Todo el mundo vio el rayo. Putin y sus aliados temen el trueno y el diluvio
Los socios del Kremlin buscan comprender la nueva situaci¨®n de Rusia con un l¨ªder debilitado y recalibrar las relaciones a la vista de lo ocurrido
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El mundo entero vio el rayo. Como un rel¨¢mpago, los mercenarios de Wagner se hicieron con la ciudad rusa de Rostov del Don y recorrieron cientos de kil¨®metros hacia Mosc¨² en un descomunal desaf¨ªo al r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin.
El mundo entero vio c¨®mo un Kremlin obsesionado hace lustros con el riesgo de una revoluci¨®n de colores ¡ªun movimiento civil como los de Ucrania y Georgia, que Mosc¨² cree espoleados por Occidente¡ª sufr¨ªa, en cambio, una revuelta militar brotada en su mismo seno, por parte de un grupo financiado durante tiempo con copioso dinero p¨²blico ruso. Vio c¨®mo se mostraba incapaz de evitar que esa revuelta brotara, de impedir que avanzara como un pu?al hacia la capital sin encontrar ninguna resistencia terrestre y de imponer un castigo a los amotinados.
El mundo entero, pues, aguarda ahora el trueno que siempre viene a continuaci¨®n del rayo y, quiz¨¢s, un tremendo diluvio tambi¨¦n. La debilidad del aut¨®crata ha quedado expuesta, y esto es un hecho de importancia esencial para los reg¨ªmenes autoritarios, que no se fundamentan en el libre consenso, sino en proyectar fuerza e infundir miedo. Las murallas del Kremlin no colapsaron, pero la grieta est¨¢ a la vista. Cuando aparecen, suelen avanzar. El reajuste est¨¢ en marcha. Habr¨¢ represalia, venganzas, reorganizaciones. Quiz¨¢, inestabilidad, nuevas intentonas. Todos observan, y lo hacen con especial inquietud los socios internacionales de Putin. Este, a su vez, tiene motivos para temer que la nueva situaci¨®n lo ponga en una posici¨®n internacional a¨²n m¨¢s inc¨®moda. Veamos.
China
Pek¨ªn es el socio esencial para Mosc¨². No son aliados en sentido formal, de mutua defensa, pero han ido estrechando una relaci¨®n estrat¨¦gica cada vez m¨¢s coordinada, con el com¨²n denominador del deseo de revertir la supremac¨ªa occidental. Es una relaci¨®n desequilibrada, con Rusia dependiente en grado m¨¢ximo de China para superar las dificultades provocadas por las sanciones occidentales. Pek¨ªn ha aumentado las compras de hidrocarburos rusos y elevado sus exportaciones hacia el vecino, pero es muy cuidadoso en no dar ning¨²n paso que pueda motivar sanciones secundarias de Estados Unidos contra sus empresas y perjudicar su comercio con Occidente.
China no quiere que Rusia pierda en Ucrania, porque eso ser¨ªa una victoria de EE UU, ni que colapse el r¨¦gimen de Putin. Pero, pese a las declaraciones formales, mantiene suspicacias hacia Mosc¨², y no lo considera otra cosa que una herramienta conveniente para avanzar hacia sus objetivos. Curiosamente, el s¨¢bado del rayo Wagner, Pek¨ªn no emiti¨® ninguna declaraci¨®n. Sin duda estar¨¢ estudiando las dificultades del Kremlin en reaccionar, las lealtades que quedaron, si no quebradas, al menos en suspenso en esas horas incre¨ªbles, al igual que estudi¨® en su momento a fondo el colapso de la URSS. Solo al d¨ªa posterior Pek¨ªn manifest¨® p¨²blicamente su apoyo oficial a Putin. Un l¨ªder debilitado que, ahora, est¨¢ m¨¢s expuesto a¨²n a una relaci¨®n asim¨¦trica. Algunos expertos ya hablaban de la situaci¨®n de Rusia como vasallo de China. Lo ocurrido alimenta esa din¨¢mica.
Ir¨¢n
Otro pa¨ªs clave en el eje que intenta oponerse a la primac¨ªa occidental y plantea una visi¨®n del orden mundial en el que se relativicen los conceptos de democracia y derechos humanos. Teher¨¢n, adem¨¢s, es importante para Mosc¨² porque, a diferencia de China, presta apoyo militar directo con el suministro de drones muy utilizados en la guerra de Ucrania. Ambos pa¨ªses est¨¢n sometidos a sanciones occidentales y cooperan para sobreponerse a ellas.
A diferencia de China, Ir¨¢n s¨ª emiti¨® el mismo s¨¢bado de la incursi¨®n de las huestes de Wagner un comunicado oficial en el que respaldaba el Estado de derecho en Rusia. Dos d¨ªas despu¨¦s, Putin y su hom¨®logo iran¨ª, Ebrahim Raisi, mantuvieron una conversaci¨®n telef¨®nica. La prensa del ala dura del r¨¦gimen carg¨® contra los medios del ala menos dura, criticando el excesivo espacio que dedicaron a la rebeli¨®n de Wagner. Aunque difiera por naturaleza y posici¨®n dentro del r¨¦gimen, la Guardia Revolucionaria iran¨ª recuerda a Wagner en algunos rasgos, como actor militar con un conglomerado de intereses econ¨®micos, proyecci¨®n en el exterior y que cuenta con un estatus propio dentro del sistema, en tensi¨®n con otras corrientes. En Teher¨¢n, tambi¨¦n, se estar¨¢ intentando comprender y extraer lecciones de lo sucedido en Rusia con ah¨ªnco, tanto en clave interna como de relaciones bilaterales.
