Brahim Gali, l¨ªder del Frente Polisario: ¡°Espa?a ha repetido una traici¨®n en el S¨¢hara¡±

Recuperado de la infecci¨®n de covid que estuvo a punto de poner fin a su vida en un hospital espa?ol en 2021 y que enturbi¨® al m¨¢ximo las relaciones entre Madrid y Rabat, Brahim Gali, de 73 a?os, habla con parsimonia en la noche del lunes con cuatro medios europeos, entre ellos EL PA?S, en el campamento de refugiados de Dajla (en el desierto argelino que rodea Tinduf). El l¨ªder del Frente Polisario porta una t¨²nica marr¨®n de notable beduino, investido como presiden...

Recuperado de la infecci¨®n de covid que estuvo a punto de poner fin a su vida en un hospital espa?ol en 2021 y que enturbi¨® al m¨¢ximo las relaciones entre Madrid y Rabat, Brahim Gali, de 73 a?os, habla con parsimonia en la noche del lunes con cuatro medios europeos, entre ellos EL PA?S, en el campamento de refugiados de Dajla (en el desierto argelino que rodea Tinduf). El l¨ªder del Frente Polisario porta una t¨²nica marr¨®n de notable beduino, investido como presidente de la autoproclamada Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD), un Estado al que reconocen medio centenar de pa¨ªses (entre los que no figura Espa?a). Entre sus pliegues asoma el pa?uelo-turbante verde oliva de su uniforme militar de campa?a. En el pedregoso desierto de la hamada, el congreso del Frente Polisario est¨¢ haciendo resonar desde el pasado fin de semana los tambores de guerra contra Marruecos despu¨¦s de m¨¢s de dos a?os de ruptura del alto el fuego. Sus ojos reflejan despecho cuando define el giro dado el a?o pasado por el Gobierno espa?ol sobre el S¨¢hara como una nueva ¡°traici¨®n¡± que ¡°remueve el mismo cuchillo [el abandono de Espa?a como potencia colonial en 1975] en la misma herida¡±.

Pregunta. El lema del congreso del Polisario es la intensificaci¨®n de la lucha armada, despu¨¦s de haber vuelto a las armas en 2020. ?Cu¨¢les son los objetivos para obtener la autodeterminaci¨®n por la v¨ªa de los combates?

Respuesta. Retomar las armas nos ha sido impuesto por las violaciones sistem¨¢ticas del alto el fuego por el Ej¨¦rcito marroqu¨ª. Hemos acompa?ado durante 30 a?os a la comunidad internacional para que aplicase lo que prometi¨® a los saharauis en 1991. Despu¨¦s de casi 30 a?os, Marruecos volvi¨® a violar los acuerdos entre Naciones Unidas y el Frente Polisario, y a este no le qued¨® otro remedio que retornar a las armas y defender la dignidad. Es un derecho que consagra la legalidad internacional a los pueblos ocupados y colonizados como el saharaui. La guerra no es un objetivo como tal, sino un medio para que se llegue a una soluci¨®n definitiva que garantice al pueblo saharaui su dignidad y su independencia.

P. ?Qu¨¦ fue lo que pens¨® cuando se conoci¨® la carta del presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, dirigida a Mohamed VI, en la que consideraba la propuesta de autonom¨ªa dentro de Marruecos como la opci¨®n m¨¢s seria, realista y cre¨ªble para el S¨¢hara Occidental?

R. Fue una sorpresa para todos los saharauis. No es lo que se esperaba. Por segunda vez en menos de 50 a?os se ha repetido una traici¨®n y se remueve el mismo cuchillo en la misma herida. El pueblo saharaui esperaba del Gobierno espa?ol que asumiese su responsabilidad hist¨®rica, legal y pol¨ªtica para respetar la legalidad internacional y cumplir los deberes que le conciernen a Espa?a sobre el S¨¢hara Occidental como potencia administradora y para poner fin a la ocupaci¨®n marroqu¨ª, ayudando a la organizaci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n.

P. ?C¨®mo califica la presunta trama de corrupci¨®n en el Parlamento Europeo, que implica a Marruecos, y en qu¨¦ aspecto cree que ha perjudicado a los intereses del pueblo saharaui?

R. A nosotros no nos sorprende. Est¨¢bamos seguros de que detr¨¢s de la conducta del Parlamento Europeo durante estos ¨²ltimos a?os con el rechazo de los dict¨¢menes del Tribunal Europeo de Justicia [sobre el S¨¢hara] hab¨ªa corrupci¨®n. Hay que explicar lo que resulta inexplicable en Europa, donde consideramos que la justicia es superior a la pol¨ªtica. Lo que ha demostrado la trama de corrupci¨®n es que individuos, personas concretas, han impuesto que se revisen [en la Euroc¨¢mara] todos los acuerdos firmados entre la Uni¨®n Europea y Marruecos. Esto refuerza el planteamiento del pueblo saharaui. Europa debe ser parte de la soluci¨®n y no parte del problema.

