Leslie Morgan Steiner, escritora: ¡°El envejecimiento puede ser glorioso¡±
Esta experta estadounidense en g¨¦nero, v¨ªctima de violencia machista en su juventud, rompe estereotipos y combate la invisibilidad de la mujer pasados los 50
El rostro luminoso y la vitalidad de Leslie Morgan Steiner (Washington, 57 a?os) ocultan una dur¨ªsima experiencia como v¨ªctima de violencia machista que la escritora ha logrado transformar en un ejemplo de superaci¨®n. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de haber vivido en Espa?a como estudiante, esta experta en asuntos de la mujer y excolumnista del diario The Washington Post regres¨® recientemente a Madrid para una breve estancia en la que constat¨® ¡°...
El rostro luminoso y la vitalidad de Leslie Morgan Steiner (Washington, 57 a?os) ocultan una dur¨ªsima experiencia como v¨ªctima de violencia machista que la escritora ha logrado transformar en un ejemplo de superaci¨®n. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de haber vivido en Espa?a como estudiante, esta experta en asuntos de la mujer y excolumnista del diario The Washington Post regres¨® recientemente a Madrid para una breve estancia en la que constat¨® ¡°cu¨¢nto ha avanzado Espa?a en derechos de las mujeres y cu¨¢nto ha retrocedido Estados Unidos en los ¨²ltimos cinco a?os¡±. Su balance es rotundo: ¡°El cambio es posible, pero tambi¨¦n muy fr¨¢gil; hay que luchar por mantenerlo¡±.
Pregunta. Su ¨²ltimo libro, The naked truth (La verdad desnuda), aborda el fen¨®meno del envejecimiento y la sexualidad en la mujer. ?Cu¨¢l es su verdad desnuda sobre este asunto?
Respuesta. Lo que se escucha y se lee sobre el envejecimiento de la mujer es extremadamente negativo. Pero yo no tuve esa experiencia. Me divorci¨¦ del padre de mis hijos cuando ten¨ªa 49 a?os y fue un renacimiento. Empec¨¦ a salir con hombres mucho m¨¢s j¨®venes. Y me encant¨®. Es exactamente lo que hace un hombre de mediana edad en esas circunstancias: se cita con mujeres m¨¢s j¨®venes para alimentar su ego. Yo me hab¨ªa pasado la vida ridiculizando a ese tipo de hombres. Sin embargo, lo hice y me encant¨®. Quise escribirlo. El envejecimiento puede ser glorioso.
P. Y llega a esas conclusiones despu¨¦s de una vivencia impresionante como v¨ªctima de violencia de g¨¦nero. Choca c¨®mo lo cuenta: con calma, incluso con humor. Pero habla de una experiencia tan dura como tener una pistola cargada sobre su cabeza.
R. M¨¢s veces de las que puedo recordar.
P. ?C¨®mo se sent¨ªa en esos momentos?
R. Fue tan gradual que me insensibilic¨¦. En aquel momento nunca tuve miedo. ?l pon¨ªa la pistola cargada contra mi sien y a la cuarta o quinta vez incluso me dec¨ªa a m¨ª misma: ¡®oh, venga ya¡¯. Me pod¨ªa haber matado en cualquier momento, pero entonces estaba bloqueada porque ten¨ªa que sobrevivir. Ahora me aterroriza pensarlo. Al d¨ªa siguiente de esos episodios, ¨¦l volv¨ªa a ser divertido, encantador y cari?oso. Ese era uno de los motivos que hac¨ªan tan dif¨ªcil dejarlo. Hasta que no pude m¨¢s. En la ¨²ltima paliza estaba tan agresivo y vi tan claro que iba a matarme que se rompi¨® toda mi estrategia de negaci¨®n. Entonces, me asust¨¦ mucho. A¨²n me estremece pensarlo. No lo he vuelto a ver en 30 a?os.
P. Entonces rompi¨® el silencio, algo que usted considera crucial para acabar con ese tipo de situaciones.
R. Me llev¨® mucho tiempo. Cinco a?os en total. Al principio, no pod¨ªa pensarlo ni hablarlo. Pero cinco a?os despu¨¦s me hab¨ªa vuelto a casar y hab¨ªa tenido mi primer hijo. Me sent¨ªa segura y con ganas de intentar comprender qu¨¦ me hab¨ªa pasado. Empec¨¦ a escribir Crazy love [Amor loco], se public¨® y comenc¨¦ a hablar de ello. Creo que es clave romper el silencio, pero tambi¨¦n hacerlo de forma que los dem¨¢s lo oigan. Si hubiera estado llorando o muy negativa respecto a mi experiencia, no creo que la audiencia hubiera podido captarlo. Por eso trat¨¦ de usar el humor.
P. Lo ha seguido empleando. Ahora su discurso ha evolucionado hacia mensajes del tipo: ¡°S¨ª, tengo m¨¢s de 50 a?os y llevo biquini¡±.
R. [R¨ªe]. S¨ª, trato de ser accesible y de romper estereotipos.
P. Adem¨¢s de su trabajo como columnista en el diario, fue directora gerente de la revista de The Washington Post durante cinco a?os. ?C¨®mo deber¨ªa ser el modelo de negocio period¨ªstico para resultar sostenible hoy?
R. [Se lo piensa]. Ojal¨¢ tuviera soluciones. Lo que creo, muy fervientemente, es que necesitamos a los periodistas. No hay sociedad que pueda funcionar sin una prensa libre e independiente. La soluci¨®n de The Washington Post siempre ha sido tener propietarios muy ricos. Eso ha funcionado. Hay otros modelos, como el de medios p¨²blicos subvencionados. No me gustar¨ªa vivir en una sociedad que no tenga libertad de prensa. Si viniera y te dijera: ¡®voy a tener periodistas y escritores bien pagados en todos los lugares del mundo y vamos a hacer un peri¨®dico diario¡¯, t¨² dir¨ªas: ¡®no voy a invertir en eso, es un negocio rid¨ªculo desde el punto de vista del beneficio¡¯. S¨ª, pero es esencial para la humanidad.
P. ?C¨®mo evoluciona la situaci¨®n de las mujeres en Estados Unidos?
R. No hay nada que admita m¨¢s un an¨¢lisis de blanco y negro que la situaci¨®n entre Obama y Biden, por un lado, y Trump, por otro. Biden es un campe¨®n para las mujeres. Ya con Obama se pusieron las bases para la protecci¨®n de las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. Trump hizo todo lo que pudo para socavarla. Se retir¨® toda la protecci¨®n contra los delitos sexuales, adem¨¢s de los nombramientos en el Supremo¡ He votado a los republicanos en el pasado, pero ahora no los respeto nada. Da miedo y es asqueroso.
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