Uruguay aprueba una reforma jubilatoria que eleva la edad de retiro de los 60 a los 65 a?os
La izquierda y los sindicatos critican la nueva ley, que el Gobierno considera ¡°diluida tras las concesiones¡±
El sistema previsional uruguayo cambia sus reglas para hacer frente a los desaf¨ªos demogr¨¢ficos y financieros que lo acechan. Bajo esta premisa, el Parlamento aprob¨® este jueves una reforma jubilatoria que aumenta la edad m¨ªnima de retiro de los 60 a los 65 a?os, con la mira puesta en la contenci¨®n del gasto p¨²blico en pensiones. El bloque oficialista de centroderecha, impulsor de esta iniciativa, asegura que la reforma contribuir¨¢ a la sostenibilidad econ¨®mica del sistema jubilatorio y preservar¨¢ su nivel de cobertura, que alcanza al 95% de los mayores de 65 a?os. Desde la oposici¨®n, el Frente Amplio (centroizquierda) no acompa?¨® el proyecto de ley porque sostiene que los cambios introducidos perjudicar¨¢n a la mayor¨ªa de los trabajadores. Los sindicatos coinciden con esta cr¨ªtica a la reforma, que tambi¨¦n es rechazada por el 54% de los uruguayos, seg¨²n la consultora Cifra.
¡°Nadie puede negar que esta reforma es totalmente necesaria¡±, se?ala el diputado Pedro Jisdonian del oficialista Partido Nacional. El legislador explica a EL PA?S que la tendencia demogr¨¢fica registrada en Uruguay (3,4 millones de habitantes) presiona crecientemente al r¨¦gimen de ¡°reparto intergeneracional¡±, pilar b¨¢sico de su sistema previsional.
Con una poblaci¨®n envejecida, bajas tasas de natalidad y una esperanza de vida que ronda los 80 a?os, el pa¨ªs tendr¨¢ cada vez menos trabajadores activos en relaci¨®n con la cantidad de jubilados. Las estimaciones del Gobierno indican que actualmente hay tres uruguayos en edad de trabajar por cada jubilado, cuando en 1970 esa relaci¨®n era de 6 a 1. ¡°El gasto (previsional) est¨¢ por encima del 10% del PBI y hay un d¨¦ficit creciente, que por la tendencia demogr¨¢fica se va a intensificar¡±, agrega el legislador.
Entre las modificaciones m¨¢s relevantes, la reforma sube de manera progresiva la edad m¨ªnima de retiro de los 60 a?os actuales a los 65 a?os, siempre con 30 a?os de aportes jubilatorios. No obstante, contempla la posibilidad de retirarse a los 63 a?os, en el caso de haber aportado 38. Asimismo, el c¨¢lculo del sueldo b¨¢sico jubilatorio tomar¨¢ en cuenta los mejores 20 a?os trabajados, frente al promedio de los ¨²ltimos diez a?os o los mejores 20 que se consideran en el r¨¦gimen actual.
Esta ley, subraya Jisdonian, permitir¨¢ a los jubilados seguir trabajando adem¨¢s de cobrar su pensi¨®n, algo que no es posible en el actual ordenamiento jur¨ªdico. Y destaca tambi¨¦n la introducci¨®n de un suplemento solidario de hasta 14.000 pesos uruguayos (360 d¨®lares), destinado a las jubilaciones m¨¢s bajas. ¡°Es muy importante para avanzar en t¨¦rminos de equidad¡±, enfatiza.
Desde la oposici¨®n, el Frente Amplio ha insistido en que una reforma es necesaria, pero no la que ha sido aprobada en el Parlamento. ¡°Se aumenta indiscriminadamente la edad de jubilaci¨®n para todas las actividades¡±, dice a EL PA?S el diputado frenteamplista Sebasti¨¢n Valdomir. La ley contempla la situaci¨®n particular de los trabajadores rurales y de la construcci¨®n, se?ala, pero deja fuera a muchos otros sectores especialmente exigentes: servicio dom¨¦stico, industria frigor¨ªfica o metal¨²rgica, transporte de pasajeros o de carga. ¡°Esa gente llega a los 60 a?os muy afectada f¨ªsicamente y va a tener muchas m¨¢s dificultades para jubilarse a los 65¡å, dice.
Otro de los cuestionamientos, apunta Valdomir, es la financiaci¨®n del sistema previsional. Seg¨²n el diputado, la reforma busca sostenerse solo por la v¨ªa del aumento de la vida laboral y productiva de la poblaci¨®n. ¡°No se incorpora ninguna otra fuente de financiamiento¡±, indica. En tal sentido, para el legislador y su fuerza pol¨ªtica se podr¨ªa haber revisado las exoneraciones impositivas que benefician a ciertos sectores de la econom¨ªa o considerado que las empresas transnacionales destinaran una parte de sus ganancias a la seguridad social de los uruguayos. Los frenteamplistas critican adem¨¢s la obligaci¨®n establecida por esta ley de afiliarse y aportar a las AFAP ¨Cadministradoras privadas de ahorro individual¨C que hasta ahora afectaba solamente a una franja de la poblaci¨®n con determinados ingresos. Con esta ley, los nuevos trabajadores aportar¨¢n un 10% de su salario al estatal Banco de Previsi¨®n Social y un 5% a las AFAP, creadas en la anterior reforma jubilatoria de 1995, cuando se configur¨® el actual r¨¦gimen mixto de pensiones. Esta inclusi¨®n, afirman, no ha contado con el di¨¢logo y los acuerdos necesarios.
Juicios de este tenor se escucharon tambi¨¦n en las inmediaciones del Parlamento, donde el martes pasado tuvo lugar un multitudinario acto contra la reforma previsional, al cierre de un paro general de 24 horas. Desde la central de trabajadores PIT CNT manifestaron que la nueva ley plantea un ¡°ajuste fiscal encubierto¡± porque busca la sostenibilidad financiera del sistema ¡°recortando derechos¡±. ¡°Con esta reforma pierden los trabajadores, pierde el Estado, pierde la seguridad social. Las ¨²nicas que ganan son las AFAP¡±, ha dicho Marcelo Abdala, presidente de la central sindical.
Pero las cr¨ªticas de la oposici¨®n y del movimiento sindical no parecen haber hecho mella en la coalici¨®n gobernante, ocupada como ha estado en resolver sus propias desavenencias en torno a ciertos aspectos del proyecto. Con marchas y contramarchas, en el tramo final de su tratamiento fueron incorporadas modificaciones concernientes, por ejemplo, a la edad m¨ªnima de retiro o al c¨¢lculo del salario b¨¢sico jubilatorio. Estos cambios, hechos a instancias de los socios Partido Colorado y Cabildo Abierto, trastocaron el proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento en octubre de 2022. Sin embargo, aseguran sus autores, la reforma mantendr¨¢ su objetivo de que el gasto en las pensiones se mantenga en torno al 10% del PBI.
El propio presidente Luis Lacalle Pou, perteneciente al Partido Nacional, reconoc¨ªa ante los medios de comunicaci¨®n que el contenido original de su propuesta se hab¨ªa diluido tras las concesiones hechas a sus socios. ¡°Ten¨ªamos un litro de leche, se le fue echando agua, agua, agua, pero sigue siendo leche. Si fuera agua, ya no impulsar¨ªamos la reforma¡±, sentenci¨®. La met¨¢fora presidencial no deja espacio a las dudas. M¨¢s temprano que tarde, la sociedad uruguaya tendr¨¢ que volver a discutir sobre su sistema previsional.
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