Yen¨ªn, una operaci¨®n m¨¢s pol¨ªtica que militar
Varios analistas defienden que Netanyahu aprob¨® la incursi¨®n para contentar a sus ministros m¨¢s radicales y a los colonos. En el campamento de refugiados, ha dejado m¨¢s odio y ganas de venganza
En su casa del campamento de refugiados en Yen¨ªn, ya vac¨ªa de los soldados israel¨ªes que la tomaron el martes, Abdel Karim Mansur busca una foto en un grupo de WhatsApp. En ella, 24 militares israel¨ªes posan frente al doble arco de entrada al campamento, imitando la que se hizo semanas antes el grupo armado local que m¨¢s j¨®venes atrae, las Brigadas de Yen¨ªn, con pasamonta?as, rifles autom¨¢ticos y una frase: ¡°Aqu¨ª no vais a entrar¡±. ¡°Es todo lo que han conseguido. Una foto, mostrar que han entrado¡±, lamenta Mansur (56 a?os) junto a la pared bombardeada y los sof¨¢s rajados. ¡°?Por qu¨¦ tiene que pagar mi familia los platos rotos de la pol¨ªtica interna israel¨ª?¡±.
Analistas israel¨ªes comparten su sensaci¨®n: que la operaci¨®n de esta semana en Yen¨ªn ¨Dla primera en casi dos d¨¦cadas en Cisjordania con bombardeos a¨¦reos y semejante despliegue de tropas¨D ha sido ante todo una demostraci¨®n de fuerza guiada por consideraciones m¨¢s pol¨ªticas que militares. Y que el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, la aprob¨® para apaciguar a sus ministros m¨¢s ultranacionalistas y al liderazgo del movimiento colonizador en Cisjordania, que comparten ideolog¨ªa pol¨ªtica y lugares de residencia.
Unos y otros llevaban meses exhortando a Netanyahu a hacer algo, con llamamientos como el de Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, a matar ¡°no a uno ni a dos, sino a decenas, cientos o, si hace falta, miles de terroristas¡±; el de Bezalel Smotrich (Finanzas) a ¡°vaciar la ci¨¦naga¡±, o el de Orit Struck a ¡°poner orden¡± para ¡°proteger la vida civil en Judea y Samaria¡±, en referencia a los colonos en Cisjordania. Struck es la titular de Misiones Nacionales que recientemente compar¨® a las fuerzas de seguridad con el Grupo Wagner por criticar la quema por colonos de decenas de casas y coches palestinos.
¡°La utilizaci¨®n pol¨ªtica que se ha hecho del ej¨¦rcito parece esta vez a¨²n m¨¢s burda. La impresi¨®n es que el principal motivo de la decisi¨®n [¡] fue la presi¨®n que los colonos aplicaron al Gobierno, en vista del deterioro de la situaci¨®n de seguridad en las carreteras de Cisjordania. Y no es nada seguro que la operaci¨®n en Yen¨ªn resuelva ese problema espec¨ªfico¡±, analizaba este viernes Amos Harel, comentarista de asuntos de Defensa del diario Haaretz.
El Ej¨¦rcito ten¨ªa el plan de actuaci¨®n preparado desde hace un a?o, pero era reacio a una operaci¨®n de este tipo. Desplegar soldados durante d¨ªas en las calles suele aumentar las bajas propias, las v¨ªctimas civiles y las condenas internacionales. Por eso, prefer¨ªa el sistema habitual: redadas breves ¨Dgeneralmente de madrugada y apoyadas por fuerzas de inc¨®gnito¨D para efectuar arrestos y salir. Los j¨®venes del campamento, algunos de los cuales tambi¨¦n atentan en Israel y en las carreteras y asentamientos de Cisjordania, siempre reciben a los blindados con piedras, c¨®cteles molotov y armas de fuego, pero rara vez logran matar soldados, dada la desproporci¨®n de medios. Si la incursi¨®n se embrolla, el n¨²mero de palestinos muertos, entre milicianos y civiles, puede llegar a 11, como en febrero en Nablus.
El mes pasado, sin embargo, un acorazado israel¨ª result¨® da?ado por un explosivo trampa activado con un cable. Los soldados en su interior salieron heridos y un helic¨®ptero abri¨® fuego, por primera vez en Cisjordania en casi dos d¨¦cadas, para apoyar la evacuaci¨®n de las tropas. Siete palestinos murieron y los mandos castrenses llegaron a la conclusi¨®n de que el explosivo casero era m¨¢s desarrollado de lo habitual y se inclinaron por hacer algo.
Soluci¨®n de compromiso
El resultado fue una suerte de soluci¨®n de compromiso entre unos y otros: 48 horas de operaci¨®n con un n¨²mero relativamente bajo de muertos tanto palestinos (12, al menos la mitad milicianos) como propios, un suboficial. Los bombardeos a¨¦reos fueron ¡°limitados, tanto en el n¨²mero como en la carga [explosiva] empleada¡±, se?al¨® en una videoconferencia con periodistas el portavoz internacional del Ej¨¦rcito, Richard Hecht, en el primer d¨ªa de operaci¨®n. El estado de los edificios apunta en ese sentido.
En el hospital estatal de Yen¨ªn, ya fuera del campamento y mientras transcurr¨ªa la operaci¨®n, algunos j¨®venes confesaban que hab¨ªan burlado el cerco tras dejar escondidos sus fusiles. Algo de lo que, obviamente, es consciente el ej¨¦rcito israel¨ª, con sus drones de vigilancia y sus fuentes sobre el terreno. Mansur, de hecho, recibi¨® en su m¨®vil un WhatsApp con una vi?eta en ¨¢rabe que presenta a las Brigadas como animales huyendo hacia el hospital, en vez de defender el campamento. Proviene de un n¨²mero desconocido con la bandera israel¨ª como avatar. Los palestinos de la zona suelen recibir mensajes an¨®nimos con instrucciones o propaganda durante las operaciones.
