Uruguay subsidia hasta el 80% del salario para la inserci¨®n laboral de antiguos presos
El Gobierno y un centenar de organizaciones buscan oportunidades de trabajo en un pa¨ªs donde 25 personas recuperan su libertad todos los d¨ªas
La vida despu¨¦s de la c¨¢rcel es una carrera de obst¨¢culos dif¨ªciles de sortear. Entre enero y mayo de este a?o, 3.900 personas recuperaron la libertad en Uruguay, la mayor¨ªa de ellas j¨®venes que salieron apenas con lo puesto, no siempre con respaldo familiar. Deben resolver d¨®nde vivir y de qu¨¦ manera subsistir. Como cualquier hijo de vecino, pero con un matiz diferencial, quiz¨¢s la barrera m¨¢s dif¨ªcil de superar sea el estigma social. Prejuicio e indiferencia conspiran contra la integraci¨®n de estas personas en la comunidad y en parte explican por qu¨¦ el 60% reincide en el delito, seg¨²n las estimaciones oficiales.
Esta problem¨¢tica fue abordada el pasado 20 de junio en una actividad convocada por el Gobierno de Uruguay, la primera desde la puesta en marcha en mayo de la iniciativa Red de Oportunidades, que busca favorecer la inserci¨®n laboral de los exreclusos. Sus impulsores la definen como un espacio participativo, integrado hasta el momento por 100 entidades, entre organismos p¨²blicos, organizaciones sociales, cooperativas y empresas del sector privado. En el marco de esta iniciativa, las empresas que contraten a personas liberadas pueden acceder a un subsidio estatal de entre 60% y 80% del salario abonado durante un a?o.
¡°Estamos convencidos de que es necesario derribar los prejuicios y transformarlos en oportunidades¡±, dice Daniel Fern¨¢ndez, coordinador general de la Direcci¨®n Nacional del Liberado (Dinali). Este organismo, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), trabaja en los centros penitenciarios durante los seis meses previos al egreso de los reclusos y contin¨²a con el acompa?amiento fuera de prisi¨®n si las personas acceden voluntariamente. Seg¨²n explica, la Red de Oportunidades buscar conectar a diferentes entidades, p¨²blicas y privadas, que trabajan con esta poblaci¨®n, para que exista una mayor coordinaci¨®n e intercambio en favor de la inclusi¨®n.
¡°Un promedio de 25 personas recuperan la libertad por d¨ªa, son personas que transitan con nosotros y nos las cruzamos en la calle. No podemos mirar para el costado como sociedad, tenemos que derribar esos prejuicios¡±, insiste Fern¨¢ndez. Cuando recuperan la libertad, explica, quienes se acercan a las oficinas de la Dinali solicitan sobre todo ayuda para conseguir empleo. ¡°El acceso al trabajo genera una inserci¨®n plena en la sociedad y disminuye la reincidencia. El foco est¨¢ en poder generar esas oportunidades, pero hay un sinf¨ªn de pasos previos en los que trabajar, como por ejemplo la formaci¨®n¡±, agrega.
Durante 2022, la Dinali dio asistencia de distinto tipo ¨Ccapacitaci¨®n, acompa?amiento, salida laboral- a unas 2700 personas de las 8600 que recuperaron la libertad. Los ¨²ltimos datos indican que 330 est¨¢n trabajando en diferentes ¨¢mbitos, aunque las autoridades esperan que ese n¨²mero aumente sensiblemente en la evaluaci¨®n de julio, dos meses despu¨¦s del lanzamiento de la Red de Oportunidades. Con los beneficios tributarios dispuestos por ley aguardan un mayor involucramiento de las empresas privadas y que eso contribuya a romper el ciclo de abandono y violencia que muchos de los liberados viven en la calle, despu¨¦s de pasar por la c¨¢rcel en condiciones muy complejas.
De acuerdo con el ¨²ltimo informe del Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario, la poblaci¨®n carcelaria uruguaya se ha triplicado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, alcanzando la cifra de 14.500 personas en 2022. El 75 % son j¨®venes varones menores de 35 a?os, con una trayectoria vital marcada por la deserci¨®n del sistema educativo y el consumo problem¨¢tico de drogas. Con un ritmo de crecimiento del 10% anual, el colapso de parte del sistema ha derivado en altos niveles de hacinamiento y violencia interna. Ese informe detalla que solo un 10% del total de reclusos se encuentra en c¨¢rceles que re¨²nen condiciones y oportunidades de rehabilitaci¨®n e integraci¨®n social.
Wilmar Pintos pas¨® 18 a?os de su vida cumpliendo una condena en el Penal de Libertad, ubicado en el sur del pa¨ªs. Sali¨® de esa c¨¢rcel hace un par de a?os y ahora vive en una casa de acogida del Mides para personas que como ¨¦l no ten¨ªan un hogar. Recuerda que estuvo 15 a?os trabajando en la cocina del Penal y que all¨ª descubri¨® su vocaci¨®n por la lectura, el teatro y la escritura. ¡°Mientras est¨¢s leyendo un libro, no est¨¢s preso¡±, subraya. A trav¨¦s de la Dinali consigui¨® trabajo en el ¨¢rea de limpieza y barrido de uno de los municipios de Montevideo. Con 58 a?os cumplidos, quisiera dedicarse de lleno a echar una mano a las personas liberadas, quiz¨¢s dentro de esta Red de Oportunidades.
¡°Lo fundamental es el compromiso social, de las instituciones del Estado y de las ONG, pero la clave est¨¢ en el sector empresarial¡±, dice Pintos. Hace hincapi¨¦ en el desaf¨ªo que representa el consumo problem¨¢tico de drogas, que afecta a un 80% de la poblaci¨®n privada de libertad, seg¨²n los datos oficiales. ¡°La droga es una enfermedad, es una lucha, es lo peor que te puede pasar¡±, subraya. Reconoce que desde el Estado se est¨¢n dando pasos para atender este problema, pero insiste en que el compromiso de fondo debe ser de toda la sociedad. ¡°Tenemos que mirarnos y aprender a escucharnos¡±, se?ala.
¡°Si queremos vivir en una sociedad m¨¢s equitativa, segura e integrada, est¨¢ claro que las empresas tenemos que colaborar¡±, explica Jorge Penedo, director de Recursos Humanos de la constructora Teyma. Seg¨²n detalla, la empresa lleva 16 a?os trabajando con personas liberadas, en algunos casos con ¨¦xito y en otros no, ¡°nada diferente a lo que ocurre con personas por fuera de ese ¨¢mbito, en el mercado laboral en general¡±. Una vez que ingresan, contin¨²a Penedo, las personas liberadas siguen su propio proceso igual que cualquier otro trabajador. ¡°No esperamos ni pretendemos darles un tratamiento distinto, cuando se incorporan ser¨¢ su desempe?o el que determine su progreso dentro de la empresa¡±, asegura.
Para Pintos, el espacio Red de Oportunidades tiene que hacer foco en los m¨¢s j¨®venes, que son mayor¨ªa en el sistema penitenciario y est¨¢n a la deriva cuando recuperan la libertad. ¡°Hay que ayudar a esos pibes, capacitarlos, darles una oportunidad¡±, remarca. Fern¨¢ndez, de la Direcci¨®n Nacional del Liberado, concluye: ¡°Por d¨ªa, 25 personas liberadas se integran a la sociedad. ?Se integran realmente? No, se integran en t¨¦rminos te¨®ricos. La libertad plena depende de lo que trabajemos como sociedad, entendiendo que esta es una causa de todos¡±.
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