La justicia europea bloquea la primera deportaci¨®n de migrantes a Ruanda del Gobierno de Johnson
El avi¨®n, fletado por una compa?¨ªa espa?ola, se queda en tierra por orden del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Downing Street se enfrenta a numerosas organizaciones humanitarias y a las cr¨ªticas de la Iglesia anglicana
El Brexit era la garant¨ªa de una mayor libertad para endurecer la pol¨ªtica de inmigraci¨®n, pero ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) el primero en asestar un duro golpe a los planes de Boris Johnson para externalizar a un tercer pa¨ªs la gesti¨®n de solicitantes de refugio. El TEDH, localizado en Estrasburgo, ha tomado la decisi¨®n que varios tribunales ingleses se hab¨ªan resistido a adoptar. Orden¨® primero, a ¨²ltima hora del martes, la suspensi¨®n del traslado de un ciudadano iraqu¨ª de 54 a?os, al que se notific¨® que hab¨ªa sido designado para el viaje, a pesar de que ¡°el 27 de mayo de 2022, un doctor del Centro de Inmigraci¨®n [donde resid¨ªa, a su llegada al Reino Unido] hab¨ªa emitido un informe en el que indicaba que el solicitante podr¨ªa haber sido sometido a torturas¡±, seg¨²n la orden de suspensi¨®n emitida por el TEDH. Un juez de guardia del tribunal comenz¨® a revisar las reclamaciones de los otros seis inmigrantes que iban a estar en el primer avi¨®n con destino a Ruanda, porque los argumentos jur¨ªdicos empleados para frenar la deportaci¨®n del ciudadano iraqu¨ª ser¨ªan v¨¢lidos tambi¨¦n para ellos. Finalmente, decidi¨® ordenar la suspensi¨®n del traslado de todos ellos, como adelant¨® la cadena ITV.
El instinto de supervivencia de Boris Johnson le llevaba a pensar que el que resiste, gana. Cualquier estrategia para reducir la inmigraci¨®n irregular recibir¨¢ el aplauso de esos votantes conservadores que en 2016 respaldaron el Brexit, y en 2019 se entregaron al actual primer ministro. Downing Street y el Ministerio de Exteriores brit¨¢nico hab¨ªan decidido poner pie con pared frente al aluvi¨®n de cr¨ªticas que ha recibido su pol¨ªtica de deportaci¨®n de solicitantes de asilo al pa¨ªs africano de Ruanda. Los principales representantes de la Iglesia de Inglaterra, 23 obispos que ocupan un esca?o en la C¨¢mara de los Lores, enviaron una carta al diario The Times en la que denuncian con dureza esta pr¨¢ctica migratoria: ¡°Deber¨ªa avergonzarnos como naci¨®n¡±.
¡°Deportaciones, o devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo a sus pa¨ªses de origen, no son el modo de afrontar esta situaci¨®n. Es una pol¨ªtica inmoral que averg¨¹enza a Gran Breta?a¡±, dice un texto cuya primera firma es la del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, cabeza principal ¡ªdespu¨¦s de la Reina, que es la cabeza suprema¡ª de la Iglesia anglicana. Ya se hab¨ªa pronunciado con anterioridad sobre las deportaciones en una homil¨ªa en la que defini¨® la pr¨¢ctica como ¡°contraria a Dios¡±.
¡°No estoy de acuerdo en absoluto. Los ¨²nicos inmorales en todo este asunto son los traficantes que comercian con la miseria humana¡±, respondi¨® a los obispos la ministra brit¨¢nica de Exteriores, Liz Truss. ¡°Esta gente [en referencia a los autores de la carta] tiene que sugerir alguna pol¨ªtica alternativa que funcione. La nuestra es completamente legal y completamente moral¡±, dijo Truss.
El primer vuelo hacia Ruanda deb¨ªa despegar el martes, a ¨²ltima hora de la noche, del aeropuerto de London Stansted. Aunque el Gobierno de Johnson quiso mantener en secreto hasta el final lugar y hora del vuelo, el registro de la Autoridad Civil de Aviaci¨®n hab¨ªa revelado que ser¨ªa una compa?¨ªa espa?ola radicada en Mallorca, Privilege Style, la encargada de fletar un ch¨¢rter que iba a partir casi vac¨ªo al aeropuerto de Kigali. De los 130 inmigrantes preavisados sobre su inminente destino, ya solo quedaban menos de una decena.
El Gobierno se hab¨ªa echado atr¨¢s con el resto, por las dudas y desaf¨ªos legales que supon¨ªa cada caso particular. Hab¨ªa pasado de ser una ¡°soluci¨®n pr¨¢ctica¡± a un empe?o simb¨®lico del Ejecutivo de Johnson, para demostrar que nadie le iba a torcer el brazo. Algunos c¨¢lculos publicados por los medios brit¨¢nicos suger¨ªan que el vuelo tendr¨ªa un coste final de unos 580.000 euros aproximadamente. ¡°El valor del vuelo justifica el precio¡±, defendi¨® la ministra. ¡°Lo que queremos realmente es impedir el coste que suponen, tanto monetario como en vidas humanas [las embarcaciones que cruzan el canal de la Mancha]¡±, argument¨®.
