El v¨ªdeo de la paliza mortal a Tyre Nichols coloca a EE UU ante el espejo de la brutalidad policial
El hombre muri¨® en Memphis por los golpes recibidos durante un arresto por el que cinco agentes, afroamericanos como la v¨ªctima, est¨¢n acusados de asesinato. La ambulancia tard¨® 22 minutos en llegar al lugar
Una protesta (¡°?no he hecho nada!¡±), una s¨²plica (¡°solo estoy tratando de llegar a casa¡±) y un angustioso grito de auxilio (¡±?mam¨¢, mam¨¢, mam¨¢!¡±) retumbaron en la noche del viernes en Estados Unidos (madrugada del s¨¢bado en Espa?a), tras la publicaci¨®n de un brutal v¨ªdeo en el que se ve (y se oye) a cinco polic¨ªas de Memphis (Tennessee) dar el 7 de enero una mortal paliza a Tyre Nichols, un hombre de 29 a?os. Tres d¨ªas despu¨¦s, muri¨® en el hospital a causa de los golpes.
Tras casi una semana neg¨¢ndose, las autoridades de la ciudad difundieron la grabaci¨®n de lo que sucedi¨® aquella noche, y el pa¨ªs dej¨® lo que estaba haciendo para ver con sus propios ojos un suceso que capt¨® la atenci¨®n nacional durante toda la semana. La emisi¨®n ha vuelto a colocar a Estados Unidos ante el espejo de la brutalidad policial y desat¨® protestas, mayoritariamente pac¨ªficas, en algunas ciudades, empezando por Memphis, y siguiendo por Sacramento, lugar en el que vivi¨® la v¨ªctima; Nueva York, donde la luna de un coche policial acab¨® hecha a?icos; Boston; Atlanta o Washington, ciudad en la que los manifestantes desafiaron las bajas temperaturas para congregarse en las inmediaciones de la Casa Blanca. En una costumbre arraigada desde las protestas de 2020, hubo comercios y edificios de oficinas del centro de la capital de EE UU que se blindaron durante la tarde del viernes.
En total, el fatal incidente recogido en v¨ªdeo dur¨® casi una hora, que registraron cuatro grabaciones distintas. Tres corresponden a las c¨¢maras corporales de los polic¨ªas implicados; los cinco son afroamericanos, como la v¨ªctima. Una cuarta, sin sonido, la tom¨® una c¨¢mara de seguridad encaramada a un poste. Es esa la que da una mejor idea del ensa?amiento de los agentes con Nichols, que durante los tres interminables minutos que le llevaron a la muerte no ofreci¨® resistencia. Le dieron al menos dos patadas en la cabeza mientras estaba en suelo, le rociaron con spray de pimienta y le golpearon con una porra tres veces. En el momento m¨¢s turbador, se le ve de pie, indefenso, a merced de los golpes, recibir al menos seis pu?etazos mientras uno de los polic¨ªas lo sujeta por las manos.
La familia de la v¨ªctima pudo ver la grabaci¨®n el lunes, y ahora se sabe a qu¨¦ se refer¨ªa uno de sus abogados cuando despu¨¦s dijo que los polic¨ªas hab¨ªan usado a Nichols como ¡°una pi?ata humana¡±. Lo que nadie pod¨ªa esperar es la parte que sigue a la paliza. Ah¨ª se ve al hombre tirado en el suelo, herido de gravedad, apoyado en un coche de polic¨ªa, mientras los cinco uniformados ¨Dya acusados, entre otros graves delitos, de asesinato¨D relatan a los agentes que van llegando su versi¨®n de los hechos, mientras bromean entre ellos y se mueven de un lado a otro tratando de recuperar el aliento. Aparentemente, esas im¨¢genes fueron una sorpresa tambi¨¦n para el sheriff de Memphis, Floyd Bonner, que ha suspendido a dos de sus ayudantes tras verlos en la grabaci¨®n y ha iniciado una investigaci¨®n para depurar responsabilidades.
¡°Conducci¨®n imprudente¡±
Lo que el metraje no aclara es por qu¨¦ pasaron 22 minutos entre que termin¨® la paliza y lleg¨® la ambulancia, que lo llev¨® a un hospital situado a 15 minutos en coche. Tampoco respaldan la versi¨®n de los polic¨ªas, que aseguraron que detuvieron a Nichols por ¡°conducci¨®n imprudente¡±. La jefa de la Polic¨ªa de Memphis, Cerelyn Davis, que ha mostrado un perfil decidido y emp¨¢tico durante la crisis, declar¨® el viernes que, tras revisar las grabaciones de las c¨¢maras colocadas en el ¨¢rea en la que se produjeron los hechos, no ten¨ªa pruebas de que Nichols hubiera infringido ninguna regla de tr¨¢fico.
