Madres y mujeres de los soldados rusos desaparecidos cargan contra el Kremlin: ¡°Vamos a las morgues y nadie nos ayuda¡±
La polic¨ªa arresta a la l¨ªder del Consejo de Madres y Esposas y a dos activistas entre quejas por las dificultades para conocer el paradero de sus familiares y por el colapso de los servicios de atenci¨®n del Ministerio de Defensa
Una famosa canci¨®n sovi¨¦tica recreaba la carta de un hombre a una chica donde le mandaba recuerdos y le ped¨ªa que mintiese a sus padres. ¡°Hola, hermanita. ?Qu¨¦ tal? Tan solo no le digas a mam¨¢ que estoy en Afganist¨¢n¡±, dec¨ªa el estribillo. A?os despu¨¦s, el pa¨ªs fue sustituido por Chechenia. Aquel tema no cuenta a¨²n con una versi¨®n sobre Ucrania, pero algunas madres y novias de los militares han comenzado a perder la paciencia con el desarrollo de la ofensiva. No por la guerra en s¨ª ¡ªsi es justa o no parece algo secundario para muchas de ellas¡ª, sino por las condiciones en las que han sido enviados al frente sus seres queridos y por desconocer su paradero. El Kremlin, conocedor por la experiencia de guerras pasadas de la enorme presi¨®n que pueden ejercer en su contra, intenta frenar esta bola de nieve.
El jueves fueron arrestadas la l¨ªder del Consejo de Madres y Esposas y dos activistas que viajaban con ella en un control de carretera en la regi¨®n de Samara, en el suroeste del pa¨ªs. ¡°Creemos que esperaban nuestro veh¨ªculo a prop¨®sito. Nos dijeron que ten¨ªan motivos para suponer que transport¨¢bamos estupefacientes¡±, relat¨® m¨¢s tarde la jefa de la asociaci¨®n, Olga Tsuk¨¢nova. Las tres fueron trasladadas a comisar¨ªa. Contra una de ellas se abri¨® un proceso administrativo por supuesta difusi¨®n de materiales extremistas. A las pocas horas todas ellas fueron liberadas.
¡°Este sistema tiene miedo a la unidad popular. Nos tienen miedo y se est¨¢n lanzando contra las mujeres que protegen a sus chicos¡±, escribi¨® este s¨¢bado Tsuk¨¢nova en una carta abierta. Su asociaci¨®n, fundada en septiembre, ha servido de catalizador para miles de mujeres que no encontraban otra alternativa para expresar sus quejas por la situaci¨®n de los suyos en el frente.
El Consejo de Madres y Esposas ha sido impulsado por una organizaci¨®n minoritaria, la Uni¨®n de Todos los Pueblos para el Renacimiento de Rusia, que aboga por ¡°volver al punto donde colaps¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica y restaurar desde ah¨ª la URSS en la pr¨¢ctica y legalmente¡±. Sin embargo, algunos medios afines al Kremlin, como Life.ru, acusan al grupo de tener supuestos v¨ªnculos con opositores y extranjeros con el objetivo de agitar la conciencia de las familias rusas, ¡°pues cualquier persona normal sufre y tiene simpat¨ªa ante estas sagradas palabras: ¡®madre de soldado¡±.
Sus seguidores rechazan estas acusaciones. ¡°En nuestro pa¨ªs cualquier oposici¨®n es [considerada] por lo menos de gente extremista, estafadores o sectarios. Todos patrocinados por la CIA, claro¡±, denunciaba en un v¨ªdeo Yulia. ¡°Estas mujeres defienden nuestro pa¨ªs mejor que los hombres¡±, a?ad¨ªa.
La ¨²nica prueba presentada contra ellas ha sido un supuesto extracto de una videoconferencia donde aparec¨ªa un periodista de un medio bielorruso en el exilio. La asociaci¨®n ha declinado hablar con EL PA?S despu¨¦s de que entrase en vigor la nueva legislaci¨®n que proh¨ªbe mencionar detalles sobre la movilizaci¨®n. El castigo incluye desde multas a entrar en la lista negra de los agentes extranjeros. Sin embargo, su canal ya cuenta con m¨¢s de 20.000 seguidores y cada d¨ªa aparecen nuevas denuncias de las madres de los militares.
Hijos desaparecidos
¡°No hay apoyo para las madres que buscan a sus hijos. Algunos se encuentran en cautiverio, de otros no se sabe nada. Nos dirigimos a las morgues y a las autoridades militares y nadie nos ayuda, nos echan de todos lados¡±, denunciaba hace d¨ªas Yulia, de la cuenca minera siberiana de Kuzb¨¢ss. Irina Chistyakova, cuyo hijo estuvo desaparecido casi ocho meses antes de saber que est¨¢ preso, afirmaba en otro v¨ªdeo que solo esta asociaci¨®n le ech¨® una mano.
El Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja pudo ver esta semana a varios prisioneros de guerra rusos y ucranios. Aunque calific¨® esta visita como ¡°un importante paso para preservar la humanidad en medio de la brutalidad del conflicto¡±, el organismo internacional denunci¨® que ¡°debe tener acceso sin obst¨¢culos a todos los prisioneros para verlos repetidamente, en privado y dondequiera que se encuentren¡±.
