El milagro econ¨®mico boliviano cruje por la falta de d¨®lares
El Banco Central no informa de sus reservas desde hace cuatro meses, lo que ha empezado a alimentar el temor de los ahorristas y la especulaci¨®n de los importadores
¡°Compro d¨®lares¡±. Muchos comercios de las grandes ciudades bolivianas han fijado este cartel en sus vidrieras. La divisa estadounidense se ha convertido en el bien m¨¢s escaso en el pa¨ªs. Tanto, que el Banco Central no informa de sus reservas en divisa desde hace cuatro meses. Se supone que son exiguas, y como todo lo que es escaso sube de precio, el d¨®lar se ha empezado a comprar por fuera del sistema financiero. En ese mercado paralelo cuesta un 15% m¨¢s que el precio oficial.
Vender y comprar d¨®lares por encima del valor fijado por el Estado est¨¢ prohibido y varias personas han sido de...
¡°Compro d¨®lares¡±. Muchos comercios de las grandes ciudades bolivianas han fijado este cartel en sus vidrieras. La divisa estadounidense se ha convertido en el bien m¨¢s escaso en el pa¨ªs. Tanto, que el Banco Central no informa de sus reservas en divisa desde hace cuatro meses. Se supone que son exiguas, y como todo lo que es escaso sube de precio, el d¨®lar se ha empezado a comprar por fuera del sistema financiero. En ese mercado paralelo cuesta un 15% m¨¢s que el precio oficial.
Vender y comprar d¨®lares por encima del valor fijado por el Estado est¨¢ prohibido y varias personas han sido detenidas temporalmente por hacerlo. Aun as¨ª, nadie en las tiendas con los carteles piensa en comprar a un precio que ya no es real para los ciudadanos comunes. La devaluaci¨®n est¨¢ oficialmente descartada, pero ha ocurrido de hecho. Nadie espera que el tipo de cambio y, con ¨¦l, la din¨¢mica econ¨®mica, vuelvan a ser los de antes.
Los economistas de oposici¨®n conjeturan que Bolivia seguir¨¢ el camino de su vecina Argentina, que sufre un constante deterioro de su tipo de cambio, con un mercado paralelo afianzado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada que dobla la cotizaci¨®n oficial. En Bolivia no hay inflaci¨®n, pero la falta de d¨®lares est¨¢ elevando los precios de los productos importados, que son muchos en un pa¨ªs muy poco industrializado. No es la ¨²nica dificultad para los importadores. Para evitar la fuga de d¨®lares al extranjero, que en parte explica la ca¨ªda de las reservas internacionales del Banco Central, las transferencias de divisas deben pagar el 10% del monto enviado, un porcentaje que hay que sumar a los costos de importaci¨®n.
Hasta ahora, el golpe le ha llegado sobre todo a la clase media y no a los amplios sectores populares que respaldaron al presidente Luis Arce en las elecciones de hace dos a?os y medio. Pero los problemas se est¨¢n acumulando. Los medicamentos, por ejemplo, que vienen de Chile, Colombia y la India, est¨¢n subiendo y, algunos, escaseando. Es cuesti¨®n de tiempo para que el alza de facto del d¨®lar se traslade al costo de vida. Las autoridades aseguran que eso no pasar¨¢.
Otro bien clave que est¨¢ racionado en determinados rangos de consumo es el di¨¦sel. El Gobierno afirma que esto se debe a la necesidad de controlar el contrabando de este combustible, que, aunque se importa en su mayor parte, est¨¢ subvencionado. El litro cuesta 50 centavos de d¨®lar en Bolivia, m¨¢s de un d¨®lar menos que el promedio mundial. El contrabando de combustibles a los pa¨ªses vecinos sangra el presupuesto p¨²blico en unos 250 millones de d¨®lares anuales. La oposici¨®n cree que el racionamiento se debe a la falta di¨¦sel que el Gobierno ya no tiene c¨®mo importar. Hay denuncias de que la administraci¨®n de Arce est¨¢ dejando las facturas de las empresas importadoras sin pagar. Se sabe que algunas grandes empresas mineras y agropecuarias est¨¢n importando di¨¦sel directamente, a pesar de que el precio internacional es mayor.
Otra dificultad de la balanza de pagos boliviana es la ca¨ªda de las exportaciones desde agosto del a?o pasado. La causa est¨¢ en la bajada del valor internacional de varias materias primas que produce Bolivia y por una menor producci¨®n de gas. El pa¨ªs est¨¢ extrayendo un 33% menos de gas de lo que produc¨ªa en 2014. El d¨¦ficit comercial resultante (m¨¢s importaciones que exportaciones) se ha prolongado por ocho meses, as¨ª que, con el Banco Central sin reservas, el Gobierno no tiene de d¨®nde sacar divisas. Encima, algunos exportadores privados no repatrian sus divisas porque temor a que queden ¡°atrapadas¡± en unos bancos sedientos de d¨®lares y por la alta tasa que tendr¨ªan que pagar para sacarlas de nuevo del pa¨ªs.
El presidente Arce fue el ministro de Econom¨ªa de los tres Gobiernos de Evo Morales, entre 2006 y 2019. Arce es el gran rostro del ¡°milagro boliviano¡±, el periodo de mayor prosperidad de la historia del pa¨ªs, cuando, entre otros r¨¦cords, se acumularon reservas internacionales por el 50% del PIB. Arce ha llegado a ser considerado el mejor economista del pa¨ªs, pero ahora parece estar desprovisto de soluciones.
Arce ha negado en los ¨²ltimos meses que Bolivia enfrente una crisis interna. Prefiere hablar de los efectos, en su visi¨®n pasajeros, del mal momento econ¨®mico mundial. Como, por razones ideol¨®gicas, a¨²n no considera recurrir al Fondo Monetario Internacional, su Gobierno ha empezado a buscar soluciones. La ¨²ltima, para atacar las restricciones cambiarias, fue aprobar la ¡°ley del oro¡±, que autoriza al Banco Central vender 22 toneladas de sus reservas para obtener unos 1.200 millones de d¨®lares. Esta ley, afirma el Gobierno, evitar¨¢ que Bolivia caiga en cesaci¨®n de pagos este a?o. Pero el pa¨ªs necesita una cifra igual o mayor, con la que no cuenta, para tratar de cambiar las expectativas de los bolivianos, que hoy son las que expresan los carteles de ¡°compro d¨®lares¡±.
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