En el primero de los v¨ªdeos se ve c¨®mo dos agentes le dan el alto y el sospechoso logra zafarse cuando ya lo ten¨ªan en el suelo y le estaban dando descargas con una pistola el¨¦ctrica. Ah¨ª empieza una persecuci¨®n que termina ocho minutos despu¨¦s, cuando los refuerzos ya han llegado, en una esquina a 30 metros de la casa de la madre de Nichols, adonde el hombre, un repartidor de paqueter¨ªa aficionado a la fotograf¨ªa y al skate y padre de un ni?o de cuatro a?os, iba para cenar, como cada noche, en familia.
Los padres, que llevan toda la semana en el centro de un torbellino de tragedia y atenci¨®n medi¨¢tica, han peleado, junto al abogado Ben Crump, toda una personalidad en Estados Unidos por su defensa de los derechos civiles de los afroamericanos, por lograr que el caso no caiga, como tantos otros, en el olvido de un pa¨ªs en muchos sentidos inmunizado por el interminable ciclo de la violencia cotidiana.
Para encender los recuerdos, Crump relacion¨® en los medios este caso y el de Rodney King, al que un grupo de agentes dio en 1991 en Los ?ngeles una paliza recogida por las c¨¢maras. King sobrevivi¨®, y un jurado absolvi¨® a los polic¨ªas, lo que desat¨® en 1992 varios d¨ªas de disturbios callejeros en la ciudad.
La opini¨®n p¨²blica estadounidense no necesit¨®, con todo, que nadie le refrescara la memoria sobre los paralelismos del ¨²ltimo episodio de abuso policial con lo que pas¨® en 2020 cuando el afroamericano George Floyd muri¨® asfixiado bajo el peso de la rodilla del agente blanco Derek Chauvin. Aquellas im¨¢genes a¨²n presentes en la conversaci¨®n de este pa¨ªs desataron una oleada de protestas antirracistas en torno al movimiento Black Lives Matter que traspasaron las fronteras e impulsaron una toma de conciencia global.
Durante toda la semana, las autoridades y la propia familia han llamado a que esta vez las protestas sean pac¨ªficas. El ¨²ltimo en sumarse fue el presidente Joe Biden. ¡°Como muchos de mis compatriotas, me indigna y me duele profundamente ver el horrible v¨ªdeo de la paliza que mat¨® a Tyre Nichols¡±, dijo en un comunicado publicado poco despu¨¦s de que el metraje se hiciera p¨²blico. ¡°Es otro recordatorio doloroso del profundo miedo y trauma, el dolor y el agotamiento que los estadounidenses negros y de color experimentan cada d¨ªa¡±.
El propio Crump, un aguerrido letrado, pareci¨® decidido a contribuir a apaciguar los ¨¢nimos cuando el viernes se felicit¨® por la rapidez con la que las autoridades han procesado a los agresores, que espera que sirva de ejemplo para futuros casos de abuso policial. Crump tambi¨¦n sugiri¨® que la actuaci¨®n pudo acelerarse por el hecho de que los cinco acusados son negros.
A ellos se dirigi¨® la madre de Nichols el viernes por la tarde. ¡°A los cinco polic¨ªas que asesinaron a mi hijo, quiero decirles que tambi¨¦n deshonraron a sus propias familias cuando hicieron lo que hicieron¡±, afirm¨® Row Vaughn Wells en una conferencia de prensa. ¡°Voy a rezar por ellos y por los suyos, porque despu¨¦s de todo, esto no deber¨ªa haber sucedido. Esto simplemente no deber¨ªa haber sucedido. Queremos justicia para mi hijo¡±. Wells tambi¨¦n comparti¨® la desaz¨®n de saber que este estaba ¡°tan cerca de casa¡± llam¨¢ndola desesperadamente sin que ella pudiera o¨ªrlo. ¡°No se hacen una idea de c¨®mo me siento ahora mismo¡±, a?adi¨®.
Los agentes pertenec¨ªan a una unidad especial llamada Scorpion, creada en 2021 para patrullar las zonas de Memphis con los mayores ¨ªndices de criminalidad e inseguridad. El nombre esconde unas siglas que corresponden, en espa?ol, a Operaci¨®n contra los Delitos Callejeros para Restaurar la Paz en Nuestros Barrios.
Esas unidades se han ido creando en los ¨²ltimos a?os por todo el pa¨ªs ante el repunte de la inseguridad. Los lugares en los que operan esos escuadrones suelen coincidir con los barrios donde se concentran las minor¨ªas. Uno de los abogados de la familia ha dicho esta semana que esa mezcla explosiva pasa la mayor factura de violencia y opresi¨®n a los j¨®venes y a las personas no blancas, y que esas unidades especiales est¨¢n acostumbradas a actuar con impunidad. El alcalde de la ciudad, Jim Strickland, anunci¨® el viernes que el grupo Scorpion hab¨ªa quedado desmantelado. Sus cinco miembros procesados (Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Emmitt Martin III, Desmond Mills Jr. y Justin Smith) se enfrentan ahora a penas de prisi¨®n de hasta 60 a?os solamente por uno de los delitos, el de asesinato. Tambi¨¦n los acusan de asalto agravado o secuestro. Pasaron la noche del jueves en el calabozo, que abandonaron tras pagar una fianza.
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