Bielorrusia
Pocos l¨ªderes internacionales habr¨¢n seguido la crisis con tanta atenci¨®n e inquietud como Alexandr Lukashenko, dictador de Bielorrusia, totalmente dependiente del apoyo de Rusia para su supervivencia pol¨ªtica. La tarde del s¨¢bado acab¨® asumiendo un papel de intermediario que le ha dado proyecci¨®n internacional.
La l¨®gica hace pensar ¡ªy en esa direcci¨®n se pronuncian algunos expertos¡ª que su papel en la salida negociada fue meramente formal, no sustancial. Carece del poder necesario para influir, y fue simplemente un ¨²til intermediario para sellar una soluci¨®n provisional. El desembarco en su pa¨ªs de Wagner representa a la vez una posible herramienta y un riesgo. Bielorrusia es un Estado vasallo de Rusia, y haber alojado en su territorio a los mercenarios expulsados es un cr¨¦dito y una carta con la que se puede jugar. A la vez, es un problema de gesti¨®n con potencial incendiario.
Asia Central
Rusia considera las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas de Asia Central su patio trasero. La tarde del rayo, Kasim-Yomart Tok¨¢yev, el presidente de Kazajist¨¢n, la m¨¢s grande e importante de ellas, fue el segundo en hablar con Putin ¡ªdespu¨¦s del bielorruso Lukashenko¡ª, y emiti¨® un comunicado en el que respaldaba el Estado de derecho y el orden constitucional en Rusia, sin muchos m¨¢s detalles.
Para esa misma tarde, Tok¨¢yev convoc¨® una reuni¨®n extraordinaria de su consejo de seguridad para elaborar un plan para ¡°neutralizar un potencial impacto negativo de la situaci¨®n en el pa¨ªs vecino amigo sobre los ciudadanos kazajos y la econom¨ªa del pa¨ªs¡±. Kazajist¨¢n comparte con Rusia una frontera de 7.500 kil¨®metros. Claramente, Tok¨¢yev no ve¨ªa claro un desenlace pac¨ªfico y garante de estabilidad.
Un par de d¨ªas despu¨¦s, en sus comunicaciones oficiales, Tok¨¢yev ya fue m¨¢s expl¨ªcito en su respaldo a Putin. Mosc¨² le proporcion¨® ayuda durante la revuelta que se produjo en enero de 2022. No obstante, lleva a cabo con esmero una pol¨ªtica de contrabalanceo cultivando relaciones con China y la UE, y cabe esperar que las turbulencias rusas lo animar¨¢n a profundizar en ese camino.
?frica
Varios pa¨ªses africanos han seguido con especial atenci¨®n la crisis porque mantienen una estrecha relaci¨®n con Rusia en la que Wagner, el grupo mercenario rebelde, es el principal actor. El conglomerado, presente en pa¨ªses como Mal¨ª, Rep¨²blica Centroafricana, Libia o Burkina Faso, ha estado en los ¨²ltimos a?os proporcionando servicios de seguridad, asesoramiento, propaganda, e involucr¨¢ndose adem¨¢s en actividades de extracci¨®n minera que son el pago por los servicios prestados.
Los l¨ªderes de estos pa¨ªses observan pues con especial atenci¨®n el devenir de la crisis y cu¨¢l puede ser el futuro del que ha sido, en muchos casos, el aut¨¦ntico interlocutor de su relaci¨®n con Mosc¨².
Otros
El s¨¢bado, llamativamente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exhort¨® a Putin a ¡°actuar con sentido com¨²n¡± mientras la revuelta se iba desarrollando. Arabia Saud¨ª, que tras a?os de buena relaci¨®n con Rusia pactando estrategia petrolera en la OPEP+ tiene ahora discrepancias con Mosc¨², puede que se haya alegrado un poco del debilitamiento de Putin. Siria, Corea del Norte y Eritrea (los ¨²nicos que, junto a Bielorrusia y la propia Rusia), votaron en contra de la resoluci¨®n de condena de la invasi¨®n de Ucrania en la Asamblea General de la ONU, se habr¨¢n preocupado mucho.
Por supuesto, no solo los socios de Putin estudian con atenci¨®n qu¨¦ signific¨® el rayo, como ser¨¢ el trueno, y si viene un diluvio. Tambi¨¦n sus adversarios, sean de car¨¢cter p¨²blico ¡ªEstados Unidos, la OTAN, la UE, Ucrania, todos centrad¨ªsimos en estudiar el desarrollo de los acontecimientos¡ª, o simples opositores privados.
Mija¨ªl Jodorkovski, el oligarca exiliado, por ejemplo, escribi¨® lo siguiente en The Economist: ¡°Tenemos que entender que la ca¨ªda del r¨¦gimen de Putin y la creaci¨®n de una Rusia mejor no se producir¨¢n en las urnas o con medios pac¨ªficos, sino que requerir¨¢ una insurrecci¨®n armada (¡). Si nosotros, la oposici¨®n democr¨¢tica, queremos alcanzar esos objetivos (de democratizaci¨®n) entonces no solo debemos apoyar el derrocamiento del r¨¦gimen, sino estar listos para afirmar nuestros intereses democr¨¢ticos a trav¨¦s de la fuerza cuando este caiga¡±.
Un regreso al statu quo no parece posible. El tiempo dir¨¢ cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias, una inc¨®gnita inquietante para socios y enemigos, a la vista del arsenal de miles de bombas at¨®micas del que dispone quien manda en Rusia.
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