Erdogan trata de ara?ar votos en la comunidad turca de Alemania ante unas elecciones trascendentales
La mayor di¨¢spora del pa¨ªs, con 1,5 millones de votantes, ha favorecido tradicionalmente al mandatario, que el domingo se juega su futuro pol¨ªtico
¡°21 a?os en el poder son m¨¢s que suficientes, ya est¨¢ bien. Erdogan tiene que irse¡±. A diferencia de muchos de sus compatriotas, Taskin Yilmaz no tiene reparos en contar que ha votado al socialdem¨®crata Kemal Kili?daroglu, el principal rival del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en las cruciales elecciones que se celebran este domingo. A las puertas del consulado general de Turqu¨ªa en Berl¨ªn, este obrero jubilado de Siemens de 73 a?os resume en una frase qu¨¦ espera de los comicios: ¡°Ahora no hay democracia en Turqu¨ªa. Creo que Kili?daroglu es el indicado para traerla¡±.
Alemania concentra la mayor di¨¢spora turca, con tres millones de personas, de los que aproximadamente mill¨®n y medio tienen derecho a voto. El pa¨ªs vive con gran inter¨¦s la campa?a electoral, con cobertura diaria en la prensa y entrevistas en horario estelar en la televisi¨®n p¨²blica al l¨ªder de la oposici¨®n. Los turcos conforman la primera minor¨ªa en Alemania desde que, en la d¨¦cada de 1960, muchos emigraron a la potencia econ¨®mica centroeuropea, entonces en pleno desarrollo industrial, en busca de empleo. Los llamados gastarbeiter (literalmente, trabajadores invitados) acabaron estableci¨¦ndose y criando a sus familias en Alemania, donde los j¨®venes son ahora la tercera generaci¨®n.
Los partidos de la oposici¨®n han denunciado que Erdogan ha movilizado ingentes recursos en Alemania para la campa?a electoral, entre ellos las 900 mezquitas que controla el Estado turco. A diferencia de 2018, cuando el mandatario turco visit¨® Colonia, en esta ocasi¨®n no ha habido actos de campa?a en territorio alem¨¢n. Tampoco se han habilitado grandes instalaciones como estadios deportivos. Los turcos han votado solo en 17 puntos, principalmente consulados repartidos por todo el pa¨ªs. La participaci¨®n es muy superior a la de anteriores comicios, dijo a la televisi¨®n p¨²blica el embajador Ahmet Ba?ar ?en, por encima del 50%.
El voto de los turcos en el extranjero, que termin¨® este martes, se sigue con gran atenci¨®n desde Ankara. Pese a que algunos expertos creen que su impacto es limitado, al tratarse ¨²nicamente del 3% del total, estas elecciones son distintas de las anteriores. Por primera vez, Erdogan no es el favorito tras m¨¢s de dos d¨¦cadas al frente del pa¨ªs. Las encuestas indican que el resultado ser¨¢ muy ajustado. Cada voto cuenta. Y los turcos alemanes, que se han movilizado como nunca antes, son muy conscientes de ello. ¡°No veo las noticias de all¨ª, no sigo demasiado lo que ocurre, pero hemos venido todos en mi familia. Es muy importante para el futuro del pa¨ªs¡±, dice Mustafa, estudiante de 22 a?os, frente a una de las dos enormes banderas turcas que decoran la valla exterior del consulado. Muchos se hacen fotos y selfis al llegar, que enseguida suben a sus redes sociales.
Ese 3% de votantes en el exterior ¡ªel 2,5% en Alemania¡ª puede marcar la diferencia esta vez. Pero, como alerta Jens Bastian, experto del Centro de Estudios Turcos Aplicados del Instituto Alem¨¢n de Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP), tendr¨ªan que votar casi un¨¢nimemente por un solo partido o candidato, y no cree que vaya a suceder as¨ª. ¡°Tradicionalmente, la mayor¨ªa de los turcos en Alemania ha votado al AKP [el partido gobernante]¡±, explica, en entrevista con EL PA?S. ¡°Pero esta vez puede darse una divisi¨®n del voto y que mucha gente vote al partido, pero no a Erdogan¡±, a?ade. El domingo se celebran tanto elecciones parlamentarias como presidenciales.
Yilmaz ha cruzado la ciudad desde su barrio, Kreuzberg, al este, donde viven buena parte de los berlineses de ascendencia turca, para votar en el consulado, situado en Charlottenburg, en el l¨ªmite oeste. Este martes es el ¨²ltimo d¨ªa, y el trasiego es constante. Unos 100.000 turcos pueden votar en Berl¨ªn. Despu¨¦s de 50 a?os en Alemania y de haber criado aqu¨ª a sus tres hijos, dice sentirse igual de alem¨¢n que turco, o al menos sentirse en Berl¨ªn como en su casa. La adaptaci¨®n, al principio, no fue f¨¢cil, reconoce, y por supuesto que hubo momentos en los que se sinti¨® discriminado. Aprender alem¨¢n fue decisivo para su integraci¨®n, relata. En Alemania vota a los socialdem¨®cratas del SPD, ¡°el partido que defiende a los trabajadores¡±.
Los ciudadanos que viven en el extranjero pueden votar desde 2014, cuando Erdogan cambi¨® la ley para permitirlo. Hasta ahora, el presidente hab¨ªa tenido a los turcos alemanes claramente de su lado. En las elecciones de 2018, el 52,6% de la poblaci¨®n turca vot¨® por el l¨ªder del AKP mientras que el pa¨ªs centroeuropeo ese porcentaje subi¨® al 64,8%. Se trata de una particularidad alemana, que no se repite en otros pa¨ªses. En Estados Unidos, por ejemplo, solo obtuvo el 17% de los votos. En el Reino Unido, el 21%.
