Claudia Paz y Paz: ¡°Nunca hubo evidencias que probaran que hubo fraude en Guatemala¡±
La defensora de derechos humanos y exfiscal guatemalteca defiende los resultados de la primera vuelta de las elecciones de su pa¨ªs y alerta de una ¡°deriva autoritaria¡± de parte del Gobierno de Giammattei
Claudia Paz y Paz (Guatemala, 56 a?os) es una de las voces m¨¢s reconocidas de Centroam¨¦rica por su valiente defensa de los derechos humanos. Fue la primera mujer en ocupar el cargo de fiscal general en su pa¨ªs, desde donde inici¨® procesos judiciales contra quienes perpetuaron cr¨ªmenes de lesa humanidad durante el sangriento conflicto armado, entre ellos el dictador se?alado de genocidio Efra¨ªn R¨ªos Montt. Ella, adem¨¢s, ha fo...
Claudia Paz y Paz (Guatemala, 56 a?os) es una de las voces m¨¢s reconocidas de Centroam¨¦rica por su valiente defensa de los derechos humanos. Fue la primera mujer en ocupar el cargo de fiscal general en su pa¨ªs, desde donde inici¨® procesos judiciales contra quienes perpetuaron cr¨ªmenes de lesa humanidad durante el sangriento conflicto armado, entre ellos el dictador se?alado de genocidio Efra¨ªn R¨ªos Montt. Ella, adem¨¢s, ha formado parte de los Grupos Interdisciplinarios de Expertos Independientes del ¡®caso Ayotzinapa¡¯, en M¨¦xico y de Nicaragua, tras la crisis pol¨ªtica en 2018, cuando protestas masivas fueron ahogadas con sangre y fuego por el r¨¦gimen de Daniel Ortega. Los resultados de sus investigaciones en ese pa¨ªs, que determinaron que hubo cr¨ªmenes de Estado contra la poblaci¨®n civil, hicieron que Ortega expulsara a estos expertos. En la actualidad es directora del Programa para Centroam¨¦rica y M¨¦xico del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y ve con preocupaci¨®n c¨®mo la democracia y las libertades se han deteriorado en una regi¨®n dominada por gobiernos autoritarios. Estos d¨ªas sus ojos est¨¢n puestos en Guatemala, donde agrupaciones pol¨ªticas tradicionales han puesto en entredicho los resultados de la primera vuelta de la elecci¨®n presidencial. Aunque la revisi¨®n de las actas electorales por parte de la Corte de Constitucionalidad no ha cambiado la votaci¨®n, Paz y Paz advierte de que es una ¡°se?al de alarma¡± que demuestra la deriva autoritaria del presidente Alejando Giammattei, a quien se le acusa de controlar las instituciones del Estado.
Pregunta. La Corte de Constitucionalidad ha ordenado revisar las actas de la votaci¨®n de la primera vuelta a petici¨®n tanto del partido oficialista como de otras agrupaciones pol¨ªticas que participaron en la contienda. ?Fue leg¨ªtima esta decisi¨®n?
Respuesta. No. Esta decisi¨®n de la Corte de Constitucionalidad es muy preocupante. Los solicitantes de amparo deber¨ªan haber recurrido a otras instancias primero, como el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia. Es an¨®mala esta decisi¨®n tambi¨¦n porque establece un procedimiento que no est¨¢ regulado en la Ley Electoral y la ley de Partidos pol¨ªticos. Y lo m¨¢s preocupante es que nunca hubo evidencia para decir que pudo haber un fraude, un mal conteo de votos, alteraciones de las actas.
P. Tanto la OEA, como la UE, Estados Unidos y otros pa¨ªses, la academia, la Conferencia Episcopal y c¨¢maras empresariales han dicho que el resultado electoral ha sido leg¨ªtimo, ?a qu¨¦ se debe este af¨¢n de revisar las actas de nuevo?
R. Ven con mucha preocupaci¨®n esta resoluci¨®n de la Corte y el panorama que est¨¢ abriendo, que podr¨ªa ser muy incierto. Lo que hay que reconocer y sobre todo agradecer es el trabajo en las juntas electorales de los ciudadanos que voluntariamente no solo han resguardado nuestros votos el d¨ªa de la elecci¨®n, sino que hicieron su trabajo, sufrieron ataques, amenazas, pero se mantuvieron resguardando nuestro voto.
P. Muchas de estas personas que estuvieron en las juntas electorales han publicado en las redes sociales las actas del resultado electoral. En la mayor¨ªa no hay impugnaciones. ?Si no hicieron impugnaciones en ese momento, por qu¨¦ los partidos decidieron abrir este proceso que ha puesto en duda el resultado de la elecci¨®n?
R. Esa decisi¨®n de presentar ese amparo no est¨¢ impulsada por un deseo leg¨ªtimo de determinar si hubo o no hubo fraude. Esa no fue su motivaci¨®n, porque el conteo de votos, el ejercicio del sufragio, la transmisi¨®n de las actas, todo ocurri¨® con normalidad. Hay otro deseo que es much¨ªsimo m¨¢s perverso y es no aceptar su derrota. A pesar de que el partido oficial realmente tuvo un gran triunfo, porque logr¨® la bancada m¨¢s grande en el Congreso. Pero no ha aceptado su derrota en la elecci¨®n y no pod¨ªan no estar conscientes del caos que estaban creando al hacer retrotraer el proceso.
