Muere impune el exdictador guatemalteco Efra¨ªn R¨ªos Montt
El general, de 91 a?os, fue considerado como uno de los militares m¨¢s sanguinarios de Am¨¦rica Latina
El exdictador Jos¨¦ Efra¨ªn R¨ªos Montt, uno de los militares m¨¢s sanguinarios de Am¨¦rica Latina y quien dirigiera con mano de hierro los destinos de Guatemala entre el 23 de marzo de 1982 y el 8 de agosto de 1983, ha muerto este domingo en la Ciudad de Guatemala, a los 91 a?os.
Seg¨²n confirmaron personas allegadas a R¨ªos Montt, falleci¨® a primera hora de la ma?ana de este domingo por un paro cardiaco. Su salud se hab¨ªa deteriorado en los ¨²ltimos meses. Ya en julio de 2015 fue declarado "mentalmente incapaz" para enfrentar un nuevo juicio en su contra, al que qued¨® sujeto tras la anulaci¨®n del proceso en el que fuera condenado a 80 a?os de prisi¨®n por genocidio y otros cr¨ªmenes de lesa humanidad, en mayo de 2013.
"(R¨ªos Montt) presenta un cuadro de deterioro que le impide rendir adecuadamente desde el punto de vista de pensamiento y juicio (...) No se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales..." reza el informe m¨¦dico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif, dependiente de la Fiscal¨ªa).
Tah¨²r de la pol¨ªtica, el viejo militar, que guste o no manej¨® a su sabor y antojo los destinos de Guatemala durante la etapa final del siglo XX y la primera d¨¦cada del siglo XXI, muri¨® sin conocer la c¨¢rcel, pese a haber sido condenado en mayo de 2013. No pudo evitar, eso s¨ª, saberse condenado por la historia y tener que soportar, a lo largo del proceso, los testimonios de decenas de sobrevivientes del conflicto, quienes durante el juicio pusieron ante los ojos del mundo las atrocidades cometidas por el Ej¨¦rcito durante la guerra civil que ensangrent¨® Guatemala entre 1960 y 1996, y que alcanz¨® sus m¨¢s altas cotas de salvajismo durante el Gobierno riosmonttista.
Desde su calabozo en un cuartel militar, donde tras su condena permaneci¨® dos noches, R¨ªos maniobr¨® con habilidad extrema para que el Constitucional, en un dictamen sin ninguna legitimidad por razones de competencia, anulara la condena y ordenara repetir el juicio. En la actualidad, y sin la presencia de R¨ªos, un tribunal de alto impacto conoc¨ªa nuevamente el caso.
El s¨¢trapa se benefici¨® de todas las garant¨ªas procesales propias del Estado de derecho, que ¨¦l neg¨® a sus v¨ªctimas. Durante su Gobierno, 15 personas fueron fusiladas tras ser condenadas por jueces sin rostro en juicios sumar¨ªsimos. Los ¨²ltimos cinco ¡ªtres civiles y dos militares de baja graduaci¨®n¡ª fueron pasados por las armas en la v¨ªspera de la visita del Juan Pablo II, la primera vez en la historia que un Papa visitaba Guatemala, lo que motiv¨® un esc¨¢ndalo a nivel mundial. Oficialmente se dijo que los ejecutados hab¨ªan admitido la comisi¨®n de los delitos que se les imputaban ¡ªintegrar una banda de asaltantes y violadores¡ª, extremo que sus abogados negaron ante la prensa local, se?alando que hab¨ªan sido obligados a aceptar la culpa en medio de salvajes torturas.
R¨ªos y sus abogados encontraron en la figura de genocidio la clave para revertir la sentencia. Explicaron a los poderes f¨¢cticos que ese delito abr¨ªa las puertas para que algunos empresarios, particularmente de la patronal agraria que financiaron los operativos del Ej¨¦rcito y pusieron a disposici¨®n de los militares sus aeronaves para apoyar las operaciones de represi¨®n, pudieran ser igualmente procesados.
De acuerdo con los informes Guatemala, Nunca M¨¢s, del malogrado obispo Juan Gerardi, y Guatemala, Memoria del Silencio, de la Comisi¨®n de Esclarecimiento Hist¨®rico patrocinada por la ONU, fue durante el mandato de R¨ªos Montt cuando se cometieron la mayor¨ªa de masacres de poblaci¨®n civil desarmada. Unos 10.000 guatemaltecos, en su mayor¨ªa indios, fueron ejecutados extrajudicialmente y el n¨²mero de refugiados ascendi¨® a 100.000. El Informe de Esclarecimiento Hist¨®rico de la ONU eleva a 448 el n¨²mero de aldeas borradas del mapa en los 17 meses de gesti¨®n riosmonttista.
Con el retorno a la democracia en 1985, R¨ªos aprovech¨® la disciplina prusiana impuesta a su grupo parlamentario para inclinar a favor de sus intereses la balanza en aquellas leyes que requieren del voto de dos terceras partes de la totalidad de esca?os, extremo que le facilit¨® negociar exitosamente la impunidad que le permiti¨® burlar los procesos en su contra.
Su mayor logro pol¨ªtico fue llevar a su partido a la Presidencia de la Rep¨²blica en el periodo comprendido entre el 14 de enero de 2000 y la misma fecha de 2004. Como la Constituci¨®n de Guatemala proh¨ªbe a los golpistas aspirar al poder ¨Cocup¨® la jefatura del Estado tras derrocar al tambi¨¦n general Romeo Lucas Garc¨ªa, R¨ªos encontr¨® en Alfonso Portillo al hombre que le permiti¨® gobernar a su antojo desde la Presidencia del Legislativo.
El gobierno Portillo-Riosmonttista est¨¢ considerado como uno de los m¨¢s corruptos de la historia de Guatemala, solo superado por el gobierno del Partido Patriota, cuyos m¨¢ximos l¨ªderes, el expresidente Otto P¨¦rez Molina y quien fuera su vicepresidenta, Roxana Baldetti, acumulan procesos en la prisi¨®n preventiva a la que est¨¢n sometidos.
Trayectoria sangrienta
Efra¨ªn R¨ªos Montt fue demandado en 1999 ante la Audiencia Nacional espa?ola por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Mench¨², acusado de delitos de lesa humanidad como genocidio, torturas, desapariciones forzadas y terrorismo de Estado. Gracias a la inmunidad que le garantiz¨® su condici¨®n de diputado, el viejo general logr¨® evadir su enjuiciamiento.
Con su muerte, R¨ªos se suma a los tambi¨¦n fallecidos generales Romeo Lucas Garc¨ªa, presidente de Guatemala entre 1978 y 1982, y Germ¨¢n Chupina Barahona, jefe de la Polic¨ªa durante el mismo periodo, considerados, con R¨ªos, como los mayores violadores de los derechos del hombre en Guatemala. Lucas y Chupina fueron los responsables intelectuales del asalto y quema de la Embajada de Espa?a en Guatemala, el 31 de enero de 1980.
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