P. En el congreso del Frente Polisario se est¨¢n debatiendo posiciones m¨¢s encontradas de lo habitual y el dirigente hist¨®rico Bashir Mustaf¨¢ Sayed ha presentado su candidatura para relevarle en el cargo ?Qu¨¦ significa intensificar la guerra? ?Con qu¨¦ l¨ªmites? ?Ve mucha presi¨®n de los saharauis?

R. No es un secreto que los saharauis han cooperado con la comunidad internacional durante 30 a?os para llegar a una soluci¨®n pac¨ªfica. Pero en los ¨²ltimos 10 o 12 a?os hay una exigencia de todo el pueblo para salir de esa situaci¨®n, cuando no se ven perspectivas de soluci¨®n debido a la obstrucci¨®n marroqu¨ª y la falta de asunci¨®n de sus responsabilidades por parte de Naciones Unidas. El debate es para buscar todos los medios para intensificar la lucha armada contra el Ej¨¦rcito marroqu¨ª. Hay una presi¨®n enorme para que volvamos a nuestro m¨¦todo de lucha de a?os anteriores, donde se han librado batallas con grandes resultados en la recuperaci¨®n de armamento y la captura de prisioneros. Este es el planteamiento hoy, esta es la exigencia de nuestros j¨®venes, y tambi¨¦n la de nuestro ej¨¦rcito en general.

P. ?Hasta qu¨¦ punto osar¨ªan atravesar sus fuerzas el muro levantado por Marruecos en el S¨¢hara, e incluso atacar territorio marroqu¨ª? ?Va a seguir en paralelo la mediaci¨®n en marcha del enviado de la ONU, Staffan de Mistura?

R. Si repasamos la historia, en los a?os que van de 1986 a 1989, que fueron de grandes batallas, Marruecos, en un momento determinado, crey¨® que el muro que construy¨® era infranqueable, pero los combates demostraron todo lo contrario. Como he mencionado, hay una exigencia de que volvamos a ese tipo de batallas. Para nosotros, los saharauis, la situaci¨®n actual no es m¨¢s peligrosa que la de 1975. Nos partieron como un pan entre dos Estados (Marruecos y Mauritania), ignorando nuestra existencia. Hoy al menos hay otro planteamiento. La guerra no es un fin como tal, sino un medio. El Polisario nunca ha cerrado las puertas a la negociaci¨®n, pero sin condiciones previas como las que Marruecos impone.

P. Las relaciones con el Gobierno espa?ol y el PSOE est¨¢n rotas. ?Hay alguna manera de que se recuperen? En Espa?a este es un a?o electoral; si otros partidos llegan al poder, como el Partido Popular, ?cree que podr¨ªan revertir de alguna manera la posici¨®n sobre el S¨¢hara?

R. Nosotros contamos con la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica espa?ola, del mundo de las organizaciones solidarias y de los diferentes partidos pol¨ªticos para que presionen [al Gobierno]. Porque para cambiar hay que rectificar. Para restablecer las relaciones hay que rectificar la postura que se adopt¨® el a?o pasado a favor del expansionismo de la ocupaci¨®n marroqu¨ª.

P. Respecto a las nuevas tecnolog¨ªas en la guerra, a los drones que usa Marruecos, ?c¨®mo va a ser su respuesta? ?Est¨¢n preparados para afrontarlo?

R. Nos estamos adaptando a la situaci¨®n actual de la guerra y sus requerimientos.

P. Marruecos no reconoce bajas en esta guerra, es como si este conflicto no existiera despu¨¦s de m¨¢s de dos a?os. Ha habido bajas cuantificadas del lado del Polisario (medio centenar), pero no del lado marroqu¨ª. ?Hasta cu¨¢ndo puede durar esta situaci¨®n?

R. Marruecos oculta sus p¨¦rdidas humanas y materiales. Con nombres y apellidos. Con cargos. Si el ej¨¦rcito marroqu¨ª y el r¨¦gimen lo quieren ocultar, que lo hagan. Pero las familias de los muertos y heridos en los hospitales no pueden ocultar lo que los saharauis, incluso en los territorios ocupados, est¨¢n observando cada d¨ªa. Creo que ya han empezado en estos ¨²ltimos 20 d¨ªas a intentar trasladar a los observadores militares [de la ONU] a los lugares atacados. Y eso quiere decir que ya est¨¢n mostrando las p¨¦rdidas que est¨¢n sufriendo.

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