P. En Guatemala se ha registrado un deterioro institucional bastante progresivo en estos a?os bajo el mandato del presidente Alejandro Giammattei. ?C¨®mo califica a su Gobierno?
R. Hemos se?alado en m¨²ltiples oportunidades las alarmas de una deriva autoritaria en Guatemala. Un ejemplo, el de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Van a cumplir cuatro a?os de estar en sus funciones cuando ya se les hab¨ªa vencido sus plazos. Eso es algo grav¨ªsimo. La criminalizaci¨®n ejercida por la fiscal general en contra de periodistas, como el caso de Jos¨¦ Roberto Zamora, pero tambi¨¦n contra jueces y fiscales es otra se?al de autoritarismo. Son se?ales que aunque se expresan por distintos factores, hay un patr¨®n de acuerdo y de complicidad desde el Ejecutivo, desde el Congreso y desde el Poder Judicial. Lo que vemos con mucha preocupaci¨®n es esta cooptaci¨®n de todas las instituciones del Estado.
P. En Guatemala se habla de un ¡°pacto de corruptos¡±, es decir, una alianza entre las ¨¦lites pol¨ªticas y empresariales para mantener un sistema donde se avala la corrupci¨®n y la impunidad. ?Considera que los resultados de esta primera vuelta electoral representan una amenaza para quienes quieren mantener un statu quo en el pa¨ªs?
R. Sin duda. Por eso encontramos lo que han dicho algunos actores promoviendo la narrativa de que hubo fraude o que si cualquiera de estos candidatos [los vencedores de la primera vuelta] llegara a ocupar la presidencia ser¨ªa el acabose para el pa¨ªs. Aparte de las acciones legales, hay toda la construcci¨®n de esta narrativa del terror.
P. Guatemala vivi¨® en 2015 una primavera democr¨¢tica. Comenzaron a judicializar a personas que estuvieron directamente vinculados con casos de corrupci¨®n, funcionarios del Estado, empresarios, todo un movimiento que despert¨® mucha esperanza en el continente. ?C¨®mo el pa¨ªs ha retrocedido tanto?
R. Fue un momento muy importante para el pa¨ªs. Fue un momento donde en un trabajo muy profesional, acucioso, de fiscales, de jueces, de la propia Comisi¨®n Internacional contra la Impunidad se logr¨® documentar c¨®mo es que operaba la corrupci¨®n y c¨®mo es que operaba el financiamiento electoral il¨ªcito. Y estoy convencida de que cuando esto sali¨® a la luz y se vio la cantidad de sectores implicados, al verse descubiertos y muchos de ellos procesados, se aliaron en Guatemala y tambi¨¦n con sectores en Estados Unidos regresivos y lograron revertir todos estos avances.
P. ?Se puede revertir este proceso de deterioro institucional que ha habido en Guatemala o est¨¢ muy anclado? Algunos analistas han hablado incluso de un estado fallido.
R. Sin duda llevar¨¢ mucho tiempo. Un primer paso es llegar al 20 de agosto [cuando est¨¢ prevista la segunda vuelta] con elecciones libres y respetando los resultados. A¨²n hay mucho trabajo por hacer, porque la Fiscal¨ªa sigue tomada, la Corte Suprema no ha sido renovada y hay actores a favor del pacto que operan desde la Corte Suprema, la Corte de Constitucionalidad y el Congreso. Entonces, cualquier reforma que se intente desde el Ejecutivo tiene que tener una gran alianza ciudadana, y ojal¨¢ con apoyo de la comunidad internacional, para que puedan vencer a estos actores internos, que ojal¨¢ que modifiquen su actuaci¨®n y colaboren con la reconstrucci¨®n de la institucionalidad, aunque es muy probable que no lo quieran hacer.
El azote de criminales y genocidas
El nombre de Claudia Paz y Paz tuvo resonancia mundial cuando desde su cargo de fiscal general de Guatemala inició procesos judiciales para sentar en el banquillo a políticos y militares que fueron señalados de cometer crímenes de lesa humanidad y genocidio durante la guerra civil que dejó decenas de miles de muertos. Ella se convirtió en la voz de miles de víctimas que reclamaban justicia en el país centroamericano. Aunque la justicia logró una condena contra el dictador Efraín Ríos Montt, al final murió en la impunidad, pero su sentencia sentó un precedente importante en Guatemala. Debido a su sigiloso trabajo a favor de las víctimas del conflicto, sectores poderosos de su país iniciaron una campaña contra la entonces fiscal, que no fue renovada en su cargo. Aquellos juicios despertaron muchas esperanzas no solo en su país, sino en el continente. Paz y Paz afirma que los procesos contra criminales durante el conflicto armado continúan, aunque bajo la amenaza de que puedan ser suspendidos y estos crímenes queden en la impunidad.
"Continúan, sí, aunque de forma más lenta y silenciosa. Estos procesos han continuado con muchísimos obstáculos. Hay jueces que han tenido que abandonar el país y fiscales que han sido amenazados. Pero por el enorme esfuerzo de los sobrevivientes y de las organizaciones de derechos humanos que les acompañan, esos casos siguen. Lo que ocurre es que si no hay un cambio próximamente, probablemente estos casos, como los casos de gran corrupción, se cierren y los responsables de graves crímenes obtengan su libertad. Hay una parte de la población, tristemente, que simpatiza con los perpetradores de genocidio y de crímenes de lesa humanidad, pero ellos saben que crímenes se cometieron y por supuesto que les conviene la impunidad", explica Paz y Paz.
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