El voto rural que hizo presidente a Castillo aprieta al nuevo Gobierno de Per¨²

El sur de Per¨² se niega a perder la ¨²nica vez que gan¨®. Las protestas que exigen elecciones anticipadas y el cierre del Congreso aumentan en las regiones que hace un a?o y medio hicieron presidente a Pedro Castillo. La imagen de un Castillo triunfal, con los brazos en alto como un profeta, pone cara a las banderas que se ven en la calle. Para muchos se ha convertido ya en un m¨¢rtir. El relato del golpe de Estado que nunca fue se ve desde este lado al rev¨¦s: para ellos la v¨ªctima es el maestro rural. V¨ªctimas de las ¨¦lites, del poder, del Congreso, de Lima. El Per¨² que la capital nunca hab¨ªa escuchado hasta las ¨²ltimas elecciones ruge desde los Andes para negar al nuevo Gobierno de Dina Boluarte, a la que consideran una traidora, una vendida.

La nueva presidenta ha empezado a ser consciente de que el suyo ser¨¢ un Gobierno de transici¨®n, m¨¢s breve de lo que pens¨®. Si hace una semana, apenas unas horas despu¨¦s del autogolpe fallido y detenci¨®n del presidente, juraba su cargo como jefa del Estado hasta 2026, Boluarte ya sabe que no hay posibilidad de sobrevivir mucho tiempo en medio de la crisis abierta por su antecesor. A principios de esta semana plante¨® celebrar las presidenciales en abril de 2024, pero este mi¨¦rcoles ya ha hablado de diciembre de 2023. Los tiempos se acortan a medida que las protestas crecen.

Ocho d¨ªas despu¨¦s del suicidio pol¨ªtico de Castillo, hay ocho muertos en enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªas, tres aeropuertos cerrados al tr¨¢fico y decenas de bloqueos de carreteras. Miles de personas amenazan con llegar a Lima para celebrar una gran protesta masiva, pero hasta ahora en la capital las marchas no son muy numerosas. Este mi¨¦rcoles, cientos de polic¨ªas blindaban los edificios p¨²blicos y la c¨¦ntrica plaza de San Mart¨ªn. Hab¨ªa m¨¢s uniformados que manifestantes. Estos se limitaron a rodear la plaza varias veces de forma pac¨ªfica gritando consignas como: ¡°Dina asesina¡±. Su intenci¨®n era llegar al Congreso, pero el contingente policial lo impidi¨®. Para este jueves se esperan nuevas protestas y se ha anunciado un paro nacional.

En el sur la situaci¨®n tiende m¨¢s al caos. El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en todo el pa¨ªs durante 30 d¨ªas para que las fuerzas armadas se hagan cargo de la seguridad. Los manifestantes por ahora se niegan a dar marcha atr¨¢s. No quieren que este nuevo cap¨ªtulo de la crisis pol¨ªtica peruana se cierre con Castillo encarcelado y el resto siga igual. Quieren elecciones inmediatas y que todos los congresistas se vayan a su casa. El rechazo al Parlamento no es solo una cuesti¨®n regional, el 86% de los peruanos desconf¨ªa de ¨¦l, seg¨²n encuestas de noviembre, un rechazo mayor que el que suscitaba el propio Castillo.

En regiones como Cusco, hoy incendiada por las protestas, el 80% de los electores votaron por ¨¦l en las elecciones pasadas. Ve¨ªan en el maestro rural una persona como ellos, la primera oportunidad real de alcanzar el poder. Enfrente estaba Keiko Fujimori, representante de la m¨¢s tradicional pol¨ªtica lime?a. Castillo malogr¨® un a?o y medio de mandato en una crisis constante y nunca fue capaz de llevar la iniciativa pol¨ªtica. Los casos de corrupci¨®n que lo se?alaban a ¨¦l o a gente de su entorno se multiplicaron hacia el final. El Congreso tampoco se lo puso nunca f¨¢cil. El d¨ªa que decidi¨® dar el autogolpe improvisado se enfrentaba a su tercera moci¨®n de censura.

La crisis de legitimidad pol¨ªtica en Per¨² se ha agudizado, el descontento es generalizado. La mayor¨ªa de los ciudadanos ha optado por hacer su vida ajena a la crisis que ha hecho que en cinco a?os Per¨² haya tenido seis presidentes. El ¨²ltimo comparte ahora prisi¨®n con el aut¨®crata Alberto Fujimori. Castillo se enfrenta a penas que podr¨ªan llevarle cinco d¨¦cadas a la c¨¢rcel, pero los ¨²ltimos acontecimientos lo han envalentonado. Las protestas en el interior del pa¨ªs y los apoyos externos, como el de los presidentes de Colombia y M¨¦xico, lo animan. Desde la prisi¨®n se sigue proclamando el jefe del Estado. En las pr¨®ximas horas, un juez decidir¨¢ si acepta la petici¨®n de la Fiscal¨ªa de 18 meses en prisi¨®n preventiva, un mes m¨¢s que lo que dur¨® su Gobierno.

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