La polic¨ªa desactiva un explosivo que hab¨ªan atado unos ladrones a un guardia de una casa de empe?o en Guayaquil
El hombre estuvo tres horas aguantando en la calle con una carga colgada que pod¨ªa activarse por celular
Cuando parec¨ªa que el crimen organizado en Ecuador hab¨ªa mostrado su peor rostro con la detonaci¨®n de coches bomba en zonas pobladas, el asesinatos a polic¨ªas, los ahorcados en los puentes peatonales, las extorsiones y los secuestros, la ma?ana de este jueves unos ladrones a le colocaron al guardia de seguridad de una casa de empe?o una carga explosiva con la que amenazaban hacerle saltar por los aires.
Javier trabaja como guardia de un local que guarda sobre todo joyas en el sector de Sauces nueve, al norte de Guayaquil, la ciudad que en tres meses ha registrado 565 cr¨ªmenes violentos. El joven fue secuestrado por criminales la noche anterior camino a su casa y lo dejaron esta ma?ana cerca del local donde trabaja, con explosivos envueltos con cinta en el cuerpo. Camin¨® desorientado por la calle de esa zona densamente poblada hasta que lleg¨® la fuerza p¨²blica y acordon¨® el lugar.
Los comerciantes de los alrededores cerraron r¨¢pidamente las puertas, pusieron candados y el concurrido mercado de Sauces IX, que est¨¢ a pocos metros donde estaba el hombre, fue evacuado. La escena parec¨ªa de ficci¨®n. Los polic¨ªas ayudaron a un experto en explosivos a colocarse el traje para acercarse al sujeto con la bomba. ?l aguarda nervioso con su frente en un poste de luz, le dijeron que intentara no moverse y que se quitara el abrigo para disminuir cualquier posibilidad de que el calor activara el artefacto. Javier pidi¨® agua y que llamaran a su familia. La televisi¨®n transmit¨ªa en directo el momento dram¨¢tico.
El polic¨ªa antiexplosivo se acerc¨® a ¨¦l y le entreg¨® una radio. Revis¨® el resto de su cuerpo. El dispositivo ten¨ªa una extensi¨®n amarrada en la pierna izquierda y un celular pegado en el pecho, que los criminales le dijeron que a trav¨¦s de una llamada a ese tel¨¦fono har¨ªan detonar el explosivo. Fueron tres horas de tensi¨®n hasta que la polic¨ªa logr¨® liberar a Javier del artefacto, ante la mirada de los habitantes del sector. Algunos lloraban. ¡°Nunca vi algo as¨ª, un chico con explosivos en el cuerpo¡±, dice Melba, una mujer que presenci¨® los hechos. ¡°Se han pasado todos los l¨ªmites¡±, remataba otra mujer llamada Luc¨ªa.
Las autoridades no han dado mayor informaci¨®n de los motivos de este macabro suceso. Los datos preliminares arrojan que se tratar¨ªa del intento de robo en el local. Los ladrones sab¨ªan que Javier guardaba las llaves de la caja fuerte. Sin embargo, no se pudo llevar a cabo porque se necesitaba de otros c¨®digos que estaban en manos de otra empleada.
Con este hecho son las 40 alertas con explosivos que se han registrado en Guayaquil en lo que va del a?o, cuenta William Villarroel, comandante de Polic¨ªa de la ciudad m¨¢s violenta del pa¨ªs. Ecuador atraviesa una crisis de inseguridad que no logra ser controlada por el Gobierno de Guillermo Lasso, que tiene su batalla en lo pol¨ªtico, con el impeachment al que ser¨¢ sometido en los pr¨®ximos d¨ªas en el Legislativo.
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