Los j¨®venes de Corea del Sur se niegan a trabajar 14 horas al d¨ªa
El Gobierno cancela una reforma laboral que ampliaba la jornada hasta las 69 horas semanales ante el empuje de unas protestas lideradas por las generaciones milenial y Z
En las efervescentes calles de Se¨²l ¡ªa ritmo de K-Pop, entre puestos de comida (K-Food), y centros de K-Beauty (cosm¨¦tica coreana)¡ª, algunos locales evidencian que en Corea del Sur se trabaja a destajo. Establecimientos en los que poder echar una horita de siesta; cl¨ªnicas especializadas en problemas de sue?o o caf¨¦s abiertos las 24 horas del d¨ªa son algunos ejemplos. ¡°Somos una sociedad un poco adicta al caf¨¦¡±, bromea Park Mijin, de 37 a?os, mientras espera un cortado en Seoulism, una de las cafeter¨ªas m¨¢s instagrameables de Se¨²l. Es jueves y rozan las diez de la noche. ¡°Los coreanos nos caracterizamos por hacer las cosas con ritmo¡±, prosigue esta gu¨ªa sociocultural. ¡°Es lo que llamamos ppalli ppalli¡±, agrega. Con una amplia sonrisa, inicia la explicaci¨®n del concepto: ¡°Ppalli ppalli define el ritmo r¨¢pido al que se mueve nuestra sociedad. Y tiene su origen en los a?os sesenta¡±, cuenta en referencia al denominado Milagro del r¨ªo Han: la industrializaci¨®n y el desarrollo de Corea del Sur a mediados del siglo pasado.
Si en 1953, tras la guerra de Corea, el pa¨ªs era uno de los m¨¢s pobres del planeta, siete d¨¦cadas despu¨¦s, con 51,8 millones de habitantes, es la 13? econom¨ªa del mundo por PIB, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional. Tres puestos por delante de Espa?a. El ppalli ppalli qued¨® vinculado no solo a esa historia de crecimiento, sino casi a la fundaci¨®n del pa¨ªs. Parec¨ªa que no admit¨ªa cuesti¨®n. Hasta ahora.
En marzo, una serie de manifestaciones recorrieron Corea del Sur. Fueron especialmente intensas en Se¨²l, ciudad metropolitana que acoge a 20 millones de personas, y Bus¨¢n, al sur, en la costa. Juntas suman m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n. Esas protestas, con una afluencia notable de gente joven, mileniales y generaci¨®n Z, hab¨ªan surgido al calor del rechazo a la reforma laboral del Gobierno, comandado por el conservador Yoon Suk-yeol, del Partido del Poder Popular (PPP).
El Ejecutivo hab¨ªa planteado una nueva norma para ofrecer a las empresas ¡°una soluci¨®n a las dificultades para cumplir con los plazos estipulados¡±. Esa soluci¨®n pasaba por aumentar las horas de trabajo semanales hasta las 69, del m¨¢ximo de 52 actuales. A cambio, el plan gubernamental, que contaba con el benepl¨¢cito de los empresarios, ofrec¨ªa o bien cobrarlas, o bien poder concentrar esas horas extra en otro momento del a?o y disfrutar de mayores periodos de vacaciones. Casi una irrealidad en un pa¨ªs donde, en 2020, solo 4 de cada 10 trabajadores de compa?¨ªas surcoreanas pudieron disfrutar de la totalidad de sus d¨ªas libres, seg¨²n el Ministerio de Trabajo del pa¨ªs asi¨¢tico, que EL PA?S visita invitado por Exteriores.
¡°[La norma] Har¨ªa legal trabajar desde las nueve de la ma?ana hasta la medianoche durante cinco d¨ªas seguidos. No hay ninguna consideraci¨®n con la salud de los empleados ni tampoco con su descanso¡±, se uni¨® a la cr¨ªtica la Confederaci¨®n de Sindicatos de Corea (CSC). ¡°Mientras los hombres trabajar¨ªan largas jornadas, exentos de los cuidados, las mujeres estar¨ªan abocadas a realizarlos¡±, denunci¨® la Uni¨®n de Asociaciones Feministas Coreanas (KWAU, por sus siglas en ingl¨¦s). Ante el empuje y la fuerza de la protesta, el Ejecutivo par¨® la normativa y se abri¨® a ¡°reconsiderarla¡±. Adem¨¢s, afirm¨® que deber¨ªa buscar c¨®mo comunicarse mejor con la ciudadan¨ªa, ¡°especialmente con las generaciones Z y milenial¡±, seg¨²n afirm¨® el secretario de prensa del Gobierno conservador.
¡°Yo no me f¨ªo. Me temo que van a intentar aprobar de nuevo la reforma¡±, vaticina Lee Yo, periodista de 31 a?os. Habla desde un bar, cerca del bullente barrio capitalino de Itaewon. Viene de una cena de empresa que hab¨ªa organizado su jefe y a la que ha ido ¡°por obligaci¨®n¡±. Describe la costumbre como trasnochada: ¡°?En Espa?a tambi¨¦n lo hac¨¦is?¡±.
La periodista considera que las protestas contra la reforma laboral han conseguido un ¨¦xito inaudito, pero a?ade que el presidente tiene margen y mandato por delante; las pr¨®ximas elecciones ser¨¢n en 2027. Lee tambi¨¦n ve que en este conflicto subyace un choque generacional: ¡°A mi padre no le parece tan mal la reforma¡±. Y una ruptura con esa cultura del ppalli ppalli. ¡°Agradecemos mucho a las generaciones anteriores lo que han hecho. Han construido nuestro pa¨ªs a base de mucho esfuerzo. Pero nosotros no queremos vivir as¨ª¡±, agrega.
