El Gobierno de Sunak reconoce sus dudas sobre la legalidad de la nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n
¡°Hay m¨¢s de un 50% de posibilidades de que no sea compatible con la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos¡±, admite la ministra del Interior en una carta a los diputados conservadores
El Gobierno de Rishi Sunak est¨¢ dispuesto a comprobar hasta d¨®nde puede estirar los l¨ªmites de la legislaci¨®n internacional sobre derechos humanos para sacar adelante su nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n. La ministra del Interior, Suella Braverman, ha enviado una carta a los diputados conservadores en la que explica las razones para impulsar la nueva ley, que vetar¨¢ la solicitud de asilo de aquellas personas que lleguen en patera a las costas del Reino Unido.
Braverman ha echado mano de la secci¨®n 19 de la Ley de Derechos Humanos de 1998, el texto que el Reino Unido aprob¨® para que sus jueces y tribunales se ajustaran a las disposiciones de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos, de la que forma parte. Esa secci¨®n 19 obliga al ministro responsable de un nuevo proyecto de ley, en el caso de que no tenga clara su compatibilidad con la Convenci¨®n, a admitir formalmente esa duda si quiere seguir adelante con la tramitaci¨®n. Es el modo de trasladar toda la responsabilidad al Gobierno y evit¨¢rsela al Parlamento.
¡°Nuestro planteamiento es robusto y novedoso, y por eso he realizado la admisi¨®n formal [a la que estar¨ªa obligada]. Esto no quiere decir que las disposiciones de la nueva ley sean incompatibles con los derechos de la Convenci¨®n, solo que hay algo m¨¢s de un 50% de posibilidades de que no lo sean¡±, reconoce Braverman en su carta. ¡°Estamos poniendo a prueba los l¨ªmites, pero confiamos en que el nuevo texto sea compatible con el derecho internacional¡±.
Es decir, puede que sea legal... o puede que no lo sea. Es la muestra de la flexibilidad con que el derecho com¨²n anglosaj¨®n hace frente a estas materias, pero tambi¨¦n de la voluntad de Downing Street de poner en juego la credibilidad internacional del Reino Unido a cambio de halagar los o¨ªdos de los diputados conservadores m¨¢s extremistas.
Da la impresi¨®n, sospechan muchos cr¨ªticos de Sunak, que el primer ministro quiere hacerse perdonar el exceso de diplomacia y guante blanco desplegado la semana pasada con la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, para sacar adelante un nuevo acuerdo sobre Irlanda del Norte y su encaje en el Brexit. Una de cal y otra de arena. El nuevo plan contra la inmigraci¨®n irregular (que el Gobierno brit¨¢nico insiste en llamar ¡°inmigraci¨®n ilegal¡±, en contra de las recomendaciones de Naciones Unidas) arremete contra las dos bestias negras de los tories del ala dura del partido: la inmigraci¨®n y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
¡°En los dos ¨²ltimos a?os, hemos visto un aumento del 500% en la llegada de peque?as embarcaciones [que cruzan el canal de la Mancha]. Este es el punto clave al que responde esta ley. No lograremos detener estas llegadas hasta que todo el mundo sepa que, si entras al Reino Unido de modo ilegal, ser¨¢s detenido y deportado de inmediato a tu pa¨ªs de origen o a un tercer pa¨ªs seguro como Ruanda¡±, ha asegurado este martes Braverman en la C¨¢mara de los Comunes, donde ha presentado m¨¢s detalles de la nueva Ley de Inmigraci¨®n Ilegal. Fue el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, el que paraliz¨® en junio del a?o pasado el primer intento de deportar inmigrantes a Ruanda, despu¨¦s del pacto alcanzado entre Londres y Kigali para enviar all¨ª a los detenidos y tramitar desde ese pa¨ªs sus solicitudes de asilo. La ministra ha anunciado el inicio de conversaciones con Estrasburgo para evitar nuevas intervenciones como aquella, que ha calificado de ¡°defectuosa¡± y ¡°opaca¡±.
