El plan japon¨¦s para verter al Pac¨ªfico agua de Fukushima levanta una ola de rechazo en Asia
Tokio cuenta con el aval de la ONU, pero China ha anunciado el veto a la importaci¨®n de alimentos y la oposici¨®n surcoreana cree que todo se basa en ¡°un informe vac¨ªo, sin evidencia cient¨ªfica¡±
M¨¢s de 12 a?os despu¨¦s, el accidente de Fukushima sigue coleando. El visto bueno del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA, dependiente de Naciones Unidas) al plan japon¨¦s para verter al oc¨¦ano Pac¨ªfico aguas radioactivas depuradas de esa central nuclear est¨¢ lejos de haber calmado los ¨¢nimos en el resto del continente asi¨¢tico, donde vive el 60% de la poblaci¨®n mundial. Si la semana pasada China anunciaba que prohibir¨¢ la importaci¨®n de alimentos de algunas regiones del pa¨ªs nip¨®n (las m¨¢s cercanas), este lunes un grupo de diputados de la oposici¨®n surcoreana ha aterrizado en Tokio para protestar contra la decisi¨®n y cargar contra el informe del OIEA, que califican de ¡°vac¨ªo¡± y exento de ¡°evidencia cient¨ªfica¡±.
Desde marzo de 2011, cuando se produjo el accidente ¡ªocasionado por un terremoto y un tsunami posterior¡ª, la central at¨®mica ha acumulado 1,33 millones de toneladas de agua radioactiva tratada. Una cantidad significativa que ha llevado a las instalaciones muy cerca de su m¨¢ximo de capacidad: 1,37 millones de toneladas, cifra que se alcanzar¨¢ a principios del a?o que viene, seg¨²n los datos oficiales. Con el paso del tiempo, estos l¨ªquidos se han ido mezclando con agua procedente de la lluvia y de torrentes subterr¨¢neos.
El pasado viernes, la Autoridad de Regulaci¨®n Nuclear (NRA, por sus siglas en ingl¨¦s) del pa¨ªs nip¨®n dio su aprobaci¨®n definitiva al proyecto del Gobierno de Fumio Kishida para verter al oc¨¦ano las aguas procedentes de Fukushima y proceder, por tanto, a la descarga de los tanques. Su aquiescencia, necesaria, llegaba poco despu¨¦s de que el OIEA confirmase que la hoja de ruta de Tokio cumpl¨ªa los est¨¢ndares internacionales. Tambi¨¦n despu¨¦s de que, hace menos de un a?o, el Ejecutivo dejase atr¨¢s el apag¨®n nuclear pos-Fukushima para abrazar nuevamente esta fuente de energ¨ªa con la promesa de construir reactores de ¨²ltima generaci¨®n.
El OIEA: ¡°Somos neutrales, no tomamos partido¡±
El jefe del brazo de la ONU para la energ¨ªa at¨®mica, Rafael Grossi, ve ¡°absolutamente l¨®gico¡± que el plan japon¨¦s haya despertado el debate en el resto de la regi¨®n, pero mantiene la validez de su diagn¨®stico, n¨ªtidamente favorable a la liberaci¨®n de las aguas: ¡°Todo el mundo conf¨ªa en el trabajo cient¨ªfico del OIEA. Somos neutrales: no tomamos partido, observamos los resultados de la evaluaci¨®n y tomamos una decisi¨®n¡±.
El diplom¨¢tico argentino tambi¨¦n ha negado la existencia de ¡°ning¨²n tipo de desacuerdo¡± interno en el organismo que comanda. ¡°Este es nuestro informe final, y ninguno de nuestros expertos ha venido a decirme que no respalde su contenido¡±, ha reafirmado en una entrevista con la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Con su viaje a Se¨²l, Grossi buscaba templar los ¨¢nimos tras la creciente controversia.
Las voces contrarias al vertido, sin embargo, no han dejado de sucederse. En Jap¨®n, tanto la industria pesquera como varias poblaciones de los alrededores de la prefectura de Fukushima (al este del pa¨ªs), han levantado la voz para rechazar el plan, a pesar de la promesa gubernamental de que ¡°se han tomado todas las medidas para evitar un da?o sobre la reputaci¨®n del sector¡±. En el plano econ¨®mico, el Ejecutivo de Kishida ya ha comprometido ayudas econ¨®micas valoradas en 50.000 millones de yenes (unos 300 millones de euros).
En clave externa, la polvareda contin¨²a. Pek¨ªn no solo ha prohibido la importaci¨®n de alimentos procedentes de la zona, sino que tambi¨¦n ha recordado a Tokio su promesa formulada en 2015 de no liberar las aguas al oc¨¦ano en caso de no contar con la aprobaci¨®n de todas las partes implicadas, tambi¨¦n la de los pa¨ªses vecinos. Algo que, a su juicio, no sucede hoy. Y otros pa¨ªses vecinos, como Corea del Norte ¡ªcomo China, enemistado con Jap¨®n desde hace d¨¦cadas¡ª, se han opuesto argumentando un ¡°impacto adverso fatal¡±.
Voces discordantes en Corea del Sur
A pesar de que el Gobierno surcoreano ¡ªel vecino m¨¢s inmediato de Jap¨®n y un pa¨ªs con el que las relaciones diplom¨¢ticas han mejorado sustancialmente en los ¨²ltimos tiempos¡ª ha dado su visto bueno formal al plan tras casi dos a?os de estudio sobre la cuesti¨®n, el movimiento opositor refleja una importante divisi¨®n social en torno a esta cuesti¨®n. Se¨²l, de hecho, lleva semanas tratando de calmar el ¡ªa su juicio¡ª ¡°miedo excesivo¡± por un vertido que tendr¨¢ ¡°consecuencias insignificantes¡±.
En la poblaci¨®n surcoreana, sin embargo, no reina ni mucho menos la misma tranquilidad que trata de insuflar el mensaje oficial. ¡°Jap¨®n dice que, seg¨²n la evidencia cient¨ªfica, no habr¨¢ problemas. Pero, aun as¨ª, estoy un poco preocupado¡±, dec¨ªa el pasado viernes Yang Ok-Ryeo, vendedor de pescado en el mercado de Noryangjin (en Se¨²l), en declaraciones a la agencia estadounidense de noticias AP. Una de sus clientas, Lim Young, de 55 a?os, se expresaba en t¨¦rminos similares: ¡°Creo que es peligroso. Tengo dudas de que vaya a ser seguro comerlo, incluso si es capturado aqu¨ª [en Corea]¡±. Una amplia mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica se opone al vertido, seg¨²n varios sondeos publicados en los ¨²ltimos d¨ªas.
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