Un c¨®mic re¨²ne diez historias sobre la resistencia a la dictadura en Paraguay
?'Ventanas abiertas¡¯ recuerda la lucha civil y armada contra Alfredo Stroessner
![Ilustraciones del c¨®mic documental 'Ventanas abiertas'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/B5TR5OBRZJBYRN7TTCFTM7IB74.jpg?auth=58d82532c4dbc21e149fd7b443ce2dec7a6184027fd0d4fb96aebb3cf00fb660&width=414)
La manifestaci¨®n no lleg¨® a realizarse. Las y los campesinos fueron interceptados en el camino por la polic¨ªa. Era 1980, plena dictadura y una veintena de agricultores se dirig¨ªan a protestar en la capital departamental de Caaguaz¨², una zona rural de tierra roja y selva subtropical de Paraguay. Necesitaban tierra para cultivar o pronto morir¨ªan de hambre. La respuesta del r¨¦gimen de Alfredo Stroessner (1954-1989) a su intento de protesta fue una cacer¨ªa humana.
Los campesinos se internaron en el bosque escuchando los disparos de los agentes. Siete de los que hu¨ªan eran ni?os y adolescentes. Entre ellos, Apolonia, de 12 a?os, que tras las torturas de los polic¨ªas y un disparo en la pierna se convirti¨® en la presa pol¨ªtica m¨¢s joven de la dictadura paraguaya. Diez campesinos integrantes de las Ligas Agrarias Cristianas fueron ejecutados esa misma noche, los dem¨¢s detenidos sufrieron torturas y disparos, incluso los ni?os.
¡°El aparato represivo del r¨¦gimen se movi¨® al instante. Polic¨ªas, militares y militantes colorados armados peinaron la zona¡±, narra el comic Ventanas Abiertas, presentado a una semana de las elecciones presidenciales del 30 de abril, donde Paraguay tambi¨¦n elige nuevos senadores, diputados y representantes departamentales.
Los campesinos estaban liderados por Victoriano Centuri¨®n, de las Ligas Agrarias Cristianas, nacidas con apoyo de la Iglesia Cat¨®lica paraguaya, con un modelo de organizaci¨®n social de agricultura familiar y cooperativa, pero eran perseguidas y reprimidas por Stroessner y el conservador Partido Colorado. La misma formaci¨®n que ha gobernado Paraguay tambi¨¦n durante toda su democracia, excepto entre 2008 y 2013.
Adem¨¢s de las ejecuciones extrajudiciales ocurridas esa noche, hasta hoy siguen desaparecidas 10 personas en la llamada Masacre de Caaguaz¨². El comic re¨²ne este y otros ejemplos de represi¨®n, como la persecuci¨®n a artistas, activistas, comunistas, opositores de otros partidos o del mismo Partido Colorado y a casi cualquiera que llevara barba.
El comic tambi¨¦n habla de la resistencia. ¡°La historia de la resistencia de la clase obrera con la huelga de 1958. La resistencia de los pueblos ind¨ªgenas, de las distintas luchas campesinas. La lucha armada y la lucha m¨¢s ciudadana y de disputa de la calle que se corresponde m¨¢s al final de la dictadura, desde 1986¡å, explica Hugo Valiente, abogado de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), una ONG que aglutina a decenas de organizaciones y que publica el librillo de 36 p¨¢ginas.
El 22 de abril lanzaron 5.000 ejemplares de distribuci¨®n gratuita y en la presentaci¨®n, en el centro cultural La Chispa de Asunci¨®n, regalaron 1.000 de ellos. Las diez historias est¨¢n basadas en los hechos relatados por el informe de la Comisi¨®n de Verdad y Justicia de Paraguay de 2008 que se encarg¨® de revisar los cr¨ªmenes de la dictadura de Stroessner.
El proyecto de Codehupy y la F¨¢brica Mem¨¦tica no tiene fines comerciales y fue realizado con fondos de la cooperaci¨®n de la Uni¨®n Europea en Paraguay de la organizaci¨®n sueca Diakonia, fundada en el a?o 1966 por la Iglesia Equmenia.
¡°Me parecen muy bien estos recursos art¨ªsticos para transmitir conocimiento, es extraordinario¡±, dice Rogelio Goibur¨², director de Reparaci¨®n y Memoria Hist¨®rica del Ministerio de Justicia de Paraguay, una direcci¨®n casi sin presupuesto que intenta encontrar los restos de esta matanza. ¡°Y sobre todo que sea a trav¨¦s de los j¨®venes y las redes, donde se pueden comunicar tantas cosas. Y en Paraguay los libros son car¨ªsimos, as¨ª que el comic me parece una excelente forma de contar¡±,
¡°Encontramos balas y una serie de objetos del Ej¨¦rcito, pero no los huesos. Testimonios vinculados a los represores aseguran que sacaron los cuerpos de ah¨ª y los llevaron m¨¢s lejos con el prop¨®sito de seguir borrando huellas, sabiendo que son evidencias contundentes para la Justicia¡±, asegura Goibur¨², quien adem¨¢s de buscar a su padre, opositor desaparecido en la dictadura, tambi¨¦n busca a todas las 459 personas denunciadas como desaparecidas forzosamente por el r¨¦gimen militar.
Durante los 35 a?os del mandato de Stroessner fueron detenidas 19.862 personas por sus convicciones pol¨ªticas, al menos 18.772 fueron torturadas. Hubo violaciones a ni?as y mujeres embarazadas en las comisar¨ªas, repitiendo el guion de otras dictaduras de la regi¨®n. Y cientos de bebes robados y ni?os nacidos en prisi¨®n. Al menos 20.814 paraguayos se convirtieron en exiliados pol¨ªticos y se fueron a Argentina, Brasil, Estados Unidos o Espa?a. Unas 128.000 personas fueron v¨ªctimas directas e indirectas en un pa¨ªs que entonces contaba con un mill¨®n y medio de habitantes, seg¨²n datos de la Comisi¨®n de Verdad y Justicia.
¡°Hay que recordar muchos de los militares y torturadores de la ¨¦poca siguen vivos y se han negado rotundamente a colaborar¡±, dice Goibur¨².
Valiente, quien coordin¨® la publicaci¨®n guionada por el periodista Fernando Boccia y el dibujante Robert B¨¢ez, llama a ¡°reivindicar el comic como un lenguaje con tradici¨®n hist¨®rica gigantesca en su v¨ªnculo con los derechos humanos, como Maus o Pers¨¦polis o Joe Sacco¡±. ¡°El comic¡±, dice, ¡°sirve por naturaleza para narrar temas complejos y llegar a audiencias no especializadas. Salir del gueto de la gente que habla de derechos humanos¡±.
Otra de las consecuencias de la dictadura son las conocidas como tierras ¡°mal habidas¡±, unas ocho millones de hect¨¢reas de territorio p¨²blico, el tama?o de Panam¨¢, que deb¨ªan ser para familias campesinas pero se las dieron a familias ricas, empresas y socios de los responsables de la dictadura m¨¢s larga de Am¨¦rica Latina. Y hoy contin¨²an en manos de sus herederos.
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