Nuevas medidas m¨¢s duras
Braverman ha confirmado en el Parlamento las nuevas medidas contempladas en la ley, que suponen un esfuerzo draconiano por poner freno a la llegada de pateras a las costas del sur de Inglaterra. Si en 2018 fueron 299 los inmigrantes interceptados, seg¨²n cifras del Ministerio del Interior brit¨¢nico, en 2022 hab¨ªa ascendido a 46.000. Estas son las novedades de un proyecto cuyo texto a¨²n no ha sido publicado:
¡ªSe impone al titular del Ministerio del Interior la obligaci¨®n legal de ¡°expulsar a todas aquellas personas que hayan entrado ilegalmente al Reino Unido¡±. Ser¨¢n devueltos a su pa¨ªs de origen o ¡°a un tercer pa¨ªs seguro¡±. Es decir, queda vetada la posibilidad de iniciar los tr¨¢mites de solicitud de asilo a los que accedan al pa¨ªs de modo irregular. Solo los menores de edad, los que no puedan volar por su condici¨®n m¨¦dica, o aquellos ¡°que se enfrenten a un riesgo de da?o grave e irreparable¡± podr¨¢n retrasar su deportaci¨®n.
¡ªEl Gobierno podr¨¢ retener a los irregulares interceptados hasta 28 d¨ªas, sin necesidad de tener autorizaci¨®n judicial ni darles la posibilidad de solicitar a un magistrado la libertad bajo fianza. Permanece, no obstante, el derecho de habeas corpus, esto es, el derecho a comparecer f¨ªsicamente ante el juez para que determine la legalidad de la detenci¨®n. El Ministerio del Interior dispondr¨¢ de ese plazo de cuatro semanas para proceder sin apenas trabas a la deportaci¨®n.
¡ªDowning Street se adjudica la retroactividad de la ley. Es decir, a la espera de que supere todos los tr¨¢mites parlamentarios y entre en vigor, dentro de unos meses, su aplicaci¨®n empezar¨¢ a contar desde este mismo martes. El Gobierno de Sunak quiere reforzar el efecto disuasorio de la norma.
¡ªSe impedir¨¢ a toda costa la posibilidad de asentamiento a las personas que accedan al Reino Unido de manera irregular y sean interceptadas. A diferencia de la legislaci¨®n existente hasta ahora, que impon¨ªa un castigo de entre cinco y diez a?os, con el nuevo proyecto se prohibir¨¢ de por vida el retorno a territorio brit¨¢nico.
¡ªEl Parlamento aprobar¨¢ cada a?o el n¨²mero l¨ªmite de personas que podr¨¢n entrar legalmente en el Reino Unido, a trav¨¦s las ¡°rutas seguras¡± que el Gobierno ha prometido dise?ar (y a¨²n no ha hecho).
Oleada de cr¨ªticas
La oposici¨®n laborista, consciente de que la inmigraci¨®n irregular es terreno electoral pantanoso, ha centrado sus cr¨ªticas al proyecto en la previsible imposibilidad de ponerlo en pr¨¢ctica, su ineficacia, su alto coste y el hecho de que sea la en¨¦sima promesa conservadora de solucionar el problema. ¡°Sabemos que se van a dedicar, a lo largo del a?o que viene, a culpar a los dem¨¢s de que el plan no haya funcionado. Ya basta. No podemos permitirnos m¨¢s esl¨®ganes en vez de soluciones¡±, ha reprochado a Braverman la portavoz laborista de Inmigraci¨®n, Yvette Cooper.
Otros diputados de la izquierda, deseosos de intervenir en el debate, arremet¨ªan de modo m¨¢s duro contra la ley. ¡°Pido a la ministra que rebaje su tono inflamatorio, que est¨¢ poniendo en riesgo a los inmigrantes y a aquellos que les representan¡±, exig¨ªa John McDonnell, quien fue n¨²mero dos del Partido Laborista en la anterior ¨¦poca liderada por Jeremy Corbyn. Braverman acababa de arengar a los diputados conservadores con la promesa de la pronta expulsi¨®n del pa¨ªs de todos los ¡°delincuentes extranjeros¡±.
Sunak visitaba este mismo martes, mientras Braverman explicaba la nueva ley a los diputados, las instalaciones portuarias de la localidad de Dover, donde se recoge y distribuye a los inmigrantes llegados en patera a las costas brit¨¢nicas e interceptados por la Guardia Costera. El primer ministro llegaba hasta all¨ª en helic¨®ptero, se reun¨ªa con los oficiales al mando de la operaci¨®n, permit¨ªa a las c¨¢maras grabar toda esa escenograf¨ªa y regresaba m¨¢s tarde a Downing Street para defender personalmente la nueva ley. En el atril, el r¨®tulo Stop The Boats (Paremos las Embarcaciones). ¡°La gente debe saber que, si llegan aqu¨ª de modo ilegal, ser¨¢n detenidos y expulsados de inmediato. Y cuando esto ocurra, y saben que ocurrir¨¢, dejar¨¢n de venir y pararemos la llegada de embarcaciones¡±, promet¨ªa Sunak.
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