¡°El ej¨¦rcito percibe el rechazo de los terroristas a pelear hasta la muerte como cobard¨ªa, un signo de debilidad¡±, se?ala Nahum Barnea, el comentarista m¨¢s influyente del diario Yediot Aharonot. ¡°Pero puede verse de otra forma: en vez de luchar desde una posici¨®n de inferioridad contra los combatientes del ej¨¦rcito israel¨ª, mejor entrenados, los terroristas optaron por centrarse en lo que mejor saben hacer: disparar a colonos y soldados desde coches. Su huida evit¨® bajas en el ej¨¦rcito y v¨ªctimas civiles¡±.
Un d¨ªa despu¨¦s de la retirada israel¨ª, un miembro del brazo armado de Ham¨¢s mat¨® con una pistola desde un coche a un soldado ¡°en respuesta a la agresi¨®n contra Yen¨ªn¡±. Lo hizo en la colonia de Kedumim, en la que reside Smotrich. Luego difundi¨® un v¨ªdeo en la que advierte al ministro ultraderechista: ¡°Casi tocamos a tu puerta¡±. El autor fue abatido tras huir a pie. Este viernes, soldados israel¨ªes mataron a otros dos milicianos en una redada en la ciudad de Nablus, y a un tercero en el pueblo de Umm Safa.
El mensaje en Israel es triunfalista. En una base militar cercana se expusieron para la prensa las armas y los centenares de balas y explosivos incautados en la operaci¨®n, a lo que las Brigadas respondieron con un v¨ªdeo propagand¨ªstico preparando nuevos explosivos. El ministro de Defensa, Yoav Galant, la ha calificado de ¡°exitosa, precisa y valiente¡±, y Netanyahu ha asegurado que ¡°cambia la ecuaci¨®n con el terrorismo¡±, igual que en 2021 con Ham¨¢s, en la ofensiva Guardi¨¢n de los Muros, y en mayo con la Yihad Isl¨¢mica en Gaza, con Escudo y Flecha. Algo que, a juicio de Zvi Barel, comentarista de asuntos de Oriente Pr¨®ximo de Haaretz, ¡°no se cree una sola persona sensata en el ej¨¦rcito, el Shin Bet [servicios secretos] o incluso los c¨ªrculos silenciosos de la derecha¡±. Barel ve m¨¢s bien ¡°una operaci¨®n para la galer¨ªa¡± engendrada por la dependencia de Netanyahu de sus socios ultranacionalistas que ¡°ha servido al menos para limpiar las babas a los perros de caza que a¨²llan en su Gobierno¡±.
Tambi¨¦n clama victoria un miliciano que regresa a su casa con la cabeza y el brazo vendados, un M-16 al hombro, cinco cargadores y una cinta en la frente de las Brigadas de Yen¨ªn. ¡°No puedo hablar mucho. Estoy muy cansado de no dormir estos d¨ªas¡±, advierte. Sin dar su nombre, interpreta la operaci¨®n israel¨ª como un fracaso. ¡°Usaban drones porque ten¨ªan miedo a salir a las calles, as¨ª que se escond¨ªan en las casas, donde saben que no queremos disparar. Dec¨ªan que hab¨ªa algo enorme en el campamento y lo ¨²nico que han conseguido es destruir casas y calles¡±. Durante los entierros, los milicianos en Yen¨ªn lanzaban el mismo mensaje disparando al aire con fusiles M-16 y Kal¨¢shnikov.
La mayor¨ªa de muertos nacieron en los 2000, sepultado ya el horizonte de paz. Los cuatro que la Yihad Isl¨¢mica identific¨® como miembros tienen entre 14 y 19 a?os. El m¨¢s joven era Nuredd¨ªn Marshud y su padre, Hussam, se seca las l¨¢grimas con la mascarilla en el hospital estatal.
¡°Israel le daba permiso para acompa?arme cuando yo entraba [a trabajar]. Un d¨ªa, hace tres a?os, se sent¨® y me dijo: ¡®quiero encontrar un trabajo para ayudarte¡±, se?alaba. Israel ha difundido una foto suya con un M-16, una exhibici¨®n habitual entre los j¨®venes del campo. Un amigo que estaba a su lado, Odei, insiste en que iba desarmado cuando recibi¨® el disparo y muestra una foto.
En la misma franja de edad (17 a?os) est¨¢ Ahmed, hijo de Abdel Karim Mansur. Viene del entierro de uno sus amigos. Cuenta que los soldados lo interrogaron y mantuvieron horas esposado y con los ojos vendados. ¡°Lo primero que hicieron al subirme al piso de arriba fue obligarme a acercarme a la ventana¡±, recuerda. Solo entonces, sus tiradores forzaron las rejas y tomaron all¨ª posiciones.
¨D Ahora odio m¨¢s a los israel¨ªes. Si matan a mi amigo, pues me dan ganas de vengarme. Si todo sigue igual, ser¨¦ combatiente.
¨D ¡°Quiere ser ingeniero, estudiar ingenier¨ªa¡±, tercia su madre, Asma.
¨D ¡°Es verdad¡±, se corrige Ahmed, ¡°voy a ser ingeniero¡±.
¨D Bueno, en realidad ahora est¨¢ diciendo lo que yo quiero...
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