La justicia brit¨¢nica se puso, de momento, del lado del Gobierno de Johnson. El viernes, un juez del Alto Tribunal de Inglaterra rechaz¨® las peticiones de inmigrantes individuales y de organizaciones humanitarias para que el primer vuelo fuera suspendido. Su decisi¨®n fue ratificada el lunes, 72 horas despu¨¦s, por un tribunal de apelaci¨®n. Pero eso no supone que los magistrados hayan respaldado la legalidad final de la pol¨ªtica. Eso quedar¨¢ en manos del Tribunal Supremo, que deber¨¢ pronunciarse antes de fin de a?o. En cualquier caso, el organismo rechaz¨® tambi¨¦n el martes la suspensi¨®n del primer vuelo. El compromiso de la ministra del Interior, Priti Patel, de recibir de vuelta a los deportados si finalmente los tribunales ratifican la ilegalidad de la nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n convenci¨® a los magistrados. ¡°Existen disposiciones expresas que contemplan el regreso de los individuos realojados en el art¨ªculo 11 del protocolo de intenciones [firmado entre Londres y Kigali]¡±, afirm¨® en su sentencia el ponente del tribunal, Robert Reed.
Seg¨²n ese protocolo, las autoridades de Ruanda deben facilitar a todos aquellos inmigrantes enviados por las autoridades brit¨¢nicas ¡°un alojamiento y acomodo que garantice su salud, seguridad y bienestar personal¡± mientras el Reino Unido decide si les concede el estatuto de refugiado o alg¨²n tipo de protecci¨®n internacional. Todos ellos podr¨¢n moverse libremente por el pa¨ªs, como cualquier residente legal. Los tr¨¢mites de asilo o concesi¨®n de estatuto de refugiado deber¨¢n realizarse de acuerdo con la Convenci¨®n de Refugiados de la ONU y las propias leyes ruandesas de inmigraci¨®n, y garantizar¨¢n la asistencia de int¨¦rprete y representante legal durante todo el proceso.
Aluvi¨®n de demandas
Cuando Boris Johnson anunci¨® la nueva pol¨ªtica de deportaciones, acordada con el Gobierno de Ruanda a cambio de una primera entrega de m¨¢s de 140 millones de euros, ya anticip¨® que deber¨ªa hacer frente a un aluvi¨®n de demandas en los tribunales. Su opci¨®n fue culpar a los abogados y organizaciones activistas de contribuir, con el retraso provocado por sus recursos, a que se anquilosara un problema ya existente. ¡°Lo que hay detr¨¢s de su intento por socavar la pol¨ªtica [de traslados] a Ruanda, es, me temo, un intento de socavar todos nuestros esfuerzos por encontrar rutas legales y seguras para los que vienen al Reino Unido, en vez de las rutas peligrosas e ilegales que utilizan¡±, dijo Johnson a sus ministros en la reuni¨®n del Gabinete del martes. Son encuentros vetados a las c¨¢maras, pero el primer ministro ha comenzado a permitir el acceso a los medios a los primeros minutos, para lanzar un mensaje destinado m¨¢s a los ciudadanos que a los miembros de su Gobierno.
En las ¨²ltimas horas, Johnson decidi¨® elevar el tono frente a las cr¨ªticas, hasta el punto de sugerir la posibilidad de que su Gobierno retire al Reino Unido de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. El ala dura del Partido Conservador, y muchos jueces conservadores, llevan a?os criticando un corpus legal que condiciona el derecho com¨²n brit¨¢nico y deriva en una revisi¨®n constitucional de cualquier decisi¨®n ¨Dincluso pol¨ªtica¨D por parte de un tribunal, el Supremo, creado en la era de Tony Blair y a¨²n extra?o al sistema judicial anglosaj¨®n. ¡°?Ser¨¢ necesario cambiar algunas leyes para que nos ayude [a evitar todos los recursos en los tribunales], a medida que avanzamos? Es muy posible que as¨ª sea¡±, asegur¨® Johnson. El TEDH, precisamente, basa la gran mayor¨ªa de sus resoluciones en la convenci¨®n a la que Johnson culpa de la excesiva burocracia judicial.
Otros comentarios, como su rechazo a la intervenci¨®n en el debate migratorio del heredero al trono, Carlos de Inglaterra, los mantiene en privado. El diario The Times revel¨® la semana pasada que el hijo de la reina hab¨ªa mostrado, en una conversaci¨®n privada, su rechazo a una pol¨ªtica que defini¨® como ¡°espantosa¡±. El Palacio de Buckingham no ha confirmado, ni desmentido, la informaci¨®n.
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