Limitar la velocidad en las autopistas: el ¨²ltimo tab¨² de Alemania para ahorrar energ¨ªa
Tras dar un giro a su pol¨ªtica de env¨ªo de armas, al uso del carb¨®n y de las nucleares por la guerra en Ucrania, los liberales bloquean un l¨ªmite general de velocidad que reducir¨ªa emisiones y dependencia del crudo ruso
M¨¢s de uno se llev¨® las manos a la cabeza cuando a principios de este a?o se supo que un millonario checo, Radim Passer, hab¨ªa puesto su Bugatti Chiron a 417 kil¨®metros por hora en la autopista que une Berl¨ªn con Hannover, en Alemania. El hombre se grab¨® y subi¨® su haza?a a YouTube. El ministro de Transportes alem¨¢n lo critic¨® en p¨²blico y la Fiscal¨ªa anunci¨® que lo investigaba, pero al final no hubo denuncia. Su carrera fue completamente legal porque discurri¨® de madrugada por uno de los tramos de las c¨¦lebres autobahn (autopistas) en las que uno puede conducir tan r¨¢pido como quiera o pueda. Alemania es uno de los pocos pa¨ªses, junto a Hait¨ª, Nepal y Corea del Norte, sin l¨ªmite general de velocidad en las autopistas. Una rareza que podr¨ªa tener los d¨ªas contados.
La invasi¨®n rusa de Ucrania ha convertido el conocido como tempolimit (l¨ªmite de velocidad) en el ¨²ltimo tab¨² alem¨¢n. Desde que las tropas de Vlad¨ªmir Putin cruzaron la frontera ucrania, Berl¨ªn ha dado un vuelco a sus pol¨ªticas de exterior, de defensa y energ¨¦tica. De negarse categ¨®ricamente a enviar armas a regiones en conflicto, poni¨¦ndose en contra a aliados como Estados Unidos, pas¨® a suministrar tanques a Kiev. Si antes condenaba el carb¨®n como la fuente de energ¨ªa m¨¢s contaminante, el cierre del gas ruso la ha obligado a volver a poner en marcha centrales cerradas y a ampliar minas para producir electricidad. Hasta la energ¨ªa nuclear, un tema espinoso en el que pr¨¢cticamente nadie cre¨ªa que hubiera marcha atr¨¢s, vive un resurgimiento, con la ampliaci¨®n de la vida ¨²til de las tres ¨²ltimas centrales.
En el altar de lo que ha definido a Alemania en las ¨²ltimas d¨¦cadas ya pr¨¢cticamente solo queda el l¨ªmite de velocidad, que aunque lleva a?os siendo objeto de amargas pol¨¦micas, ha resultado intocable hasta hoy. La guerra de Ucrania lo ha devuelto al centro del debate p¨²blico porque contribuir¨ªa al ahorro de energ¨ªa y a la independencia energ¨¦tica de Rusia. Los ecologistas defienden que es urgente ponerlo en marcha. Alemania no est¨¢ cumpliendo sus compromisos medioambientales de reducci¨®n de gases de efecto invernadero, recuerda Juliane Dickel, jefa de pol¨ªtica energ¨¦tica y nuclear de la organizaci¨®n Bund. ¡°Un l¨ªmite de velocidad contribuir¨ªa al ahorro de forma r¨¢pida y sencilla¡±, asegura.
En el seno de la coalici¨®n de Gobierno, un tripartito formado por socialdem¨®cratas, verdes y liberales, el tempolimit ha resultado ser m¨¢s peliagudo que los presupuestos. Ya en las negociaciones para formar Gobierno, hace un a?o, los verdes lucharon, sin ¨¦xito, por incluirlo en el acuerdo de coalici¨®n. Pero ni entonces ni ahora, con una guerra en el este de Europa que ha provocado una crisis energ¨¦tica inaudita, los liberales del FDP se muestran dispuestos a poner coto a lo que a menudo se interpreta en Alemania como la m¨¢xima expresi¨®n de la libertad individual.
Alemania es, al fin y al cabo, un pa¨ªs donde el autom¨®vil tiene un peso enorme, real y figurado. La industria automovil¨ªstica, el mayor sector econ¨®mico, aporta el 7% del PIB y da trabajo a casi un mill¨®n de personas. Es la cuna de las marcas m¨¢s prestigiosas ¡ªMercedes, BMW, Audi, Porsche¡ª, que se vanaglorian de la potencia y velocidad de sus nuevos modelos. Para muchos alemanes, el coche es una de sus posesiones m¨¢s preciadas, aunque esto est¨¦ cambiando en las generaciones m¨¢s j¨®venes. Con unos ferrocarriles p¨²blicos cada vez menos fiables, el coche todav¨ªa es para muchos una garant¨ªa de puntualidad y de independencia.
