La selecci¨®n del jurado popular marca el inicio del juicio por los atentados yihadistas de 2016 en Bruselas

El tribunal especial para juzgar los peores atentados yihadistas cometidos en B¨¦lgica arranc¨® este mi¨¦rcoles con la selecci¨®n de los miembros del jurado popular. Tras un juicio cuyas audiencias comenzar¨¢n el pr¨®ximo lunes y que se espera dure entre seis y nueve meses, estos ciudadanos deber¨¢n emitir un veredicto sobre los nueve procesados que se sentar¨¢n en el banquillo ¨Dy un d¨¦cimo en ausencia¨D, acusados de participar en diverso grado en la planificaci¨®n de los dos ataques suicidas perpetrados el 22 de marzo de 2016 en el aeropuerto principal de Bruselas y en una estaci¨®n de metro de la capital belga. Los atentados mataron a 32 personas e hirieron a m¨¢s de 340.

Entre los acusados figura, una vez m¨¢s en lugar destacado, Salah Abdeslam, el ¨²nico superviviente del comando yihadista que perpetr¨® antes una matanza a¨²n mayor en Par¨ªs, el 13 de noviembre de 2015, y que ya fue condenado a cadena perpetua el pasado junio, tras un largu¨ªsimo proceso en la capital francesa del que este nuevo juicio se considera una ¨²ltima etapa. Tanto Abdeslam, que se present¨® con una poblada barba, como otros ocho acusados ¡ªseis de ellos en total condenados ya en Par¨ªs¡ª asistieron este mi¨¦rcoles al largo procedimiento de elecci¨®n de jurados, que se prolong¨® toda la jornada.

Al contrario que en Francia, donde el proceso del 13-N lo llev¨® un tribunal especial de magistrados, en B¨¦lgica los juicios de terrorismo se realizan con un jurado popular. Un d¨¦cimo acusado, Osama Atar, el presunto cerebro de la c¨¦lula terrorista belga, ser¨¢ juzgado en ausencia, dado que aunque el grupo terrorista Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) anunci¨® su muerte en Siria en 2019, no hay una prueba fehaciente de su deceso.

La Fiscal¨ªa no ha formulado una petici¨®n de penas, pero los delitos de los que acusa a los procesados ¨Dasesinato e intento de asesinato en un contexto terrorista¨D implican una condena m¨¢xima de cadena perpetua.

De los nueve acusados presentes, solo uno, Osama Krayem, conocido como El Sueco por haber crecido en Suecia en una familia inmigrante siria, se neg¨® a responder a la presidenta del tribunal, Laurece Massart. Esta, de manera protocolaria, pregunt¨® a cada uno su nombre, edad, profesi¨®n y lugar de residencia que, salvo para los dos acusados en libertad condicional, es desde el verano una prisi¨®n de seguridad belga.

Todos siguieron con m¨¢s o menos inter¨¦s, al igual que los abogados de la defensa y la acusaci¨®n, el desfile durante varias horas de los centenares de personas convocadas como posible jurado, gran parte de las cuales intentaron esquivar esta obligaci¨®n con argumentos de incompatibilidad laboral, de salud o de cualquier otro g¨¦nero que, m¨¢s de una vez, provocaron las risas en la sala.

¡°Ser jurado no es una elecci¨®n, es una obligaci¨®n en tanto que ciudadano¡±, les record¨® la jueza Massart. Aunque reconoci¨® que se trata de un juicio inusualmente largo, asegur¨® a los potenciales jurados que, a partir de la semana que viene, podr¨¢n volver a sus casas cada tarde a una hora decente. ¡°Ser¨¢n jornadas de trabajo normales¡±, subray¨® en un intento, no siempre logrado, de apaciguar a los m¨¢s reticentes a cumplir con este deber ciudadano en B¨¦lgica.

La selecci¨®n final de los 12 jurados principales y 24 m¨¢s de reemplazo, elegidos en un sorteo tras una preselecci¨®n de 1.000 personas, es el paso final antes del comienzo, el pr¨®ximo lunes, de las audiencias de un proceso plagado de retrasos, incidentes y pifias. La ¨²ltima: la convocatoria para participar como jurados a al menos cinco de las v¨ªctimas que forman parte de la acusaci¨®n popular. Seg¨²n explic¨® el portavoz del tribunal de Bruselas donde se celebrar¨¢ el juicio, Luc Hennart, a medios flamencos, el error se produjo cuando uno de los ujieres encargados de la convocatoria de jurados mezcl¨® los documentos destinados a estos con los que deb¨ªan ser enviados a las v¨ªctimas. Cinco de los afectados fueron r¨¢pidamente contactados para remediar el error. ¡°Les hemos podido tranquilizar. La acusaci¨®n civil no puede ser jurado¡±, declar¨® Hennart, seg¨²n resalt¨® tambi¨¦n el diario franc¨®fono Le Soir.

Este fallo se suma a una ristra de incidentes que han puesto a prueba la paciencia de las v¨ªctimas, que ya manifestaron p¨²blicamente su descontento cuando, a mediados de septiembre, el proceso fue inesperadamente retrasado m¨¢s de dos meses a causa de una protesta de los abogados de la defensa sobre la cabina acristalada de seguridad donde se sientan los acusados.

La c¨¢mara original, dise?ada en forma de c¨¦lulas individuales, muy estrechas y con apenas una ranura no mayor que la de un buz¨®n por la que los acusados deb¨ªan comunicarse ¡ªmal¡ª con sus abogados, provoc¨® la protesta de estos. Finalmente, en lo que deb¨ªa haber sido una mera sesi¨®n preparatoria del juicio ¡ªel paso previo a la selecci¨®n del jurado completada ahora¡ª se convirti¨® en una larga jornada de discusiones que concluyeron con la decisi¨®n de la presidenta del tribunal de suspender el proceso hasta que pudiera transformarse la c¨¦lula inicial, de la que solo han quedado los pilares. La nueva cabina es m¨¢s espaciosa y en ella los acusados se sientan juntos. Adem¨¢s, les resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil comunicarse con sus abogados, ya que el panel separador cuenta con grandes aperturas.

Todo este equipo se pondr¨¢ realmente a prueba a partir del lunes, cuando la presidenta del tribunal comience con las sesiones del juicio, empezando con la identificaci¨®n de todas las partes y la lectura del acta de acusaci¨®n que, seg¨²n las previsiones del tribunal, ocupar¨¢ buena parte de la primera semana del proceso. Hasta mediados de diciembre no se espera que empiece el interrogatorio de los acusados, que afrontan cargos de asesinato e intento de asesinato en un contexto terrorista por su implicaci¨®n en diverso grado en el mayor ataque sufrido por B¨¦lgica en tiempos de paz.

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