El juez dicta 18 meses de prisi¨®n provisional para Pedro Castillo por los delitos de rebeli¨®n y conspiraci¨®n

Pedro Castillo sentenci¨® su futuro cuando, por razones que a¨²n son un misterio, intent¨® un autogolpe improvisado que acab¨® con su detenci¨®n ese mismo d¨ªa. El maestro de escuela rural a¨²n tardar¨¢ un tiempo en volver a su casa, en las monta?as andinas donde dec¨ªa que era feliz rodeado de vacas y campo. Un juez dict¨® este jueves 18 meses de prisi¨®n provisional para ¨¦l, que se enfrenta a penas no menores de diez a?os por el delito de rebeli¨®n y conspiraci¨®n. La decisi¨®n acaba tambi¨¦n con la idea de viajar a M¨¦xico como asilado pol¨ªtico. Ese fue el primer plan que Castillo puso en marcha el mi¨¦rcoles pasado cuando vio que su intentona golpista no conduc¨ªa a ninguna parte.

Castillo est¨¢ tan solo ya que ni si quiera sus abogados se presentaron a la audiencia de este jueves. En su lugar, se le asign¨® uno de oficio. El juez ha acogido la tesis de la fiscal¨ªa, que alert¨® tambi¨¦n del riesgo de fuga. Huir fue lo que trat¨® de hacer al verse acorralado. El Congreso que supuestamente hab¨ªa disuelto con su anuncio televisado a la naci¨®n hizo caso omiso a sus palabras. Los parlamentario continuaron la sesi¨®n y en un rato aprobaron su destituci¨®n. Todo el mundo le dio la espalda. La polic¨ªa orden¨® su detenci¨®n y los escoltas que lo llevaban a la embajada de M¨¦xico para ponerse a salvo lo entregaron en una comisar¨ªa. Desde ese d¨ªa duerme en una c¨¢rcel.

La prisi¨®n provisional durar¨¢ m¨¢s que su mandato, una aventura fugaz de 17 meses que termin¨® de la forma m¨¢s abrupta y desconcertante de todas. Castillo no fue capaz de tener un Gobierno estable, lleg¨® a nombrar cinco gabinetes, y nunca tom¨® la iniciativa pol¨ªtica. Su mandato fue la historia de una gesti¨®n a la deriva, sin ning¨²n objetivo definido. El profesor que gan¨® la presidencia con la bandera del cambio y la promesa de gobernar para los pobres, como ¨¦l, acab¨® inmol¨¢ndose en la televisi¨®n con un golpe de Estado torpe que no ten¨ªa ning¨²n apoyo.

La ¨²nica persona que permaneci¨® fiel al presidente hasta el final fue An¨ªbal Torres, para el que el juez ha desestimado la petici¨®n de la Fiscal¨ªa de prisi¨®n provisional. Torres fue la persona que se vio en todo momento al lado de Castillo desde su detenci¨®n, entonces en calidad de abogado. Hab¨ªa sido su cuarto primer ministro, aunque renunci¨® cuando la corrupci¨®n ya anegaba los pasillos del Palacio presidencial. Apenas dos d¨ªas despu¨¦s del autogolpe, Torres anunci¨® por Twitter su paso a la clandestinidad al saberse investigado. Ahora deber¨¢ permanecer en Lima y comparecer ante el juez el primer d¨ªa de cada mes.

Su defensa hab¨ªa alegado esta ma?ana en la audiencia que su clandestinidad era una forma de hablar, pues el abogado, que ya tiene 79 a?os, estaba dispuesto a volver a dar clases en la universidad. La Fiscal¨ªa lo acus¨® a ¨¦l incluso de haber escrito el texto que ley¨® Castillo. Aunque su defensa niega que supiera que eso iba a suceder. Dice que ¨¦l lleg¨® al Palacio y Castillo le anunci¨® que iba a dar un mensaje a la naci¨®n. Torres, entonces, se retir¨® a otro lugar ¡°a meditar¡± mientras el pol¨ªtico trataba de convertirse en un aut¨®crata al estilo de Alberto Fujimori.

Hoy el ¨²ltimo dictador de Per¨² y el ¨²ltimo presidente comparten la misma prisi¨®n, aunque a¨²n no se han cruzado por los pasillos por la calidad de detenido que ten¨ªa hasta ahora Castillo. En los alrededores de la c¨¢rcel, durante todo el d¨ªa se concentraron decenas de seguidores del maestro rural. Para ellos, es solo una v¨ªctima de un Congreso corrupto que nunca le dej¨® gobernar. Mientras el juez ley¨® su resoluci¨®n, en una comparecencia que dur¨® toda la tarde, los castillistas exig¨ªan su liberaci¨®n.

En las calles de Lima las protestas tambi¨¦n fueron mucho m¨¢s numerosas que los d¨ªas anteriores. Desde las regiones andinas del sur han ido llegando caravanas de manifestantes que vienen a la capital a manifestar su rechazo al nuevo Gobierno y la necesidad de un adelanto inmediato de elecciones. Eso da aliento a Castillo, que se sigue proclamando el presidente del pa¨ªs aunque su libertad se ve cada vez m¨¢s lejana. Las protestas que comenzaron el mismo d¨ªa de su detenci¨®n suman ya 10 muertos en enfrentamientos entre la polic¨ªa y los manifestantes. Los dos ¨²ltimos este mismo jueves, primer d¨ªa del estado de emergencia que el Ejecutivo decret¨® en todo el pa¨ªs para tratar de recuperar una seguridad que cada vez parece m¨¢s lejana.

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