Las mil maniobras de Alejandro Toledo para dilatar su extradici¨®n a Per¨²
El expresidente ha intentado evitar por todos los medios responder a la justicia por sus casos de corrupci¨®n desde hace seis a?os
Alejandro Toledo tiene una cita con la justicia peruana a la que se niega asistir desde el 2017. El hombre que gobern¨® Per¨² entre el 2001 y 2006 y simboliz¨® una burbuja de esperanza tras una d¨¦cada de Fujimorismo est¨¢ acusado de haber recibido una coima de 35 millones de d¨®lares de la constructora brasile?a Odebrecht, a cambio de verse favorecida con la adjudicaci¨®n de la carretera Interoce¨¢nica. Desde que el Poder Judicial dict¨® 18 meses de prisi¨®n preventiva en su contra y el Gobierno ofreci¨® una recompensa de 27.000 d¨®lares para dar con su paradero, en febrero de 2017, el tiempo ha ido corriendo para el l¨ªder del extinto partido Per¨² Posible.
Mientras Toledo se ha empecinado en recalcar, desde California, que ¨¦l no es un fugitivo y que no ha cometido ning¨²n delito, su socio y amigo, el empresario peruano-israel¨ª, Josef Maiman, confirm¨® que el expresidente cobr¨® los sobornos de las constructoras brasile?as a trav¨¦s de sus empresas. El ingeniero brasile?o Jorge Barata confes¨® que aport¨® 700.000 d¨®lares a su campa?a en las elecciones generales de 2011 y que le pag¨® coimas millonarias. Toledo fue detenido por encontrarse en estado de ebriedad en la v¨ªa p¨²blica; en julio de 2019 fue arrestado por mandato de extradici¨®n en Estados Unidos por riesgo de fuga y fue trasladado de la c¨¢rcel de Santa Rita hacia la correccional de Maguire del condado de San Mateo. En el 2020 sali¨® en libertad bajo fianza, alegando el peligro de contraer el coronavirus, y pas¨® a tener arresto domiciliario. En el 2021, la Corte del Distrito Norte de California resolvi¨® que s¨ª exist¨ªa la suficiente evidencia para que Toledo fuera extraditado a Per¨².
En el 2022 su defensa interpuso un habeas corpus para paralizar el proceso, pero qued¨® sin efecto. El punto cumbre sucedi¨® el 21 de febrero de 2023, cuando el Departamento de Estado de los Estados Unidos concedi¨® la extradici¨®n de Toledo por colusi¨®n y lavado de activos. La medida fue celebrada por la ciudadan¨ªa y diversos actores pol¨ªticos. Por fin se distingu¨ªan visos de justicia. Sin embargo, estos ¨²ltimos dos meses han estado plagados de maniobras suyas para eludir el brazo de la ley. Entre ellas, trasladar su caso de California a la Corte de Columbia, aduciendo falta de garant¨ªas judiciales.
Sus alegatos se han basado en la convulsionada coyuntura pol¨ªtica, su estado de salud y la discriminaci¨®n racial. Su defensa ha esgrimido que ¡°el Per¨² se encuentra en un estado violento, sedicioso y peligroso impulsado por prejuicios racistas contra ind¨ªgenas peruanos como el doctor Toledo¡±, que ¡°es un anciano con problemas de salud cuyo riesgo aumentar¨¢ dram¨¢ticamente si est¨¢ bajo custodia¡± y, adem¨¢s, que ¡°merece el mismo debido proceso que un combatiente enemigo en tiempos de guerra¡±. Beryl A. Howell, la jueza principal de Columbia, rechaz¨® sus argumentos, calific¨¢ndolos de ¡°enga?osos¡± y que ¡°no ten¨ªan otro prop¨®sito que el de una demora injustificable¡±.
Entonces, el juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, orden¨® que Alejandro Toledo se entregara a las autoridades para ser recluido e iniciar as¨ª la ejecuci¨®n de su extradici¨®n. El 7 de abril estaba destinado a ser una fecha hist¨®rica: Toledo deb¨ªa presentarse a las 11 de la ma?ana (hora peruana) en las oficinas de Hixson, en San Francisco, para ponerse a derecho. Todo indicaba que era un aut¨¦ntico milagro de Semana Santa. Pero en la v¨ªspera, el magistrado tuvo que dar un paso atr¨¢s y anular su orden. El motivo: el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de la Corte de Estados Unidos le otorg¨® a Toledo una suspensi¨®n moment¨¢nea de dos semanas para que pueda interponer un recurso de reconsideraci¨®n a su petici¨®n de suspender la extradici¨®n. Otra vez se sal¨ªa con la suya.
El pasado 7 de abril, hubo en compensaci¨®n una escena in¨¦dita: Toledo saliendo del despacho de Hixson, junto a su esposa, la antrop¨®loga belga de ascendencia jud¨ªa Eliane Karp, siendo escoltados por un guardaespaldas que con movimientos exc¨¦ntricos intent¨® taparlos in¨²tilmente ante un c¨¢mara peruano, en su larga caminata hacia el estacionamiento. A lo ¨²nico que atin¨® Toledo fue a exigir respeto y a ense?ar una bolsa con medicinas.
No es el ¨²nico proceso que afronta el exmandatario. El ¨²ltimo mi¨¦rcoles inici¨® el juicio oral contra ¨¦l y Eliane Karp por el presunto delito de lavado de activos agravado por el caso Ecoteva. En el 2013 se descubri¨® una compra de inmuebles lujosos a nombre de la suegra de Toledo, Eva Fernenbug, mediante su empresa Ecoteva consulting Group. Seg¨²n las pesquisas fiscales, las coimas obtenidas de las constructoras brasile?as fueron empleadas en Ecoteva. Ambos casos est¨¢n estrechamente ligados. ?Cu¨¢l es la coartada de Toledo? Que estas propiedades fueron adquiridas gracias a una millonaria indemnizaci¨®n que recibi¨® Fernenbug por haber sido una v¨ªctima del holocausto nazi. Por Ecoteva, tanto Toledo como Eliane Karp enfrentan una prisi¨®n preventiva de 18 meses mientras que por la Interoce¨¢nica la Fiscal¨ªa ha solicitado 35 a?os de prisi¨®n para el expresidente.
¡°El Gobierno de Estados Unidos ya tom¨® la decisi¨®n pol¨ªtica de extraditar al se?or Toledo. ?l ahora ha sacado una bater¨ªa legal muy costosa que en su momento tendr¨¢ que aclarar de d¨®nde est¨¢ financiando su pool de abogados¡±, ha dicho el ministro de Justicia, Jos¨¦ Tello, en un intento por calmar la ansiedad de la ciudadan¨ªa. De ser extraditado, Alejandro Toledo, que cumplir¨¢ 78 a?os en un par de semanas, podr¨ªa ocupar el penal de Barbadillo, junto a Pedro Castillo y Alberto Fujimori, el emblema de la corrupci¨®n que jur¨® combatir y que acab¨® imitando. Lo cierto es que todo indica que seguir¨¢ inclaudicable en sus manotazos de ahogado: su estrategia legal ha presentado un nuevo recurso para dilatar su retorno 21 d¨ªas m¨¢s.
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