La escritora N¨¦lida Pi?¨®n deja cuatro apartamentos de lujo en herencia a sus perras
La escritora brasile?a, fallecida el 17 de diciembre en Lisboa, hija ¨²nica y sin descendencia, sent¨ªa una aut¨¦ntica pasi¨®n por sus mascotas ¡®Suzy¡¯ y ¡®Pilara¡¯
Cuatro apartamentos de lujo en un mismo edificio frente a la laguna Rodrigo de Freitas, una de las zonas m¨¢s exclusivas de R¨ªo de Janeiro. Eso es lo que la escritora brasile?a N¨¦lida Pi?¨®n, Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Las Letras en 2006, dej¨® de herencia a sus dos perras, Suzy y Pilara. Lo explic¨® su asistente y amiga ¨ªntima, Karla Vasconcelos, que seg¨²n el testamento dejado por la escritora se encargar¨¢ de velar por el bienestar de los animales: ¡°Yo administro todo, pero ellas son las herederas de verdad. De hecho, lo que est¨¢ escrito es que los apartamentos no pueden venderse mientras las ni?as est¨¦n vivas. Es su casa, su propiedad¡±, afirm¨® en declaraciones al diario Folha de S?o Paulo.
Pi?¨®n falleci¨® a los 85 a?os el s¨¢bado 17 de diciembre en un hospital de Lisboa por unas complicaciones derivadas de una cirug¨ªa en la ves¨ªcula. Era hija ¨²nica y no ten¨ªa parientes pr¨®ximos, m¨¢s all¨¢ de algunos primos, y sus perras, una chihuahua y una pinscher miniatura, eran su bien m¨¢s preciado. Eran como sus hijas, casi literalmente. Las dos mascotas est¨¢n registradas con su apellido (Suzy y Pilara Pi?¨®n, la segunda en homenaje a su bisabuela Pilar) y tienen pasaporte europeo.
Seg¨²n el relato de la amiga de la novelista a Folha, las perritas se someten a revisiones completas cada seis meses y tienen un paladar algo gourmet, incluso con reminiscencias espa?olas, muy probablemente por el origen de la autora, descendiente de inmigrantes gallegos. ¡°Les encanta el queso manchego, las anchoas y el foie gras. Todo lo que tienen es de lo mejorcito y as¨ª seguir¨¢ siendo¡±, comentaba la amiga de Pi?¨®n, que ser¨¢ la heredera final del patrimonio de la novelista. La escritora tambi¨¦n incluy¨® en el testamento a una tercera persona, elegida para ser la madre de ¡°las ni?as¡± si su asistente de confianza fallece o ya no pudiera cuidarlas. Su identidad se desconoce, pero seg¨²n Vasconcelos es alguien que sabe lo que Suzy y Pilara representaban para Pi?¨®n.
La autora de La Rep¨²blica de los sue?os y La dulce canci¨®n de Caetana sent¨ªa aut¨¦ntica pasi¨®n por sus perras, y una de sus ¨²ltimas alegr¨ªas fue acogerlas en su regazo pocas horas antes de fallecer. Tras mucho insistir, Vasconcelos consigui¨® que el hospital de Lisboa donde estaba ingresada hiciera una excepci¨®n y permitiera la entrada de los c¨¢nidos. ¡°Fue una despedida linda. Tendr¨ªas que haberle visto la cara cuando vio a las ni?as encima de la cama, poniendo la patita encima de la s¨¢bana¡±, comentaba la fiel amiga.
Ahora, la asistente de la novelista est¨¢ enfrascada en la burocracia para trasladar los restos mortales de Pi?¨®n desde Lisboa a R¨ªo de Janeiro, donde ser¨¢ enterrada en los pr¨®ximos d¨ªas. Sus restos mortales descansar¨¢n junto a Gravetinho, otro mini pinscher que falleci¨® hace a?os por una neumon¨ªa. Las cenizas del perrito estaban en casa de la escritora. Los dos ser¨¢n enterrados en el mausoleo de la Academia Brasile?a de las Letras, en el cementerio de San Juan Bautista.
Preside el mausoleo la sepultura de Machado de Assis y de su esposa, Carolina. Los inmortales de las letras tienen derecho a ser enterrados junto a sus compa?eros sentimentales, gracias al empe?o del fundador de la Academia. N¨¦lida Pi?¨®n ser¨¢ sepultada junto a Gravetinho. Por primera vez, el templo donde descansan los genios de la literatura nacional abrir¨¢ sus puertas a un ser de cuatro patas.
La noticia de que dos perras heredar¨¢n cuatro apartamentos de lujo dej¨® at¨®nitos a muchos cariocas y gener¨® m¨¢s de un comentario cr¨ªtico, pero lo que muchos no saben es que otra parte del valioso patrimonio de Pi?¨®n estar¨¢ a disposici¨®n de todos los brasile?os. El a?o pasado, la novelista, traducida a m¨¢s de 30 idiomas, vaci¨® sus estanter¨ªas y leg¨® al Instituto Cervantes de R¨ªo de Janeiro m¨¢s de 8.000 libros de su colecci¨®n. Todo ese archivo personal forma ahora la Biblioteca N¨¦lida Pi?¨®n, que se puede consultar en la sede del Cervantes, en el barrio de Botafogo, a pocos kil¨®metros de los pisos por donde seguir¨¢n correteando sus queridas Suzy y Pilara.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.