Israel se parte en dos entre Netanyahu y Lapid ante las quintas elecciones en tres a?os
La violencia y la ocupaci¨®n precipitan la disoluci¨®n del Parlamento tras la ca¨ªda de la coalici¨®n de gobierno m¨¢s diversa en la historia del Estado jud¨ªo
Los israel¨ªes se preparan resignados para las quintas elecciones en poco m¨¢s de tres a?os. La votaci¨®n de autodisoluci¨®n de la Kneset (Parlamento), se producir¨¢ previsiblemente este lunes, 12 meses despu¨¦s de la formaci¨®n de un Gobierno sostenido por la coalici¨®n m¨¢s diversa en la historia del Estado jud¨ªo: ocho partidos que van desde la derecha nacionalista hasta la izquierda pacifista, pasando por el centro y el laborismo. Y con el singular precedente de haber incorporado a una fuerza pol¨ªtica de la minor¨ªa ¨¢rabe (un 20% de la poblaci¨®n del pa¨ªs). El pa¨ªs se parte en dos mitades irreconciliables, seg¨²n avanzan los sondeos de intenci¨®n de voto, ante la convocatoria autom¨¢tica de nuevos comicios legislativos para este oto?o. El conservador Benjam¨ªn Netanyahu, el dirigente de 72 a?os que durante m¨¢s tiempo ha gobernado en Israel, resurge de las cenizas de su juicio por corrupci¨®n frente al centrista Yair Lapid, de 58 a?os, que le disputar¨¢ los comicios desde el poder como presumible primer ministro en funciones.
El nacionalista Naftali Bennett se ha despedido en el Consejo de Ministros de este domingo, d¨ªa laborable en Israel, de los miembros del Ejecutivo de amplia alianza con una loa a los ¡°formidables logros¡± de su ef¨ªmero mandato. Tras la disoluci¨®n de la Kneset, el todav¨ªa jefe de Gobierno deber¨¢ ceder el puesto al ministro de Asuntos Exteriores Lapid, l¨ªder del partido con m¨¢s esca?os en la coalici¨®n, de acuerdo con los pactos de rotaci¨®n en el cargo que ambos suscribieron en junio del a?o pasado. Por primera vez en una d¨¦cada, Netanyahu no se enfrentar¨¢ a unas elecciones como primer ministro.
Muchos se preguntan en Israel por qu¨¦ ha colapsado un Ejecutivo que hab¨ªa devuelto una aparente normalidad a la vida p¨²blica tras 12 a?os de polarizaci¨®n bajo los mandatos de Netanyahu. Expertos y analistas apuntan a dos causas centrales. La heterog¨¦nea alianza ignor¨® la ocupaci¨®n de los territorios palestinos ¡ªla cuesti¨®n que m¨¢s divide a los ciudadanos¡ª, para salvaguardar su cohesi¨®n interna, de un lado. Adem¨¢s, los atentados de la pasada primavera, que se cobraron una docena de vidas en Israel, hicieron saltar por los aires la confianza de los votantes en el llamado Gobierno del cambio, dirigido por Bennett.
¡°Era un Gobierno muy inestable, sin terreno ideol¨®gico com¨²n. Estaba claro que cualquier problema de seguridad lo pondr¨ªa en peligro¡±, argumenta Nadad Eyal, columnista del diario Yediot Ahronot, el de mayor circulaci¨®n en Israel. ¡°El principal catalizador de su colapso fue la ola de ataques terroristas¡±, precisa ¡°y el partido de derechas de Bennett no ha soportado la presi¨®n de sus votantes¡±.
La oposici¨®n, encabezada por el Likud de Netanyahu junto a partidos ultraortodoxos jud¨ªos y de la extrema derecha, aprovech¨® la ola de atentados para torpedear la l¨ªnea de flotaci¨®n de un Gabinete que tach¨® de ¡°traidor¡± y asociado al ¡°movimiento islamista¡± a causa de la presencia del partido ¨¢rabe Raam en la coalici¨®n. La sociedad jud¨ªa se vio sorprendida por la presencia de ¨¢rabes con nacionalidad israel¨ª entre los asesinos de sus conciudadanos en nombre del Estado Isl¨¢mico en varias poblaciones del pa¨ªs.