El Consejo de Madres y Esposas tambi¨¦n vela por que la movilizaci¨®n sea justa. A principios de octubre se dirigi¨® al presidente Vlad¨ªmir Putin y al Ministerio de Defensa con una simple pregunta: ¡°?Han sido movilizados los hijos de altos funcionarios, oligarcas y estrellas de televisi¨®n? En caso negativo, ?por qu¨¦ motivo?¡±. En aquellos d¨ªas, el hijo del portavoz de Putin, Dmitri Peskov, fue objeto de una broma telef¨®nica de un supuesto centro de reclutamiento. El hijo de Peskov respondi¨® a la falsa llamada que no pod¨ªa ser llamado a filas y a?adi¨® que resolver¨ªa su citaci¨®n ¡°a otro nivel¡±.
Casi tres meses despu¨¦s de comenzar la movilizaci¨®n, a¨²n se producen irregularidades, lo que puede suponer un problema para el Kremlin. Por ejemplo, pese a haber finalizado oficialmente el reclutamiento, en Cheli¨¢binsk han sido llamados a filas varios ciudadanos de Uzbekist¨¢n y Bielorrusia que ni siquiera ten¨ªan la ciudadan¨ªa rusa. Y otro ejemplo: Marina, mujer del movilizado Alex¨¢nder Stiopkin, solo pudo recurrir al Consejo de Madres y Esposas para implorar ayuda porque, padres de un ni?o inv¨¢lido, su centro de reclutamiento ¡°no tiene internet para tramitar los documentos¡± que le eximan de ir al frente. ¡°El correo llegar¨¢ en enero¡±, le dijeron.
Sin entrar en pol¨ªtica
Menos problemas ha tenido hasta ahora el Comit¨¦ de Madres de Soldados de Rusia, la organizaci¨®n de este tipo m¨¢s prestigiosa del pa¨ªs. Fundada en 1989, en los estertores de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, aglutina a m¨¢s de medio centenar de agrupaciones locales y ha logrado mantenerse al margen de la criba que han sufrido otras asociaciones m¨¢s activistas gracias a su absoluta neutralidad. Su papel en esta guerra se ha limitado a recolectar dinero, alimentos, ropa y medicamentos para los militares, adem¨¢s de ofrecer asistencia legal a aquellos que consideraban que no cumpl¨ªan los criterios para ser reclutados.
Pese a esta exquisita neutralidad, el Kremlin no llam¨® a sus representantes para reunirse con Putin el pasado 25 de noviembre junto con otras madres de soldados. Toda cr¨ªtica deb¨ªa ser filtrada, y esta asociaci¨®n recibe cientos de mensajes diarios con todo tipo de reclamaciones.
¡°Mi hermano se ofreci¨® como voluntario y no ha recibido el salario de cinco meses de servicio. Escribimos a la Fiscal¨ªa militar y al Comisionado de Derechos Humanos, y el resultado es cero. Las l¨ªneas del Ministerio de Defensa est¨¢n constantemente ocupadas¡±, dec¨ªa Anna, de Briansk, en una de las miles de quejas escritas en el foro con el que esta organizaci¨®n atiende a los familiares.
Otra queja recurrente es que los motivos m¨¦dicos son infravalorados. ¡°Mi hijo fue a la oficina de reclutamiento para alegar motivos de salud (antes le diagnosticaron hipertensi¨®n de primer grado). En el examen m¨¦dico del centro ignoraron los documentos, no le dejaron salir y el mismo d¨ªa le enviaron al ej¨¦rcito. Solo le permitieron escribir una queja. ?Qu¨¦ hacer?¡±, denunciaba en el mismo grupo Sergu¨¦i Ivanov.
Las primeras semanas de movilizaci¨®n surgieron algunas protestas de mujeres en las provincias m¨¢s afectadas por el reclutamiento, aunque pronto se diluyeron al ser reprimidas. Cientos de miles de rusos huyeron del pa¨ªs, pero tambi¨¦n otros se alistaron como voluntarios. Muchos m¨¢s han acudido entre el fatalismo y la resignaci¨®n.
¡°Les da igual, no tienen nada que hacer con sus vidas. En Siberia no hay futuro y me dicen que esto es, al menos, algo diferente¡±, cuenta a este peri¨®dico una joven que pide no ser identificada. Al conocerse la movilizaci¨®n, tem¨ªa que llamasen a sus primos y su hermano. Los primeros fueron reclutados.
Otras madres y mujeres rusas consideran un acto heroico los sacrificios de sus muchachos. Durante su encuentro con Putin, una mujer rememor¨® la muerte de su hijo Konstant¨ªn Pshenichkin: ¡°El enemigo se acercaba a sus posiciones. Salt¨® de la trinchera y pidi¨® fuego (sobre su posici¨®n). Sus ¨²ltimas palabras fueron: ¡®Vamos, muchachos, hagamos picadillo a los ukros [juego de palabras con la traducci¨®n en ruso para el eneldo y ucranio]¡±.
A otras, sin embargo, la guerra les ha cambiado la vida de otro modo. Zinaida, cuyo hijo muri¨® en el frente poco despu¨¦s de ser movilizado, dio las gracias al Gobierno el pasado 27 de noviembre, D¨ªa de la Madre en Rusia, por haberle despertado. ¡°Cruel y dolorosamente, pero me hab¨¦is despertado. Desde mi alma de madre os deseo que pas¨¦is por esta vida el infierno que nos hab¨¦is hecho pasar a nosotras¡±, subray¨® sin apartar la vista un segundo en el mensaje que difundi¨® el ahora peligroso Consejo de Madres y Esposas.
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