En 2021, los surcoreanos trabajaron una media de 1.915 horas, seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE). Son 199 horas m¨¢s que la media de pa¨ªses que estudia el organismo; y el quinto que m¨¢s horas dedica a las empresas. Los alemanes, por ejemplo, ese a?o trabajaron una media de 1.349 horas; los espa?oles, 1.641. Adem¨¢s, la falta de tiempo angustia a m¨¢s de la mitad de los surcoreanos (54,4%), seg¨²n la encuesta de Uso del tiempo de 2019, que el Gobierno surcoreano elabora cada cinco a?os entrevistando a unas 30.000 personas. El 52,2% de estas clamaba tambi¨¦n por una reducci¨®n de las horas dedicadas al trabajo.
Actualmente, la jornada laboral en el pa¨ªs asi¨¢tico no puede superar las 52 horas semanales: 40 rutinarias m¨¢s 12 extraordinarias. As¨ª lo estableci¨® en 2018 una norma del Gobierno, dirigido entonces por Partido Democr¨¢tico, de centroizquierda. ¡°Antes [de esa norma], el presentismo era mucho m¨¢s fuerte¡±, recuerda la se?ora Park: ¡°No te pod¨ªas mover de la silla hasta que tus superiores se marchaban¡±. La nueva ley vino acompa?ada de inspecciones a las empresas y ojo avizor ante los incumplimientos.
Conciliaci¨®n imposible
¡°Fue un avance que ahora hemos visto peligrar¡±, resume la periodista Lee. ¡°Ahora intentar¨¢n ir a por las 60 horas¡±, a?ade. Pero lamenta que si se trabaja tanto es ¡°muy dif¨ªcil¡± tener una familia. No tiene hijos; no se lo plantea ahora mismo. Como ella, muchas surcoreanas concluyen que no pueden conciliar familia y profesi¨®n. Y acaban renunciando a la maternidad. La tasa de fertilidad de Corea del Sur es la m¨¢s baja del mundo: en 2022 fue de 0,78. La natalidad cae desde hace ocho a?os y en 2020 el pa¨ªs registr¨® por primera vez m¨¢s muertes que nacimientos. El a?o pasado, hubo 249.000 alumbramientos y 372.800 defunciones.
¡°Las generaciones de coreanos j¨®venes tienen razones para no formar una familia, como los abrumadores costes de criar a los hijos, los precios prohibitivos de las viviendas, las p¨¦simas perspectivas laborales y unos horarios de trabajo extenuantes¡±, resume Hawon Jung, autora de Flowers of Fire: The Inside Story of South Korea¡¯s Feminist Movement. La activista y escritora incide en su ensayo en que ¡°son las mujeres las que, en especial, se han cansado de las expectativas imposibles que esta sociedad tradicionalista tiene puestas en las madres. As¨ª que est¨¢n renunciando¡±.
En su rechazo a la normativa laboral, los j¨®venes han argumentado riesgos para su salud ¨Drelacion¨¢ndola con las altas tasas de suicidio del pa¨ªs, el estr¨¦s o la gwarosa, t¨¦rmino coreano que define la muerte por exceso de carga de trabajo¨D, as¨ª como un efecto nocivo en la tasa de natalidad. El Gobierno, por su parte, ha intentado aislar el problema de su propuesta. ¡°El v¨ªnculo entre la reforma de la jornada laboral y las bajas tasas de natalidad adolece de justificaci¨®n l¨®gica¡±, public¨® en Twitter el ministro de Trabajo de Corea del Sur, Lee Jung-sik.
Entre los planes de Jeong Dong, de 26 a?os, tampoco est¨¢ el de tener hijos. Llega al centro de Se¨²l con un peque?o coche, el¨¦ctrico, biplaza. ¡°Es nuevo, de fabricaci¨®n espa?ola. Lo acabo de cambiar porque as¨ª ahorro. Ahora solo me gasto unos cinco euros al mes¡±, cuenta orgulloso de su veh¨ªculo. Ha formado parte de las protestas y dice estar dispuesto a salir a la calle de nuevo. Ahora est¨¢ prestando el servicio militar. Hace labores de oficina, no de campo. ¡°He tenido suerte¡±, explica, ¡°me lesion¨¦ jugando al f¨²tbol y me eximieron de la instrucci¨®n¡±. Puede compaginar la mili con otro empleo y por ello se considera ¡°afortunado¡±: ¡°As¨ª ahorro un poco¡±, dice. Reside con sus padres, pero quiere viajar a Europa. ¡°En Corea el trabajo es muy estresante y vivir, muy caro¡±.
Muchos surcoreanos comparten la opini¨®n del joven. El Instituto Coreano para la Salud y los Asuntos Sociales (KIihasa) investig¨® en oto?o del a?o pasado sobre el equilibrio en la sociedad surcoreana entre la vida personal y laboral. Para ello, realizaron entrevistas a 22.000 ciudadanos. Preguntados sobre cu¨¢ntas horas querr¨ªan trabajar, de media respondieron que 36,7 a la semana. Al analizar los datos, una de las conclusiones del estudio afirmaba que las generaciones mayores toleraban jornadas m¨¢s largas. Y confirmaba que ¡°cuanto m¨¢s j¨®venes, menos tiempo quieren dedicar al trabajo¡±. Son menos adeptos del ppalli ppalli.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.