El debate del tempolimit es poco menos que un asunto de guerra cultural, apunta Giulio Mattioli, investigador especializado en transporte de la Universidad de Dortmund, que lo compara, salvando las distancias, con el debate de las armas en Estados Unidos. ¡°Es un tema enormemente controvertido en el que una minor¨ªa muy ruidosa lo defiende con aut¨¦ntica pasi¨®n¡±, explica. Si nos vamos a las encuestas, resulta que la mayor¨ªa de alemanes est¨¢n a favor de un l¨ªmite de velocidad en las autopistas de 130 kil¨®metros por hora, recuerda el experto. As¨ª lo asegur¨® el 57% de los ciudadanos a los que pregunt¨® la empresa demosc¨®pica Forsa en mayo pasado, cuando el debate sobre el precio de la gasolina y el miedo a las consecuencias del corte del gas ruso estaban en pleno apogeo. Por partidos, los votantes de socialdem¨®cratas, verdes y democristianos estaban mayoritariamente a favor del l¨ªmite. No as¨ª los de la ultraderecha de AfD y los liberales del FDP.
El debate vuelve a estar de plena actualidad porque el l¨ªder liberal, Christian Lindner, ministro de Finanzas del Gobierno que lidera Olaf Scholz, lanz¨® un ¨®rdago a Los Verdes en el podcast pol¨ªtico Estado de la naci¨®n. Propuso repensar su negativa al tempolimit si los ecologistas se mostraban dispuestos a dejar funcionando las centrales nucleares m¨¢s all¨¢ del pr¨®ximo abril, que es la ¨²ltima fecha acordada, con muchas dificultades, entre los tres socios. La propuesta se ha entendido m¨¢s como un farol de Lindner que como una oferta real, porque los verdes, que ya han cedido m¨¢s de lo imaginable, jam¨¢s acceder¨ªan a comprar las nuevas barras de combustible nuclear que necesitan las plantas para seguir funcionando a partir de abril.
En Alemania no hay l¨ªmite de velocidad en cerca del 70% de las autopistas. La Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA, por sus siglas en alem¨¢n) ha calculado que establecer el l¨ªmite en 100 kil¨®metros por hora ahorrar¨ªa 2.100 millones de litros de gasolina y di¨¦sel cada a?o, o el 3,8% del consumo de combustible en el sector del transporte. A efectos de la dependencia alemana de los hidrocarburos rusos, la experta en energ¨ªa Claudia Kemfert, economista del Instituto Alem¨¢n de Investigaci¨®n Econ¨®mica (DIW), ha estimado que el tempolimit reducir¨ªa las importaciones de petr¨®leo ruso entre un 5% y un 7%.
M¨¢s seguridad y menos contaminaci¨®n
La agencia actualiz¨® recientemente sus c¨¢lculos del ahorro en emisiones de gases de efecto invernadero. Un l¨ªmite general de 120 kil¨®metros por hora reducir¨ªa las emisiones en dos millones de toneladas de CO? equivalente al a?o. Incluso establecerlo en 130 kil¨®metros por hora tendr¨ªa un efecto de ahorro positivo, con 1,5 millones de toneladas menos emitidas a la atm¨®sfera. El tempolimit ¡°ser¨ªa una contribuci¨®n factible, rentable y eficaz para reducir las emisiones del transporte a corto plazo¡±, se?ala un informe de la UBA. ¡°Tambi¨¦n se incrementar¨ªa la seguridad del tr¨¢fico y se reducir¨ªan las emisiones sonoras y contaminantes¡±, a?ade.
Con los socialdem¨®cratas tambi¨¦n a favor del l¨ªmite de velocidad, el ¨²nico escollo son los liberales, que precisamente se quedaron con el Ministerio de Transportes en el reparto de carteras de hace un a?o. Sin ellos no habr¨ªa mayor¨ªa. Seg¨²n sostienen algunos expertos, como el constitucionalista Joachim Wieland, una antigua ley de 1974, promulgada poco despu¨¦s de la crisis del petr¨®leo, permitir¨ªa imponer un l¨ªmite de velocidad temporal. La Ley de Seguridad Energ¨¦tica faculta al Ministerio de Econom¨ªa y Clima, en manos de los verdes, a decretar la medida por un tiempo determinado. Tendr¨ªa que justificarlo muy bien, eso s¨ª. El suministro deber¨ªa estar en peligro o directamente interrumpido, y no est¨¢ claro que ese sea el caso. Pero lo m¨¢s importante: una decisi¨®n as¨ª abrir¨ªa tal grieta entre los socios de Gobierno que dif¨ªcilmente los verdes se arriesgar¨ªan a tomarla.
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