el freno del pacto nuclear con Ir¨¢n. Sus mensajes van claramente dirigidos a la corriente dominante jud¨ªa secular, como cuando asegura en su ¨²ltimo v¨ªdeo: ¡°Todos somos patriotas y sionistas¡±, o cuando describe el voto a Itamar Ben Gvir como ¡°peligroso para el ej¨¦rcito israel¨ª¡±, pese a que ese candidato ultranacionalista propone dar inmunidad a los soldados y tiene a los palestinos como principal diana.
La supervivencia de la coalici¨®n de Gobierno tiene cuatro flancos abiertos. Depende de que el hist¨®rico Partido Laborista, hoy en horas bajas, Meretz y la Lista ?rabe Unida superen el m¨ªnimo necesario (3,25% de los votos) para obtener representaci¨®n parlamentaria. M¨¢s Hadash-Taal, para apoyar eventualmente su investidura. Todos lo hacen por poco, seg¨²n los sondeos. Si uno solo cayese, Lapid estar¨ªa en una situaci¨®n complicada.
Netanyahu, en cambio, lo tiene a priori m¨¢s f¨¢cil. No tiene socios en el alero y, de hecho, puede encontrarse incluso con la sorpresa de que Hogar Jud¨ªo, de Ayelet Shaked, supere el umbral. F¨ªa su suerte a la promesa de estabilidad frente a una coalici¨®n fr¨¢gil y diversa que dur¨® solo un a?o. En sus mensajes contrapone ¡°una derecha fuerte para cuatro a?os¡± frente a ¡°la izquierda y quienes apoyan al terrorismo¡±.
Las encuestas dan una victoria clara al Likud, con entre 30 y 31 diputados, a los que se sumar¨ªan los 15 o 16 de los dos partidos ultraortodoxos (el sefard¨ª Shas y el askenazi Juda¨ªsmo Unido de la Tor¨¢) y los 14 o 15 de la lista Sionismo Religioso, que se convertir¨ªa en la tercera fuerza de la Kneset. El discurso radical y racista de Ben Gvir, n¨²mero dos de Sionismo Religioso, ha sido el gran tema de debate de la campa?a.
Los detractores de Netanyahu dan por hecho que ans¨ªa regresar al poder para aprobar una ley que lo proteja mientras ostente el puesto de las tres causas por corrupci¨®n por las que est¨¢ siendo juzgado. Ben Gvir defiende directamente anular con car¨¢cter retroactivo uno de los delitos que se le imputan.
?Sextos comicios?
De los 120 esca?os de la Kneset, 72 corresponden a partidos de derechas. Pero si el bloque de Netanyahu no suma 61, el horizonte de unas sextas elecciones no resulta descabellado. Los vetos cruzados, la desconfianza hacia el l¨ªder del Likud y las promesas en campa?a de no cambiar de bando tras el escrutinio dificultar¨ªan la formaci¨®n de un Gobierno que incluya fuerzas de uno y otro bloque.
La pol¨ªtica israel¨ª es, sin embargo, experta en sorpresas y alianzas contra natura. El ministro de Defensa, Benny Gantz, ya est¨¢ por ejemplo al habla con las formaciones ultraortodoxas. Y Netanyahu ¡°tendr¨¢ margen de maniobra, aunque no logre la mayor¨ªa¡±, opina Gideon Rahat, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n y experto en el sistema pol¨ªtico israel¨ª.
Los m¨¢rgenes son tan estrechos que probablemente no se puedan sacar conclusiones hasta el reparto entre partidos de los denominados ¡°excedentes de votos¡± y el c¨®mputo de las papeletas depositadas en bases militares, residencias de ancianos, hospitales o embajadas, entre otros.
Israel es el pa¨ªs del mundo que m¨¢s comicios ha celebrado desde 1996, uno cada 2,4 a?os, seg¨²n un an¨¢lisis del Instituto Israel¨ª para la Democracia. El voto, estrictamente proporcional y de circunscripci¨®n ¨²nica, est¨¢ muy determinado por elementos como el colectivo de pertenencia, el origen geogr¨¢fico familiar o el lugar de residencia, por lo que hay pocos vaivenes cada vez que se acude a las urnas.
Dos atentados pueden inclinar la balanza
Una de las incógnitas es el efecto que tendrán en el voto dos atentados palestinos contra israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania que han causado un muerto y nueve heridos. Se han producido en las últimas 48 horas, en las que está prohibido difundir encuestas hasta que se conozcan las efectuadas a pie de urna, cuando cierren los centros de votación a las diez de la noche hora local (una hora menos en la España peninsular).
La pugna es tan ajustada que bastaría que el impacto emocional de los ataques trasvasase 20.000 votos del partido del ministro de Defensa hacia el bloque del Likud para que resultasen trascendentales, apuntaba el lunes Nadav Eyal, uno de los principales comentaristas políticos, en el diario Yediot Aharonot. Con 25 muertos, 2022 es el año con más ataques contra israelíes desde 2015, en plena Intifada de los Cuchillos. También con más muertos palestinos en Cisjordania, más de 100. La policía ha pedido a los israelíes con permiso de armas que las lleven de momento.
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