¡°Mansur Abbas, l¨ªder de Raam, ha demostrado ser un l¨ªder pragm¨¢tico y ha probado por primera vez que puede haber una coalici¨®n-¨¢rabe jud¨ªa¡±, puntualiza Eyal. Tambi¨¦n recuerda que Netanyahu hab¨ªa ofrecido al islamista Abbas que se integrara en su Gobierno antes de que fuera vetado por los aliados de extrema derecha del exmandatario conservador.
Su an¨¢lisis coincide con el criterio del historiador Meir Margalit: ¡°Abbas ha demostrado que es factible contar pol¨ªticamente con un partido ¨¢rabe y se ha roto un tab¨² en Israel¡±. En 1992, los partidos ¨¢rabes votaron a favor del laborista Isaac Rabin como primer ministro para que pactara los Acuerdos de Oslo (autogobierno parcial de Cisjordania y Gaza) con los palestinos, pero sin entrar a formar parte de su coalici¨®n. ¡°Pero las disparidades entre los componentes de derecha e izquierda del Gabinete de Bennett eran de tal magnitud que result¨® imposible llevar la nave a buen puerto¡±, sostiene este profesor universitario.
Tras la prevista renuncia de Bennett y la designaci¨®n de Lapid como jefe de Gobierno en funciones, los sondeos de intenci¨®n de voto constatan que el empate entre bloques ha escindido en dos mitades al electorado israel¨ª. La derecha nacionalista y religiosa liderada por Netanyahu suma 57 diputados en la encuesta publicada este fin de semana por el diario Maariv. La alianza de fuerzas de la coalici¨®n saliente, encabezada esta vez por el reformista Lapid, tambi¨¦n acumula 57 parlamentarios. Las tablas solo se rompen en el damero pol¨ªtico de la Kneset (120 esca?os) con los seis legisladores asignados en el sondeo a la Lista Conjunta, coalici¨®n electoral de partidos ¨¢rabes nacionalistas y de izquierdas.
¡°La gran mayor¨ªa jud¨ªa de Israel no est¨¢ interesada en dar participaci¨®n pol¨ªtica a los partidos ¨¢rabes en el Gobierno¡±, asegura el analista electoral Daniel Kupervaser. ¡°Si su representaci¨®n parlamentaria contin¨²a en el bajo nivel de las ¨²ltimas legislativas (10 esca?os en 2021), solo contar¨¢n como ¨²ltima alternativa posible¡±, razona, ¡°pero si las fuerzas pol¨ªticas de la poblaci¨®n ¨¢rabe se organizan, pueden obtener hasta 20 diputados, una situaci¨®n que exigir¨ªa una relaci¨®n distinta con los partidos sionistas¡±. Una alta participaci¨®n electoral en las comunidades de la minor¨ªa ¨¢rabe israel¨ª es el principal escollo que aflora en la singladura de retorno al poder de Netanyahu.
Derrota en el voto sobre los asentamientos
Cuando se iba a cumplir un a?o de su formaci¨®n, el Gobierno de amplia coalici¨®n se tambale¨® en su mayor fractura hace dos semanas, tras perder una votaci¨®n parlamentaria clave sobre los asentamientos jud¨ªos en Cisjordania. Su intento de prorrogar la vigencia de la legislaci¨®n ¡°provisional¡± que extiende desde 1967 los derechos civiles israel¨ªes a 450.000 colonos asentados en territorio ocupado fracas¨® en la Kneset. Dos diputados de la mayor¨ªa se opusieron y otros cuatro se ausentaron de la C¨¢mara, agravando la descomposici¨®n de la alianza.
