La crisis pol¨ªtica calienta la calle en Per¨²

Que Per¨² est¨¢ partido en dos no es ninguna novedad. Pero esta fragmentaci¨®n se ha hecho m¨¢s visible y sonora en los ¨²ltimos d¨ªas. El pasado s¨¢bado alrededor de 5.000 personas salieron a las calles, en Lima, a manifestar su descontento con el actual Gobierno del presidente Pedro Castillo. El jueves, tan solo cinco d¨ªas despu¨¦s, un grueso de ciudadanos en la capital y catorce ciudades hicieron lo propio en avenidas y plazas, pero para respaldar la gesti¨®n del maestro rural que tom¨® el poder hace un a?o y medio. Esta agitaci¨®n a flor de piel se vive en un contexto muy particular. El d¨ªa 20 una misi¨®n de alto nivel de la OEA llegar¨¢ a Per¨² con un prop¨®sito: corroborar si la democracia est¨¢ amenazada por fuerzas golpistas o, por el contrario, el Gobierno est¨¢ ocupado por una red de corrupci¨®n.

Reacciona Per¨², la marcha de la oposici¨®n

En esta era la legitimidad de una movilizaci¨®n depende de los drones. Las tomas a¨¦reas determinan el tama?o de una marcha. Los encuadres de las c¨¢maras de televisi¨®n suelen estar bajo sospecha. El pasado s¨¢bado hubo dudas acerca de cu¨¢nta gente pod¨ªa congregar Reacciona Per¨², una manifestaci¨®n nacional a favor de la vacancia de Pedro Castillo. Sin embargo, a medida que transcurrieron las horas, se propagaron fotograf¨ªas panor¨¢micas en las redes sociales que fueron irrefutables: se calcula que en Lima la convocatoria borde¨® los 5.000 manifestantes.

Omar Coronel, soci¨®logo de la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨², considera que ha sido una de las marchas m¨¢s exitosas de la oposici¨®n en el ¨²ltimo tiempo, aunque en perspectiva es todav¨ªa peque?a en relaci¨®n a las marchas prepandemia. ¡°Han reafirmado la unidad de este bloque que tiene una identidad social anticomunista y, adem¨¢s, han generado la sensaci¨®n de que hay un sector movilizado permanentemente en el pa¨ªs. Eso ha concitado la atenci¨®n medi¨¢tica¡±, sostiene.

Jorge Malmborg, reportero de Latina Televisi¨®n que cubri¨® la marcha, cuenta un detalle que no suele pasar a menudo. El grueso de la marcha no fueron j¨®venes, sino adultos y adultos mayores. ¡°Los abanderados no fueron los t¨ªpicos colectivos de derecha, sino m¨¢s bien estuvo liderada por exoficiales de la Polic¨ªa Nacional y las Fuerzas Armadas. En su mayor¨ªa han sido padres y abuelos. No podr¨ªa decir que fue multitudinaria, pero ha sido una primera gran demostraci¨®n de otro tipo de opositores¡±, dice.

Ha habido varias denuncias ciudadanas acerca de la represi¨®n policial en aquella marcha. La principal por el uso indebido de los caballos para dispersar a los manifestantes. En el 2020, el Poder Judicial emiti¨® una sentencia que proh¨ªbe la polic¨ªa montada para ejercer el control social. ¡°Ha podido haber una desgracia, porque toda la gente se agrup¨®. Hubo excesos¡±, ha reclamado el general PNP en retiro, Alberto Jord¨¢n. Los manifestantes, en Lima, no pudieron llegar al Congreso de la Rep¨²blica ni tampoco a Palacio.

Para la polit¨®loga Valerie Tarazona la derecha peruana intenta generar una narrativa, con ribetes heroicos. ¡°Est¨¢n enfocados en crear una ¨¦poca alrededor del heroicismo de sus exponentes por oponerse a un villano que es la familia Castillo. No solo (Pedro) Castillo, sino su familia y su entorno. Pero lo cierto es que est¨¢n creando un monstruo donde lo ¨²nico que hay es un presidente solitario y repleto de miedos, porque ha sido tan poco h¨¢bil para establecer sus redes de corrupci¨®n que lo han atrapado muy pronto¡±, explica.

El 20 de noviembre, una comitiva de alto nivel de la OEA visitar¨¢ el Per¨² durante un par de d¨ªas para analizar la convulsionada situaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs tras la solicitud de Pedro Castillo de activar la Carta Democr¨¢tica. El soci¨®logo Omar Coronel piensa que no es una coincidencia que se organicen marchas de oposici¨®n por estos d¨ªas. De hecho, se ha anunciado que la segunda edici¨®n Reacciona Per¨² se llevar¨¢ a cabo, precisamente, el 20 de noviembre. ¡°Existe una estrategia para mostrarle al mundo, sobre todo ahora con la venida de la OEA, que hay un rechazo masivo. Cuando uno revisa las encuestas el rechazo hacia el Gobierno oscila entre el 60 y 70%, pero eso todav¨ªa no se ha manifestado en las calles, porque tampoco hay mucho entusiasmo hacia la oposici¨®n¡±, se?ala.

La Toma de Lima, la marcha a favor de Castillo

El jueves, el Congreso de la Rep¨²blica amaneci¨® con un centenar de manifestantes en el centro de Lima. Se trataba de uno de los grupos que acudieron al llamado de la Toma de Lima una manifestaci¨®n convocada por diversas organizaciones pol¨ªticas, rurales y sindicales para marchar a favor del mandatario, Pedro Castillo, y en contra del Parlamento. Si bien la marcha estaba prevista para la tarde en la Plaza Dos de Mayo y el Plaza San Mart¨ªn, conforme transcurri¨® la ma?ana se fueron plegando m¨¢s colectivos que desean el cierre del Congreso y un cambio de Constituci¨®n. En la v¨ªspera el Congreso redobl¨® su seguridad y cerr¨® las puertas de su sede principal. Adem¨¢s, suspendieron sus actividades con el fin de evitar a la turba.

Trascendi¨® que algunos de los l¨ªderes que encabezaron la movilizaci¨®n se reunieron en los d¨ªas previos con Luis Alberto Mendieta, el jefe del Gabinete T¨¦cnico de la Presidencia. Por ello hay sospechas de que la marcha, m¨¢s que espont¨¢nea, se gest¨® en Palacio. Sea como fuere, lo parad¨®jico es que a diferencia de Reacciona Per¨², que tuvo una respuesta lime?a principalmente, la Toma de Lima se desarroll¨® a escala nacional. En la capital se calcula que hubo alrededor de 3.000 manifestantes. Pero se extendi¨® en la costa, sierra y selva en por lo menos 14 regiones.

El hecho m¨¢s reciente que podr¨ªa continuar con esta crispaci¨®n es que la Subcomisi¨®n de Acusaciones Constitucionales del Congreso aprob¨® por mayor¨ªa el informe final que plantea inhabilitar al presidente Castillo por cinco a?os para ejercer cualquier funci¨®n p¨²blica. Los delitos ser¨ªan presunta traici¨®n a la patria y haber cometido infracciones a la Constituci¨®n por haber deslizado la posibilidad de otorgar una salida al mar a Bolivia en una entrevista a una cadena internacional. La calle aguarda paciente los siguientes estallidos.

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