Contradicci¨®n entre los votos
Los medios suelen preguntarse por la aparente contradicci¨®n que se esconde en las preferencias de los turco-alemanes. Mientras en Alemania votan o votar¨ªan preferentemente por los socialdem¨®cratas o Los Verdes, cuando se trata de su pa¨ªs de origen escogen la papeleta del AKP, un partido religioso y conservador. ¡°Hay que tener en cuenta de d¨®nde procede la migraci¨®n turca. Son personas de diferentes partes del pa¨ªs, con diferentes niveles educativos y culturales y distintos v¨ªnculos familiares. En Suecia, por ejemplo, viven muchos kurdos, que en general no votan al AKP. Los alemanes llegaron sobre todo de Anatolia oriental, regi¨®n rural muy religiosa, y la primera generaci¨®n ha transmitido esas influencias a sus hijos¡±, explica Bastian.
¡°El Partido Popular Republicano (CHP), como partido de izquierdas, recibe m¨¢s apoyo en los centros urbanos y en entornos de clase media, grupos infrarrepresentados en el proceso migratorio. Adem¨¢s, el AKP est¨¢ mejor organizado en Alemania y es m¨¢s capaz de movilizar a grupos de votantes¡±, a?ade Yunus Ulusoy, de la Fundaci¨®n Centro de Estudios Turcos e Investigaci¨®n sobre la Integraci¨®n de la Universidad de D¨¹sseldorf.
Muchos turcos asocian tambi¨¦n el desarrollo que ha experimentado su pa¨ªs en las ¨²ltimas d¨¦cadas con la figura de Erdogan: las infraestructuras, la reforma de la sanidad, las empresas competitivas y el comercio internacional. Aunque ahora el presidente turco ya no puede jugar esa carta. La inflaci¨®n rampante, el paro disparado y la devaluaci¨®n de la lira, la moneda nacional, ha dejado a los j¨®venes sin perspectivas.
Sala, de 25 a?os, y Gizem, de 26, forman parte de esa nueva generaci¨®n de turcos que emigran para trabajar. Los padres de Gizem se criaron en Alemania, pero volvieron a Turqu¨ªa, donde naci¨® ella, que ahora recorre el camino contrario para buscarse un futuro. ¡°Kili?daroglu es uno de nosotros, un hombre del pueblo, nos entiende¡±, dice en ingl¨¦s. Lleva menos de un a?o en Berl¨ªn y est¨¢ aprendiendo alem¨¢n. Gizem asiente a su lado. ¡°Me acabo de graduar en Turqu¨ªa y all¨ª no ten¨ªa demasiadas perspectivas. Espero que me den la residencia y mientras tanto estudio un m¨¢ster y hago un trabajo manual por horas. Sin alem¨¢n no puedo aspirar a m¨¢s por ahora¡±, asegura. La situaci¨®n pol¨ªtica en Turqu¨ªa, la falta de libertad, tambi¨¦n influy¨® en su decisi¨®n de marcharse. Ahora tiene miedo de que Erdogan no reconozca su posible derrota. ¡°La tensi¨®n es m¨¢xima en mi pa¨ªs, est¨¢ muy polarizado y se temen actos violentos¡±, lamenta, y asegura que sus compatriotas son muy conscientes de que es un momento decisivo para el futuro del pa¨ªs: ¡°Son unas elecciones cruciales, las m¨¢s importantes de este siglo¡±.
Otra de las explicaciones al apoyo de los turco-alemanes a Erdogan tiene que ver con la identidad y el sentimiento de pertenencia. ¡°Cuando llegan las elecciones, muchos recuerdan que son turcos y no ciudadanos de Alemania. Votan en funci¨®n de preferencias, deseos y ansiedades que existen en Turqu¨ªa, pero que reflejan lo que han vivido en Alemania: a menudo, discriminaci¨®n, sensaci¨®n de ser ciudadanos de segunda clase¡±, se?ala Bastian. Esto ocurre, a?ade, aunque haya socializado en Alemania, hablen alem¨¢n y les interese la vida pol¨ªtica alemana.
¡°Erdogan revaloriza caracter¨ªsticas identitarias como ser turco o musulm¨¢n, que suelen tener connotaciones negativas en Alemania y se asocian a experiencias de discriminaci¨®n. Esto tambi¨¦n crea una actitud de protesta contra la demonizaci¨®n p¨²blica del presidente, que motiva a algunos a votarlo¡±, apunta Ulusoy.
Frente al consulado, muchos votantes prefieren no revelar a qui¨¦n han dado su apoyo. ¡°He votado por la democracia¡±, dicen algunos de pasada con una media sonrisa. Otros simplemente se excusan. Una pareja sale enfadada porque no han podido votar. No estaban en los listados. Sarp es el ¨²nico de la docena de encuestados que reconoce haber votado a Erdogan. Tiene 31 a?os y vive ¡°por negocios¡± a caballo entre Berl¨ªn y Turqu¨ªa. ¡°No importa el tipo de negocio¡±, responde misterioso cuando se le pregunta a qu¨¦ se dedica. El mandatario le parece un hombre fuerte, un l¨ªder, y dice que no ve ese liderazgo en los otros candidatos. ¡°No tiene competencia¡±, asegura convencido.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.