Bennet tir¨® la toalla el pasado lunes tras comprobar que no iba a poder ratificar la legislaci¨®n para los asentamientos antes del 1 de julio. A partir de esa fecha, los israel¨ªes asentados en Cisjordania pod¨ªan verse sometidos a la ley marcial, al igual que los 2,5 millones de palestinos que viven bajo ocupaci¨®n militar. De no disolverse la Kneset, decisi¨®n que conlleva la pr¨®rroga autom¨¢tica de todas las normas hasta la constituci¨®n de un nuevo Ejecutivo, corr¨ªan el riesgo de perder casi todos sus derechos, como Seguridad Social o beneficios fiscales. La legislaci¨®n que permite vivir a los colonos como si estuvieran en Israel, al margen del r¨¦gimen de ocupaci¨®n del que se acaban de cumplir 55 a?os, est¨¢ en la base de las acusaciones de ONG israel¨ªes e internacionales en contra de un sistema de apartheid impuesto a los palestinos en Cisjordania.
Bennett reconoc¨ªa este fin de semana, en las ¨²ltimas entrevistas como mandatario que ha concedido a medios de comunicaci¨®n hebreos, que hab¨ªa descuidado el control sobre su propio partido, Yamina (ultranacionalista religioso). Tres de sus siete diputados se pasaron a las filas de Netanyahu o rompieron la disciplina de voto de la coalici¨®n. Pero el primer ministro saliente, que a¨²n no ha desvelado si se va a retirar de la actividad pol¨ªtica, ha alertado sobre todo en sus declaraciones sobre el peligro de deriva hacia un ¡°conflicto civil¡± en Israel a causa de la estrategia electoral de Netanyahu, que califica como ¡°la m¨¢s divisiva que Israel ha enfrentado en muchos a?os¡±. Hace dos meses el Shin Bet, servicio secreto interior, tuvo que reforzar la seguridad del primer ministro y de su familia despu¨¦s de que recibiera en su domicilio privado una carta que conten¨ªa amenazas de muerte y una bala real.
Maniobras de ¨²ltima hora de la oposici¨®n
A pesar de las maniobras de ¨²ltima hora de Netanyahu y sus aliados de fraguar una mayor¨ªa alternativa en la Kneset, para presentar una moci¨®n de censura y asumir el control del Gobierno antes de que se disuelva el Parlamento, la convocatoria de las quintas elecciones desde abril de 2019 se presenta como inevitable, a juicio de los analistas pol¨ªticos.
?Ha cambiado Israel despu¨¦s de un a?o de Gobierno sin presencia de Netanyahu? Est¨¢ a¨²n por ver en las urnas. Adem¨¢s de la participaci¨®n por primera vez de un partido ¨¢rabe en una coalici¨®n gubernamental, el observador demosc¨®pico Kupervaser considera como factor corrector de la tendencia de voto que proyectan los sondeos la novedad de que los israel¨ªes hayan podido asistir a la gesti¨®n de un heter¨®clito equipo de ministros que se ha guiado ¡°por un orden de prioridades p¨²blicas y no personales¡±.
¡°Que nadie se equivoque. Si Netanyahu suma 61 esca?os (mayor¨ªa absoluta en la Kneset), su ¨²nico objetivo ser¨¢ controlar el Tribunal Supremo (mediante el nombramiento de jueces no independientes) y hacer aprobar una legislaci¨®n que le garantice la impunidad (en su juicio por corrupci¨®n) mientras sea primer ministro¡±, resume la columnista Sima Kadmon en Yediot Ahronot, la amenaza que los sectores liberales y progresistas consideran que pesa sobra la democracia en Israel.
Para el veterano tribuno Netanyahu, las elecciones de oto?o ser¨¢n probablemente la ¨²ltima oportunidad de retorno a Balfour, la calle de Jerusal¨¦n donde se halla la residencia oficial del primer ministro. All¨ª pretende instalarse en pocos d¨ªas Lapid, tal vez el rival m¨¢s rocoso para fajarse en las urnas desde los laboristas Sim¨®n Peres, a quien derrot¨® a los puntos en 1996, y Ehud Barak, que le noque¨® tres a?os m¨¢s tarde para despacharle durante un decenio al desierto de la oposici¨®n.
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